El hombre que puso a las ¨¦lites peruanas a los pies de su caballo
El maestro radical Pedro Castillo gana la primera vuelta de las elecciones a la presidencia
A mil kil¨®metros de Lima, a lomos de un caballo y bajo un sombrero de paja de ala ancha, un maestro de escuela rural desaf¨ªa el status quo peruano. Pedro Castillo apunta desde Chota (Cajamarca) al Palacio de Gobierno como vencedor de la primera vuelta de las elecciones presidenciales de Per¨², celebradas este domingo. Las ¨¦lites de la sociedad lime?a, cuna del poder del pa¨ªs sudamericano y origen de los cinco ¨²ltimos presidentes, se despertaron este lunes de resaca electoral noqueadas por la presencia del m¨¢s inc¨®modo de todos los candidatos para su ecosistema. El profesor sindicalista de corte radical, que no lider¨® las encuestas hasta la ¨²ltima semana, llama a las puertas de la presidencia con el lema ¡°basta ya de pobres en un pa¨ªs rico¡±.
Pedro Castillo Terrones, de 51 a?os, naci¨® en Cajamarca, una regi¨®n andina de las m¨¢s pobres de Per¨². El maestro, tercero de una familia de nueve hermanos, logr¨® en 1995 su plaza como profesor de primaria en una escuela de su regi¨®n, pero siempre tuvo aspiraciones pol¨ªticas. Como l¨ªder regional del partido Per¨² Posible desde 2005, era un completo desconocido en el resto del pa¨ªs hasta 2017. Aquel a?o, una multitudinaria protesta de docentes, que exig¨ªan subidas salariales a cambio de la evaluaci¨®n peri¨®dica a los maestros, paraliz¨® las clases durante 75 d¨ªas en casi todo Per¨². Castillo se puso al frente de las movilizaciones y desde entonces ya nadie volver¨ªa a olvidar su nombre.
El maestro navega sobre unas aguas ideol¨®gicas complejas. ¡°Tiene un ret¨®rica reivindicativa, un discurso b¨¢sicamente radical, amoldable a la izquierda y derecha¡±, explica el analista Jos¨¦ Carlos Requena. En su ideario recurre muchas veces a los ejemplos de Ecuador y Bolivia, pero tambi¨¦n destaca la nacionalizaci¨®n del petr¨®leo en Venezuela: ¡°Con frecuencia se nos dice que la nacionalizaci¨®n es mala. Sin embargo, tenemos ejemplos que desdicen esta absurda teor¨ªa¡±. Castillo promete nacionalizar el gas de Camisea, el proyecto energ¨¦tico m¨¢s importante del pa¨ªs. Tambi¨¦n quiere aumentar el presupuesto p¨²blico en sanidad y asegura que subir¨¢ el de educaci¨®n hasta el 10% -actualmente bordea el 4% del PIB-. Los analistas y competidores consideran inviables sus planteamientos.
Si logra abrir la llave del Palacio del Gobierno promete derogar la Constituci¨®n de 1993 (promulgada durante el Gobierno de Alberto Fujimori) y amenaza con cerrar el Congreso si no se lo permiten. La lista de propuestas causa aut¨¦ntico p¨¢nico en las ¨¦lites peruanas, que siempre han rechazado cualquier manifestaci¨®n de izquierdas. En Lima, el voto conservador (gran parte de ¨¦l ultraconservador) super¨® el domingo el 50%, apoyado en un discurso que siempre ha relacionado a la izquierda con el terrorismo de Sendero Luminoso, que caus¨® miles de muertes en los 80, y con el chavismo. En Castillo ven reflejado ambos lados.
Al maestro se le relaciona desde la huelga de 2017 con grupos pol¨ªticos formados por miembros de Sendero Luminoso, en libertad tras haber cumplido condena. ?l siempre se ha desvinculado, pero su sombra le persigui¨® hasta las urnas. El diario Per¨² 21 alertaba el d¨ªa antes de la votaci¨®n a toda p¨¢gina en primera plana: ¡°Cuidado, Sendero Luminoso estar¨¢ presente en estas elecciones¡±. Una portada que, en cualquier caso, no lleg¨® hasta sus votantes, en su mayor¨ªa repartidos entre el sur y los departamentos m¨¢s pobres. En Per¨² un 20% de la poblaci¨®n vive en la pobreza, seg¨²n los ¨²ltimos indicadores oficiales, aunque se estima que el porcentaje haya crecido durante la pandemia. Castillo pasa a la segunda vuelta con el 18% de los votos.
A pesar de la enorme distancia ideol¨®gica, el l¨ªder de Per¨² Libre comparte una parte de su ideario con los pol¨ªticos conservadores m¨¢s votados en la capital, como Keiko Fujimori, Hernando de Soto o el candidato de extrema derecha Rafael L¨®pez Aliaga. La agenda social, una rara avis en la pol¨ªtica peruana, se resume en una enmienda a todos los avances sociales que preocupan tan poco desde la mayor¨ªa de los rascacielos de Lima hasta el grueso de las monta?as andinas. Rechazo al aborto, rechazo al matrimonio homosexual, rechazo a incluir la igualdad de g¨¦nero en el curr¨ªculum escolar, rechazo a la eutanasia.
Castillo promete dar la batalla ante el poder establecido desde su pasado de rondero, una organizaci¨®n social creada en Chota en la d¨¦cada de los 70 por agricultores y campesinos para defenderse del robo de ganado y de la violencia. El r¨¦gimen propio de los ronderos, al margen de la ley, incluye latigazos y el escarnio p¨²blico contra ladrones y maleantes. En las dos d¨¦cadas que Per¨² sufri¨® la violencia de Sendero Luminoso (1980-2000) la vigilancia y fortaleza de las rondas cajamarquinas fren¨® la entrada en la zona del terrorismo que sembraba de atentados y muerte la mayor parte de los Andes.
Quedan dos meses hasta la segunda vuelta de las presidenciales. La l¨ªder del fujimorismo ser¨¢ la encargada de dar la cara por un sector de Per¨² que no quiere a Castillo ni en foto. Eso tampoco es plato de gusto para la mayor¨ªa. Keiko Fujimori es la candidata que mayor rechazo genera entre los votantes pero, en unas elecciones tan fragmentadas, el apoyo de los fujimoristas ac¨¦rrimos le ha granjeado la segunda posici¨®n con apenas el 14% de los votos.
Las ¨¦lites de Lima siguen buscando este lunes en Twitter respuestas a unos resultados que no entienden. En la escuela 10465, en el centro del poblado de Pu?a, en la provincia de Chota, el maestro de primaria Castillo saca a veces a sus alumnos al campo, coge su tel¨¦fono m¨®vil en alto y caminan en silencio buscando un punto de internet para asomarse por primera vez a Google.
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