Una ofensiva de Serbia debilita el reconocimiento internacional de Kosovo
Belgrado logra, con una pol¨¦mica campa?a diplom¨¢tica, que varios pa¨ªses dejen de considerar como Estado a la antigua provincia
El 17 de febrero de 2008, Kosovo declar¨® su independencia. Ese mismo d¨ªa, Costa Rica la reconoci¨®. Fue el primer pa¨ªs en considerar un Estado a la antigua provincia serbia. Al d¨ªa siguiente se sumaron tres de los cinco miembros permanentes del Consejo de la Seguridad de la ONU: Estados Unidos, Francia y el Reino Unido. Fue el principio de una oleada de reconocimientos que super¨® los 50 ese mismo a?o y el centenar en 2013, es decir, m¨¢s de la mitad de los pa¨ªses de Naciones Unidas. En 2010, el Tribunal Internacional de Justicia de la ONU decret¨® que la independencia hab¨ªa sido legal. S¨ª, las puertas de la ONU estaban cerradas para Kosovo gracias a los dos aliados de Serbia con derecho de veto en el Consejo de Seguridad (China y, sobre todo, Rusia) y cinco pa¨ªses de la UE, entre ellos Espa?a, no reconoc¨ªan ¨Cni reconocen- a Kosovo, pero el momentum ¨Dcomo se suele denominar en la jerga pol¨ªtica anglosajona al ¨ªmpetu que conviene aprovechar en un determinado instante¨D estaba claramente del lado de Kosovo. ¡°Hab¨ªa un sentimiento general de que Serbia hab¨ªa perdido la batalla¡±, resume James Ker-Lindsay, profesor en la London School of Economics especializado en Europa sudoriental y autor del ensayo The Foreign Policy of Counter Secession (La pol¨ªtica exterior de la contrasecesi¨®n, en ingl¨¦s), en el que analiza el caso.
Hoy, la euforia est¨¢ al otro lado de la frontera. La diplomacia serbia ha anunciado recientemente que 18 pa¨ªses han retirado su reconocimiento a Kosovo, gracias a una intensa campa?a que mantiene en los ¨²ltimos a?os, de forma que el n¨²mero de pa¨ªses que lo mantiene ha ca¨ªdo simb¨®licamente por debajo de cien. Mientras, ning¨²n pa¨ªs ha reconocido a Kosovo desde febrero de 2018, cuando lo hizo Barbados.
Las cifras reales no est¨¢n claras. El pasado d¨ªa 3, Belgrado anunci¨® que Sierra Leona se hab¨ªa convertido en el decimoctavo Estado en retirar el reconocimiento. Seg¨²n Dacic, 92 pa¨ªses de la ONU reconocen a Kosovo; 96, no; y cinco tienen una postura ¡°fluida¡±. En el listado oficial de reconocimientos de la web del Ministerio de Exteriores de Kosovo hay, en cambio, 116. ¡°No es posible saberlo exactamente. Ambas partes siempre han exagerado las cifras¡±, se?ala Ker-Lindsay. Uno de los ¨²ltimos ejemplos de la confusi¨®n reinante en esta ¡°guerra de datos¡± tuvo lugar el pasado febrero, cuando el presidente de Kosovo, Hashim Thaci, anunci¨® en Twitter que su embajadora en Estados Unidos, Vlora Citaku, le hab¨ªa confirmado que Jamaica acababa de reconocer a Kosovo. Un d¨ªa m¨¢s tarde, la ministra de Exteriores de Jamaica, Kamina J. Smith, respondi¨® a ese tuit desminti¨¦ndolo.
To date, Jamaica has not recognized Kosovo as an independent state. https://t.co/HLNtJaOWLh
— Hon. Kamina J Smith (@kaminajsmith) February 21, 2020
La celebraci¨®n en Belgrado es desproporcionada (los medios cercanos al Gobierno, es decir, la inmensa mayor¨ªa, festejan cada nuevo desreconocimiento como si fuese un gol en una final), la iniciativa tiene mucho de autopromoci¨®n de un ministro de Exteriores nacionalista, Ivica Dacic, y las cifras de la campa?a tienen un valor simb¨®lico, pero han dejado intactos los verdaderos equilibrios de poder. Los desreconocimientos provienen de Estados, principalmente asi¨¢ticos y africanos, con escaso peso pol¨ªtico, caso de Madagascar, Surinam, Granada, Togo, Burundi, Comoras o Pap¨²a Nueva Guinea. Ning¨²n pa¨ªs europeo o latinoamericano ha cambiado de posici¨®n. Pero hoy, en el ajedrez global, Serbia juega al ataque y Kosovo se defiende.
