Joe Manchin, el dem¨®crata m¨¢s republicano de Washington
El senador por Virginia Occidental vota m¨¢s veces con la oposici¨®n que con sus colegas pol¨ªticos en la b¨²squeda de pactos bipartidistas
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Cuando est¨¢ en Washington, el senador dem¨®crata Joe Manchin vive en el sureste de la ciudad, en un barco anclado en el r¨ªo Anacostia llamado Almost Heaven, la apertura l¨ªrica con la que comienza la oda a Virginia Occidental de John Denver. ¡°Si te compras algo que es permanente, los votantes de tu Estado creen que te gusta el lugar, y estoy tan seguro como que existe el infierno de que no me gusta nada esta ciudad¡±.
Dicen sus colegas de bancada que ¡°Joe representa a Virginia Occidental, no representa al Partido Dem¨®crata¡±. Y es que Manchin, de 73 a?os, es un senador dem¨®crata en un Estado que en 2020 Donald Trump gan¨® por casi 70 puntos de ventaja frente a su rival, Joe Biden, colocando a Virginia Occidental como el cuarto Estado m¨¢s republicano de la naci¨®n en la votaci¨®n presidencial.
Con el Senado partido por la mitad (50 esca?os para cada formaci¨®n) tras los comicios de 2020, los l¨ªderes dem¨®cratas intentan aprobar toda la legislaci¨®n posible ahora que tienen los n¨²meros a su favor, ya que ante un empate, el voto decisivo le corresponde a la vicepresidenta, Kamala Harris. Y, sin embargo, ante cada ley que el Partido Dem¨®crata intenta aprobar, se encuentra con un escollo: Joe Manchin impone su voluntad.
Con una carrera pol¨ªtica a sus espaldas que se forj¨® en el Capitolio de Virginia Occidental, Manchin dio el salto al Senado nacional en 2010 ¡ªen una elecci¨®n especial tras la muerte de Robert Byrd, quien estuvo en la C¨¢mara alta de EE UU m¨¢s de 50 a?os¡ª. Desde entonces, este antiguo vendedor de alfombras y agente intermediario de carb¨®n ha estado en el centro de todos los debates pol¨ªticos de peso en Washington. Ahora, el dem¨®crata m¨¢s republicano de EE UU intenta, en un escenario de fuerte polarizaci¨®n en el pa¨ªs, mediar entre un partido ansioso por usar sus mayor¨ªas para avanzar en sus proyectos legislativos y la oposici¨®n, con el objetivo de forzar pactos y restaurar una agenda bipartidista.
Las estad¨ªsticas no mienten: Manchin vota constantemente con los republicanos en los proyectos de ley y trabaja m¨¢s con ellos que con sus colegas dem¨®cratas, seg¨²n los n¨²meros recogidos por el sitio de an¨¢lisis pol¨ªtico FiveThirtyEight. Manchin es consciente del poder que tiene su voto y tambi¨¦n presupone que, quiz¨¢, no renueve esca?o en las elecciones de medio mandato en 2022, por lo que quiere usar esta oportunidad, ¡°su momento en el tiempo¡±, como ¨¦l lo define, para empujar a su modo al Senado hacia los pactos entre partidos.
Se dice en la capital que el senador de Virginia Occidental es una suerte de baza inesperada para los republicanos en el actual Congreso. Es partidario del carb¨®n como fuente de energ¨ªa, contrario al aborto y est¨¢ a favor de las armas de fuego. Sus convicciones son producto de una era en la que el regionalismo, la defensa del Estado al que se representa, era tan significativo como la afiliaci¨®n al partido y los senadores eran actores m¨¢s individuales que votos predecibles para su grupo.
Sus pol¨ªticas impositivas cuando era legislador en su Estado le hicieron valedor de una nota ¡°A¡± por parte del liberal Cato Institute ¡ªes el ¨²nico dem¨®crata que ostenta esa calificaci¨®n¡ª. Manchin fue un cr¨ªtico feroz de la Agencia de Protecci¨®n Ambiental de Barack Obama por sus normas ambientales, y se situ¨® m¨¢s cerca de los intereses de las influyentes industrias extractivas del carb¨®n de su Estado.
La resistencia de Manchin a eliminar el filibusterismo ¡ªuna t¨¢ctica de objeci¨®n parlamentaria que ha derivado en la necesidad de obtener 60 votos para pasar algunas leyes en el Senado¡ª ha provocado la ira de muchos dem¨®cratas de la C¨¢mara de Representantes, particularmente de algunos que consideran que el senador se inclina m¨¢s por presionar a sus compa?eros de filas a compromisos con los republicanos que por asegurar el derecho de voto para la poblaci¨®n negra con la aprobaci¨®n de la conocida como Ley para el Pueblo. Al menos 14 Estados han promulgado este a?o nuevas leyes que restringen o dificultan el acceso al voto. Los republicanos siguen ejerciendo presi¨®n para promulgar estas leyes similares en los Estados.
El senador escribi¨® un art¨ªculo de opini¨®n, publicado el pasado domingo por el diario Charleston Gazette-Mail, explicando por qu¨¦ planea votar en contra de la Ley para el Pueblo y contin¨²a oponi¨¦ndose a poner fin a la exigencia de una mayor¨ªa de 60 votos para promulgar ciertas leyes. ¡°Algunos dem¨®cratas han propuesto nuevamente eliminar la regla obstruccionista [en referencia al filibusterismo] del Senado para aprobar la Ley Para el Pueblo con solo el apoyo dem¨®crata¡±, continu¨®. ¡°Han intentado demonizar el obstruccionismo e ignorar convenientemente c¨®mo en el pasado ha sido un mecanismo fundamental para proteger los derechos de los dem¨®cratas¡±, concluy¨®.
Manchin es un dem¨®crata por los Kennedy, porque es cat¨®lico. Porque su mundo era el del carb¨®n y los sindicatos. Y porque creciendo en los a?os cincuenta y sesenta, casi todo el mundo en Virginia Occidental, era dem¨®crata y, especialmente, en Farmington, su lugar de nacimiento. ¡°Entonces, solo los ricos eran republicanos¡±, ha contado. El senador es dem¨®crata por su abuelo, quien en 1904 desembarc¨® en Nueva York siendo un ni?o que se llamaba Giuseppe Mancini y trabaj¨® en las minas de carb¨®n. El senador asegura que la gente de Farmington eran dem¨®cratas ¡°porque Roosevelt les salv¨® de la Gran Depresi¨®n con el New Deal¡±, pero que ¨¦l es ¡°su propia marca¡±. ¡°La gente lo sabe y no busca en m¨ª una D (dem¨®cratas) o una R (republicanos)¡±. ¡°Mi receta secreta es esta: soy yo mismo¡±.
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