Londres y Bruselas resucitan las tensiones del Brexit con la negociaci¨®n sobre Irlanda del Norte
La reuni¨®n del vicepresidente europeo y el Gobierno brit¨¢nico para resolver las disputas sobre controles aduaneros concluye sin acuerdo
Los dos pol¨ªticos que presiden el Comit¨¦ Conjunto de Seguimiento del Brexit, el secretario de Estado brit¨¢nico para la UE, David Frost, y el vicepresidente de la Comisi¨®n Europea, Maros Sefcovic, se reun¨ªan este mi¨¦rcoles en Londres para intentar desactivar la crisis desatada en torno a Irlanda del Norte. Tres horas y medias...
Los dos pol¨ªticos que presiden el Comit¨¦ Conjunto de Seguimiento del Brexit, el secretario de Estado brit¨¢nico para la UE, David Frost, y el vicepresidente de la Comisi¨®n Europea, Maros Sefcovic, se reun¨ªan este mi¨¦rcoles en Londres para intentar desactivar la crisis desatada en torno a Irlanda del Norte. Tres horas y medias de conversaciones han concluido sin resultado. ¡°No ha habido ning¨²n avance. Vamos a seguir hablando¡±, ha asegurado Frost a la salida del encuentro. ¡°El problema que tenemos con el protocolo [de Irlanda del Norte] es que su aplicaci¨®n esta provocando serias disrupciones en Irlanda del Norte (...) Debemos hallar de modo urgente alguna soluci¨®n que apoye el proceso de paz en Irlanda del Norte y permita que todo vuelva a la normalidad¡±.
Sefcovic ha intentado, en su comparecencia, mostrar el lado m¨¢s flexible de la UE en la b¨²squeda de soluciones pr¨¢cticas a problemas concretos, pero ha sido firme en su respuesta: ¡°Debemos restaurar la confianza entre las partes (...) No se puede deshacer la base fundamental del Protocolo de Irlanda. Pacta sunt servanda (los contratos deben cumplirse)¡±, ha asegurado.
El Gobierno de Johnson acusa a Bruselas de un ¡°purismo legal¡± -seg¨²n palabras del propio Frost- que, a su juicio, podr¨ªa poner en riesgo la estabilidad pol¨ªtica en la regi¨®n. ¡°Nuestra prioridad compartida debe ser proteger el Acuerdo de Viernes Santo [el pacto que puso fin al conflicto de Irlanda del Norte en 1998]. Conf¨ªo en que la UE muestre flexibilidad y acepte negociar nuestras propuestas, para encontrar soluciones que sean aceptadas por todas las comunidades [unionistas y republicanas]¡±, aseguraba el pol¨ªtico brit¨¢nico en un comunicado emitido en horas previas a la reuni¨®n.
Bruselas no acepta esa atribuci¨®n de culpas y cree que la principal raz¨®n del problema reside en la decisi¨®n unilateral de Downing Street de saltarse los compromisos que firm¨® en un tratado internacional. ¡°Si el Reino Unido prosigue con sus acciones unilaterales en las pr¨®ximas semanas, la UE no dudar¨¢ en reaccionar de un modo r¨¢pido, firme y resolutivo para asegurar que se cumplan las obligaciones de la legislaci¨®n internacional¡±, ha escrito Sefcovic en una tribuna para el diario The Daily Telegraph.
La UE no descarta una respuesta legal, o un incremento de sus aranceles a los productos que Gran Breta?a exporta a Irlanda del Norte. Ah¨ª est¨¢ la clave de esa disputa. Bajo los t¨¦rminos del Protocolo, un documento anexo al Acuerdo de Retirada firmado por Londres y Bruselas, la regi¨®n norirlandesa sigue siendo parte del Mercado Interior de la UE. Era el modo de evitar que se estableciera una nueva frontera f¨ªsica -en forma de controles aduaneros- en la isla de Irlanda, que habr¨ªa puesto en riesgo la paz alcanzada en 1998. Sin embargo, las numerosas trabas t¨¦cnicas y burocr¨¢ticas a las mercanc¨ªas que atraviesan el mar de Irlanda han provocado las protestas de la comunidad empresarial. Y lo que es m¨¢s grave: han agitado las aguas de la comunidad unionista norirlandesa, que se siente traicionada por el Gobierno de Johnson. En las ¨²ltimas semanas, Irlanda del Norte ha vuelto a vivir escenas de violencia callejera como no se recordaban en muchos a?os. El principal partido pol¨ªtico probrit¨¢nico, el DUP, atraviesa una crisis interna espoleada por el temor de verse sobrepasado en las urnas por la formaci¨®n republicana Sinn F¨¦in.