El punto de inflexi¨®n fue 2015, cuando Kosovo pidi¨® ingresar en la UNESCO, lo que habr¨ªa supuesto que los monasterios serbio-ortodoxos ¨Ccuna espiritual de la naci¨®n serbia- quedasen marcados como patrimonio de Kosovo. Belgrado logr¨® frenar el ingreso y la victoria diplom¨¢tica le hizo ver que estaba en mejor posici¨®n de lo que pensaba, con Rusia cada vez m¨¢s intervencionista, Estados Unidos (gran valedor de Kosovo) pr¨¢cticamente desentendido de los Balcanes y la UE dividida sobre el tema.
La campa?a serbia ha tenido una consecuencia que amenaza la estabilidad de la regi¨®n. En protesta por la iniciativa, Kosovo introdujo en noviembre de 2018 un arancel del 100% sobre los productos serbios, lo que sentenci¨® de facto el di¨¢logo de normalizaci¨®n auspiciado por la UE que manten¨ªan Belgrado y Pristina. El mes pasado, el nuevo primer ministro kosovar, Albin Kurti, prometi¨® eliminar este domingo parte de los aranceles ¡°como se?al de buena voluntad¡±. Si Serbia detiene su campa?a de desreconocimiento, el 1 de abril quitar¨¢ todos durante 90 d¨ªas. El tema ha enfangado en los ¨²ltimos d¨ªas la pol¨ªtica kosovar.
Juego medi¨¢tico
Borko Stefanovic fue hace una d¨¦cada uno de los negociadores serbios del di¨¢logo de normalizaci¨®n con Pristina tras la independencia. Hoy, desde la oposici¨®n, quita hierro a la ofensiva diplom¨¢tica. ¡°No creo que sea algo de gran esencia. Ni que Kosovo sea m¨¢s independiente cuantos m¨¢s pa¨ªses lo reconozcan o menos cuanto menos lo hagan. Es un bonito y bien organizado juego medi¨¢tico que tampoco est¨¢ atrayendo mucha atenci¨®n¡±, afirma en la sede de su partido, el opositor Libertad y Justicia, en Belgrado.
S¨ª apoya la iniciativa el exministro de Exteriores conservador Vuk Jeremic. ¡°Da resultados, no es algo criticable. No s¨¦ exactamente los medios en los que se est¨¢ obteniendo, espero que todo sea limpio. Ayuda en cuanto a que pone los pies en el suelo a la parte que siempre pens¨® que eventualmente todo el mundo les iba a reconocer, as¨ª que no hab¨ªa motivo para comprometerse a una negociaci¨®n seria con Belgrado. Los desreconocimientos muestran que no es un hecho consumado. No creo que sea lo ¨²nico que vaya a cambiar la situaci¨®n, pero no es in¨²til¡±.
La alusi¨®n a los ¡°medios en los que se est¨¢ obteniendo¡± est¨¢ relacionado con las sospechas de compra de desreconocimientos. Algunos medios han publicado, sin aportar pruebas, que Serbia pag¨® unos 300.000 euros a la Rep¨²blica Centroafricana a cambio de la nota verbal. El ministro de Exteriores de Kosovo, Behgjet Pacolli, defiende que Belgrado ha convencido a ¡°algunos de los pa¨ªses m¨¢s peque?os y pobres¡± con promesas de ¡°apoyo econ¨®mico y armamento¡±. Dacic no respondi¨® a la solicitud de entrevista de este peri¨®dico.
El analista Ker-Lindsay cree que la campa?a no es un intento genuino de vencer en el campo diplom¨¢tico, sino de mejorar la posici¨®n desde la que Serbia afronta un di¨¢logo inevitable. ¡°Cada pa¨ªs que retira el reconocimiento refuerza la posici¨®n negociadora de partida de Belgrado. Ninguna de las dos partes puede ganar esa batalla, as¨ª que en alg¨²n momento tendr¨¢n que alcanzar un acuerdo. Serbia ¨Dresume¨D est¨¢ ganando de momento, pero nunca va a ganar del todo¡±.
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