Las armas sacuden de nuevo a Torre¨®n
Los vecinos de la ciudad mexicana a la que la guerra contra el narco golpe¨® duramente hace una d¨¦cada, intentan superar el ataque en el Colegio Cervantes
![La vigilia en el Colegio Cervantes tras el tiroteo en Torre¨®n (Coahuila).](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/FMRR2L5GMWSHVNEHKPKSZ6CN6E.jpg?auth=0e5c77d6531ff54d23f4744abe4f15a0dcd9ee79b7d4cb75e36dd3cf2148fa62&width=414)
![Carlos S. Maldonado](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Fea13bfb8-555f-4c97-9121-107f6dc786aa.png?auth=6d6ccc1145a33ce7bed9ae9ccb94609f7e4dc86d2c96dfefa456531cbeffdf39&width=100&height=100&smart=true)
El fuerte viento que sacude la noche invernal en Torre¨®n impide que Susana Ramos encienda la vela que trae consigo para rendir homenaje a las v¨ªctimas del ataque contra el Colegio Cervantes, donde un chico de 11 a?os mat¨® la ma?ana del viernes a su maestra e hiri¨® a otras seis personas antes de suicidarse. La chica, de 22 a?os, exalumna del colegio, pide ayuda para encender un fuego que se le escabulle, como se le escapan las respuestas a las preguntas que la martillean. ¡°No entiendo por qu¨¦ pas¨® esto. Llegu¨¦ a tener mis mejores momentos aqu¨ª. Es que no me lo explico¡±. Es el por qu¨¦ que se repite entre los habitantes de esta ciudad del norte de M¨¦xico, emplazada sobre lo que fue una laguna convertida hoy en un amplio manto urbano. Una poblaci¨®n que hace una d¨¦cada sufri¨® una sangrienta guerra entre c¨¢rteles que dej¨® centenares de muertos y desaparecidos, pero que nunca se imagin¨® que un chico de once a?os pod¨ªa conseguir las armas para atentar contra sus compa?eros y maestros.
¡°Hay mucho enojo y tambi¨¦n mucha tristeza. Desgraciadamente este d¨ªa va a quedar marcado para siempre¡±, dice Susana tras depositar la vela en la puerta de la escuela, al lado de otras candelas, globos blancos, flores y una nota escrita en cuaderno escolar: ¡°Qu¨¦ Dios les d¨¦ fortaleza. El amor sanar¨¢ nuestras rupturas¡±.
El joven se llamaba Jos¨¦ ?ngel y hasta ahora se sabe que viv¨ªa con sus abuelos paternos, tras la muerte de su madre cuando ¨¦l ten¨ªa entre cinco y seis a?os. Creci¨®, dicen las autoridades consultadas, con los mimos que en casa prodigaban los abuelos, despu¨¦s que el padre rehiciera su vida con otra pareja. Le gustaban los aparatos tecnol¨®gicos y asist¨ªa a clase con un iPhone de ¨²ltima generaci¨®n, un reloj iWatch y jugaba tambi¨¦n con drones. Por eso era admirado entre sus compa?eros, que se quejaban de que sus padres no les daban semejantes lujos. Lo cuenta Humberto Barbachano, de 38 a?os, cuyo hijo mayor estudia en el mismo sal¨®n que Jos¨¦ ?ngel, en sexto grado. Era, dice, un chico despabilado. Bueno para las matem¨¢ticas, competitivo. ¡°Un chavito carism¨¢tico. No ten¨ªa el perfil de una persona que fuera rechazada. Pero no sabes t¨² lo que est¨¢ viviendo en casa o en su interior¡±, comenta este comunic¨®logo que vive a una manzana del colegio que fue fundado en marzo de 1940 por un exiliado espa?ol, Antonio Vigat¨¢n Sim¨®.
Barbachano terminaba de asearse el viernes por la ma?ana cuando por una llamada de su madre se enter¨® de lo que suced¨ªa en el Cervantes. Le tom¨® un minuto llegar hasta la puerta de la escuela, donde ya reinaba el caos: ambulancias, padres desconcertados, oficiales acordonando el ¨¢rea. Sus dos hijos estudian all¨ª, pero fue el mayor, cuando lo pudo encontrar, quien le cont¨® lo que hab¨ªa sucedido: su compa?ero pidi¨® permiso a la maestra para cambiarse, fue hasta el ba?o, donde se tard¨® 15 minutos. La maestra de ingl¨¦s Mar¨ªa Assaf Medina, llamada con cari?o Miss Marie, lo fue a buscar y el ni?o le dispar¨®. Antes de suicidarse hiri¨® a otro maestro y cinco compa?eros. ¡°Es un tema del que jam¨¢s esperas llegar a hablar¡±, comenta Barbachano. ¡°Los pap¨¢s estamos asustados, al igual que los ni?os, pero tratamos de no catalogar al peque?o como un asesino, sino como una v¨ªctima¡±.
