Encarcelado por varios cargos un periodista marroqu¨ª cr¨ªtico con las autoridades
Amnist¨ªa Internacional denunci¨® recientemente que el tel¨¦fono de Omar Radi, acusado de violaci¨®n y un delito contra la seguridad del Estado, hab¨ªa sido espiado
El periodista y activista de derechos humanos, Omar Radi, recientemente asesorado por Amnist¨ªa Internacional (AI) en relaci¨®n con el posible espionaje a su tel¨¦fono, ha ingresado este mi¨¦rcoles en prisi¨®n preventiva por supuestos delitos de violaci¨®n y un delito contra la seguridad del Estado marroqu¨ª. Radi fue protagonista el 21 de junio en las p¨¢ginas de 17 medios internacionales, entre ellos The Washington Post, The Guardian, Le Monde y EL PA?S, que abordaron un informe de AI seg¨²n el cual el tel¨¦fono m¨®vil del periodista fue espiado mediante Pegasus, un potente programa desarrollado por la empresa israel¨ª NSO, que supuestamente solo puede ser comprado por Gobiernos con el fin de combatir el crimen.
Varios d¨ªas despu¨¦s de la publicaci¨®n de ese art¨ªculo, Radi fue llamado a comisar¨ªa hasta en diez ocasiones. En la mayor parte de las citas el periodista tuvo que responder sobre su supuesta implicaci¨®n en un asunto de obtenci¨®n de ingresos relacionado con servicios extranjeros de informaci¨®n. Radi declar¨® que sufre un ¡°ensa?amiento¡± judicial a causa de la investigaci¨®n que impuls¨® Amnist¨ªa sobre el espionaje de su tel¨¦fono.
A la investigaci¨®n sobre el supuesto atentado contra la seguridad del Estado se suma ahora una de ¨ªndole bien distinta. La joven H.B. ha interpuesto una denuncia en la que le acusa de violaci¨®n cometida en la noche del 12 al 13 de julio. Por su parte, la periodista Aida Alami, tuite¨® este mi¨¦rcoles: ¡°Yo he tenido acceso a las conversaciones de WhatsApp entre Omar Radi y la denunciante. Intercambios a los que la polic¨ªa [tambi¨¦n] ha tenido acceso. Despu¨¦s de bastante flirteo durante varios d¨ªas ella le pidi¨® a Omar reunirse con ella (en su cama, parece) a las dos de la ma?ana. ?l acepta¡±.
La feminista marroqu¨ª Betty Lachgar, portavoz del Movimiento Alternativo por las Libertades Individuales (Mali), contest¨® en un tuit a la periodista Alami: ¡°Se puede estar desnudo en la cama, incluso en plena acci¨®n [pero] NO ES NO. Se puede ser la novia o la esposa. Una violaci¨®n es una violaci¨®n¡±.
Aida Alami, quien escribe entre otros medios para The New York Times, se?al¨® a este diario: ¡°Yo no puedo demostrar qu¨¦ pas¨® esa noche. Todo lo que puedo decir es que parece que ellos ya se conoc¨ªan. Omar ha sido objeto de acoso judicial desde diciembre. Ese es el caso tambi¨¦n de muchos periodistas independientes y cr¨ªticos con el r¨¦gimen¡±.
Por su parte, Driss Radi, el padre del periodista, indic¨® a este diario mediante conversaci¨®n telef¨®nica: ¡°En Marruecos hay lo que se llama vacaciones de tribunales en agosto. As¨ª que mi hijo va a pasarse como m¨ªnimo todo el mes de agosto en la c¨¢rcel sin que haya sido juzgado. Como est¨¢ claro que no han podido demostrar que mi hijo haya espiado para una potencia extranjera, le han fabricado un caso de violaci¨®n. Eso es lo que suelen hacer en Marruecos con los periodistas cr¨ªticos. Porque saben que a la sociedad le molesta mucho esos casos de delitos sexuales. Pero son casos totalmente fabricados por la polic¨ªa¡±.
El pasado 16 de julio m¨¢s de cien periodistas en Marruecos firmaron y difundieron un manifiesto en el que solicitaban el amparo de las autoridades ante ¡°campa?as difamatorias¡± que padecen los profesionales y activistas cuyas voces molestan a personas ¡°pr¨®ximas al poder¡±.
El escrito nombraba los casos de Omar Radi y del columnista Suleim¨¢n Raisuni, de 47 a?os. Raisuni, columnista estrella del diario Ajbar al Yaum, se encuentra preso tambi¨¦n de forma preventiva desde el 22 de mayo en Casablanca, acusado de un intento de violaci¨®n supuestamente cometido hace dos a?os contra el activista de la comunidad LGTB Adam Mohamed.
La Asociaci¨®n Marroqu¨ª de Derechos Humanos (AMDH), la ONG con mayor implantaci¨®n en el pa¨ªs, ha exigido la ¡°liberaci¨®n inmediata¡± de Raisuni y ha denunciado la ¡°campa?a de difamaci¨®n¡± que supuestamente el periodista sufri¨® en los d¨ªas previos a su detenci¨®n por parte de ¡°sitios de Internet pr¨®ximos a los servicios de inteligencia de la polic¨ªa¡±.
Fuentes oficiales consultadas por este diario indicaron que los procesos judiciales contra Radi no guardan ninguna relaci¨®n con sus opiniones cr¨ªticas respecto al Gobierno. ¡°El paisaje medi¨¢tico de Marruecos se caracteriza por su diversidad. Hay 252 publicaciones y diarios y ninguno ha sido censurado, prohibido ni retirado en 2019. Hay 365 sitios de prensa electr¨®nica declarados oficialmente ante el Ministerio de Comunicaci¨®n. Y ninguno de ellos ha sido bloqueado ni cerrado¡±.
Adem¨¢s de Omar Radi y de Suleim¨¢n Raisuni, en Marruecos se encuentra tambi¨¦n encarcelado por delitos sexuales el periodista Toufic Buachr¨ªn, director de Ajbar al Yaum. Buachr¨ªn, quien se encuentra en prisi¨®n desde febrero de 2018, ha sido condenado a 15 a?os de prisi¨®n por varios delitos sexuales, entre ellos, el de violaci¨®n. Su defensa, igual que la de Raisuni y Radi, alega que sufre un juicio pol¨ªtico y niega todas las acusaciones.
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