La crisis migratoria en la frontera con M¨¦xico nubla la luna de miel de Joe Biden
Las detenciones se disparan y la llegada de miles de menores no acompa?ados satura la capacidad de acogida y desaf¨ªa el proyecto del presidente
La vacunaci¨®n avanza a un ritmo que supera sus propias promesas. El presidente de EE UU recorre el pa¨ªs, con la vicepresidenta y sus respectivos c¨®nyuges, vendiendo las bonanzas del gran paquete de ayuda a la econom¨ªa que ha logrado sacar adelante. Los sondeos de opini¨®n le sonr¨ªen. Solo un tema parece capaz de amargar a Joe Biden su luna de miel: ...
La vacunaci¨®n avanza a un ritmo que supera sus propias promesas. El presidente de EE UU recorre el pa¨ªs, con la vicepresidenta y sus respectivos c¨®nyuges, vendiendo las bonanzas del gran paquete de ayuda a la econom¨ªa que ha logrado sacar adelante. Los sondeos de opini¨®n le sonr¨ªen. Solo un tema parece capaz de amargar a Joe Biden su luna de miel: la crisis en la frontera con M¨¦xico. Miles de personas, muchas de ellas menores, atra¨ªdas por el cambio hacia un discurso m¨¢s humano, saturan las estructuras de acogida, pese a los llamamientos de la Administraci¨®n contra esas llegadas.
La situaci¨®n afecta a la ¨®rbita de todos los colectivos pol¨ªticos que gravitan sobre Biden como los platos de un malabarista. Los sectores m¨¢s progresistas alertan sobre la manera en que son tratados los ni?os migrantes. Los dem¨®cratas centristas temen las cr¨ªticas de unos votantes recelosos de la inmigraci¨®n ilegal. Y los republicanos, en su b¨²squeda de un norte despu¨¦s de Trump, empiezan a ver en los ataques centrados en la inmigraci¨®n su arma ganadora en las cruciales legislativas de 2022, en las que se volver¨¢n a decidir las mayor¨ªas en el Congreso y el campo de maniobra de la segunda mitad del mandato de Biden.
Las detenciones por tratar de cruzar ilegalmente la frontera, que ya estaban en sus cifras m¨¢s altas en una d¨¦cada durante los ¨²ltimos meses de la presidencia de Donald Trump, se han disparado desde la llegada a la Casa Blanca de Biden el 20 de enero. En febrero hubo 100.000 detenciones, un aumento del 28% respecto al mes anterior. Y en marzo, a un ritmo de 4.000 detenciones diarias, la cifra total puede ser a¨²n mayor. Muchos de esos migrantes, adem¨¢s, son menores no acompa?ados que huyen de la pobreza y la violencia en Centroam¨¦rica.
El n¨²mero de ni?os migrantes bajo custodia estadounidense en la frontera se triplic¨® hasta alcanzar los 3.250 en la ¨²ltima semana de febrero y la primera de marzo, seg¨²n documentos federales consultados por The New York Times. Los menores deben ser trasladados a refugios, pero estos ten¨ªan restricciones de ocupaci¨®n debido a la pandemia y, a¨²n despu¨¦s de ser levantadas, se encuentran cerca de la saturaci¨®n. Entre tanto, muchos ni?os est¨¢n acogidos en instalaciones poco aptas para ellos, en las que por ley solo podr¨ªan permanecer tres d¨ªas.
La Administraci¨®n Biden se resiste, no obstante, a hablar de crisis. ¡°La situaci¨®n a la que nos enfrentamos ahora en la frontera suroeste es dif¨ªcil. La estamos abordando. Estamos manteniendo nuestras fronteras seguras, haciendo que se cumplan las leyes, y siendo fieles a nuestros valores y principios¡±, explica en un comunicado Alejandro Mayorkas, secretario de Seguridad Nacional.
Mayorkas reconoce que el pa¨ªs ¡°est¨¢ camino de encontrar m¨¢s individuos en la frontera suroeste de los que ha encontrado en los ¨²ltimos 20 a?os¡±. ¡°Estamos expulsando a la mayor¨ªa de los adultos solos y familias. No estamos expulsando a los menores no acompa?ados¡±, a?ade.
El equipo de Biden subraya que las pol¨ªticas de Trump, como el desmantelamiento de los canales de inmigraci¨®n legal y el abandono de la financiaci¨®n e inversi¨®n en la regi¨®n, contribuyeron a crear esta situaci¨®n y condicionan la respuesta que se puede dar a corto plazo. ¡°La anterior Administraci¨®n desmantel¨® completamente el sistema de asilo. El sistema se destruy¨®, las instalaciones se cerraron y expulsaron de manera cruel a ni?os a las manos de traficantes de personas. Hemos tenido que reconstruir el sistema entero¡±, explica Mayorkas. ¡°La anterior Administraci¨®n rompi¨® las v¨ªas legales que se hab¨ªan desarrollado para que los ni?os puedan venir a Estados Unidos de manera segura, eficiente y ordenada, y tambi¨¦n cort¨® la ayuda internacional al tri¨¢ngulo norte de Centroam¨¦rica¡±.
Pero, para los cr¨ªticos, es evidente que la nueva Administraci¨®n no estaba preparada para las consecuencias del cambio de tono en la frontera, en un momento en que la situaci¨®n en los pa¨ªses centroamericanos que lleva a sus ciudadanos a huir no ha hecho sino empeorar con la pandemia. Ahora, las respuestas de Biden se centran en el plazo muy corto ¨Ccomo un problema que se puede resolver ampliando la capacidad de las instalaciones de acogida¨C y en el muy largo ¨Ccon ayudas a los pa¨ªses de origen que permitan una mejora de las condiciones de vida que disuada a los ciudadanos de migrar¨C. Pero la inquietud de muchos dem¨®cratas est¨¢ en el medio plazo. Ah¨ª se sit¨²an las legislativas de 2022, en las que los republicanos pueden recoger frutos del discurso del miedo, especialmente en Estados de poblaciones blancas y econom¨ªas deprimidas, en los que Trump sedujo en 2016 con un mensaje nacionalista.
Perder en 2022 las fr¨¢giles mayor¨ªas en ambas c¨¢maras del Congreso que hoy tienen los dem¨®cratas desbaratar¨ªa, entre otras muchas cosas, el proyecto de pol¨ªtica migratoria de Biden. Incluso con el control de las dos c¨¢maras, el partido est¨¢ comprobando estos d¨ªas lo delicado de sacar adelante cualquier legislaci¨®n sobre el tema. Mientras trabajan en un muy ambicioso proyecto de ley que permitir¨ªa a los migrantes sin documentos obtener la nacionalidad en ocho a?os, los congresistas dem¨®cratas se disponen esta semana a aprobar una legislaci¨®n que proteja a los dreamers, aquellos a los que sus padres trajeron al pa¨ªs de manera ilegal siendo menores de edad. Pero en un Senado dividido en 50 senadores de cada partido, aun con el voto de desempate de la vicepresidenta Harris, que puedan sacarlo adelante no est¨¢ garantizado.