El resultado electoral en Kosovo complica el di¨¢logo con Serbia
La UE pide un enfoque ¡°constructivo¡± tras la victoria de Vetevendosje, cuyo l¨ªder ha suavizado en los ¨²ltimos a?os sus insistentes cr¨ªticas a las negociaciones con Belgrado
El programa pol¨ªtico con el que la formaci¨®n nacionalista de izquierdas Vetevendosje gan¨® con contundencia el pasado domingo las elecciones legislativas en Kosovo habla de lucha contra la corrupci¨®n, de justicia, de desempleo¡ 50 p¨¢ginas que tocan muchas de las prioridades cotidianas de los kosovares, que le otorgaron el 48,2% de los votos, pero en las que no se menciona una sola vez el aut¨¦ntico elefante en la habitaci¨®n: el di¨¢logo con Serbia, imprescindible para desbloquear el impasse actual. Belgrado mantiene el reclamo sobre su antigua provincia mientras que los 193 pa¨ªses de la ONU est¨¢n divididos casi por la mitad entre los que reconocen la independencia que Kosovo proclam¨® unilateralmente en 2008 y los que no, como Espa?a.
El tema dista de ser menor. Como en las cadenas de fichas de domin¨®, un acuerdo aportar¨ªa estabilidad a la regi¨®n y abrir¨ªa a Pr¨ªstina las puertas del reconocimiento universal y del ingreso en la OTAN y en Naciones Unidas (que no ha solicitado siquiera porque sabe que dos miembros permanentes del Consejo de Seguridad, China y Rusia, lo vetar¨ªan) y ¡ªpotencialmente y en un futuro que se antoja lejano¡ª tambi¨¦n en la Uni¨®n Europea.
M¨¢s all¨¢ de esta significativa ausencia, est¨¢ la hemeroteca. El l¨ªder de Vetevendosje y probable pr¨®ximo primer ministro, Albin Kurti, tiene un largo historial, primero como activista y luego como pol¨ªtico, de acciones y declaraciones cr¨ªticas con el di¨¢logo con Serbia, en el que media la UE desde 2011. De hecho, Kurti no pudo optar a un esca?o en estos comicios, porque fue condenado por lanzar en 2015 un bote de gas lacrim¨®geno contra el Parlamento en protesta por dos acuerdos que se votaban, uno de los cuales incrementaba la autonom¨ªa de los municipios kosovares de mayor¨ªa serbia. La sentencia no le impedir¨ªa, sin embargo, liderar el Gobierno si logra los apoyos necesarios.
¡°Tras criticar el di¨¢logo entre Kosovo y Serbia durante m¨¢s de una d¨¦cada, Kurti afronta un reto con un proceso en el que sentir¨¢ la presi¨®n de la UE para dialogar sin condiciones¡±, afirma Eraldin Fazliu, redactor jefe del medio digital Prishtina Insight. Los requisitos que Kurti ha venido exigiendo para sentarse en la mesa de negociaciones (entre los que figuran una disculpa formal de Belgrado e indemnizaciones econ¨®micas por los da?os de la represi¨®n serbia y la guerra) son simplemente irrealizables. ¡°Pero si transige en torno a sus principios, recibir¨¢ ataques no solo de sus oponentes, sino tambi¨¦n de la gente que le apoy¨®¡±, agrega Fazliu.
Este lunes, el Alto Representante de la Pol¨ªtica Exterior de la UE, Josep Borrell, y el comisario de Vecindad y Ampliaci¨®n, Oliver Varhelyi, ya se?alaron en un comunicado conjunto que esperan del nuevo Ejecutivo un enfoque ¡°constructivo¡± para continuar el di¨¢logo con Serbia y ¡°aprovechar la oportunidad que tiene en frente de alcanzar un acuerdo global¡±.
El resultado electoral genera una paradoja. Por un lado, gan¨® un partido con una l¨ªnea dura ante las negociaciones. Por otro, la victoria fue tan clara que posibilita un Gobierno estable (quiz¨¢s en coalici¨®n con las formaciones que representan a las minor¨ªas), imprescindible para avanzar despu¨¦s de tres Ejecutivos en dos a?os. Otra paradoja. Probablemente Kosovo tenga por fin un Ejecutivo s¨®lido justo un a?o antes de que Serbia celebre elecciones presidenciales: un mal momento para que el jefe de Estado serbio, Aleksandar Vucic, que ha venido apostando por el di¨¢logo, presente a los votantes la p¨¦rdida definitiva de la cuna de la patria serbia.
