Los egipcios que no existen: m¨¢s de un desaparecido al d¨ªa en el Egipto de Al Sisi
El informe de una organizaci¨®n local de derechos humanos documenta c¨®mo esta pr¨¢ctica se ha convertido en sistem¨¢tica a lo largo de los ¨²ltimos cinco a?os
El 11 de abril de 2019, Yehia, un joven egipcio de 24 a?os, planeaba visitar a un amigo que se encontraba enfermo en un hospital de Maadi, un acomodado barrio en el sur de El Cairo. Poco antes de llegar, ambos hablaron por tel¨¦fono, y Yehia mencion¨® que estaba a solo cinco minutos del lugar. Pero el joven egipcio nunca apareci¨®. A medida que pasaban las horas, la ansiedad de su familia iba en aumento. Primero trataron de contactarle por tel¨¦fono, recuerda la hermana del joven, pero su m¨®vil estaba desconectado. Luego intentaron localizarle en casa de alguno de sus amigos, pero nadie le hab¨ªa visto. Al cabo de dos d¨ªas, le dieron por desaparecido. Las autoridades o bien les dijeron que no sab¨ªan nada o directamente declinaron recibirles.
No fue hasta noviembre que la familia conoci¨® el paradero de Yehia. Ese mes, la polic¨ªa asalt¨® la casa del padre del joven, que fue trasladado a un centro de detenci¨®n extraoficial en El Cairo donde estuvo detenido 11 d¨ªas, seg¨²n cuenta su entorno. La casualidad quiso que justo en el mismo lugar se encontrara su hijo. Durante ese breve par¨¦ntesis, Yehia le pudo explicar que aquel d¨ªa de mediados de abril hab¨ªa sido arrestado en plena calle y desvanecido en las dependencias policiales.
En el Egipto de Abdelfat¨¢ Al Sisi, casos como el de Yehia se han convertido en rutina. En los ¨²ltimos cinco a?os, la Comisi¨®n Egipcia para los Derechos y Libertades ha podido registrar hasta 2.723 desapariciones forzosas en el pa¨ªs, seg¨²n un informe publicado en agosto que forma parte de una campa?a lanzada en 2015 por esta prestigiosa organizaci¨®n local de derechos humanos con el fin de documentar este fen¨®meno y asistir a las v¨ªctimas. La vertiginosa cifra equivale a unos 10 desaparecidos cada semana durante todo un lustro. En torno al pasado 20 septiembre, en el primer aniversario de las inusuales protestas antigubernamentales que se produjeron en varias ciudades egipcias en 2019, grupos de derechos humanos han documentado un nuevo repunte de esta pr¨¢ctica.
Al final fue en marzo del a?o pasado, casi un a?o despu¨¦s de haber sido forzosamente desaparecido por la polic¨ªa, que el joven reapareci¨® oficialmente en la prisi¨®n de m¨¢xima seguridad de Tora, en El Cairo, tras haber sido incluido en un proceso judicial. Yehia no ha podido comunicarse a¨²n con su familia y no ve la luz del sol desde hace m¨¢s de 500 d¨ªas, lamenta su hermana. ¡°Las personas se convierten en n¨²meros y [las fuerzas de seguridad] pueden tratarlas como les d¨¦ la gana porque si vas a un lugar a preguntar si alguien se encuentra all¨ª van a decir que no y se ha acabado¡±, se queja la allegada, que es ciudadana de Estados Unidos.
¡°En tiempos [del dictador depuesto Hosni] Mubarak hab¨ªa desapariciones forzosas, pero menos que ahora. La mayor¨ªa de veces las familias de los detenidos recib¨ªan confirmaci¨®n oficial de d¨®nde se encontraba el detenido, mientras que ahora la respuesta por defecto de las autoridades es negar conocer su paradero¡±, explica Mohamed Lotfi, director de la Comisi¨®n Egipcia, que se basa en los criterios de la ONU para elaborar sus informes sobre desapariciones forzosas. El aumento de esta pr¨¢ctica en los ¨²ltimos a?os va de la mano de la progresiva erosi¨®n de los derechos humanos en Egipto desde la toma del poder de Al Sisi en 2013, as¨ª como de la implacable persecuci¨®n de cualquiera que sea percibido como opositor.
Estas detenciones ilegales suelen ocurrir de madrugada. En la mayor¨ªa de casos documentados, es cuando los agentes de la polic¨ªa, acompa?ados por alg¨²n oficial de la temida Agencia de Seguridad Nacional asaltan la vivienda del sospechoso para arrestarlo sin presentar autorizaci¨®n. A partir de ese momento se pierde el rastro del detenido, que es trasladado a alg¨²n centro de detenci¨®n, a veces de manera extraoficial, donde se le suele torturar hasta sacarle alguna confesi¨®n. Entonces, su suerte pasar¨¢ a estar en manos del oficial al mando de la Seguridad Nacional, cuyos cuarteles son un destino muy frecuente en este tipo de arrestos. ¡°Encontrarse forzosamente desaparecido elimina en ¨²ltima instancia la existencia de una persona y complica su situaci¨®n jur¨ªdica¡±, nota Yasmin Omar, experta legal del Instituto Tahrir para la Pol¨ªtica de Oriente Pr¨®ximo (Timep), con sede en Washington.
Por lo general, las desapariciones duran entre dos d¨ªas y un mes, pero existen casos en los que se prolongan a?os. La Comisi¨®n Egipcia tiene constancia de 18 personas que siguen desaparecidas desde la masacre de Rabaa de 2013. En el caso de reaparecer ante un fiscal, es com¨²n que se usen en su contra cargos basados en la investigaci¨®n de la Seguridad Nacional, incluidas posibles confesiones que haya hecho. ¡°Las autoridades judiciales, en especial la Fiscal¨ªa, son c¨®mplices de estos cr¨ªmenes, ya que no investigan y tambi¨¦n rechazan tomar el testimonio de la persona desaparecida sobre las torturas que han sufrido solo porque no hay marcas visibles en el cuerpo¡±, carga Omar, del instituto legal Timep.
El sufrimiento y la incertidumbre que supone la b¨²squeda del desaparecido suele ir acompa?ado de dificultades econ¨®micas para la familia. En algunos casos, tambi¨¦n llegan a desaparecer sus abogados u otros familiares.
El silencio del Gobierno
Las autoridades egipcias han negado sistem¨¢ticamente que se realicen este tipo de pr¨¢cticas en el pa¨ªs, y han tachado de falsos los distintos informes elaborados por organizaciones de derechos humanos. Su modus operandi es atribuir casos concretos de desapariciones a ausencias de las que se desvinculan o a la adhesi¨®n de la v¨ªctima a un grupo armado. EL PA?S ha contactado tres veces con el ministerio del Interior, pero ning¨²n oficial se encontraba inmediatamente disponible para hablar.
¡°El Estado insiste en negar que perpetra desapariciones y alega que los desaparecidos son ¡®terroristas¡¯ que han huido de Egipto, [pero luego] no responde al hecho de que estos mismos reaparezcan detenidos en prisiones egipcias o ante la Fiscal¨ªa egipcia¡±, desliza Lotfi, de la Comisi¨®n Egipcia. ¡°Si los oficiales del ministerio del Interior conocen d¨®nde se encuentra un detenido y su familia no, entonces no ha desaparecido porque saben d¨®nde est¨¢¡±, sentencia. ¡°Y esto es exactamente lo que una desaparici¨®n forzosa significa¡±.
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