Relato del espa?ol que quer¨ªa morir por el ISIS
El ceut¨ª Zuhair Ahmed, preso en una c¨¢rcel kurda de Siria, combati¨® durante cinco a?os en las filas del Estado Isl¨¢mico
Se cumplen dos a?os desde que las fuerzas kurdo-¨¢rabes anunciaron la ca¨ªda del autoproclamado califato del Estado Isl¨¢mico (ISIS, en sus siglas en ingl¨¦s) en Baguz, un polvoriento oasis en tierras orientales sirias colindantes a la frontera con Irak. El mismo tiempo que el ceut¨ª Zuhair Ahmed Ahmed lleva preso en un penal del noreste de Siria. Se entreg¨® el 18 de marzo de 2019 a las Fuerzas Democr¨¢ticas Sirias (FDS, compendio de milicias kurdo-¨¢rabes aliadas de la coalici¨®n internacional). ...
Se cumplen dos a?os desde que las fuerzas kurdo-¨¢rabes anunciaron la ca¨ªda del autoproclamado califato del Estado Isl¨¢mico (ISIS, en sus siglas en ingl¨¦s) en Baguz, un polvoriento oasis en tierras orientales sirias colindantes a la frontera con Irak. El mismo tiempo que el ceut¨ª Zuhair Ahmed Ahmed lleva preso en un penal del noreste de Siria. Se entreg¨® el 18 de marzo de 2019 a las Fuerzas Democr¨¢ticas Sirias (FDS, compendio de milicias kurdo-¨¢rabes aliadas de la coalici¨®n internacional). ¡°Fueron ¨®rdenes del califato, ten¨ªamos que hacer una tregua y salir de Baguz¡±, afima hoy este yihadista espa?ol, de 29 a?os, que ha combatido durante un lustro con el Estado Isl¨¢mico.
Entre el millar de europeos presos en las c¨¢rceles kurdas de Siria tan solo se han identificado dos nacionales espa?oles hasta la fecha. Zuhair Ahmed y Omar al Harshi, marido de la madrile?a Yolanda Mart¨ªnez, cautiva en el campo para familiares de yihadistas de Al Roj junto con sus cuatro hijos menores.
Ahmed dej¨® Espa?a a los 22 a?os para sumarse a la yihad (la guerra santa musulmana) junto con tres amigos de infancia del barrio ceut¨ª El Pr¨ªncipe. Lo hizo en mayo de 2013 convirti¨¦ndose en uno de los primeros combatientes espa?oles en viajar a Siria e Irak para unirse al proyecto del califato antes de su proclamaci¨®n. ¡°Nos presentamos voluntarios para hacer operaciones suicidas¡±, admite sin titubeos. Fueron de los ¨²ltimos integrantes en formar parte de la c¨¦lula Tarik Ibn Ziad, en la que fueron reclutados hasta 28 personas.
Los otros tres integrantes ceut¨ªes de su c¨¦lula se inmolaron en operaciones terroristas suicidas ¡°causando cientos de muertos¡±, seg¨²n la sentencia de la Audiencia Nacional espa?ola. Los integrantes del grupo terrorista arrestados fueron condenados a entre 10 y 12 a?os de c¨¢rcel. Ahmed es el ¨²nico superviviente del grupo tras echarse atr¨¢s en el ¨²ltimo minuto en dos intentos: ¡°Vine a hacer la yihad, pero no vi que eso fuera lo que ten¨ªa que hacer¡±. Ahmed entra en la sala en una silla de ruedas. Perdi¨® las piernas en octubre de 2015 ¡°durante un ataque con dron sobre un control del Estado Isl¨¢mico donde estaba apostado en la ciudad de Shadadi [al noroeste del pa¨ªs]¡±.
Luch¨® durante cinco a?os tanto en Siria como en Irak desempe?ando diferentes funciones dentro del grupo terrorista. ¡°Quer¨ªamos ayudar a nuestros hermanos musulmanes sirios a los que estaba matando el r¨¦gimen y contactamos con unos amigos de Castillejos que nos dieron un contacto para viajar all¨ª¡±, relata durante la entrevista que tiene lugar en presencia de dos efectivos de las FDS. Viaj¨® de Ceuta a M¨¢laga, despu¨¦s a Turqu¨ªa y desde all¨ª cruz¨® a pie la frontera con Siria para ser recibido en Alepo, al noroeste del pa¨ªs. ¡°Recibimos un mes y poco m¨¢s de entrenamiento f¨ªsico y en armas¡±, cuenta, y luego prosiguieron camino a Irak. Tambi¨¦n le prepararon psicol¨®gicamente para llevar a cabo operaciones suicidas, sobre ¡°c¨®mo conducir el veh¨ªculo antes de inmolarse contra los objetivos¡±. Nunca hab¨ªa tenido un trabajo excepto algunos empleos temporales limpiando las calles de hojas de los ¨¢rboles en Ceuta. Abandon¨® los estudios a los 14 a?os para hacer un curso de inform¨¢tica y asegura que tuvo ¡°una vida normal¡±.