¡°A nivel local los aspectos positivos [de la victoria de Vetevendosje] prevalecen sobre los negativos¡±, apunta Miguel Ro¨¢n, experto en los Balcanes y autor de varios libros sobre el tema, el ¨²ltimo de ellos Balcanismos. ¡°El potencial acuerdo entre Belgrado y Pr¨ªstina estar¨¢ basado en las concesiones, y Vetevendosje ha logrado apoyos suficientes para poder maniobrar sin que la oposici¨®n sea el principal escollo. Kurti ha mostrado una posici¨®n m¨¢s flexible y receptiva respecto al di¨¢logo con Serbia sobre las elecciones de 2014. En contra del di¨¢logo se encuentra que es un desaf¨ªo inc¨®modo para Belgrado, porque maneja c¨®digos que rivalizan con el presidente serbio. Exige reciprocidad, defiende un discurso social de renovaci¨®n pol¨ªtica, se niega al intercambio de territorios, no tiene una posici¨®n conciliadora con Serbia y moviliza al nacionalismo alban¨¦s m¨¢s all¨¢ de Kosovo¡±, recalca.
Suavizar posiciones
En los ¨²ltimos a?os, sea por convicci¨®n o por prudencia seg¨²n iba adquiriendo relevancia pol¨ªtica, Kurti, de 45 a?os, ha suavizado su mensaje al respecto. Hist¨®ricamente ha defendido la uni¨®n con Albania, con la que el 90% de kosovares comparte identidad ¨¦tnica y lengua. Materializar la propuesta ¡ªpopular en ambos pa¨ªses y m¨¢s defendida por los pol¨ªticos kosovares en campa?a que fuera de ella¡ª generar¨ªa una crisis con Belgrado. De hecho, los diputados de Vetevendosje, que colocaban una banderita de Albania sobre su mesa en el Parlamento, dejaron de hacerlo tras las elecciones de 2019, cuando ya fue la fuerza m¨¢s votada. Un diputado de otro partido se acerc¨® a coloc¨¢rsela para poner en evidencia el cambio de estrategia.
¡°Kurti es consciente de que Kosovo no tendr¨¢ una econom¨ªa estable ni m¨¢s reconocimientos sin lograr un acuerdo con Serbia¡±, se?ala en una cafeter¨ªa de Pr¨ªstina Agron Demi, analista de asuntos socioecon¨®micos en el Instituto GAP, un think tank con sede en la ciudad. Tambi¨¦n Jeta Krasniqi, investigadora senior del Instituto Democr¨¢tico de Kosovo, ONG que trabaja en el asunto del di¨¢logo entre Serbia y Kosovo, se muestra cautelosa y recuerda que en los apenas 51 d¨ªas del a?o pasado en que Kurti fue primer ministro (antes de perder una moci¨®n de censura) mantuvo el contacto con el representante especial de la UE para el di¨¢logo, Miroslav Lajcak. ¡°Podemos asumir que el di¨¢logo continuar¨¢, aunque el nuevo Gobierno querr¨¢ tener su propia voz y cambiarlo. A¨²n est¨¢ muy poco claro cu¨¢l ser¨¢ su posici¨®n en el tema, pero podemos asumir de lo que han dicho previamente que quieren reevaluar todos los acuerdos alcanzados hasta ahora¡±, afirma en un hotel de Pr¨ªstina.
Los acuerdos a los que alude Krasniqi fueron alcanzados en la primera mitad del proceso, con Catherine Ashton como jefa de la diplomacia comunitaria. Estaban basados en la denominada ¡°ambig¨¹edad constructiva¡± que permiti¨® avanzar en aspectos t¨¦cnicos, como la situaci¨®n de la minor¨ªa serbia en Kosovo o la energ¨ªa, sin abordar de lleno el aspecto pol¨ªtico clave: el reconocimiento mutuo entre ambos pa¨ªses. En 2018, los entonces presidentes, Vucic y el kosovar Hashim Thaci, parecieron acercarse notablemente a un acuerdo total basado en un intercambio de territorios, por el que una zona al norte del r¨ªo Ibar, el norte de la ciudad de Mitrovica y tres localidades mayoritariamente serbias pasar¨ªan a depender de Belgrado mientras que Kosovo integrar¨ªa el valle de Presevo, de mayor¨ªa albanesa. Las cr¨ªticas internas y las dudas en el seno de la UE ¡ªprincipalmente de Alemania¡ª en torno a la conveniencia de redibujar fronteras en clave ¨¦tnica frenaron la iniciativa.
El ¨²ltimo avance en el proceso tuvo m¨¢s de puesta en escena de la Administraci¨®n Trump para ganar puntos poco antes de las elecciones. Es un acuerdo, fundamentalmente econ¨®mico, que firmaron el pasado septiembre Vucic y el primer ministro de Kosovo, Avdullah Hoti, en la Casa Blanca en presencia del entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y por el que Kosovo recibi¨® el reconocimiento de Israel a cambio de que el pa¨ªs balc¨¢nico sit¨²e su Embajada en Jerusal¨¦n, y no en Tel Aviv.
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