La tregua sobre Libia alcanzada en Berl¨ªn se vuelve papel mojado
La ONU denuncia bombardeos indiscriminados en Tr¨ªpoli, la muerte de cuatro ni?os y ataques del General Hafter en las afueras de Misrata
La foto de la conferencia de Berl¨ªn, el pasado 20 de enero, qued¨® muy bien. Ah¨ª se citaron buena parte de los grandes l¨ªderes de la comunidad internacional sonrientes alrededor de la anfitriona, la canciller Angela Merkel. Todos ellos se comprometieron a frenar la injerencia militar y pol¨ªtica de las potencias extranjeras en Libia. Vlad¨ªmir Putin (Rusia), Recep Tayyip Erdogan (Turqu¨ªa), Emmanuel Macron (Francia) y Mike Pompeo (Estados Unidos), entre otros, pactaron tambi¨¦n hacer efectivo el embargo de armas que el Consejo de Seguridad declar¨® en 2011. Pero el representante especial de la ONU para Libia, Ghassan Salam¨¦, afirm¨® el pasado jueves que de la tregua pactada solo queda el nombre.
Tr¨ªpoli sufre un asedio desde el mariscal Jalifa Hafter, hombre fuerte asentado en el este del pa¨ªs, lanzara en abril una ofensiva con el fin de descabalgar del poder al Gobierno de Acuerdo Nacional, reconocido por la ONU. As¨ª que el compromiso de los l¨ªderes en Berl¨ªn alcanzado el 12 de enero supuso un respiro necesario para los habitantes de la capital.
Pero el respiro qued¨® sofocado enseguida. Los enfrentamientos de artiller¨ªa provocaron en la capital la muerte de 21 civiles desde el 6 de enero. Y la semana pasada murieron cuatro ni?os tras unos bombardeos en la zona de Al Hadhba de Tr¨ªpoli. Adem¨¢s, en las inmediaciones de Misrata, en la zona de Abu Grain, el autodenominado Ej¨¦rcito Nacional Libio (que en realidad es una suma de alianzas tribales), comandado por Jalifa Hafter, atac¨® a las fuerzas del Gobierno de Acuerdo Nacional y se registraron decenas de v¨ªctimas en ambos bandos.
El liban¨¦s Ghassan Salam¨¦ expres¨® la frustraci¨®n que supone negociar treguas con l¨ªderes que no cumplen lo pactado. ¡°Hay actores sin escr¨²pulos dentro y fuera de Libia que c¨ªnicamente asienten y gui?an el ojo a los esfuerzos por promover la paz y afirman devotamente su apoyo a la ONU. Mientras tanto, contin¨²an redoblando la apuesta por una soluci¨®n militar, levantando el espantoso espectro de un conflicto a gran escala y m¨¢s miseria para el pueblo libio, m¨¢s refugiados, la creaci¨®n de un vac¨ªo de seguridad y m¨¢s interrupciones en el suministro mundial de energ¨ªa¡±.
Sin la intervenci¨®n de terceros pa¨ªses ser¨ªa casi imposible para ambos bandos mantener una la guerra civil. Los principales aliados de Hafter son Arabia Saud¨ª, Emiratos ?rabes Unidos y Egipto. Tambi¨¦n le apoya Jordania. Francia le ha ofrecido tambi¨¦n cobertura diplom¨¢tica y militar. Y en los ¨²ltimos meses, Hafter ha contado con la presencia de mercenarios rusos que han inclinado la balanza de la guerra a su favor. Tambi¨¦n han sido clave los drones de fabricaci¨®n china aportados por Emiratos ?rabes Unidos.
En cuanto al Gobierno de Acuerdo Nacional, sus principales socios son Qatar y Turqu¨ªa. En los ¨²ltimos meses, el apoyo de Turqu¨ªa ha sido clave. Y dentro de la Uni¨®n Europea, su principal aliado es Italia. Desde 2011, el embargo de armas se viene rompiendo de forma regular por parte de los principales aliados de ambos bandos.
Todos los l¨ªderes reunidos en Berl¨ªn eran conscientes de que la ¨²nica forma de frenar un conflicto que ya se ha cobrado m¨¢s de 1.100 v¨ªctimas mortales es poner freno a la intervenci¨®n de terceros pa¨ªses. Sin embargo, las acusaciones mutuas no han tardado en llegar. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, acus¨® el mi¨¦rcoles a Turqu¨ªa de enviar mercenarios sirios al pa¨ªs, algo que casi todos los observadores internacionales ven¨ªan comentando desde hace semanas. Y acus¨® al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, de ¡°no respetar la palabra dada¡±.
A Macron le replic¨® el portavoz del ministerio turco de Exteriores, Hami Aksoy: ¡°El principal responsable de los problemas en Libia desde la crisis de 2011 es Francia. No es un secreto para nadie que este pa¨ªs est¨¢ prestando un apoyo incondicional a Hafter a cambio de un derecho de control sobre los recursos naturales de Libia.
Tanto Italia como Francia extraen grandes beneficios petroleros en Libia. El grupo italiano ENI es el de mayor presencia en el pa¨ªs, seguido del franc¨¦s Total. Sus intereses enfrentados explican por s¨ª solo hasta qu¨¦ punto es dif¨ªcil alcanzar un consenso fiable. A?¨¢danse las intervenciones de otros pa¨ªses exteriores a la Uni¨®n Europea, como Emiratos ?rabes Unidos y Rusia por un lado m¨¢s Turqu¨ªa por el otro, y se tendr¨¢ el dibujo perfecto de un panorama que se va pareciendo cada vez m¨¢s al de Siria.
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