El bucle temporal de la prisi¨®n preventiva en Egipto
Grupos de derechos humanos denuncian que las autoridades recurren a artima?as legales para retener en la c¨¢rcel m¨¢s all¨¢ del tiempo m¨¢ximo permitido a detenidos por casos de naturaleza pol¨ªtica
El 14 de octubre del 2020, un tribunal de El Cairo orden¨® la liberaci¨®n, con medidas cautelares, del abogado defensor de derechos humanos egipcio Islam Salama, quien permanec¨ªa en prisi¨®n preventiva desde junio. Cuando los tr¨¢mites para liberarlo se hab¨ªan completado y se dispon¨ªa a pisar la calle, Salama desapareci¨® bajo custodia policial, seg¨²n asegura una de las letradas que sigue su caso. El 30 de noviembre el egipcio reapareci¨® y fue acusado en un nuevo proceso judicial de los mismos cargos que en el anterior, por lo que vo...
El 14 de octubre del 2020, un tribunal de El Cairo orden¨® la liberaci¨®n, con medidas cautelares, del abogado defensor de derechos humanos egipcio Islam Salama, quien permanec¨ªa en prisi¨®n preventiva desde junio. Cuando los tr¨¢mites para liberarlo se hab¨ªan completado y se dispon¨ªa a pisar la calle, Salama desapareci¨® bajo custodia policial, seg¨²n asegura una de las letradas que sigue su caso. El 30 de noviembre el egipcio reapareci¨® y fue acusado en un nuevo proceso judicial de los mismos cargos que en el anterior, por lo que volvi¨® a ser detenido de forma preventiva hasta que, el 16 de enero, otro tribunal orden¨® su puesta en libertad bajo fianza. Pero cuando los tr¨¢mites para liberarlo se hab¨ªa completado y se dispon¨ªa a salir a la calle, Salama ¡ªuna vez m¨¢s¡ª desapareci¨®. Todav¨ªa hoy se desconoce su paradero.
Kholoud Said, una investigadora y traductora egipcia, tambi¨¦n permanec¨ªa en prisi¨®n preventiva desde abril del 2020 cuando, a mediados de diciembre, un tribunal orden¨® su liberaci¨®n bajo medidas cautelares, seg¨²n explica la misma abogada que en el caso de Salama en condici¨®n de anonimato. A los pocos d¨ªas, sin embargo, el entorno de Said le perdi¨® el rastro cuando se encontraba en una comisar¨ªa de Alejandr¨ªa, y no volvieron a saber de ella hasta que, el 11 de enero, reapareci¨® ante la Fiscal¨ªa. Said acababa de ser acusada en un nuevo proceso judicial, con los mismos cargos que en el primero. Actualmente sigue en prisi¨®n preventiva.
En los ¨²ltimos meses, grupos de derechos humanos egipcios han alertado de que artima?as legales como las empleadas contra Salama y Said se han convertido en una pr¨¢ctica cada vez m¨¢s frecuente para mantener en la c¨¢rcel durante per¨ªodos prolongados a personas detenidas por casos de naturaleza pol¨ªtica. El fen¨®meno, que se conoce como ¡°rotaci¨®n¡±, consiste en incluir a una persona que se encuentra en prisi¨®n preventiva a un caso judicial diferente de aquel por el cual fue detenido en primera instancia, aunque a menudo con cargos muy similares. As¨ª, el reloj de este r¨¦gimen de detenci¨®n, que fija un plazo m¨¢ximo de dos a?os para los m¨¢s graves, se pone a cero. Para Salama y Said, por ejemplo, los meses que ya han pasado en prisi¨®n no contar¨¢n.
Algunos de los primeros casos de rotaci¨®n en Egipto se documentaron en 2015 y 2016, pero fue a partir de las protestas contra el presidente Abdelfat¨¢ Al Sisi en septiembre del 2019 que la pr¨¢ctica se empez¨® a disparar, seg¨²n un informe de la Comisi¨®n Egipcia para los Derechos y Libertades (ECRF, por sus siglas en ingl¨¦s) publicado en junio de 2020. El director de la organizaci¨®n, Mohamed Lotfy, calcula que, a estas alturas, ¡°miles de presos pol¨ªticos¡± podr¨ªan haber sido rotados.
La forma m¨¢s habitual que adopta esta maniobra legal pasa por volver a detener de forma preventiva a un acusado despu¨¦s de que un tribunal haya ordenado su puesta en libertad, seg¨²n el anterior informe de la ECRF. En algunos casos, las autoridades vuelven a arrestar a un individuo que ya ha permanecido todo el tiempo permitido en prisi¨®n, mientras cumpl¨ªa medidas cautelares o despu¨¦s de haber desaparecido forzosamente. EL PA?S ha tratado de contactar con el Ministerio de Justicia y con la Fiscal¨ªa a trav¨¦s de los canales oficiales, pero no ha obtenido respuesta.
¡°Est¨¢ claro que esta herramienta est¨¢ dise?ada para ser punitiva y no para lograr justicia¡±, considera Yasmin Omar, experta legal del Instituto Tahrir para la Pol¨ªtica de Oriente Pr¨®ximo (TIMEP) con sede en Washington. ¡°[Y] no puedo confirmar que el castigo emocional sea deliberado. Pero lo veo en el contexto de las pr¨¢cticas de las autoridades para quebrar el ¨¢nimo de los detenidos y agotar a familias y abogados. Dar esperanzas para luego quitarlas es emocionalmente devastador. Y la mayor¨ªa de veces la orden de libertad va acompa?ada de una fianza o multa que las familias pagan para finalizar el proceso de liberaci¨®n, lo que crea una frustraci¨®n financiera adicional¡±, afirma.
Lotfy explica que el primer responsable de las rotaciones es la Agencia de Seguridad Nacional, uno de los tres principales cuerpos de las fuerzas de seguridad egipcias, que elabora los informes ¡°infundados¡± que acusan o vuelven a acusar a los detenidos. Luego, la Fiscal¨ªa Suprema de la Seguridad del Estado, considerada por grupos de derechos humanos uno de los brazos represivos del poder judicial del r¨¦gimen, ¡°da su aprobaci¨®n autom¨¢tica y asigna al detenido a un nuevo caso en base a los informes¡±. Al final, los tribunales penales se encargan de renovar sistem¨¢ticamente la detenci¨®n preventiva. Los grupos de derechos humanos que denuncian este fen¨®meno alertan de que su uso cada vez m¨¢s repetido sugiere una apuesta decidida de la Fiscal¨ªa por retener a voces cr¨ªticas bajo un r¨¦gimen de detenci¨®n que deber¨ªa ser cautelar por naturaleza.
¡°La rotaci¨®n crea una nueva realidad en la que un detenido que normalmente tendr¨ªa la certeza de que ser¨ªa puesto en libertad tras un per¨ªodo m¨¢ximo de arresto, podr¨¢ ser sometido en cambio a una detenci¨®n indefinida mientras le siguen a?adiendo a nuevos casos. Estas pr¨¢cticas normalizan atroces violaciones de las garant¨ªas procesales, en una clara vulneraci¨®n de las normas jur¨ªdicas internacionales y naciones¡±, concluye Omar.