EE UU pacta con Irak el cese de su misi¨®n de combate 18 a?os despu¨¦s de la invasi¨®n
Las tropas que se desplieguen a partir de final de 2021 se dedicar¨¢n a entrenamiento y apoyo log¨ªstico del Ej¨¦rcito iraqu¨ª
Tras la marcha de Afganist¨¢n, Estados Unidos da un paso atr¨¢s tambi¨¦n en Irak. Desde la Casa Blanca, el presidente Joe Biden y el primer ministro iraqu¨ª, Mustafa al Kadhimi, anunciaron este lunes un acuerdo para que a finales de 2021 el ej¨¦rcito norteamericano no participe en ninguna misi¨®n de combate en Irak, despu¨¦s de 18 a?os batallando en el pa¨ªs. El pacto no establece una reducci¨®n rese?able de los actuales 2.500 efectivos que quedan desplegados en la zona, sino m¨¢s bien una redefini...
Tras la marcha de Afganist¨¢n, Estados Unidos da un paso atr¨¢s tambi¨¦n en Irak. Desde la Casa Blanca, el presidente Joe Biden y el primer ministro iraqu¨ª, Mustafa al Kadhimi, anunciaron este lunes un acuerdo para que a finales de 2021 el ej¨¦rcito norteamericano no participe en ninguna misi¨®n de combate en Irak, despu¨¦s de 18 a?os batallando en el pa¨ªs. El pacto no establece una reducci¨®n rese?able de los actuales 2.500 efectivos que quedan desplegados en la zona, sino m¨¢s bien una redefinici¨®n de la misi¨®n que tienen encomendada hacia el entrenamiento y la ayuda log¨ªstica, seg¨²n avanzaron ya el domingo fuentes de la Administraci¨®n norteamericana en una llamada con periodistas.
Tras la invasi¨®n ordenada por George W. Bush en 2003 y el derrocamiento de Sadam Hussein, Barack Obama anunci¨® en 2011 el que hab¨ªa sido el fin de la guerra m¨¢s impopular de la historia y dej¨® escasas tropas. Pero el pa¨ªs segu¨ªa entonces -y ahora- siendo presa de la inestabilidad, y en 2014, ante el avance de los terroristas del autodenominado Estado Isl¨¢mico (ISIS, en sus siglas en ingl¨¦s), que se hab¨ªa hecho con parte del territorio, el Gobierno iraqu¨ª pidi¨® a Estados Unidos ayuda para responder y Obama decidi¨® volver a intervenir.
Biden compareci¨® durante unos minutos ante la prensa en la Casa Blanca, donde se reun¨ªa con Al Kadhimi, para confirmar que EE UU no tendr¨¢ ninguna implicaci¨®n en las operaciones de combate en el pa¨ªs ¨¢rabe ¡°a finales de este a?o¡±. El mandatario no dijo nada sobre los cerca de 900 militares que est¨¢n desplegados en la vecina Siria. Por su parte, el primer ministro iraqu¨ª afirm¨® que la relaci¨®n de su pa¨ªs con EE UU es ¡°m¨¢s fuerte que nunca¡±.
Como hace casi siempre cuando se trata de Irak, Biden record¨® que su hijo Beau, fallecido en 2015 debido a un c¨¢ncer, estuvo destacado en ese pa¨ªs por el Ej¨¦rcito norteamericano entre 2008 y 2009. El presidente reiter¨® el compromiso de EE UU de seguir apoyando la consolidaci¨®n de la democracia en Irak y se declar¨® esperanzado con las elecciones en ese pa¨ªs el 10 de octubre. Quiso recalcar que Washington seguir¨¢ ayudando al Gobierno iraqu¨ª en cuestiones sanitarias, de medio ambiente y con miles de dosis de vacunas contra la covid-19, que ya est¨¢n ¡°de camino¡± a Bagdad.
