La resurrecci¨®n pol¨ªtica de Lula acelera el desgaste de Bolsonaro
El l¨ªder izquierdista sacude el tablero pol¨ªtico mientras crece el rechazo al presidente por su nefasta gesti¨®n de la pandemia
Brasil es uno de esos pa¨ªses donde poco despu¨¦s de que un presidente tome posesi¨®n ya se empieza a hablar de las pr¨®ximas elecciones, de posibles candidatos, eventuales alianzas, se hacen pron¨®sticos y encuestas, muchas encuestas. La rehabilitaci¨®n pol¨ªtica del exmandatario izquierdista Lula da Silva, el lunes pasado por decisi¨®n de un juez del Supremo, ha supuesto un terremoto pol¨ªtico y ha acelerado el desgaste que sufre el presidente, Jair Bolsonaro, de extrema derecha,...
Brasil es uno de esos pa¨ªses donde poco despu¨¦s de que un presidente tome posesi¨®n ya se empieza a hablar de las pr¨®ximas elecciones, de posibles candidatos, eventuales alianzas, se hacen pron¨®sticos y encuestas, muchas encuestas. La rehabilitaci¨®n pol¨ªtica del exmandatario izquierdista Lula da Silva, el lunes pasado por decisi¨®n de un juez del Supremo, ha supuesto un terremoto pol¨ªtico y ha acelerado el desgaste que sufre el presidente, Jair Bolsonaro, de extrema derecha, ante el agravamiento de la pandemia. Los sondeos ofrecen pron¨®sticos dispares, pero indican una merma de las probabilidades de que Bolsonaro sea reelegido dentro de 19 meses.
Desde que asumi¨® la presidencia, Bolsonaro ha gobernado sin un solo adversario pol¨ªtico que le hiciera sombra. Lula, de 75 a?os, estaba libre pero confinado por la pandemia y, adem¨¢s, con sus derechos pol¨ªticos en suspenso por dos condenas por corrupci¨®n y blanqueo de dinero. Eso cambia ahora radicalmente. Oficializ¨® su vuelta al ruedo pol¨ªtico el mi¨¦rcoles con un discurso en el Sindicato de los Metal¨²rgicos y el s¨¢bado recibi¨® la primera dosis de la vacuna con sus vecinos de S?o Bernardo do Campo.
De todos modos, la pr¨®xima elecci¨®n ser¨¢ en octubre de 2022 y ambos l¨ªderes pol¨ªticos generan un rechazo notable en el electorado (del 60%), seg¨²n una de las ¨²ltimas encuestas. Pero el odio visceral al antiguo sindicalista y al Partido de los Trabajadores (PT) da s¨ªntomas de enfriarse mientras aumenta el descontento con el mandatario, sobre todo por el alt¨ªsimo precio que Brasil est¨¢ pagando por el coronavirus. Su s¨®lida base de fieles ¡ªm¨¢s de un tercio del electorado¡ª se mantiene.
Las encuestas publicadas tras la inesperada anulaci¨®n de las condenas contra Lula se?alan un empeoramiento de la opini¨®n sobre Bolsonaro, pero ofrecen resultados dispares sobre qu¨¦ ocurrir¨ªa en la segunda vuelta electoral: una apunta a una victoria para Lula, otra a un empate t¨¦cnico y una tercera una derrota. La primera vuelta la ganar¨ªa el mandatario.
¡°Creo que Lula tiene unas posibilidades altas de ganar. ?C¨®mo de altas? No lo s¨¦. A¨²n quedan casi dos a?os¡±, afirma la polit¨®loga Carolina Botelho por tel¨¦fono. Sostiene que la actual coyuntura beneficia a Lula porque Bolsonaro est¨¢ en un momento muy bajo. ¡°La crisis sanitaria est¨¢ totalmente fuera de control, cada vez hay m¨¢s gente aterrada por el virus y el malestar con el rumbo de la econom¨ªa crece¡±. La falta de vacunas para proceder a inmunizar a la ciudadan¨ªa tambi¨¦n est¨¢ agotando la paciencia de muchos brasile?os mientras los muertos por coronavirus aumentan a toda velocidad ¡ªcon una media que se aproxima a los 2.000 diarios¡ª. La opini¨®n de que la gesti¨®n de la pandemia es mala o p¨¦sima ha aumentado ocho puntos hasta el 61% en un mes, seg¨²n un sondeo.
