Chile analiza la vuelta al voto obligatorio para combatir la abstenci¨®n electoral

Las placas tect¨®nicas de la pol¨ªtica chilena siguen en movimiento luego de las elecciones del pasado 15 y 16 de mayo, cuando las fuerzas que lideraron la transici¨®n cayeron derrotadas frente a la izquierda y los independientes. Este mi¨¦rcoles, la C¨¢mara de Diputados aprob¨® en general reponer la obligatoriedad del voto y revertir a?os de baja participaci¨®n: en la ¨²ltima elecci¨®n solo acudi¨® a...

Las placas tect¨®nicas de la pol¨ªtica chilena siguen en movimiento luego de las elecciones del pasado 15 y 16 de mayo, cuando las fuerzas que lideraron la transici¨®n cayeron derrotadas frente a la izquierda y los independientes. Este mi¨¦rcoles, la C¨¢mara de Diputados aprob¨® en general reponer la obligatoriedad del voto y revertir a?os de baja participaci¨®n: en la ¨²ltima elecci¨®n solo acudi¨® a las urnas el 43,41% de los chilenos. Con 107 votos a favor, 16 votos en contra ¨Ctodos de la coalici¨®n oficialista¨C y 23 abstenciones, la iniciativa ser¨¢ estudiada por la comisi¨®n de Gobierno, de la misma C¨¢mara, para luego seguir su curso legislativo en el Senado.

En 2019 fue discutida una reforma similar, pero no alcanz¨® el qu¨®rum requerido de tres quintos. La obligatoriedad del sufragio no ser¨¢ aplicable a los mayores de 75 a?os y a las personas con alguna discapacidad o dependencia. No est¨¢ claro, hasta ahora, si el registro en el padr¨®n seguir¨¢ siendo autom¨¢tico al cumplir la mayor¨ªa de edad, porque depender¨¢ de la discusi¨®n futura. De aprobarse en el Parlamento, resulta improbable que alcance su vigencia para las elecciones de parlamentarias y presidenciales de noviembre.

Con el voto obligatorio, en las elecciones entre 1989 y 2009 la participaci¨®n se mantuvo entre 87% y 58% (sobre los inscritos y no sobre la poblaci¨®n en edad de votar). El sufragio voluntario debut¨® en las elecciones municipales de 2012, luego de un acuerdo transversal. La clase pol¨ªtica apostaba a incentivar la participaci¨®n de los j¨®venes, pero pronto se percat¨® de que se trataba de un error. Lo reconoci¨® la propia presidenta Michelle Bachelet, en cuyo Gobierno se promulg¨® la ley. En las siguientes municipales de 2016 se alcanz¨® un r¨¦cord de baja concurrencia, con un 36%. El actual Parlamento fue electo en 2017 con el 48% de participaci¨®n y en las presidenciales de 2017 hubo un 48% en primera vuelta y un 50% en el balotaje, donde result¨® electo el presidente Sebasti¨¢n Pi?era.

Luego de las revueltas sociales de 2019, la abstenci¨®n no ha variado mayormente, por lo que los especialistas la califican de estructural. En el plebiscito de octubre pasado, donde los ciudadanos debieron decidir si reemplazar o no la Constituci¨®n redactada en 1980, en la dictadura de Pinochet, acudi¨® a las urnas el 50,9% de los habilitados para votar. No fue un mal n¨²mero, sin embargo, dado el contexto de pandemia que oblig¨® a posponerlas en una ocasi¨®n. La participaci¨®n que se alcanz¨® hace siete meses era el piso m¨ªnimo para estas elecciones de mayo, pero hubo un mill¨®n menos de votantes. Pese a los altos ¨ªndices de vacunaci¨®n (hoy hay 7,8 millones de personas vacunadas con dos dosis) y a que se organizaron las votaciones en dos d¨ªas para evitar aglomeraciones, casi seis de cada 10 chilenos optaron por quedarse en su casa y no participar de unas elecciones hist¨®ricas.

¡°El voto obligatorio es un m¨ªnimo exigible en un largo camino de tareas, como la paridad y educaci¨®n c¨ªvica. Reponer este voto obligatorio es un m¨ªnimo y no la soluci¨®n¡±, indic¨® en la discusi¨®n el diputado Gabriel Boric, candidato presidencial del Frente Amplio (el bloque nacido de las protestas universitarias de 2011). En la misma l¨ªnea, la diputada comunista Camila Vallejo asegur¨®: ¡°Tengo la convicci¨®n de que la democracia no es un juego ni una opci¨®n, sino una responsabilidad de los ciudadanos y las autoridades electas¡±. En el partido RN, del oficialismo, el diputado Leonidas Romero dijo que ¡°no es posible que Chile tenga autoridades elegidas con el 40% del 40% que fue a votar¡±.

Las autoridades electorales, en paralelo, han apuntado a la necesidad de complementar el restablecimiento del voto obligatorio con otras medidas. ¡°Hay que modificar adem¨¢s las normas de derecho p¨²blico que restablezcan un solo domicilio electoral, que cambie la formaci¨®n de las mesas por el domicilio y no por el Rut [el DNI], lo que permitir¨ªa asignar locales m¨¢s cercanos¡±, asegur¨® Patricio Santamar¨ªa, abogado y consejero del Consejo Directivo del Servicio Electoral (Servel). En Chile, a diferencia de pa¨ªses como Bolivia, en muchas ocasiones para votar hay que recorrer grandes distancias.

De acuerdo a expertos como Marcela R¨ªos, del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el voto voluntario agudiz¨® la ca¨ªda en la participaci¨®n y, aunque no es la causa de la abstenci¨®n, aumenta la desigualdad en el ejercicio de los derechos. En los comicios m¨²ltiples de hace dos semanas, las diferencias se produjeron entre las regiones. Mientras en el extremo norte del pa¨ªs, Arica, particip¨® un 36,79%, en la central regi¨®n Libertador Bernardo O¡¯Higgins, al sur de la capital, alcanz¨® un 47,33%. Tambi¨¦n hubo grandes distancias en la concurrencia a las urnas en comunas acomodadas y las populares de la misma capital. Mientras que en la rica Vitacura particip¨® un 63%, en zonas sencillas como La Pintana lleg¨® solo a un 36%.

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