Para Mustafa al Kadhimi, al que esperan esas elecciones parlamentarias en octubre, el anuncio de este lunes supone una victoria pol¨ªtica de cara a las facciones antiamericanas. El primer ministro se encuentra entre la espada y la pared, la necesidad de hacer frente al Estado Isl¨¢mico y la imagen de tener tropas extranjeras en el pa¨ªs. Mientras, Estados Unidos e Ir¨¢n miden sus fuerzas en su territorio. Las milicias proiran¨ªes han redoblado sus ataques contra los estadounidenses en los ¨²ltimos meses y, en respuesta, estos bombardearon posiciones de dos de esos grupos el pasado junio. Y el Estado Isl¨¢mico sigue, por su parte, dando dentelladas. El grupo reivindic¨® la semana pasada la autor¨ªa de un atentado que mat¨® a 30 personas e hiri¨® a decenas en un mercado a las afueras de Bagdad.
Fuentes de la Administraci¨®n estadounidense calificaron al Ej¨¦rcito iraqu¨ª de ¡°capaz¡± de proteger su propio pa¨ªs incluso en el campo de batalla, si bien advirtieron: ¡°Mientras terminamos formalmente la misi¨®n de combate y dejamos claro que no habr¨¢ fuerzas estadounidenses con un papel de combate en la regi¨®n, Irak ha solicitado, y estamos de acuerdo, que necesitan entrenamiento contin¨²o, apoyo con la log¨ªstica, ayudas en inteligencia y asesoramiento para la reconstrucci¨®n, que van a continuar¡±.
Los tent¨¢culos de Teher¨¢n
Washington ya llevaba tiempo negociando con Bagdad la salida de sus tropas de combate de Irak, donde siempre ha subrayado que se manten¨ªa a petici¨®n de su Gobierno con la misi¨®n de combatir al Estado Isl¨¢mico, frente a la ocupaci¨®n concluida en 2011. La muerte del poderoso general Qasem Soleimani, comandante de la fuerza de ¨¦lite Al Quds de la Guardia Revolucionaria iran¨ª, junto a operativos iraqu¨ªes a principios de 2020, redobl¨® la presi¨®n sobre el Gobierno iraqu¨ª. El Parlamento aprob¨® una moci¨®n en la que exig¨ªa al Ejecutivo la expulsi¨®n de las tropas de Estados Unidos a iniciativa de la coalici¨®n Fatah (el grupo m¨¢s proiran¨ª de la C¨¢mara). Ir¨¢n tiene tent¨¢culos en todos los niveles de ese Estado, a trav¨¦s de las milicias y los partidos pol¨ªticos asociados que patrocina.
Biden, aunque ha subrayado su compromiso en la lucha contra el terrorismo, tambi¨¦n ha dejado clara su intenci¨®n de restar atenci¨®n a Oriente Medio para poder centrarse en el desaf¨ªo que supone China en pr¨¢cticamente todos los terrenos, militar, comercial o tecnol¨®gico. Esa estrategia de fondo y, muy especialmente, la asunci¨®n de que ya no quedaban muchas mejoras que esperar, explican la retirada de las tropas de Afganist¨¢n, que se completar¨¢ el 31 de agosto.
No es una decisi¨®n pol¨ªticamente gratuita. El repliegue tiene consecuencias directas en la poblaci¨®n afgana, en una situaci¨®n de extrema fragilidad ante los talibanes. Este lunes, el mismo d¨ªa del anuncio del acuerdo de Biden y Al Kadhimi en la Casa Blanca, Naciones Unidas hizo p¨²blica una cifra r¨¦cord de v¨ªctimas civiles en enfrentamientos entre las fuerzas del Ej¨¦rcito y los radicales. Al menos 2.400 han muerto o resultado heridos en los meses de mayo y junio, el n¨²mero m¨¢s alto para ese mismo periodo de cualquier a?o desde 2009. Conforme los aliados se han replegado, los extremistas han ido avanzando y han tomado el control de m¨¢s territorio. Nadie en Washington puede mostrar sorpresa. Un informe de la inteligencia estadounidense de finales de junio revel¨® que estos insurgentes podr¨ªan tomar el control de la capital en un plazo de entre seis y 12 meses tras la marcha de los soldados.
Irak es tambi¨¦n la historia de una de esas guerras convertidas en una tela de ara?a para Estados Unidos, que comenzaron cuando algunos de sus actuales combatientes eran apenas unos ni?os y se han enquistado con el paso de los a?os.