Biden pide ante el Congreso otro impulso a su ambiciosa agenda social: ¡°No podemos parar ahora¡±
En su primer discurso en el Capitolio, coincidiendo con los 100 d¨ªas de mandato, el presidente de Estados Unidos reclama apoyo a unos planes billonarios para expandir el Estado de bienestar
El presidente Joe Biden ha hecho este mi¨¦rcoles, en su primer discurso ante el Congreso de Estados Unidos, una defensa clara del Gobierno federal y de sus ambiciosos planes de protecci¨®n social e inversi¨®n en infraestructuras, que suman cuatro billones de d¨®lares y que, de salir adelante, supondr¨¢n la mayor expansi¨®n del Estado del bienestar en d¨¦cadas. La v¨ªspera de cumplirse sus primeros 100 d¨ªas de mandato, Biden ha pedido apoyo a los republicanos para ...
El presidente Joe Biden ha hecho este mi¨¦rcoles, en su primer discurso ante el Congreso de Estados Unidos, una defensa clara del Gobierno federal y de sus ambiciosos planes de protecci¨®n social e inversi¨®n en infraestructuras, que suman cuatro billones de d¨®lares y que, de salir adelante, supondr¨¢n la mayor expansi¨®n del Estado del bienestar en d¨¦cadas. La v¨ªspera de cumplirse sus primeros 100 d¨ªas de mandato, Biden ha pedido apoyo a los republicanos para un nuevo marco que entierre el credo neoliberal que ha reinado desde los a?os ochenta y ha sacado pecho por las medidas tomadas en estos meses: ¡°Estados Unidos est¨¢ avanzando, no podemos parar ahora¡±.
El discurso del presidente ante el Senado y la C¨¢mara de Representantes, un rito anual de la pol¨ªtica estadounidense, ha tenido lugar en esta ocasi¨®n en unas condiciones an¨®malas, como ha ocurrido con pr¨¢cticamente todo en el ¨²ltimo a?o como consecuencia de la pandemia. Los alrededor de 1.600 invitados quedaron reducidos esta vez a unos 200 y la seguridad se reforz¨® en todo el per¨ªmetro del Capitolio, encendidas como est¨¢n las alarmas desde que lo asaltaron el pasado 6 de enero unos ultras que precisamente trataban de torpedear la llegada de Biden a la Casa Blanca.
Flanqueado por primera vez por dos mujeres ¡ªla presidenta de la C¨¢mara, Nancy Pelosi y la vicepresidenta del pa¨ªs, Kamala Harris¡ª, el dem¨®crata ha hecho un alegato que dif¨ªcilmente imagin¨® durante los 36 a?os que sirvi¨® como senador en ese mismo lugar y donde se forj¨® una reputaci¨®n de dem¨®crata centrista. ¡°Compatriotas, la econom¨ªa del goteo nunca funcion¨®. Es el momento de hacerla crecer desde abajo¡±, ha subrayado, en una intervenci¨®n de algo m¨¢s de una hora, en la que tambi¨¦n ha hecho un llamamiento a reforzar el sindicalismo y subir los impuestos a los m¨¢s ricos.
Biden ha hecho gala de ese optimismo que forma parte del ADN del pa¨ªs ¡ª¡°Estados Unidos vuelve a estar en marcha. Convirtiendo peligro en posibilidad. Crisis en oportunidad¡±¡ª, tras una pandemia que se ha llevado por delante all¨ª m¨¢s de 500.000 vidas. Ha destacado los 1,3 millones de empleos creados en tres meses ¡ªun r¨¦cord para los primeros 100 d¨ªas de cualquier presidente en la historia¡ª y defendido sus resultados contra la pobreza infantil.
El dem¨®crata ha tomado las riendas del pa¨ªs en un tiempo ins¨®lito y cr¨ªtico, ante un reto may¨²sculo, y ha decidido aprovechar esa crisis para lanzar un paquete de est¨ªmulos y reformas estructurales de gran calado social: en marzo consigui¨® aprobar un plan de rescate de 1,9 billones que ya parec¨ªa excesivo a los republicanos; luego present¨® un plan de infraestructuras de 2,3 billones y este mi¨¦rcoles ha aprovechado la cita con los estadounidenses y sus legisladores para presentar un nuevo programa, este dirigido a las familias y que ampl¨ªa la educaci¨®n p¨²blica, por otros 1,8 billones.
Para financiarlos, propone m¨¢s recursos para combatir la evasi¨®n fiscal, subidas de impuestos para las empresas y para aquellos ciudadanos que ganen m¨¢s 400.000 d¨®lares anuales, del 37% al 39,6%. Cu¨¢l debe ser el tama?o del Gobierno y su intervenci¨®n en la econom¨ªa divide a los estadounidenses. Los republicanos rechazan nuevas medidas de gasto mientras los dem¨®cratas las consideran una inversi¨®n. Para los republicanos, subir impuestos es mentar la bicha, sobre todo despu¨¦s de la gran rebaja aprobada por Donald Trump en 2017, pero el presidente asegura que su foco solo se dirige al ¡°1% m¨¢s rico¡± y que las clases medias no pagar¨¢n m¨¢s.
