Los militares mantienen bajo arresto domiciliario a la l¨ªder de Myanmar tras el golpe de Estado
El Ej¨¦rcito suspende los vuelos internacionales y las calles registran algunas caceroladas contra la autoridad militar
La junta militar trata de afianzar su control de Myanmar, la antigua Birmania, tras el golpe militar del lunes en el que quedaron detenidos los l¨ªderes civiles del pa¨ªs, incluida la jefa de hecho del Gobierno, Aung San Suu Kyi, de 75 a?os, que est¨¢ bajo arresto domiciliario. Once nuevos ministros, aliados del ej¨¦rcito, han sido nombrados tras la destituci¨®n de los 24 miembros del Gobierno civil. Pero en un ambiente de tensa calma, comienzan a detectarse se?ales de protesta; seg¨²n mostraban v¨ªdeos distribuidos en redes sociales, y afirmaban testigos presenciales, en Yang¨®n, la principal ciudad del pa¨ªs. Esta noche se escuchaban caceroladas contra las autoridades militares y gritos de ¡°?viva la madre Aung San Suu Kyi!¡±, lo que podr¨ªa verse como parte de una campa?a de desobediencia civil.
Con los tanques a¨²n rodeando el parlamento en la capital, Naypyidaw, persiste la incertidumbre sobre c¨®mo pueda evolucionar la vol¨¢til situaci¨®n, que ha hecho saltar por los aires una d¨¦cada de fr¨¢gil proceso de transici¨®n democr¨¢tica. Las nuevas autoridades militares han advertido a la poblaci¨®n contra la divulgaci¨®n de ¡°rumores¡± que puedan incitar a disturbios o desestabilizar la situaci¨®n.
En la primera reuni¨®n del gobierno golpista, el l¨ªder de la junta, el general Min Aung Hlain, ha defendido como ¡°inevitable¡± la actuaci¨®n de las Fuerzas Armadas, que ha vuelto a justificar por el supuesto fraude electoral en los comicios del 8 de noviembre. ¡°Hasta que se forme el pr¨®ximo gobierno despu¨¦s de las siguientes elecciones (en un a?o, seg¨²n la promesa del ej¨¦rcito), necesitamos enderezar el pa¨ªs¡±, ha asegurado.
Durante el d¨ªa, este pa¨ªs de 55 millones de habitantes hab¨ªa mostrado este martes un barniz de normalidad. Volv¨ªan a operar los bancos, tras una jornada sin actividad por ca¨ªdas en los servicios de Internet. Comercios y oficinas tienen abiertas sus puertas. Los diputados detenidos durante el golpe, que permanec¨ªan confinados en su complejo residencial de la capital, han podido empezar a abandonarlo, seg¨²n Kyi Toe, portavoz de la Liga Nacional para la Democracia, el partido de la premio Nobel de la Paz.
Pero persiste la tensi¨®n: las autoridades militares, seg¨²n el peri¨®dico The Myanmar Times, han ordenado la suspensi¨®n de vuelos internacionales hasta el 1 de junio; las redes sociales muestran im¨¢genes de veh¨ªculos blindados en Mandalay, la segunda mayor ciudad del pa¨ªs; y Aung San Suu Kyi se encuentra bajo arresto domiciliario en su vivienda de la capital, seg¨²n ha confirmado Kyi Toe despu¨¦s de m¨¢s de 24 horas sin que se confirmara su paradero. La Dama, ha asegurado, se encuentra en buen estado de salud, sin que haya planes de trasladarla.
El gran interrogante ahora es hasta qu¨¦ punto la junta podr¨¢ mantener el control sobre la pujante sociedad civil que ha florecido durante la d¨¦cada de transici¨®n. Una sociedad civil muy joven, que utiliza con soltura las redes sociales para comunicarse y que est¨¢ en contacto activo con el resto del mundo. Que ha acogido con entusiasmo derechos como la libertad de expresi¨®n y que acude a una prensa relativamente libre. ¡°Myanmar ya no es el pa¨ªs que era hace 10, o 30 a?os. Sospecho que habr¨¢ manifestaciones y protestas contra el golpe¡±, hab¨ªa apuntado por tel¨¦fono Yun Sun, directora para China del laboratorio de ideas Stimson Center, con sede en Washington.
