El tribunal de paz de Colombia llama la atenci¨®n al Gobierno sobre las causas de asesinatos a exguerrilleros

El tribunal de paz de Colombia contradijo el mi¨¦rcoles al Gobierno de Iv¨¢n Duque sobre las causas de asesinato de guerrilleros de las FARC y llam¨® la atenci¨®n a las autoridades por los fallos en los mecanismos de protecci¨®n. El pa¨ªs andino asiste a una acumulaci¨®n de homicidios de firmantes del acuerdo de paz entre el Estado y la extinta guerrilla: desde el 25 de noviembre de 2016 al 15 de noviembre de 2020, es asesinado un excombatiente cada cinco d¨ªas, un total de 249. El ¨²ltimo ocurri¨® el martes, cuando faltaba un d¨ªa para que altos funcionarios del Gobierno de Iv¨¢n Duque acudieran a una audiencia ante la Jurisdicci¨®n Especial para la Paz (JEP), la Corte encargada de juzgar los cr¨ªmenes del conflicto armado, precisamente para explicarlos esquemas de protecci¨®n.

Pero ?por qu¨¦ los matan? La pregunta ha sido respondida desde el Gobierno bajo dos ideas centrales: que son asesinados por las disidencias de la guerrilla (aquellos grupos que no se plegaron al proceso de paz), es decir, que son viejas rencillas; y que todo guarda relaci¨®n con el narcotr¨¢fico. Sin embargo, un informe de la Unidad de Investigaci¨®n y Acusaci¨®n de la JEP, arroja datos m¨¢s concretos sobre qui¨¦n los estar¨ªa asesinando. El documento Diagn¨®stico de los patrones de violencia letal que afectan a los excombatientes de las FARC-EP en Colombia, se?ala de hecho, que el narcotr¨¢fico no es la ¨²nica respuesta. Si bien, dice el informe, en 176 municipios coinciden la presencia de cultivos de coca y la residencia de los excombatientes, ¡°111 tienen hect¨¢reas sembradas de coca y no registran un solo caso de homicidio (esto significa que el 63% de los territorios cocaleros no evidencian fen¨®menos homicidas)¡±.

Lo mismo ocurre con la explicaci¨®n de las venganzas que, para la JEP, son casos aislados. ¡°De 249 homicidios, solo cinco parecen reflejar como causa detonadora del hecho la participaci¨®n de la v¨ªctima en ri?as callejeras, peleas o trifulcas. Esto representa el 2% del total de la muestra¡±, explic¨® Giovanny ?lvarez, director de la Unidad de Investigaci¨®n y Acusaci¨®n de la JEP.

Para el funcionario judicial, las disidencias no son una organizaci¨®n homog¨¦nea y existen al menos tres vertientes: las disidencias de alias Gentil Duarte, que se resistieron al proceso de paz y suelen confrontar a la fuerza p¨²blica; la llamada Segunda Marquetalia, integrada por los exnegociadores Iv¨¢n M¨¢rquez y Jes¨²s Santrich, entre otros; y las ¡°disidencias aut¨®nomas y abiertamente narcotizadas y lumpenizadas¡±, que no tienen ninguna ideolog¨ªa.

Los patrones

La investigaci¨®n muestra que en el 57% de los asesinatos de los excombatientes hay unas similitudes. La mayor¨ªa de los asesinados, afirma el diagn¨®stico, eran guerrilleros de bajo rango y poca escolaridad, entre los 25 y 44 a?os, abordados en lugares p¨²blicos, especialmente en las zonas rurales, y asesinados por disparos en la cabeza y el t¨®rax.

Sin embargo, hay dos patrones definidos. Primero, hay uno de ¡°desmonte de los proyectos pol¨ªticos, econ¨®micos o comunitarios ligados a la implementaci¨®n del Acuerdo de Paz en los territorios¡±. Al menos en 43 casos los muertos han sido excombatientes que asumen alg¨²n rol de liderazgo, que impulsan la sustituci¨®n de cultivos il¨ªcitos o promueven proyectos productivos y campa?as de acceso a la tierra. Y no existe un ¨²nico perpetrador: ¡°Observamos que diferentes grupos est¨¢n atacando al acuerdo de paz, dependiendo de la zona¡±, dijo ?lvarez, durante la audiencia.

El segundo patr¨®n es el asociado a las disputas entre las disidencias de las FARC, concretamente antiguas zonas de retaguardia de tres bloques de la extinta guerrilla. Este se ha presentado en 91 de los 249 homicidios y las v¨ªctimas son los exguerrilleros m¨¢s j¨®venes. ¡°Por un lado los intentan reclutar y si no aceptan, sospechan que est¨¢n con otra disidencia y los matan. O tambi¨¦n lo hacen por el rechazo que tienen los excombatientes a retomar las armas, y los acusan de estar muy cerca de la fuerza p¨²blica¡±, explic¨® ?lvarez.