En Irak le encomendaron su primera operaci¨®n suicida contra una posici¨®n del Ej¨¦rcito iraqu¨ª. Ya subido en el coche y con la carga de explosivos montada, decidi¨® dar marcha atr¨¢s. ¡°Vi que hab¨ªa civiles y no quer¨ªa hacer eso¡±, arguye. De all¨ª pas¨® a luchar en el desierto iraqu¨ª y presenci¨® en 2013 la operaci¨®n de fuga de la famosa c¨¢rcel de Abu Ghraib, en la que escaparon miles de presos yihadistas que habr¨ªan de sumarse a las filas del califato una vez que fue proclamado en junio de 2014 en Mosul. ¡°Esa noche quedamos y nos reunimos con ellos¡±, asiente en un oxidado castellano tras siete a?os entre Siria e Irak, aunque asegura que ¨¦l no particip¨® en la operaci¨®n que tambi¨¦n dej¨® en libertad al menos a dos reos espa?oles, seg¨²n su relato.
Tambi¨¦n combati¨® en la ciudad iraqu¨ª de Faluya: ¡°Establec¨ªamos retenes y registr¨¢bamos los coches en busca de soldados iraqu¨ªes que m¨¢s tarde eran interrogados¡±. A los pocos meses regres¨® a Siria donde vivi¨® ¡°una vida normal con sus amigos en el califato¡± y donde se cas¨® con Ahed al Husseini, una joven siria con la que tuvo un hijo, Abdul¨¢, que ahora deber¨ªa cumplir cuatro a?os. Con el peque?o ascienden a 18 los menores espa?oles cautivos en los campos para familiares del ISIS de Al Hol y Al Roj, en el noreste del pa¨ªs. ¡°Mi mujer y mi hijo salieron [del campo] con la primera tregua [en febrero de 2019] y nunca m¨¢s he vuelto a saber de ellos¡±, cuenta Ahmed.
Polic¨ªa religiosa
En Siria tambi¨¦n combati¨® y sirvi¨® como estratega bajo las ¨®rdenes del califato y form¨® parte de la hisba, la polic¨ªa religiosa a cargo de hacer respetar las estrictas normas del ISIS. ¡°Si ve¨ªa a una mujer sin velo le dec¨ªa que se lo pusiera y si no hac¨ªa caso llam¨¢bamos a su padre o marido o hermano¡±. En el califato las ad¨²lteras eran lapidadas, las reincidentes en llevar inapropiadamente el niqab (velo que solo deja al descubierto los ojos) recib¨ªan latigazos y a quien fumaba, se le amputaba una mano. Niega haber matado o decapitado a ninguna persona.
Cobraba un sueldo mensual de 100 d¨®lares (unos 84 euros) que posteriormente se vio reducido. Se asent¨® en la ciudad de Shadadi, al noroeste del pa¨ªs, y donde el reducto m¨¢s recalcitrante del ISIS fue progresivamente arrinconado por los cazas de la coalici¨®n y las milicias kurdo-¨¢rabes hasta cercarlos en el oasis de Baguz. De un territorio de apenas unos pocos kil¨®metros cuadrados salieron m¨¢s de 80.000 mujeres y ni?os as¨ª como m¨¢s de 4.000 combatientes.
Ahmed asegura que no se arrepiente: ¡°No pienso en esas cosas, porque no sirve de nada pensar en eso ahora¡±. Se dice satisfecho con su vida porque ¡°Al¨¢ as¨ª lo ha querido, todo lo que me ha ocurrido¡±, y reitera que su deber era hacer la yihad y viajar voluntariamente a Siria. A punto de cumplir los 30 a?os, Ahmed ha perdido dos piernas, parte de la vista, tiene restos de metralla en el costado, da?ados los ri?ones y lleva dos a?os en una masificada celda sin ver a su hijo.
¡ª ?Mereci¨® la pena? ?Volver¨ªa a hacer la yihad?
¡ª Si yo pudiera hacer la yihad, y tuviera mis piernas, estar¨ªa con ellos, si es que hay gente fuera haciendo yihad. Pero nunca har¨ªa la yihad en Espa?a.
Acepta su encarcelamiento y aunque dice que ¡°no tiene problemas en ser juzgado en Siria¡± prefiere una extradici¨®n a Espa?a, ¡°para estar cerca de sus padres¡±. Junto con el resto de combatientes internacionales del grupo terrorista, Zuhair Ahmed Ahmed lleva dos a?os preso en un limbo jur¨ªdico como consecuencia de la negativa de los pa¨ªses de origen tanto a llevarlos de vuelta como a acceder a la petici¨®n de la Administraci¨®n del Norte y Este de Siria de establecer una corte penal internacional para juzgarlos por los cr¨ªmenes cometidos contra los m¨¢s de siete millones de almas sobre los que lleg¨® a imponer su yugo el califato.