Una campa?a masiva de reparto de mascarillas se vuelve en contra del Gobierno de Jap¨®n
El Ejecutivo del primer ministro, Shinzo Abe, objeto de cr¨ªtica por la baja calidad de los productos sanitarios que ha distribuido en millones de hogares
La revelaci¨®n de que algunas mascarillas enviadas por el gobierno japon¨¦s a los ciudadanos est¨¢n manchadas, tienen vellos humanos y hasta insectos, ha da?ado la popularidad del primer ministro Shinzo Abe y de sus medidas para hacer frente a la pandemia de coronavirus. Abe anunci¨® el pasado 1 de abril que destinar¨ªa?400 millones de euros para que la administraci¨®n japonesa comprara y enviara dos mascarillas lavables a 58 millones de hogares. Procuraba hacer frente as¨ª a la escasez de estos productos higi¨¦nicos, que se encuentran habitualmente en supermercados y farmacias por unos tres euros las 50 unidades.?
El env¨ªo prometido comenz¨® la semana pasada, con 19 millones de mascarillas destinadas a hogares con habitantes de la tercera edad y otro medio mill¨®n dirigido a mujeres embarazadas. De inmediato, comenzaron a surgir las quejas sobre la baja calidad de los productos y su dudosa higiene. Seg¨²n el diario Asahi, se han registrado hasta hoy 1.901 denuncias entre las que se incluye una por encontrar vellos humanos y un insecto dentro de uno de los paquetes.
En las redes sociales abundan los comentarios indignados de parejas con hijos. Se ha viralizado un meme en el que el gato y los siete miembros de la familia de la popular serie de anime Sazae-san, aparecen compartiendo, en fila india, las dos mascarillas.
Abe, cuyo programa econ¨®mico para alejar la recesi¨®n es conocido como Abenomics, tambi¨¦n es objeto de los autores de memes. En uno aparece con su rostro oculto con las dos mascarillas de su campa?a, seguido del mote Abenomask ("La m¨¢scara de Abe").
En un pa¨ªs donde la extrema higiene ha sido se?alada como una de las posibles causas de la lenta propagaci¨®n de la covid-19 ¡ªpese a haber sido uno de los primeros despu¨¦s de China en registrar contagios¡ª, las mascarillas oficiales, importadas en parte del sudeste de Asia, generan desconfianza y muchas personas dudan en usarlas.
Jap¨®n ha sobrepasado los 10.000 casos de contagio y hay una gran demanda de mascarillas porque para muchos empleados es la ¨²nica defensa contra el virus en los atestados trenes que los transportan al trabajo.
Adem¨¢s de un fondo de unos 911.000 millones de euros para hacer frente a la pandemia, Abe anunci¨® una emergencia nacional no vinculante que deja en manos de las empresas la decisi¨®n de recurrir al teletrabajo o suspender la producci¨®n.
En un intento de animar la campa?a de quedarse en casa, el primer ministro ha publicado un v¨ªdeo que lo muestra jugando con su perro y tomando t¨¦, pero tambi¨¦n esa estrategia de comunicaci¨®n ha recibido cr¨ªticas por su falta de cercan¨ªa con la poblaci¨®n, algunas difundidas con la etiqueta #abeyamero ("Abe, dimite").
Seg¨²n una encuesta del diario Mainichi, el 53% de los japoneses est¨¢n descontentos con el manejo de la crisis del primer ministro, en el poder desde 2012, frente a un 39% que muestra su aprobaci¨®n.
Un uso m¨¢s all¨¢ de la higiene
Hecha de tejido de algod¨®n en su versi¨®n m¨¢s b¨¢sica, la mascarilla es usada en Jap¨®n por quien sufre un resfriado para proteger a sus compa?eros de los efluvios al hablar, toser o estornudar, una rigurosa norma de urbanidad en una sociedad donde es pecado capital importunar a los dem¨¢s.
En la primavera, cuando abunda el polen, millones de personas al¨¦rgicas protegen sus v¨ªas respiratorias con una mascarilla de tejido m¨¢s denso combinada con una careta de pl¨¢stico transparente para los ojos que asemeja a una m¨¢scara de buceo pero m¨¢s ligera.
Muchos viajeros la usan dentro del avi¨®n para evitar la sequedad nasal y los ni?os que ayudan a servir los almuerzos en los comedores escolares, visten un delantal y una mascarilla simple para evitar salpicar con saliva los platos de sus compa?eros.
Seg¨²n la Asociaci¨®n Japonesa de Productos para la Higiene, en 2018 se fabricaron 5.500 millones de mascarillas desechables, de las cuales 4.300 millones fueron para uso privado.
La ubicuidad de la mascarilla es tal, que muchas personas introvertidas las usan para ocultar su timidez. Fabricantes de ropa la han dotado de colores, dise?os y formas variadas, y han convertido la mascarilla en un complemento de moda usada incluso por actores o actrices famosos que quieren dar un tranquilo paseo sin el asedio de sus admiradores.
La mascarilla de algod¨®n usada en Asia se atribuye al m¨¦dico chino de origen malayo Lien-teh Wu, quien durante la peste neum¨®nica de Manchuria en 1910 descubri¨® el contagio por aire y reforz¨® las m¨¢scaras usadas por los m¨¦dicos europeos agreg¨¢ndoles filtros de gasa y algod¨®n.
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