Los motivos que llevaron al chico a cometer el crimen y saber c¨®mo pudo hacerse con las armas es lo que intenta esclarecer Gerardo M¨¢rquez, fiscal general del Estado de Coahuila, al que pertenece Torre¨®n. En entrevista con EL PA?S asegura que la l¨ªnea de investigaci¨®n se basa en la hip¨®tesis de que las armas podr¨ªan haber estado en la casa de los abuelos del ni?o, pero es muy cuidadoso al darlo por un hecho. Dice que hicieron una inspecci¨®n en el domicilio y que encontraron muchos videojuegos ¨C¡°algunos con actividades violentas, de combates¡±, acota¨C, juguetes b¨¦licos y en las entrevistas con compa?eros de clase uno de ellos dijo que en alg¨²n momento el chico cont¨® que hab¨ªa en su casa armas. ¡°Estamos concluyendo la primera etapa de la investigaci¨®n. Que la procedencia de las armas es el domicilio del ni?o es una deducci¨®n a la que llegamos regularmente, porque el acceso a este tipo de instrumentos solo se puede dar al interior del hogar. Es conocimiento emp¨ªrico de los hechos hasta que no tengamos las investigaciones periciales. Estas no son pruebas determinantes¡±, explica el funcionario. A la espera del informe pericial definitivo, las autoridades apuntan a que se trata de artefactos de calibre 22 ¨Cque se adquieren con permiso de las autoridades correspondientes¨C y calibre 40, cuyo acceso es restringido y para uso de oficiales de seguridad. Los peritos investigan, a trav¨¦s del registro de estas, el lugar de fabricaci¨®n, venta y procedencia de las armas.
En una ciudad que hace una d¨¦cada fue golpeada por la disputa territorial entre el cartel de Los Zetas y el de Sinaloa, no es muy dif¨ªcil encontrar armas. Es, a decir del periodista lagunero Javier Garza, uno de los m¨¢s reconocidos del pa¨ªs, ¡°una secuela¡± de aquel enfrentamiento. Garza afirma que hay un mercado ilegal de armas y que la mayor¨ªa de los homicidios y asaltos que se registran en la ciudad se hacen con armas de fuego. Aunque las estad¨ªsticas ya no son las mismas que hace diez a?os. Seg¨²n cifras oficiales, entre 2007 y 2012, 4.000 personas fueron asesinadas, mientras que 2018 cerr¨® con 94 homicidios. El fiscal M¨¢rquez asegura que lo del mercado ilegal de armas ¡°no es materia de investigaci¨®n en este caso¡± y explica que en lo que respecta a la Fiscal¨ªa se tiene registro de todo el armamento que ha sido incautado en refriegas entre las autoridades y el crimen organizado.
Los habitantes de Torre¨®n siguen con expectativa cada parte que publican las autoridades. Quieren comprender lo que pas¨® el viernes, porque se niegan a aceptar que su ciudad, de la que se sienten orgullosos por haber superado el horror de la violencia narco, vuelva a los titulares te?ida de sangre. ¡°Torre¨®n es una regi¨®n c¨¢lida, no solo por su clima en verano, sino por su gente, pero el d¨ªa de ayer fue terrible en todos los aspectos, fue uno de los peores d¨ªas de su historia. Aqu¨ª somos muy futboleros y nadie le dio importancia a la liga. No es el mismo sentimiento cuando tuvimos la ola de violencia, esto es diferente. Sabemos que no fue culpa del sistema, de las autoridades. Asumimos nosotros como sociedad la culpa de lo que sucedi¨®, pero la seguridad que se perdi¨® queremos recuperarla. Ni Torre¨®n ni M¨¦xico se caracterizan por este tipo de violencia¡±, dice Humberto Barbachano, mientras ¨¦l, su esposa y sus hijos se preparan para asistir a las misas de homenaje de Jos¨¦ ?ngel y Miss Marie.
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![Carlos S. Maldonado](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Fea13bfb8-555f-4c97-9121-107f6dc786aa.png?auth=6d6ccc1145a33ce7bed9ae9ccb94609f7e4dc86d2c96dfefa456531cbeffdf39&width=100&height=100&smart=true)