Las primarias dem¨®cratas de Iowa comienzan con un fiasco en el recuento de votos
Los resultados de los ¡®caucus¡¯ se retrasan por problemas t¨¦cnicos en una jornada ca¨®tica, en medio de las burlas del presidente Trump y varios candidatos cantando victoria
El pistoletazo de salida hacia la presidencia m¨¢s poderosa del mundo se convirti¨® este lunes en una fiesta de la confusi¨®n, un fracaso sideral. Los esperados resultados de?los caucus de Iowa, las asambleas vecinales que marcan el comienzo de las elecciones primarias, se han retrasado por problemas t¨¦cnicos e "incongruencias" en los datos recibidos. El martes a mediod¨ªa, entre mofas de Donald Trump, la exasperaci¨®n de los votantes y algunos candidatos clamando su victoria por doquier, el Partido Dem¨®crata de Iowa prometi¨® empezar a publicar "m¨¢s del 50% de los resultados" a las cinco de la tarde (hora de Washington, DC), casi un d¨ªa entero despu¨¦s de la cita.
La noche del lunes todo apuntaba a un fallo en una nueva aplicaci¨®n que se utiliz¨® para recolectar la informaci¨®n, que este a?o, por primera vez, iba a incluir diferentes tipos de datos: grosso modo, en lugar de informar solo del vencedor final por n¨²mero de delegados, arrojar¨ªa tambi¨¦n las dos primeras rondas de votos individuales. Este martes, los dem¨®cratas especificaron que "mientras la aplicaci¨®n estaba recogiendo los datos de forma precisa, solo estaba informando de datos parciales", algo que, seg¨²n la investigaci¨®n llevada a cabo, se debi¨® a un "problema en la codificaci¨®n" ya identificado.
En el primer asalto de la batalla dem¨®crata hacia la Casa Blanca, la sorpresa no ha sido ni una gran victoria de Bernie Sanders, ni un desplome de Joe Biden o el resurgimiento inesperado de los aspirantes m¨¢s rezagados. Lo que nadie hab¨ªa previsto es que al d¨ªa siguiente la informaci¨®n no estar¨ªa disponible. Fuentes del partido se?alaron a la prensa local por la noche que estaban verificando los votos a mano, pero buena parte del da?o es irreparable.
Si Iowa importa tanto en las largas primarias dem¨®cratas no es por su peso cuantiativo ¡ªsolo elige a 41 de los 1.991 delegados que hacen falta para ganar la nominaci¨®n¡ª, sino por el empuje medi¨¢tico que representa ganar la primera batalla y por el efecto criba que supone para los que sacan peores resultados. A los primeros, los ganadores, este fiasco les ha robado su momento en la historia ante los ojos de medio mundo, pendiente de lo que ocurre en este trozo de la Am¨¦rica agr¨ªcola.
Iowa es un caso fascinante dentro de la democracia estadounidense. Un peque?o Estado, de poco m¨¢s de tres millones de habitantes, donde los ciudadanos votan en asambleas vecinales a mano alzada, tras un debate en voz alta. Este lunes, ese modelo arcaico ha mostrado sus inconvenientes.
Por la noche, los precandidatos en liza ¡ªBernie Sanders, Joe Biden, Elizabeth Warren o Pete Buttigieg¡ª salieron a los escenarios de sus respectivas sedes electorales para dar discursos sorprendentes, m¨¢s propios de mitin que de reacci¨®n a los resultados, pues no hab¨ªa resultados oficiales a los que reaccionar. Sin embargo, Warren y Buttigieg se dirigieron a sus seguidores como vencedores. La senadora de Massachusetts se ha declarado "un paso m¨¢s cerca" de la victoria y Buttigieg ha enfatizado que "una esperanza improbable se ha convertido en una realidad innegable". El martes por la ma?ana, fueron m¨¢s espec¨ªficos.
¡°No sabemos los resultados¡±, admiti¨® el joven exalcalde de South Bend (Indiana), pero ¡°sabemos que hab¨¦is dejado en shock a la naci¨®n, Iowa¡±. ¡°Por todos los indicadores, vamos a New Hampshire victoriosos¡±, dijo, en referencia a la pr¨®xima cita de primarias, el 11 de febrero. Ya desplazada a ese Estado para hacer campa?a, Warren se manifest¨® de este modo sobre los resultados: ¡°Es una carrera muy ajustada de tres en la cima. Sabemos que los tres vamos a dividirnos la mayor¨ªa de los delegados que vengan de Iowa¡±.