La ¡°guerra de las salchichas¡±
El mismo diario en el que Boris Johnson, en sus lejanos tiempos de corresponsal en Bruselas, lanzaba titulares incendiarios contra la UE, se ha inventado ahora ¡°la guerra de las salchichas¡±, para reducir a t¨¦rminos simples y nacionalistas un asunto de gran complejidad t¨¦cnica. Varios productos de intenso intercambio entre Gran Breta?a e Irlanda del Norte se ven afectados por las nuevas reglas, o amenazados por el fin inminente de una pr¨®rroga que Londres pretende ampliar. Las medicinas autorizadas para su uso por el organismo regulador del Reino Unido (MHRA), por ejemplo, ya no podr¨¢n venderse libremente en territorio norirland¨¦s a finales de a?o. La UE no permite la exportaci¨®n de alimentos c¨¢rnicos si no se congelan previamente, y la regla deber¨¢ entrar en vigor a finales de junio, cuando expire la tregua acordada. De ah¨ª lo de las ¡°salchichas¡±, un producto de amplio consumo en la cultura brit¨¢nica. Londres pide a Bruselas un mayor margen ante un caso anecd¨®tico que, dicen, presenta escasos riegos sanitarios y apenas afecta al Mercado Interior de la UE.
Problemas similares existen con los suministros diarios de las grandes cadenas de supermercados brit¨¢nicos, con el intercambio de plantas o semillas, o con asuntos tan triviales como los pasaportes para mascotas. Pero tambi¨¦n hay sectores en los que la situaci¨®n es m¨¢s grave, como el acero. La UE impone un arancel del 25% a su importaci¨®n. Bajo esa regla, el comercio del metal desde Gran Breta?a a Irlanda del Norte se ver¨ªa sujeto a este sobrecargo. Aunque Londres acord¨® una cantidad anual exenta de aranceles en sus exportaciones a la UE, nadie calcul¨® que los env¨ªos a la regi¨®n norirlandesa podr¨ªan agotar pronto ese cupo.
Johnson y la presidenta de la Comisi¨®n Europea, Ursula von der Leyen, acordaron este mi¨¦rcoles, en una conversaci¨®n telef¨®nica, abordar el asunto de Irlanda del Norte en un encuentro aparte, durante la cumbre del G-7 que se celebra a partir del viernes en la localidad brit¨¢nica de Cornualles. Londres quiere evitar a toda costa que el explosivo enfrentamiento en torno a Irlanda del Norte, seguido muy de cerca por la Administraci¨®n estadounidense de Joe Biden, contamine una cumbre en la que Johnson ha apostado con fuerza para fijar la nueva posici¨®n internacional del Reino Unido en la era post Brexit. El consejero de Seguridad Nacional de Bide, Jake Sullivan, ha lanzado horas antes de la cumbre una advertencia a las partes: ¡°Deben dar con una soluci¨®n que sirva para ambos¡±, ha dicho. ¡°Pero sea la que sea, debe proteger el fundamento del Acuerdo de Viernes santo y no ponerlo en peligro¡±.
Son varias las voces, sin embargo, que estos d¨ªas han acusado a Downing Street de firmar en su d¨ªa un Protocolo de Irlanda del Norte sin medir el alcance de sus consecuencias con el prop¨®sito estrat¨¦gico de acelerar cuanto antes la salida de la UE. ¡°Ninguno de los implicados en las negociaciones va a creerse que el Gobierno [brit¨¢nico] firm¨® algo sin entender las consecuencias reales de lo que estaba firmando¡±, ha dicho este mi¨¦rcoles Gavin Barwell, quien fuera jefe de Gabinete de la ex primera ministra, Theresa May. ¡°Creo que sus c¨¢lculos [de Johnson] consistieron en firmar lo que se pusiera sobre la mesa, y ver si se pod¨ªa cambiar m¨¢s adelante. La UE ha llegado a esta misma conclusi¨®n, y por eso ha endurecido su posici¨®n¡±, ha asegurado Barwell a la BBC.