Residentes brit¨¢nicos que intentan regularizarse: ¡°Ha sido muy angustioso; he pasado d¨ªas sin dormir¡±
Los ciudadanos brit¨¢nicos que viv¨ªan legalmente en Espa?a antes del Brexit no se han enfrentado a grandes tr¨¢mites administrativos, pero algunos se han quedado atrapados en el proceso
Espa?a se lo ha puesto relativamente f¨¢cil a los brit¨¢nicos que viv¨ªan legalmente en el pa¨ªs antes del Brexit. Los tr¨¢mites para poder seguir disfrutando de los derechos de residencia, trabajo y acceso a la Seguridad Social una vez culminado el divorcio brit¨¢nico han resultado, por lo general, sencillos. Pese a todo, algunos ciudadanos se han visto atrapados en el proceso. John Trevett, un militar y funcionario jubilado de 74 a?os, y su esposa, Sabine Rawley Trevett, psic¨®loga de 56 a?os con doble ...
Espa?a se lo ha puesto relativamente f¨¢cil a los brit¨¢nicos que viv¨ªan legalmente en el pa¨ªs antes del Brexit. Los tr¨¢mites para poder seguir disfrutando de los derechos de residencia, trabajo y acceso a la Seguridad Social una vez culminado el divorcio brit¨¢nico han resultado, por lo general, sencillos. Pese a todo, algunos ciudadanos se han visto atrapados en el proceso. John Trevett, un militar y funcionario jubilado de 74 a?os, y su esposa, Sabine Rawley Trevett, psic¨®loga de 56 a?os con doble nacionalidad brit¨¢nica y francesa, se mudaron desde Francia a Baza el 13 de noviembre de 2020, todav¨ªa dentro de plazo. Pagaron 50.000 euros de dep¨®sito para alquilar con derecho a compra una casa cueva en la localidad granadina y el resto, 29.000 euros, lo abonan con cuotas mensuales de alquiler de 500 euros. Trevett recibe una pensi¨®n inglesa y tienen cubierta la atenci¨®n sanitaria. En teor¨ªa reun¨ªan los requisitos y se dieron prisa para juntar toda la documentaci¨®n para solicitar su tarjeta de identificaci¨®n de extranjeros (TIE), pero entre las restricciones a las citas presenciales por la covid y las Navidades, no lo lograron hasta abril, cuando acudieron a un gestor.
¡°Hace unos d¨ªas nos quedamos conmocionados cuando el gestor nos inform¨® de que las autoridades hab¨ªan rechazado nuestra solicitud por falta de pruebas que demostrasen que viv¨ªamos en Espa?a antes del 31 de diciembre de 2020¡±, relata Trevett. No sirvi¨® la copia del dep¨®sito de 50.000 euros, ni los certificados bancarios de operaciones como compra de alimentos y gasolina en noviembre y diciembre, ni la venta de su casa en Francia. ¡°Ha sido muy angustioso; he pasado d¨ªas sin dormir¡±, a?ade Rawley Trevett al tel¨¦fono.
Quienes ya ten¨ªan su certificado de registro o tarjeta de familiar (381.448 ciudadanos, seg¨²n el INE) no tienen que hacer nada m¨¢s tras el Brexit, aunque el Gobierno les recomienda cambiar esa documentaci¨®n en papel, que acaba estrope¨¢ndose, por una TIE, similar al DNI. No tienen plazo m¨¢ximo para gestionarlo, por ahora, mientras en el Reino Unido un ciudadano europeo tiene oficialmente hasta el 30 de junio ¨Dahora con una extensi¨®n de 28 d¨ªas¨D para solicitar su permiso de residencia. Los residentes que no ten¨ªan esa documentaci¨®n tienen tambi¨¦n derecho a pedir la residencia, pero tienen que demostrar que viv¨ªan en Espa?a antes del fin de 2020 y cumplir una serie de condiciones. Ah¨ª es donde la cosa se complica. Esos requisitos ¡°son variados y tienen matices importantes en funci¨®n de la casu¨ªstica de cada persona¡±, explican fuentes de la Secretar¨ªa de Estado de Migraciones, pero incluyen contar con cobertura sanitaria y medios econ¨®micos suficientes.
Est¨¢n tambi¨¦n las diferencias en la tramitaci¨®n seg¨²n las autonom¨ªas, aunque los tr¨¢mites se hacen en las Oficinas de Extranjer¨ªa, que dependen del Ministerio del Interior. ¡°Son 17 interpretaciones de una norma nueva y a¨²n desconocida¡±, opina Anne Hern¨¢ndez, presidenta de Brexpats in Spain, una organizaci¨®n de ciudadanos brit¨¢nicos en la Costa del Sol. La abogada Victoria Westhead, que trabaja en la misma zona, lo ilustra con el ejemplo de una clienta que vive en Galicia que solucion¨® todo el papeleo en dos d¨ªas, mientras en ¨¢reas con mucha poblaci¨®n brit¨¢nica como Alicante o M¨¢laga ¡°son m¨¢s estrictos y se puede tardar hasta cuatro meses¡±.
Otros ¡°viven bajo el radar¡± sin intenci¨®n de solicitar permiso de residencia, como los describe Margaret Hales, de la asociaci¨®n Ecreu (Expat Citizen Rights in EU), ¡°porque no han pensado que sea necesario o porque no cumplen los requisitos¡±. Ella recuerda el caso de una mujer que vive en un pueblo en el interior de Valencia. Su esposo falleci¨® y ella, que a¨²n no es pensionista, no puede acreditar los ingresos necesarios para lograr la residencia.
Es imposible saber cu¨¢ntas personas hay en esta situaci¨®n. ¡°Decenas de miles¡±, se aventura a apuntar Hales. ¡°La mayor¨ªa de los ciudadanos brit¨¢nicos han sido documentados sin problemas. Los que quedan sin documentar son fundamentalmente los que no cumplen los requisitos¡±, afirma la Secretar¨ªa de Estado de Migraciones, que no aporta cifras concretas.
La Embajada de Reino Unido en Espa?a tampoco tiene datos sobre este grupo. El Gobierno brit¨¢nico, consciente de las dificultades de algunos de sus ciudadanos, ha concedido tres millones de libras (casi 3,5 millones de euros) a organizaciones europeas que trabajan para regularizar, sobre todo, a personas en situaci¨®n de vulnerabilidad. La Organizaci¨®n Internacional de las Migraciones (OIM), una de las tres entidades que reciben esta financiaci¨®n en Espa?a, ha atendido a m¨¢s de 3.200 brit¨¢nicos. Se centran en quienes ¡°se enfrentan a desaf¨ªos espec¨ªficos, tales como personas con discapacidades, quienes luchan contra dolencias cr¨®nicas y quienes enfrentan barreras educativas e idiom¨¢ticas o barreras en el acceso a la tecnolog¨ªa¡±, como detallan por correo fuentes del organismo.
Mientras, un enjambre de gestores y abogados tratan de resolver casos individuales como el de Trevett y Rawley, que tras el fracaso de su administrador, han probado suerte con una letrada de Barcelona. La abogada, seg¨²n explican, va a optar por una v¨ªa alternativa y m¨¢s sencilla que demostrar que viv¨ªan en Espa?a antes del 31 de diciembre pasado: aprovechar la nacionalidad francesa de Rawley para regularizar a ambos. ¡°Somos europeos y queremos seguir si¨¦ndolo¡±, se?ala ella. Les est¨¢ costando tiempo, disgustos y dinero. ¡°Pero nos encanta Espa?a y lo vamos a conseguir¡±, dice segura.