Egipto busca enaltecer al presidente Al Sisi tras su papel mediador en Gaza

La exitosa mediaci¨®n de Egipto entre Israel y el movimiento palestino Ham¨¢s para fraguar a finales de mayo el alto el fuego en Gaza, que puso fin a 11 d¨ªas de bombardeos israel¨ªes sobre la Franja y al lanzamiento de cohetes desde el enclave palestino, le vali¨® a El Cairo una r¨¢pida cascada de elogios internacionales. El presidente egipcio, Abdelfat¨¢ al Sisi, recibi¨® en pocos d¨ªas dos llamadas de su hom¨®logo estadounidense, Joe Biden, quien hasta entonces le hab¨ªa ignorado, y acogi¨® luego, el 26 de mayo, al secretario de Estado de EE UU, Anthony Blinken, en su palacio. Antes, Al Sisi se hab¨ªa reunido en Par¨ªs con el presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, y el ministro de Exteriores egipcio, Sameh Shoukry, recibi¨® aplausos de Berl¨ªn y la Uni¨®n Europea.

H¨¢bil, El Cairo ha querido seguir aprovechando el momento, que le brinda una excelente oportunidad para reivindicar su relevancia en la regi¨®n, e intentar marcar la agenda. Por un lado, ha intensificado, ahora m¨¢s abiertamente, su actividad diplom¨¢tica con Israel, la Autoridad Palestina y Ham¨¢s para apuntalar el alto el fuego inicial, mediar en los t¨¦rminos de una tregua a largo plazo y reactivar una vez m¨¢s el proceso de reconciliaci¨®n palestino. Y por el otro, El Cairo se ha posicionado como un actor clave en la reconstrucci¨®n de Gaza, al haber sido la primera capital en anunciar su participaci¨®n, con una inversi¨®n de 500 millones de d¨®lares, y haber sacado partido de compartir con la Franja el ¨²nico paso fronterizo que no controla Israel -el de Rafah- para enviar ayuda humanitaria y coordinar la de terceros.

Dentro de Egipto, la labor de las autoridades del pa¨ªs ha sido alabada por la engrasada maquinaria del r¨¦gimen, que ha retratado a Al Sisi como art¨ªfice de todos y cada uno de estos movimientos. Pero el doble rasero exhibido en sus publicitadas relaciones con Ham¨¢s y en el paternalismo con la Franja de Gaza han empezado tambi¨¦n a generar inquietud y a levantar ampollas. ¡°El r¨¦gimen de Al Sisi es pragm¨¢tico y trabaja principalmente para su propio beneficio, independientemente de lo diferente, vergonzoso o chocante que sea lo que hace¡±, considera el investigador en el exilio Mohannad Sabry, experto en seguridad de la pen¨ªnsula del Sina¨ª.

Aunque la mejora de las relaciones entre El Cairo y Ham¨¢s lleva a?os teji¨¦ndose, despu¨¦s de tocar fondo en 2013 tras el golpe de Estado de Al Sisi, cuyo r¨¦gimen consider¨® al movimiento islamista una amenaza por sus v¨ªnculos con los Hermanos Musulmanes, su acercamiento alcanz¨® un nuevo nivel, al menos simb¨®lico, a principios de semana. Entonces, el jefe del espionaje egipcio, Abbas Kamel, viaj¨® a Gaza en la primera visita oficial de este rango desde principios de los 2000. Durante su estancia, Kamel apareci¨® abraz¨¢ndose con el l¨ªder de Ham¨¢s Yahia Sinwar, en unas im¨¢genes que no se habr¨ªan difundido sin su consentimiento.

El retrato del restablecimiento de la relaci¨®n con los dirigentes de Ham¨¢s, no obstante, se difundi¨® mientras en Egipto un alto n¨²mero de personas contin¨²a en prisi¨®n por colaborar de diferentes maneras con ese movimiento isl¨¢mico palestino, seg¨²n grupos de derechos humanos. El propio Mohamed Morsi, expresidente egipcio y l¨ªder destacado de los Hermanos Musulmanes, depuesto en 2013, falleci¨® en 2019 mientras comparec¨ªa ante un tribunal en El Cairo que le juzgaba por cargos de espionaje relacionados con contactos con Ham¨¢s.

¡°La l¨®gica general que rige la pol¨ªtica interior y exterior de los dirigentes de Egipto es asegurar la sostenibilidad del r¨¦gimen dictatorial. La relaci¨®n con Ham¨¢s es solo un ejemplo¡±, considera Bahey eldin Hassan, director del Instituto de Estudios de Derechos Humanos de El Cairo. ¡°En este contexto, no hay contradicci¨®n entre restablecer las relaciones con los altos cargos de Ham¨¢s, mientras se usa la afirmaci¨®n de colaborar con Ham¨¢s como justificaci¨®n para encarcelar a decenas de opositores¡±, agrega.

Un ¡°regalo¡± al pueblo palestino

Otras im¨¢genes que tambi¨¦n han causado pol¨¦mica han sido las de los convoyes de ayuda humanitaria que El Cairo ha enviado a Gaza, muchos a cargo de un fondo controlado por Al Sisi, Tahya Masr, o despachados bajo directrices directas del presidente, a quien se ha presentado como el gran benefactor de los gazat¨ªes. Para dejar constancia de ello, los veh¨ªculos han exhibido grandes pancartas con el nombre del fondo, que es a su vez el eslogan del r¨¦gimen, y fotos de Al Sisi, acompa?adas de mensajes como ¡°Regalo del presidente al pueblo palestino¡±. Tambi¨¦n Gaza, al menos durante la visita del jefe del espionaje egipcio, Kamel, se llen¨® de pancartas del rais egipcio en una estampa ins¨®lita.

Adem¨¢s de esta ret¨®rica de tinte paternalista con la que se ha envuelto la ayuda egipcia a Gaza con el fin de enaltecer la figura del presidente, la publicidad que se le est¨¢ otorgando tambi¨¦n ha levantado cr¨ªticas porque, desde 2013, el r¨¦gimen egipcio ha participado activamente en el bloqueo israel¨ª a la Franja. En 2013, El Cairo adopt¨® una postura mucho m¨¢s agresiva con los t¨²neles subterr¨¢neos usados en el contrabando de mercanc¨ªas a Gaza por la percepci¨®n de que representaban una amenaza a la seguridad nacional. En julio de ese a?o, las autoridades egipcias destruyeron la mayor¨ªa del m¨¢s de un millar de esos pasadizos bajo tierra que permit¨ªan aprovisionarse a los habitantes de la Franja. A finales de 2014, el gobierno egipcio decidi¨® tambi¨¦n cerrar casi por completo el paso de Rafah, que solo empez¨® a reabrir con mayor regularidad a mediados de 2018, aunque con criterios igualmente estrictos para atravesar esa frontera.

¡°El r¨¦gimen se est¨¢ promoviendo a s¨ª mismo, est¨¢ jugando la carta humanitaria¡±, opina Sabry. ¡°[Pero] hasta ahora, lo que los egipcios han enviado a Gaza es extremadamente m¨ªnimo en comparaci¨®n con la destrucci¨®n de Gaza y el sufrimiento de la poblaci¨®n gazat¨ª de los que Egipto ha sido un actor principal¡±, asevera.