La Cruz Roja advierte de un recrudecimiento de la violencia en Colombia durante la pandemia
En los lugares m¨¢s remotos del territorio la poblaci¨®n civil sufre los embates de los grupos armados y persisten los desplazamientos de comunidades
La pandemia del coronavirus ha tra¨ªdo un aumento de la violencia en varias regiones de Colombia. Cuatro a?os despu¨¦s de que el Gobierno firm¨® un acuerdo de paz con la extinta guerrilla de las FARC, hoy convertida en el partido pol¨ªtico Comunes, persisten los desaf¨ªos y en muchos de los lugares m¨¢s remotos la situaci¨®n humanitaria ha empeorado en medio de la crisis sanitaria y las medidas de confinamiento, ha alertado este mi¨¦rcoles el ...
La pandemia del coronavirus ha tra¨ªdo un aumento de la violencia en varias regiones de Colombia. Cuatro a?os despu¨¦s de que el Gobierno firm¨® un acuerdo de paz con la extinta guerrilla de las FARC, hoy convertida en el partido pol¨ªtico Comunes, persisten los desaf¨ªos y en muchos de los lugares m¨¢s remotos la situaci¨®n humanitaria ha empeorado en medio de la crisis sanitaria y las medidas de confinamiento, ha alertado este mi¨¦rcoles el Comit¨¦ Internacional de la Cruz Roja (CICR) al entregar su balance anual. A pesar del desarme de la que fue la guerrilla m¨¢s poderosa de Am¨¦rica, concluye, la poblaci¨®n civil sufre los embates de otros grupos armados y persisten fen¨®menos como los desplazamientos de comunidades, las desapariciones o el reclutamiento de menores.
¡°En 2020 las consecuencias del conflicto tuvieron un recrudecimiento¡±, se?al¨® durante la presentaci¨®n Lorenzo Caraffi, el nuevo jefe de la delegaci¨®n del CICR. ¡°Registramos nuevas desapariciones, v¨ªctimas de artefactos explosivos, ataques contra la Misi¨®n M¨¦dica, amenazas, homicidios, violencia sexual, reclutamiento y uso de menores, as¨ª como m¨²ltiples abusos contra la poblaci¨®n civil. Nos preocupa que los actores armados contin¨²en irrespetando el DIH [Derecho Internacional Humanitario] y otros principios humanitarios, y que las comunidades sigan sufriendo los peores efectos de la guerra¡±, apunt¨® Caraffi, quien desde agosto del a?o pasado lidera una delegaci¨®n que lleva m¨¢s de medio siglo operando sobre el terreno en Colombia.
En varias zonas en las que abundan las econom¨ªas ilegales la salida de las otrora Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia dej¨® un vac¨ªo que, ante la falta de respuesta estatal, ha sido copado por otros grupos armados. El CICR ha evitado hablar de una situaci¨®n de posconflicto, y prefiere referirse a un escenario de posacuerdo. Para la organizaci¨®n persisten al menos cinco conflictos armados no internacionales en el pa¨ªs andino. Cuatro son entre el Gobierno y alg¨²n actor armado: el Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n Nacional (ELN), el Ej¨¦rcito Popular de Liberaci¨®n (EPL), las autodenominadas Autodefensas Gaitanistas de Colombia ¨Ctambi¨¦n conocidas como el Clan del Golfo¨C y las antiguas estructuras de las FARC que no se acogieron al proceso de paz. El quinto es el enfrentamiento entre el ELN y el EPL en la regi¨®n del Catatumbo, fronteriza con Venezuela.
La pandemia ha agravado las consecuencias de esos cinco conflictos. ¡°Comunidades de diferentes regiones de los departamentos de Antioquia, Cauca, Choc¨®, Nari?o, Norte de Santander y zonas del suroriente colombiano se han visto particularmente afectadas por la violaci¨®n de las normas humanitarias por parte de los actores armados¡±, explica Caraffi, quien ya ha estado desplegado en otros dos periodos en el pa¨ªs andino. ¡°La situaci¨®n actual no se puede comparar a la de comienzos de los a?os 2000¡±, cuando la guerra era mucho m¨¢s aguda, matiza, ¡°lo que preocupa son las tendencias¡±.
Varias de las cifras consignadas en el informe encienden las alarmas. Casi 50.000 personas se vieron afectadas o bien por desplazamientos masivos ¨C21.307¨C o bien por confinamientos ¨C28.123¨C en el marco del conflicto armado durante el a?o pasado. En algunas zonas, ¡°los grupos armados impusieron medidas de control severas con el argumento de intentar detener el contagio del virus, lo que restringi¨® la movilidad de las comunidades y las expuso a consecuencias como la falta de acceso a sus medios de vida y a servicios b¨¢sicos de salud¡±, se?ala el documento. ¡°Adem¨¢s, las someti¨® a una situaci¨®n de miedo e intimidaci¨®n, ya que, al no cumplir con estas medidas de control social, la poblaci¨®n fue v¨ªctima de amenazas y homicidios¡±.
A pesar de los avances en desminado que se han producido desde la firma de los acuerdos, a finales de 2016, las 389 v¨ªctimas de minas antipersonal y otros tipos de artefactos explosivos en 2020 se convirtieron en la cifra m¨¢s alta de los ¨²ltimos cuatro a?os. De los 69 municipios en los que ocurrieron esos incidentes, en 41 no se hab¨ªan registrado en 2019, de modo que el fen¨®meno se ha extendido a lugares donde se cre¨ªa superado. ¡°Son artefactos explosivos nuevos¡±, enfatiz¨® Caraffi al se?alar que suelen tener una relaci¨®n directa con los confinamientos de comunidades, que afectaron principalmente al departamento del Choc¨®, sobre el corredor del Pac¨ªfico, con el 78 % de los casos.
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