Un viajero logra visitar 16 pa¨ªses que buena parte del mundo no reconoce
Un escritor brasile?o recoge en un libro sus viajes a territorios autoproclamados independientes o reconocidos solo en parte por la comunidad internacional
Los pa¨ªses que apenas tienen reconocimiento de otros Estados atrajeron al viajero Guilherme Canever a poner el pie dentro de sus controvertidas fronteras. De?2009 a 2014, este escritor brasile?o ha viajado a 16 territorios sin reconocimiento un¨¢nime internacional, y ahora ha recogido sus experiencias en el libro Unrecognized Nations: Travels To Countries That Do Not Exist (Naciones no reconocidas: viajes a pa¨ªses que no existen), que ha publicado este mes.
Canever se qued¨® fascinado por estos pa¨ªses despu¨¦s de visitar Somalilandia, un territorio ubicado en el Cuerno de ?frica que busca la independencia de Somalia desde 1991. "Viajaba por ?frica, por tierra, en 2009 y termin¨¦ yendo a Somalilandia", ha se?alado el escritor a la cadena de televisi¨®n estadounidense. "Y me qued¨¦ de una pieza cuando me di cuenta de que no pod¨ªa usar el dinero somal¨ª all¨ª. Entonces empec¨¦ a comprender que se trataba de una naci¨®n con sus instituciones, leyes y moneda propios (...), pero no la reconoc¨ªa ning¨²n otro pa¨ªs. Era como vivir en un universo paralelo".
Adem¨¢s del pa¨ªs africano, el viajero ha visitado Osetia del Sur, en el C¨¢ucaso, que declar¨® su independencia de Georgia en 1991 y tiene el reconocimiento de Rusia, pero no de la UE ni de EE UU; y tambi¨¦n la cercana Abjasia, que tambi¨¦n se proclam¨® soberana respecto a Georgia. Tambi¨¦n ha puesto pie en Transnistria, que para Moldavia es parte de su territorio, Nagorno-Karabaj, separada de facto de Azerbaiy¨¢n. Son algunos de los pa¨ªses que considera m¨¢s ex¨®ticos. "La influencia rusa sigue siendo muy fuerte all¨ª", describe preguntado por EL PA?S. "Existe un orgullo cultural y nacional muy fuerte y en algunos casos dan la sensaci¨®n de que no necesitan el apoyo de Occidente".
En Europa, ha viajado a Kosovo, autodeclarado independiente de Serbia, un Estado que no reconoce Espa?a. En Asia, ha visitado Palestina, el Kurdist¨¢n,?la remota rep¨²blica de Karakalpakia, en Uzbekist¨¢n;?Cachemira, un amplio territorio en disputa entre Pakist¨¢n y la India; T¨ªbet, incorporado a China en 1951; el Turquest¨¢n Oriental (o Uigurist¨¢n), dentro tambi¨¦n de China y Taiw¨¢n, sede de la Rep¨²blica de China, frente a la China de la Rep¨²blica Popular, continental.?
Unos territorios tan distintos y alejados tambi¨¦n son diferentes en cuanto a facilidad de acceso se refiere. "Algunos pa¨ªses son muy f¨¢ciles de visitar, como Palestina, Kosovo, el norte de Chipre, ocupado por Turqu¨ªa, y la parte ocupada por Marruecos del S¨¢hara Occidental. Por descontado, tambi¨¦n lo es Taiw¨¢n, un pa¨ªs extremadamente bien establecido y que simplemente no tiene reconocimiento formal por la fuerza pol¨ªtica que ejerce China", opina el viajero.
En el otro lado de la balanza, los pa¨ªses m¨¢s complicados de visitar son las rep¨²blicas independentistas del C¨¢ucaso. "Son regiones con un conflicto congelado. Para entrar en Abjasia y Osetia del Sur se requiere una autorizaci¨®n previa in situ y recoger el visado". Entrar en uno de esos territorios puede resultar f¨¢cil, pero suponer un veto al acceso a otros m¨¢s adelante: "Un viajero puede trasladarse de Georgia a Abjasia, ya que Georgia considera que el territorio es una parte integral del pa¨ªs (a pesar de que no tiene control). Sin embargo, la frontera entre Abjasia y Rusia se considera ilegal. Si entra por Georgia y sale por Rusia, un viajero puede tener problemas para regresar a Georgia en el futuro. Requiere planear saber lo que est¨¢ haciendo", apunta Canever, que detalla tambi¨¦n las dificultades para el acceso a Nagorno-Karabaj, y los problemas de seguridad de Somalilandia, donde es obligatorio contratar una escolta armada para acceder a algunas regiones.
No todos los momentos de sus viajes fueron apacibles. "En Abjasia, un soldado nos borr¨® a un amigo y a m¨ª varias fotos, aunque al menos no nos requis¨® las c¨¢maras", pone por ejemplo. Tambi¨¦n en Osetia del Norte tuvo un peque?o encontronazo con la polic¨ªa, que lo llev¨® a comisar¨ªa. Sabe que tendr¨¢ dif¨ªcil volver a Azerbaiy¨¢n, porque el pa¨ªs lo ha incluido en un listado de extranjeros que han visitado ilegalmente, seg¨²n los par¨¢metros azer¨ªes, Nagorno-Karabaj. En la vuelta de Cisjordania a Israel, acompa?ado por su esposa, "un soldado apunt¨® hacia ella con una ametralladora porque tard¨® en mostrar un pasaporte".?
Canever recomienda visitar el norte de Chipre ocupado por Turqu¨ªa a los aficionados a la arqueolog¨ªa, ver los monasterios esparcidos por las monta?as de Nagorno-Karabaj y los restos de la URSS en Transnistria o Abjasia. Su favorito, con todo, es Somalilandia: "Es un destino para los viajeros aventureros. Hay que ver las pinturas rupestres de Las Geel y sobre todo disfrutar de la interacci¨®n cultural".??
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