El Supremo de EE UU legitima dos leyes de Arizona que restringen el voto de las minor¨ªas
La m¨¢xima corte certifica por seis votos contra tres que los Estados tienen poder para redactar su propia normativa sobre el sufragio electoral
El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha validado este jueves dos normas electorales del Estado de Arizona, que dejan la Ley del Derecho al Voto de 1965 reducida a un efecto m¨ªnimo. El fallo, por seis votos contra tres, argumentado por el juez Samuel Alito, significa que a partir de ahora ser¨¢ m¨¢s dif¨ªcil cuestionar las nuevas leyes aprobadas por las legislaturas estatales, redactadas al calor de la denuncias de fraude electoral de Donald Trump en las presidenciales de 2020. La respuesta inmediata del presidente Joe Biden tras conocer el dictamen fue tajante al declarar que ¡°la democracia est¨¢ en juego¡±
Sobre lo que el Supremo decid¨ªa era sobre dos leyes de Arizona que, seg¨²n los dem¨®cratas, restringen el acceso al voto para las minor¨ªas raciales. El fallo se refiere a una regla en ese Estado que estipula que los sufragios provisionales emitidos en un distrito equivocado deben ser desechados. La segunda norma sobre la que dictamin¨® el Supremo hace ilegal la entrega de votos por parte de terceros, una pr¨¢ctica que los republicanos denominan ¡°cosecha de votos¡±. El a?o pasado un tribunal federal de Apelaciones en San Francisco (California) hab¨ªa dictaminado que esas reglas de Arizona violaban la Ley de Derecho de Voto de 1965 porque afectan, de manera desproporcionada, a los grupos minoritarios. Pero, este jueves, la m¨¢xima Corte del pa¨ªs ha restablecido esas dos normativas, al considerar que porque el sistema de votaci¨®n sea ¡°inconveniente para algunos¡± no significa que el acceso a votar sea desigual.
La r¨¦plica al juez Alito la ha dado uno de los tres jueces liberales que forman la Corte. Elena Kagan acus¨® a la nueva s¨²per mayor¨ªa que representa el Supremo, tras el paso por el poder de Donald Trump (que logr¨® nombrar a tres magistrados, en un cargo que es vitalicio), de reescribir ¡°una vez m¨¢s¡± la Ley del Derecho al Voto. ¡°Nunca antes una normativa [en referencia a la ley de 1965] ha hecho tanto para avanzar y promover una de las ideas fundamentales de la naci¨®n¡±, argumenta Kagan. ¡°Pocas leyes son tan vitales en el momento actual¡±, prosigue la juez. ¡°Y sin embargo¡±, disiente desde el enfado la juez, ¡°en la ¨²ltima d¨¦cada este tribunal ha tratado a esta legislaci¨®n peor que ninguna otra¡±.
Hasta la fecha, la Ley del Derecho al Voto era la ley que imperaba en la naci¨®n y la norma m¨¢s efectiva de legislaci¨®n sobre los derechos civiles en toda la historia de EE UU. Tras 1965, la norma se ha reautorizado hasta cinco veces desde su aprobaci¨®n a mediados de los a?os sesenta por motivos pr¨¢cticos, nunca pol¨ªticos. Esa ley es pr¨¢cticamente desde este jueves papel mojado, ya que lo que queda de ella es una secci¨®n de la disposici¨®n que proh¨ªbe que, bas¨¢ndose en la raza, se puedan redistribuir los votos en funci¨®n del distrito.
Tras el clamor de Trump de que hab¨ªa habido fraude y le hab¨ªan sido robadas las elecciones, que acab¨® por conducir al asalto al Capitolio el pasado 6 de enero, fueron muchos los Estados -concretamente los que tienen mayor¨ªa republicana en su Congreso- que comenzaron a moldear las leyes de votaci¨®n para que, seg¨²n los cr¨ªticos, pudieran restringir el sufragio de las minor¨ªas. Seg¨²n el Centro Brennan para la Justicia, tras los comicios que dieron ganador a Joe Biden, se han promulgado m¨¢s de 20 leyes relativas al voto en m¨¢s de 15 Estados.
El pasado d¨ªa 22, el Senado de EE UU tumbaba la gran reforma electoral a la que aspiraba Biden. Tras un paso sin problemas por la C¨¢mara de Representantes, donde los dem¨®cratas tienen mayor¨ªa, la conocida como H.R.1, o Ley del Pueblo, se estrellaba contra el Senado. De nada vali¨® que el Partido Dem¨®crata mostrara unidad al sumarse, finalmente, el voto d¨ªscolo del senador de Virginia Occidental Joe Manchin. La mayor renovaci¨®n del sistema electoral en ocho d¨¦cadas mor¨ªa incluso antes de haber nacido. Ni siquiera hubo lugar para el debate.
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