Una filtraci¨®n revela el espionaje de Gobiernos a periodistas y opositores con el programa Pegasus

Es un nuevo paso en la vigilancia de opositores y periodistas independientes por parte de reg¨ªmenes m¨¢s o menos autoritarios, un sistema que sigilosamente permite espiar tel¨¦fonos m¨®viles de personas inc¨®modas para el poder, con todo su contenido: llamadas, mensajes, contactos, fotograf¨ªas. La existencia del programa Pegasus, desarrollado y comercializado por la empresa israel¨ª NSO Group, era conocida. Ahora se ha sabido que casi medio centenar de gobiernos, entre ellos varios autoritarios, lo han usado para controlar a decenas de miles de objetivos potenciales en todo el mundo, seg¨²n ha revelado el consorcio de periodistas Forbidden Stories y la organizaci¨®n Amnist¨ªa Internacional.

La revelaci¨®n ¨Cpublicada el domingo por los diarios Le Monde y The Guardian, entre otros medios internacionales¨C se basa en la filtraci¨®n de una lista de 50.000 n¨²meros telef¨®nicos identificados como objetivos potenciales desde 2016 por los clientes de NSO, aunque no todos han sido infectados. Entre los estados que usaron el programa de NSO seg¨²n las revelaciones, se encuentran M¨¦xico, Hungr¨ªa, Marruecos, la India, Arabia Saud¨ª, Ruanda y Azerbaiy¨¢n.

Entre los 180 periodistas incluidos en la lista de potenciales objetivos, figuran, seg¨²n The Guardian, profesionales de los principales medios internacionales, entre ellos The Financial Times, The New York Times y EL PA?S (este lunes no hab¨ªa trascendido ning¨²n nombre concreto de afectados). Tambi¨¦n periodistas como el marroqu¨ª Omar Radi, detenido en julio de 2020 y acusado de espionaje y de atentar contra la seguridad del Estado, adem¨¢s de violaci¨®n, y que este lunes ha sido condenado a seis a?os de c¨¢rcel. Tambi¨¦n a personas del entorno de Jamal Khashoggi, el opositor saud¨ª asesinado en Estambul en 2018 y profesionales en Azerbaiy¨¢n, Hungr¨ªa o la India.

La presidenta de la Comisi¨®n Europea, Ursula von der Leyen, declar¨® que las revelaciones deben verificarse, pero que, si se confirman, ser¨ªa ¡°absolutamente inaceptable¡± el uso de programas de espionaje contra periodistas, informa la agencia Reuters. El portavoz del Gobierno franc¨¦s, Gabriel Attal, describi¨® las revelaciones como ¡°extremadamente graves¡±. ¡°Es muy grave que haya manipulaciones, t¨¦cnicas que buscan da?ar la libertad de los periodistas, su libertad de investigar, de informar¡±, declar¨® Attal a la cadena France Info.

Unos mil n¨²meros de tel¨¦fonos franceses figuran entre los espiados con el programa Pegasus, seg¨²n la cadena p¨²blica Radio France, que precisa que Francia no es cliente de NSO. Es Marruecos, a?aden las revelaciones, el probable origen del espionaje de algunos periodistas franceses como Edwy Plenel, responsable del diario de investigaci¨®n de izquierdas Mediapart, o de otros pa¨ªses, como el espa?ol Ignacio Cembrero, especialista en el Magreb.

¡°Durante tiempo los periodistas han cre¨ªdo que las nuevas tecnolog¨ªas ¨Cla armada de comunicaciones encriptadas en la que conf¨ªan¨C eran sus aliadas: una protecci¨®n clave contra la censura¡±, escriben en The Guardian Laurent Richard y Sandrine Rigaud, responsables de Forbidden Stories. ¡°Con la existencia de herramientas de cibervigilancia tan avanzadas como Pegasus, se han dado cuenta de forma brutal de que las mayores amenazas se esconden en lugares que antes creyeron que eran los m¨¢s seguros¡±. Es decir, en sus tel¨¦fonos.

En respuesta a los periodistas que han destapado este supuesto espionaje, la empresa NSO respondi¨®: ¡°NSO Group niega con firmeza las falsas acusaciones que se plantean en su investigaci¨®n. Estas acusaciones son en muchos casos teor¨ªas no corroboradas que arrojan serias dudas sobre la credibilidad de sus fuentes, as¨ª como sobre el n¨²cleo de la investigaci¨®n¡±.

En julio de 2020, una investigaci¨®n de EL PA?S y The Guardian ya revel¨® que los m¨®viles de varios dirigentes independentistas catalanes, entre ellos el entonces presidente del Parlament, Roger Torrent, hab¨ªan sido objetivo del programa Pegasus. Tanto el ministerio espa?ol del Interior como la Polic¨ªa y la Guardia Civil aseguraron entonces que nunca han contratado los servicios de NSO. El Centro Nacional de Inteligencia (CNI) afirm¨® que ¡°act¨²a siempre con pleno sometimiento al ordenamiento jur¨ªdico¡±.

A diferencia del programa de la Agencia de Seguridad Nacional de EE UU (NSA, en sus siglas inglesas), revelado en 2013 y capaz de vigilar indiscriminadamente los registros telef¨®nicos, el programa Pegasus permite a los estados que lo ha adquirido fijarse en personas concretas, introducirse en sus tel¨¦fonos, captar sus contenidos e incluso activar el micr¨®fono y la c¨¢mara de estos. Otra particularidad es que, en este caso, no se trata de piratas inform¨¢ticos ni de Gobierno de potencias globales, sino de una empresa privada que vende un producto a los gobiernos, cuyos servicios secretos se dotan as¨ª de una capacidad de espionaje que, de otro modo, solo estar¨ªa al alcance de los estados m¨¢s ricos y poderosos.

El problema que plantea el programa Pegasus, si se confirma la lista de 50.000 objetivos, es que no sirve solo para espiar y combatir a organizaciones criminales o terroristas, el uso para el que te¨®ricamente se habr¨ªa concebido. El problema ser¨ªa que se hubiese utilizado fuera de todo marco legal y principalmente para espiar a activistas por los derechos humanos, periodistas y opositores, adem¨¢s de jefes de Estado y de Gobierno, diplom¨¢ticos y responsables de otros servicios de espionaje.

¡±El an¨¢lisis de los datos¡±, escribe Le Monde, ¡°muestra que, para un gran parte de los clientes de NSO, el terrorismo y la gran criminalidad no constituyen m¨¢s que una parte ¨ªnfima de las utilizaciones¡±. Le Monde a?ade que la investigaci¨®n ¡°demuestra de manera incontestable que estos abusos son la norma y no la excepci¨®n¡±.

NSO no niega los posibles abusos. La empresa israel¨ª ha prometido, seg¨²n la declaraci¨®n con la que ha reaccionado a las revelaciones de Forbidden Stories, ¡°continuar investigando las acusaciones cre¨ªbles sobre la utilizaci¨®n abusiva [del programa] y actuar¨¢ en funci¨®n de los resultados de las investigaciones¡±. Y a?ade. ¡°Esto podr¨¢ consistir en interrumpir el acceso de algunos clientes al sistema en caso de abusos confirmados. Lo ha hecho en el pasado y no dudar¨¢ en reiterarlo¡±.