La exasperaci¨®n era m¨¢s palpable entre los seguidores de Sanders, que era el favorito en los sondeos para estos caucus. Reunidos en el hotel Holiday Inn cercano al aeropuerto, abandonaban el establecimiento pasada la medianoche, con sus banderas y pancartas. No pod¨ªan cantar victoria con todas las de la ley y, sin embargo, cantaban. Un grupo, ya muy tarde, se puso a corear ese triunfo gaseoso. Pasada la medianoche, expulsaron a la prensa del recinto porque el alquilar hab¨ªa expirado. Era tarde para todo, pero el senador de Vermont asegur¨® que sent¨ªa que "les estaba yendo muy bien". "Hoy marca el principio del fin de la presidencia de Donald Trump", enfatiz¨®.
La campa?a de este, sin embargo, aprovech¨® para cargar contra sus rivales pol¨ªticos. "Los dem¨®cratas se est¨¢n metiendo en un desastre de caucus de su propia creaci¨®n" con el sistema de recuento "m¨¢s chapucero de la historia", se mof¨® Brad Pascale, jefe de campa?a, en un comunicado el lunes por la noche. El propio presidente, el martes, no perdi¨® la oportunidad de ironizar en Twitter. Sujeto a un impeachment en el Senado, a punto de lograr el esperado veredicto absolutorio, se creci¨® ante el caos de sus adversarios: "?Cu¨¢ndo empezar¨¢n los dem¨®cratas a culpar a RUSIA, RUSIA, RUSIA, en lugar de a su propia incompetencia?".
El Partido Dem¨®crata de Iowa aclar¨® nada m¨¢s informar del problema que no se trataba de ning¨²n pirateo o ataque inform¨¢tico, pero tard¨® en poder explicarse de forma clara. Hab¨ªa detectado "incongruencias" en la informaci¨®n recibida de los caucus. "La integridad de los resultados es primordial", ha se?alado el portavoz, Mandy McClure. "Hemos experimentado un retraso en los resultados debido a los controles de calidad y al hecho de que el partido est¨¢ informando de tres grupos de datos por primera vez".
El ganador de los caucus de Iowa se elige mediante un sistema proporcional entre el n¨²mero de votos y de delegados obtenidos tras la votaci¨®n (algo similar al sistema de colegios electorales). Hasta ahora, el ¨²nico resultado que la organizaci¨®n conoce era el final, el del total de delegados, pero, por primera vez, con la intenci¨®n de reforzar la transparencia, este lunes planeaban publicar tambi¨¦n otros datos, como el n¨²mero de votos individuales recibidos en la primera ronda o los obtenidos en la segunda. Las asambleas funcionan as¨ª: los votantes se agrupan por candidatos y van pasando cribas en las que los aspirantes que no logran un m¨ªnimo de votos van cayendo y sus seguidores pasan a apoyar a otros candidatos.
¡°En mi precinto no estaban recordando los votos de la primera ronda adecuadamente, solo miraban la segunda ronda, pero se supon¨ªa que iban a publicar las dos, y ese es el motivo del retraso¡±, dijo Juan Pablo Pe?alosa, interventor de la campa?a de Bernie Sanders. Aun as¨ª, se mostraba muy optimista: ¡°Vamos a tener el doble de apoyo que el que quede en segundo lugar¡±. En su caucus, ubicado en una zona rural, ¡°Biden no qued¨® viable, el hecho de que no quedase viable en un precinto as¨ª, conservador, significa que Bernie queda muy bien¡±.
Es un sistema particular y genuino que embelesa a los for¨¢neos, como demostraci¨®n de la fuerza de participaci¨®n ciudadana, pero tambi¨¦n suscita muchas criticas porque las asambleas a viva voz favorecen la voz de los ciudadanos m¨¢s activistas e introducen un sesgo en los resultados respecto a las primarias an¨®nimas y por urna. "Los caucus no son el modo justo de llevar a cabo elecciones", critic¨® por ejemplo Debbie Wasserman Schultz, expresidenta del Comit¨¦ Nacional Dem¨®crata.
A decir verdad, no ha sido lo arcaico del sistema lo que ha conducido al desastre, sino precisamente el uso de la aplicaci¨®n inform¨¢tica que recopilaba los resultados. Estados Unidos tiene su historial de enredos electorales. En las presidenciales 2000, un problema con las tarjetas de votaci¨®n tambi¨¦n provoc¨® problemas en el recuento de Florida. El Supremo tuvo que intervenir y acab¨® declarando vencedor a George W. Bush.
La campa?a de Trump, en medio del desconcierto, celebraba la victoria del presidente en sus primarias. Porque s¨ª, hay dos republicanos que han intentado disputarle la candidatura para noviembre con unos resultados irrisorios. Joe Walsh, un locutor de radio conservador, y William Weld, el libertario exgobernador de Massachusetts. Trump sigue siendo presidente y el l¨ªder de su partido. Esa es la ¨²nica certeza de la noche en Iowa.
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