Una incursi¨®n paramilitar en Bojay¨¢ enciende las alertas en Colombia

La paz a¨²n no llega al campo colombiano. La emblem¨¢tica Bojay¨¢, escenario de una de las peores masacres durante m¨¢s de medio siglo de conflicto armado, vuelve a estar asediada por los grupos armados ilegales. En realidad nunca ha dejado de estarlo, a juzgar por las m¨²ltiples alertas que han surgido en los tres a?os transcurridos desde la firma de los acuerdos con la extinta guerrilla de las FARC. La incursi¨®n de centenares de paramilitares el pasado 31 de diciembre en zonas rurales, seg¨²n denunciaron varias comunidades que quedaron confinadas, ha despertado en el nuevo a?o un clamor para evitar que la tragedia se repita.

No es la primera vez que se emiten alertas desde este municipio duramente golpeado por la guerra en el selv¨¢tico departamento de Choc¨®, en el occidente del pa¨ªs. All¨ª los grupos armados mueven la coca por los r¨ªos para sacarla al Pac¨ªfico, un corredor del narcotr¨¢fico con destino a Centroam¨¦rica y Estados Unidos. En los ¨²ltimos tres a?os, ya sin la presencia de las FARC, han ocurrido episodios similares en una regi¨®n donde operan tanto las autodenominadas Autodefensas Gaitanistas de Colombia, tambi¨¦n conocidas como Clan del Golfo, el mayor grupo narcotraficante del pa¨ªs, como el Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n Nacional (ELN), la ¨²ltima guerrilla activa. Aunque el Ej¨¦rcito colombiano aument¨® su presencia, y asegur¨® la zona sin reportar enfrentamientos, esta ¨²ltima incursi¨®n ha despertado inquietudes.

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En ese ambiente enrarecido, la zozobra se acrecent¨® con las amenazas de muerte contra el reconocido l¨ªder social Leyner Palacios, sobreviviente de la masacre. El defensor de derechos humanos, ganador en 2017 del Premio Pluralismo Global, fue una de las v¨ªctimas del conflicto que acompa?¨® en Oslo al expresidente Juan Manuel Santos cuando recibi¨® el Premio Nobel de la Paz 2016 por el acuerdo sellado con las otrora Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, hoy desarmadas y convertidas en un partido pol¨ªtico. Desde que se conocieron las amenazas, Palacios se ha reunido con el ministro del Interior y con el Alto Comisionado para la Paz, que llegaron a Bojay¨¢ como parte de la respuesta gubernamental. Las autoridades se comprometieron a reforzar la seguridad de Palacios, que se reunir¨¢ este mi¨¦rcoles con el presidente Iv¨¢n Duque para exponerle la grave situaci¨®n del municipio y del Pac¨ªfico colombiano.

Palacios anticipa a este peri¨®dico los puntos que abordar¨¢ en su encuentro con el mandatario. ¡°Son varias cosas. La primera tiene que ver con la necesidad de implementar de manera integral el acuerdo de paz firmado con las FARC. Segundo, la crisis humanitaria que est¨¢ viviendo Bojay¨¢ ratifica que la salida negociada del conflicto armado es una necesidad. En ese marco, voy a plantearle la urgente apertura de la mesa de di¨¢logo con el ELN y una propuesta de sometimiento por parte de los grupos de las AGC [Autodefensas Gaitanistas de Colombia o Clan del Golfo] para que podamos tener en Colombia una paz m¨¢s completa¡±. El ELN hab¨ªa iniciado con el anterior Gobierno unas dif¨ªciles negociaciones que languidec¨ªan en los primeros meses de la administraci¨®n Duque y quedaron en un punto muerto luego del atentado con un coche bomba contra una escuela de polic¨ªa en Bogot¨¢ que provoc¨® m¨¢s de 20 muertos hace un a?o. Palacios tambi¨¦n abogar¨¢ por temas puntuales en servicios de salud, educaci¨®n y electricidad para Bojay¨¢. ¡°Si se estuviera respondiendo institucionalmente el conflicto entonces no nos estar¨ªa cogiendo tanta ventaja¡±, valora.

EL PA?S atestigu¨® el pasado noviembre?varias de las denuncias sobre el inminente riesgo que corre el municipio, cuando acompa?¨® el entierro, 17 a?os despu¨¦s, de las v¨ªctimas de la masacre de 2002. En ese doloroso episodio un centenar de personas, entre ellas varios ni?os, murieron mientras intentaban refugiarse del fuego cruzado en la iglesia del pueblo, v¨ªctimas de un cilindro lanzado por guerrilleros de las FARC que combat¨ªan con paramilitares. La extinta insurgencia ha pedido perd¨®n en Bojay¨¢, pero los otros grupos armados que siguen activos no han dado tregua a un municipio que tambi¨¦n es reconocido por haber votado abrumadoramente a favor de los acuerdos en el llamado plebiscito por la paz.

La Comisi¨®n de la Verdad, surgida de la negociaci¨®n de paz, acompa?¨® en noviembre por invitaci¨®n de las v¨ªctimas los actos de entrega de los 78 cofres de madera con los restos identificados de la masacre. ¡°All¨ª fuimos testigos de la valent¨ªa de los hombres y mujeres de esa orilla del [r¨ªo] Atrato, pero tambi¨¦n recibimos con dolor las noticias de los nuevos desplazamientos, el confinamiento, el reclutamiento de menores y los asesinatos. Bojay¨¢ no puede repetir esa tragedia¡±, se?al¨® este lunes la comisi¨®n en un comunicado firmado por su presidente, el sacerdote jesuita Francisco de Roux. ¡°Instamos a las autoridades a tomar las medidas urgentes y necesarias para esclarecer la verdad y garantizar la vida de Leyner, de todos los l¨ªderes y lideresas y de las comunidades hoy en peligro¡±, a?adi¨®. El Ejecutivo de Duque, f¨¦rreo opositor a los di¨¢logos, no ha conseguido frenar desde que lleg¨® al poder hace un a?o y medio el asesinato de activistas,?ind¨ªgenas y excombatientes que firmaron la paz.

Las voces que claman porque Bojay¨¢ no se convierta, una vez m¨¢s, en una tragedia anunciada se acumulan. En su m¨¢s reciente informe sobre el estado de la implementaci¨®n del acuerdo de paz, la misi¨®n de Naciones Unidas advierte que "el deterioro de la situaci¨®n en el departamento del Choc¨® es motivo de alarma". Posici¨®n a la que se han sumado la Defensor¨ªa del Pueblo y la Iglesia en varias oportunidades. Como se?ala la ONU, la presencia de grupos armados ilegales en regiones como Choc¨® "sigue teniendo consecuencias devastadoras, como reclutamientos forzados de menores, homicidios, desplazamientos, confinamientos y ataques y amenazas contra las autoridades y los l¨ªderes ¨¦tnicos".