El acuerdo de la era post-Brexit que salva el precipicio pero no evita la ca¨ªda

El acuerdo comercial cerrado este jueves por Bruselas y Londres evitar¨¢ un descalabro econ¨®mico, fronterizo y aduanero el pr¨®ximo 1 de enero pero no impedir¨¢ que los flujos econ¨®micos entre la UE y el Reino Unido sufran el impacto del Brexit. El antiguo socio comunitario pone fin tambi¨¦n el 31 de diciembre a su pertenencia al mercado interior y a la uni¨®n aduanera, una salida que obligar¨¢ a las empresas a adaptar una actividad de importaci¨®n y exportaci¨®n que pasar¨¢ de ser fluida y sin apenas cortapisas a soportar una mara?a de declaraciones fiscales, aduaneras y de origen de los productos. El papeleo y los controles pueden reducir unos intercambios que ahora superan los 500.000 millones de euros al a?o.

Ciudadanos

El acuerdo no afectar¨¢ a los derechos de los m¨¢s de tres millones de ciudadanos europeos residentes en suelo brit¨¢nico ni al mill¨®n largo de brit¨¢nicos en territorio de la UE. Su situaci¨®n qued¨® zanjada por el Acuerdo de salida de la UE, vigente desde el 1 de febrero, que les garantiza de por vida el mantenimiento de los derechos adquiridos (de residencia, de trabajo, etc¨¦tera). A partir del 1 de enero, sin embargo, los ciudadanos de la UE que visiten el Reino Unido solo podr¨¢n hacerlo durante un m¨¢ximo de tres meses, sin derecho a trabajar o estudiar. Para estancias m¨¢s largas, ser¨¢ necesario solicitar visado. Desde el 1 de octubre de 2021, adem¨¢s, ya no bastar¨¢ con el documento nacional de identidad para cruzar la frontera y ser¨¢ necesario pasaporte. Solo los ciudadanos de la Rep¨²blica de Irlanda estar¨¢n exentos de estas normas y seguir¨¢n disfrutando la misma libertad de movimiento en el Reino Unido que hasta ahora.

Veh¨ªculos

Los permisos de conducir europeos seguir¨¢n siendo v¨¢lidos en el Reino Unido, sin necesidad de solicitar un permiso internacional. Pero la entada con un veh¨ªculo requerir¨¢ una carta verde u otro documento que acredite la cobertura de un contrato de seguro.

Importaciones

El tratado comercial regular¨¢ el comercio de bienes entre la UE y Reino Unido. El proyecto de acuerdo prev¨¦ mantener la exenci¨®n de aranceles y de cuotas que han regido durante la pertenencia del Reino Unido a la UE. Ese privilegio, que no tiene ning¨²n pa¨ªs tercero en su relaci¨®n con la UE, permitir¨ªa mantener el importante volumen de intercambios que hay en la actualidad. En 2019, las exportaciones de la UE al mercado brit¨¢nico rozaron los 300.000 millones de euros, y en sentido inverso superaron los 190.000 millones de euros.

Aduanas

Pero el acuerdo comercial no evitar¨¢ la introducci¨®n de controles aduaneros y de declaraciones fiscales, lo que complicar¨¢ previsiblemente la importaci¨®n y exportaci¨®n. Solo en transporte rodado, m¨¢s de 4,4 millones de camiones atraviesan el canal de la Mancha seg¨²n IRU, la organizaci¨®n mundial de transporte por carretera. La inmensa mayor¨ªa (cuatro millones) pasa por el puerto de Dover, donde el cierre esta semana de la frontera francesa durante solo 48 horas para frenar la expansi¨®n de la covid-19 ha provocado un atasco de m¨¢s de 10.000 camiones. El Gobierno de Boris Johnson tiene previsto aplicar los controles fronterizos de manera progresiva durante los pr¨®ximos meses para facilitar la transici¨®n. Las aduanas europeas, en particular las francesas, tambi¨¦n han agilizado procedimientos y algunas de las declaraciones se pueden presentar antes o despu¨¦s del paso fronterizo. Pero el folleto brit¨¢nico para explicar los tr¨¢mites que deber¨¢n cumplir las empresas de transporte y los camiones ocupa 40 p¨¢ginas, y el franc¨¦s, m¨¢s de 60, lo que da idea de la pesadilla que podr¨ªa llegar a ser el cruce de una frontera que hasta ahora solo exist¨ªa en los mapas. Solo en el lado brit¨¢nico, Londres espera contar con 50.000 agentes de aduanas para llevar a cabo los nuevos controles.

Competencia desleal

La apertura rec¨ªproca de los mercados se basaba hasta ahora en la aplicaci¨®n de una normativa comunitaria vigente a ambos lados del canal de La Mancha. Pero esa legislaci¨®n, que es el fundamento del mayor mercado interior del mundo, dejar¨¢ de aplicarse en Reino Unido el 31 de diciembre. La confianza que se daba ahora por descontada se convertir¨¢ el 1 de enero en una desconfianza mutua. El acuerdo establece un mecanismo de vigilancia y represalias en caso de alguna de las partes se sienta perjudicada por las ayudas p¨²blicas de la otra o por sus pol¨ªticas sociales, laborales y medioambientales. En unos casos, se aplicar¨¢ un sistema de arbitraje y en otros se someter¨¢ la disputa a un panel de expertos. En ning¨²n caso intervendr¨¢ el Tribunal de Justicia europeo, tal y como reclamaba Londres. El acuerdo tambi¨¦n impone total transparencia en ayudas de Estado y el derecho de reclamar en los tribunales respectivos una posible recuperaci¨®n de los subsidios si distorsionan la competencia.

Pesca

La disputa sobre el sector pesquero ha sido el punto final de la negociaci¨®n. Y tras un largo regateo ambas partes han pactado un recorte del 25% del valor de las capturas de la flota pesquera en aguas brit¨¢nicas, con un per¨ªodo de transici¨®n de cinco a?os y medio. Londres calcula que el beneficio para su flota ser¨¢ de 162 millones de euros al a?o. Sin embargo, casi un 20% de la flota brit¨¢nica pertenece a filiales de compa?¨ªas europeas por lo que los vasos comunicantes de esas compa?¨ªas reducir¨¢n el impacto en el lado continental. Reino Unido s¨ª logra que al final del per¨ªodo transitorio la negociaci¨®n de las cuotas sea a?o a a?o, una posibilidad a la que se resist¨ªa la UE. A cambio, Bruselas se reserva el derecho de adoptar represalias comerciales compensatorias, sujetas a un arbitraje, en caso de que se deniegue el acceso a aguas brit¨¢nicas a los pescadores europeos.

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