Unas menguadas protestas mantienen el pulso a Iv¨¢n Duque
Las manifestaciones siguen en Colombia, mientras las conversaciones entre el Gobierno y el comit¨¦ del paro avanzan con lentitud
Aunque las protestas han amainado en algunas de las principales ciudades de Colombia, casi un mes despu¨¦s la calle le mantiene el pulso al Gobierno de Iv¨¢n Duque. Mientras el Ejecutivo y el comit¨¦ del paro avanzan con lentitud para establecer una mesa de negociaci¨®n, miles de personas siguen moviliz¨¢ndose como parte de unas protestas in¨¦ditas, de las m¨¢s largas de los ¨²ltimos a?os. En Bogot¨¢, la ma?ana fue para los maestros que salieron en medio de un ambiente festivo rumbo a la Plaza de Bol¨ªvar, en el centro de la capital; en la ta...
Aunque las protestas han amainado en algunas de las principales ciudades de Colombia, casi un mes despu¨¦s la calle le mantiene el pulso al Gobierno de Iv¨¢n Duque. Mientras el Ejecutivo y el comit¨¦ del paro avanzan con lentitud para establecer una mesa de negociaci¨®n, miles de personas siguen moviliz¨¢ndose como parte de unas protestas in¨¦ditas, de las m¨¢s largas de los ¨²ltimos a?os. En Bogot¨¢, la ma?ana fue para los maestros que salieron en medio de un ambiente festivo rumbo a la Plaza de Bol¨ªvar, en el centro de la capital; en la tarde, cerca de 300 personas se congregaron en el monumento a Los H¨¦roes, que se ha convertido en uno de los puntos m¨¢s emblem¨¢ticos en este ciclo de movilizaciones, principalmente entre los j¨®venes, que en otras jornadas han acudido por miles en una aut¨¦ntica marea humana.
En un ambiente distendido, algunos manifestantes pegaban carteles en el podio vac¨ªo de la estatua del libertador Sim¨®n Bol¨ªvar que han intentado derribar y la alcald¨ªa decidi¨® retirar el fin de semana por el riesgo estructural. ¡°Esper¨¢bamos que estuviera grande, hoy no hay tanta gente¡±, concede al atardecer Sof¨ªa L¨®pez, una estudiante de 20 a?os que ha salido a las calles desde el 28 de abril. Apunta que quiz¨¢s el viernes, cuando se cumple un mes del paro nacional, las convocatorias vuelvan a tomar vuelo. ¡°Me afectan las muertes y los abusos policiales. Algo que me gustar¨ªa conseguir con las marchas es una reforma de la polic¨ªa¡±, se?ala mientras parte, con una bandera de Colombia en la mano, a otro punto de la ciudad.
Pero en las regiones del Pac¨ªfico colombiano que a¨²n son escenario de protestas, se siguen presentando desmanes y bloqueos de carreteras. La noche del martes, las llamas acabaron con el Palacio de Justicia de Tulu¨¢, una ciudad del departamento del Valle del Cauca, en uno de varios actos de vandalismo denunciados por el alcalde. En medio de los disturbios y enfrentamientos con la fuerza p¨²blica muri¨® un estudiante de derecho. La sede de la alcald¨ªa de Jamund¨ª ya hab¨ªa ardido, y Cali, la capital departamental, ha sido epicentro de los episodios de violencia. All¨ª, miles de personas irritadas por el paro nacional hicieron la v¨ªspera una ¡°marcha del silencio¡±, una suerte de contraprotesta con el objetivo de pedir que cesen los bloqueos de carreteras que tienen en jaque a la econom¨ªa regional.
Tambi¨¦n fue en el Valle del Cauca, en la v¨ªa entre Cali y el puerto de Buenaventura, donde muri¨® el domingo un beb¨¦ a bordo de una ambulancia detenida en las manifestaciones, lo que aviv¨® las cr¨ªticas contra los bloqueos y las denuncias de ataques a los trabajadores m¨¦dicos. La carga se sigue acumulando en el principal puerto colombiano sobre el Pac¨ªfico, y el propio Duque acudi¨® esta semana a Buenaventura para prometer un corredor log¨ªstico que permita mover la mercanc¨ªa al centro y el sur del pa¨ªs. Y en Popay¨¢n, la capital del vecino departamento del Cauca, tambi¨¦n se han presentado algunos de los enfrentamientos m¨¢s graves, y de los peores episodios de uso excesivo de la fuerza, despu¨¦s de que una joven denunci¨® la agresi¨®n sexual de varios polic¨ªas y aparentemente se suicid¨®.
Las abundantes im¨¢genes de brutalidad policial en distintos lugares de Colombia han puesto contra las cuerdas al ministro de Defensa, Diego Molano, que esta semana ha enfrentado sendos debates de moci¨®n de censura en el Congreso. La crisis ya se ha cobrado la cabeza de otros miembros del Gabinete: el ministro de Hacienda que dise?¨® la fallida reforma tributaria que abri¨® la caja de los truenos y la canciller que no supo responder a las crecientes cr¨ªticas externas a la represi¨®n de las protestas. El Senado se prepara para votar este jueves sobre Molano, aunque parece improbable que la oposici¨®n consiga los suficientes apoyos para destituir al funcionario que se ha convertido en otro blanco de la ira ciudadana.
¡°Yo soy maestra de j¨®venes, y me duele en el alma que me los est¨¢n matando¡±, asegura Norma Ram¨ªrez, una profesora de biolog¨ªa de 40 a?os, mientras marcha este mi¨¦rcoles en la emblem¨¢tica carrera s¨¦ptima de Bogot¨¢. ¡°El pueblo pide comida y Duque responde con balas. ?Fuera Molano! ?Desmonte el Esmad ya!¡±, reza su cartel, popular entre los marchantes, en referencia al Escuadr¨®n M¨®vil Antidisturbios de la polic¨ªa. ¡°Hay que cambiar unas pol¨ªticas que vienen desde hace muchos a?os, pero la salida de Molano s¨ª podr¨ªa de alguna manera calmar los ¨¢nimos de los j¨®venes en las calles¡±, valora.
Por su parte, el Gobierno y el comit¨¦ nacional del paro avanzan con lentitud en sus acercamientos. El alto comisionado para la paz, Miguel Ceballos, quien acaba de renunciar a su cargo, asegur¨® que trabajaron en un documento de preacuerdo para encaminarse a una negociaci¨®n. Sin embargo, a¨²n analizan el texto. ¡°No hemos avanzado en la instalaci¨®n de una mesa de negociaci¨®n. Los bloqueos siguen siendo un gran obst¨¢culo que hay para el acceso a alimentos, medicamentos y para que se permita el ejercicio pleno de los derechos fundamentales¡±, dijo Ceballos, quien trabaj¨® hasta el martes aunque seguir¨¢ acompa?ando los di¨¢logos. Ha sido relevado como una suerte de l¨ªder negociador por el consejero presidencial para la Estabilizaci¨®n (antes Posconflicto), Emilio Archila. El comit¨¦ del paro ha exigido como pasos iniciales garant¨ªas para la movilizaci¨®n, que cese la represi¨®n, que el presidente condene abiertamente la violencia policial y que permita la visita de la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos. Mientras ellos contin¨²an sus encuentros, ya se convoca a nuevas movilizaciones en las calles de todo el pa¨ªs.
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