Los arrestos del lunes, que incluyeron tambi¨¦n a activistas, han desatado el temor a que la campa?a de detenciones pueda continuar en los pr¨®ximos d¨ªas. Simpatizantes de la Liga Nacional para la Democracia (NLD, por sus siglas en ingl¨¦s), el partido de La Dama, han cambiado sus fotos de perfil en las redes sociales por los colores rojo y negro de esa formaci¨®n. Despu¨¦s de que la formaci¨®n pidiera a la poblaci¨®n -en un mensaje con el nombre de su l¨ªder, pero sin firmar por ella- que protestara contra el golpe, este martes ha lanzado desde una cuenta verificada en Facebook un llamamiento a la puesta en libertad de los detenidos y el respeto al resultado de las elecciones del 8 de noviembre, en las que la Liga gan¨® 346 esca?os por solo 33 del partido de los militares, el Partido de la Solidaridad y el Desarrollo de la Uni¨®n (USDP).
El movimiento activista Yangon Youth Network, uno de los principales del pa¨ªs, anunciaba en su cuenta en Twitter la campa?a de desobediencia civil. Circula tambi¨¦n en redes sociales un llamamiento de los m¨¦dicos en hospitales estatales a sumarse a esa medida desde el mi¨¦rcoles.
¡°La gente que vot¨® a la NLD est¨¢ preocupada por los cortes en las comunicaciones. Temen que tras los arrestos de los l¨ªderes y los activistas pro democracia, la ola de detenciones pueda continuar¡±, denunciaba este martes en una rueda de prensa por videoconferencia la activista birmana exiliada Khin Ohmar. ¡°Con este golpe, con este desfile de tanques, los militares recuperan su vieja t¨¢ctica para crear miedo entre el p¨²blico, quieren demostrar qui¨¦n est¨¢ de verdad al cargo¡±.
Los militares han justificado su asonada por lo que denunciaban desde noviembre como ¡°grave fraude electoral¡±, aunque tras el golpe parece encontrarse, m¨¢s bien, el temor a perder los privilegios y riqueza acumulados durante d¨¦cadas de dictadura militar y que trataron de blindar durante el proceso de transici¨®n democr¨¢tica comenzado en 2011. La espectacular derrota de su partido, que solo consigui¨® 33 esca?os frente a los 346 de la NLD, les convenci¨® de que las garant¨ªas que les concede la Constituci¨®n de 2008 -redactada por ellos y que les asigna el control del 25% de los esca?os en el parlamento, as¨ª como tres de los ministerios m¨¢s influyentes-, no eran suficientes y deb¨ªan actuar. Una de las prioridades de la legislatura abortada por el golpe era, precisamente, acometer una reforma constitucional.
Las Fuerzas Armadas ¡°ten¨ªan el sentimiento de que estaban perdiendo el control del pa¨ªs, y que deb¨ªan recuperarlo¡±, considera el diputado malasio Charles Santiago, presidente del grupo de Legisladores de la ASEAN por los Derechos Humanos.
La junta encabezada por el nuevo hombre fuerte del pa¨ªs, el general Min Aung Hlain, asegura que solo mantendr¨¢ el poder durante un a?o, al cabo del cual se celebrar¨¢n elecciones y entregar¨¢ el mando al vencedor.
Una promesa que ha suscitado escepticismo. Seg¨²n Santiago, ¡°es posible que esas elecciones no lleguen a celebrarse. Que despu¨¦s de un a?o, aleguen que la pandemia a¨²n no est¨¢ lo suficientemente controlada, o que hay problemas econ¨®micos que resolver primero, y se anuncie un aplazamiento de dos o tres a?os m¨¢s¡±.
No est¨¢ claro, por ejemplo, que se fuera a permitir presentarse a la NLD, o a la propia Aung San Suu Kyi, una figura que, pese a su desprestigio en el extranjero debido a su respaldo a la represi¨®n militar contra la minor¨ªa rohingy¨¢, mantiene una inmensa popularidad dentro de su pa¨ªs. Los votantes birmanos recuerdan c¨®mo esta hija del h¨¦roe de la independencia nacional se neg¨® a abandonar el pa¨ªs para presentarse a las elecciones de 1990, y c¨®mo pas¨® a?os bajo arresto domiciliario despu¨¦s de que la dictadura militar que control¨® el pa¨ªs entre 1962 y 2011 invalidara esos comicios y la victoria de La Dama.
Por el momento, el golpe ha enviado al limbo los agonizantes procesos de di¨¢logo entre el Estado central y algunas de las milicias ¨¦tnicas que controlan regiones fronterizas. Tambi¨¦n ha despertado el espectro de una represi¨®n a¨²n mayor contra los cerca de medio mill¨®n de rohingy¨¢ que a¨²n malviven, confinados en campos especiales o en sus aldeas, en el territorio birmano.
Seg¨²n la activista de la minor¨ªa rohingy¨¢ Wai Wai Nu, ¡°los defensores de los derechos humanos, los activistas pol¨ªticos est¨¢n bajo amenaza. En las regiones habitadas por minor¨ªas ¨¦tnicas, la gente tiene miedo de que aumente la militarizaci¨®n¡± que ya exist¨ªa.
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