La Fiscal¨ªa ya ha recurrido la decisi¨®n que anula las condenas contra Lula da Silva por aceptar prebendas a cambio de dar contratos p¨²blicos. ?l se siente y es percibido como el candidato con m¨¢s opciones de derrotar a Bolsonaro. En su primer discurso tras el fallo judicial, Lula ech¨® mano de su experiencia de estadista, su alabada oratoria y su tradicional empat¨ªa. Todo un contraste con el presidente. Fueron dos horas y media en las que el resucitado l¨ªder de la izquierda brasile?a ofreci¨® su receta para enderezar el rumbo de un Brasil que ve absolutamente desgobernado bajo Bolsonaro.
Defendi¨® la ciencia, las vacunas, habl¨® de empleo, de reparto de renta, lanz¨® gui?os a los empresarios, a los evang¨¦licos, reivindic¨® el legado de las Administraciones del PT y solo mencion¨® a la expresidenta Dilma Rousseff (de su mismo partido) para distanciarse de ella. Tampoco hizo referencia, m¨¢s que de pasada, al medio ambiente, un asunto crucial en las relaciones exteriores del Brasil actual. El petista es un camale¨®n pol¨ªtico cuya trayectoria demuestra que sabe adaptarse a las coyunturas y a lo que su p¨²blico espera de ¨¦l en cada momento.
Lula est¨¢ en campa?a. ¡°Solo con la izquierda no va a poder ganar, necesita atraerse al centro¡±, advierte Botelho, del laboratorio de estudios electorales de la Universidad del Estado de R¨ªo de Janeiro (UERJ). Ese ser¨¢ el desaf¨ªo crucial hasta la convocatoria electoral. Celso Rocha de Barros ahonda en esa l¨ªnea en su columna dominical de Folha de S. Paulo: ¡°El camino de regreso al centro no ser¨¢ recorrido de la noche a la ma?ana, pero la magn¨ªfica recepci¨®n del discurso [de Lula] y el p¨¢nico instaurado en el bolsonarismo, muestran que el espacio para que el PT crezca en el centro est¨¢ abierto¡±.
El centro y el centroderecha, que se perfilaban como el terreno en el que pod¨ªa germinar una gran alianza contra Bolsonaro, han quedado fuera de juego por la resurrecci¨®n pol¨ªtica del Lula. Los movimientos para pactar un candidato centrista se han acelerado ante la convicci¨®n de que la izquierda se aglutinar¨¢ en torno a Lula y los m¨¢s ultranacionalistas y conservadores, en torno a Bolsonaro. El centroderecha apoy¨® a Bolsonaro por su agenda de liberalizaci¨®n econ¨®mica, ahora aparcada por la pandemia.
¡°No dir¨ªa que Bolsonaro est¨¢ muerto, no¡±, recalca la polit¨®loga. ¡°Tiene la maquinaria del Gobierno federal, maneja el presupuesto y tiene cargos a su disposici¨®n para agradar a distintos grupos¡±. Pese a la ventaja de ser el presidente en ejercicio, ya no se puede presentar como un antisistema que va a acabar con la vieja pol¨ªtica. Por si acaso, el presidente se ha aliado a los partidos oportunistas del Congreso que tanto critic¨® y lleva meses recorriendo el pa¨ªs en plena epidemia. Y la paga del coronavirus, que impuls¨® su popularidad en 2020 y suspendi¨® en enero por falta de fondos, regresar¨¢ al bolsillo de millones de brasile?os hacia abril en la medida en que el techo de gasto lo permita.
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