Biden dedic¨® buena parte de su mensaje al trabajador de mono azul, aquel que sali¨® perdiendo en las transformaciones econ¨®micas de las ¨²ltimas d¨¦cadas y que Trump supo arrimar a su costado. Tras a?os de cr¨ªticas, en los que se ha acusado a los dem¨®cratas de no haber sabido leer la angustia de la Am¨¦rica fabril, el dem¨®crata ha asegurado que ¨¦l est¨¢ pensando en todos en cada uno de los planes econ¨®micos que ha planteado. Por ejemplo, la noche del mi¨¦rcoles ha presentado los ambiciosos objetivos medioambientales a los que se acaba de comprometer Estados Unidos como una fuente de empleos t¨¦cnicos e industriales, en lugar de la sentencia de muerte de f¨¢bricas. ¡°Cuando yo pienso en cambio clim¨¢tico, pienso en empleos¡±, ha enfatizado. No hay ning¨²n motivo, ha continuado, por el que las turbinas para los molinos de viento ¡°no se produzcan en Pittsburgh, en lugar de en Pek¨ªn¡±. ¡°Sent¨ªs que hab¨¦is sido abandonados y olvidados en una econom¨ªa que cambia r¨¢pidamente. Dejadme que os diga que estos puestos de trabajo est¨¢n bien pagados y no pueden externalizarse¡±, ha resaltado el dem¨®crata. ¡°El 90% de los trabajos de infraestructuras¡±, ha a?adido, ¡°no requieren un t¨ªtulo universitario¡±.
En un giro muy evidente respecto a la Administraci¨®n de Barack Obama, ha defendido tambi¨¦n el fortalecimiento del movimiento sindical, recalcando: ¡°Wall Street no construy¨® este pa¨ªs, la clase media construy¨® este pa¨ªs. Y los sindicatos constituyen la clase media¡±. Y ha disputado a Trump la bandera del patriotismo econ¨®mico prometiendo que el plan de empleo se basar¨¢ ¡°en un solo principio¡±, que resumi¨® con estas palabras: ¡°Compra producto americano¡±. ¡°Los d¨®lares de los contribuyentes estadounidenses se van a utilizar para comprar productos americanos que crean empleos americanos¡±, ha afirmado.
Aprobaci¨®n
Biden ha cumplido sus primeros 100 d¨ªas de Gobierno con unos niveles de aprobaci¨®n razonablemente buenos (del 59%, seg¨²n los datos de Pew Research, frente al 39% que obtuvo Trump por las mismas fechas), con la gesti¨®n de la pandemia como aspecto mejor valorado y la inmigraci¨®n, como el peor. En un momento de pico de llegada de migrantes sin papeles a la frontera, el dem¨®crata ha instado a los legisladores a aprobar su proyecto de ley para incrementar la seguridad fronteriza y ofrecer un camino a la ciudadan¨ªa a los 11 millones de personas indocumentadas que se estima que hay en Estados Unidos.
Tambi¨¦n se ha referido a China y Rusia, pa¨ªses rivales hacia los que el dem¨®crata mantiene un tono duro. Ha asegurado que no busca una ¡°escalada de tensi¨®n¡± con el Kremlin, pero ha advertido de que sus acciones ¡ªcomo la injerencia electoral y los ataques inform¨¢ticos¡ª ¡°tienen consecuencias¡±; al igual que no busca el ¡°conflicto¡± con Pek¨ªn, seg¨²n sus palabras, pero combatir¨¢ la competencia econ¨®mica desleal.
El republicano tambi¨¦n ha abordado la muerte del afroamericano George Floyd bajo la rodilla del polic¨ªa Derek Chauvin, declarado culpable de asesinato la semana pasado por un jurado en Minneapolis, y ha pedido al Congreso que aproveche el primer aniversario del crimen, el pr¨®ximo 25 de mayo, para aprobar una ley de reforma policial que ayude a evitar los abusos y lleve el nombre de Floyd. Ha llamado a ¡°curar el alma de esta naci¨®n¡± y recalcado que el supremacismo blanco ¡°es terrorismo¡±. Tambi¨¦n ha abordado la guerra por las leyes de voto, instando a que se apruebe la expansi¨®n de ese derecho, en lugar de las restricciones que impulsan los Estados conservadores. Biden se ha referido al asalto al Capitolio para insistir, como hizo al tomar posesi¨®n del cargo, hace 100 d¨ªas, que ¡°hay que demostrar que la democracia a¨²n funciona¡±.
El ¨²ltimo discurso de Donald Trump ante el Congreso, en febrero de 2020, exhibi¨® el clima de hostilidad dominante en la pol¨ªtica estadounidense. Tuvo lugar justo un d¨ªa antes de que se votase el veredicto ¡ªabsolutorio¡ª del primer impeachment y, nada m¨¢s empezar, el republicano neg¨® el saludo a Pelosi. Acto seguido habl¨® durante m¨¢s de una hora, defendiendo su gesti¨®n y arremetiendo contra la inmigraci¨®n. Al terminar, Pelosi se levant¨® y rompi¨® los folios del discurso de Trump con evidente desprecio.
Esta vez no hubo drama, nadie se rasg¨® las vestiduras ni los papeles, pero los republicanos salieron de la C¨¢mara pronunci¨¢ndose en contra de los planes de expansi¨®n del Gobierno que acababan de escuchar, haciendo evidente que las negociaciones en el Congreso ser¨¢n arduas y la promesa de Biden de una era de cooperaci¨®n bipartita, dif¨ªcil de cumplir.
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