El antisemitismo contamina las protestas antivacunas en Francia
Los s¨ªmbolos contra los jud¨ªos en las marchas contra el certificado de la covid-19 se han multiplicado. Una mujer ser¨¢ juzgada en septiembre por una pancarta conspiratoria
No es que haya sido una sorpresa total. Desde que las manifestaciones contra el certificado covid y lo que es percibido como una obligaci¨®n de vacunarse comenzaran a mediados de julio en toda Francia, los signos y mensajes antisemitas se han dejado ver en las protestas de los s¨¢bados. Pero el 7 de agosto, en la convocatoria en la ciudad de Metz, cerca de la frontera alemana, se cruz¨® una l¨ªnea roja. La prensa difundi¨® la pan...
No es que haya sido una sorpresa total. Desde que las manifestaciones contra el certificado covid y lo que es percibido como una obligaci¨®n de vacunarse comenzaran a mediados de julio en toda Francia, los signos y mensajes antisemitas se han dejado ver en las protestas de los s¨¢bados. Pero el 7 de agosto, en la convocatoria en la ciudad de Metz, cerca de la frontera alemana, se cruz¨® una l¨ªnea roja. La prensa difundi¨® la pancarta que portaba una mujer con una lista de nombres de pol¨ªticos y personalidades francesas de ascendencia jud¨ªa con una acusaci¨®n clara de ¡°traidores¡±, y una pregunta m¨¢s cr¨ªptica: ¡°?Pero qui¨¦n?¡±. Los expertos la asociaron de inmediato con la nueva f¨®rmula que usa desde hace unas semanas en Francia el movimiento antisemita y conspiratorio que, desde pr¨¢cticamente los inicios de la pandemia, ha querido vincular y achacar a los jud¨ªos el nuevo mal de la humanidad. Otra vez.
En esta ocasi¨®n, la justicia actu¨® r¨¢pido y la mujer, una antigua candidata del ultraderechista Frente Nacional, tendr¨¢ que responder ante un juez en septiembre. Aun as¨ª, en las manifestaciones del ¨²ltimo s¨¢bado volvieron a aparecer pancartas similares mientras el presidente, Emmanuel Macron, denunciaba la reiterada degradaci¨®n antisemita de una placa dedicada a la exministra y superviviente de Auschwitz Simone Veil. El malestar y la inquietud por un antisemitismo que no para de aflorar en Francia y en Europa sigue siendo dif¨ªcil de atajar.
¡°El antisemitismo es un poco como un tumor, resurge en funci¨®n de las situaciones y los temas y, desde hace alg¨²n tiempo, tenemos un fen¨®meno particular: el surgimiento de un antisemitismo que est¨¢ siendo instrumentalizado con la covid¡±, explica por tel¨¦fono el escritor y ensayista Marc Knobel, que acaba de publicar Cyberhaine, propagande et antis¨¦mitisme sur Internet (Ciberodio, propaganda y antisemitismo en internet).
Si ha preocupado especialmente el caso de Metz es porque supone una vuelta de tuerca m¨¢s al antisemitismo detectado entre quienes ven tras la pandemia un complot mundial. Desde el comienzo de las protestas contra el certificado de la covid se ha denunciado el uso en las manifestaciones de estrellas amarillas de la ¨¦poca nazi y comparaciones de las medidas sanitarias con campos de exterminio. Algunas farmacias que realizan pruebas de coronavirus han sido acusadas y hasta atacadas por ¡°colaboracionistas¡±.
El origen de la pancarta de Metz con ese ¡°?Pero Qui¨¦n?¡±, en el que la Q en may¨²scula ¡ª letra convertida en el gran s¨ªmbolo de las teor¨ªas conspiratorias a ra¨ªz del movimiento QAnon en EE UU¡ª estaba adornada con dos cuernos de diablo, es una pol¨¦mica entrevista. El 18 de junio, la cadena CNews entrevist¨® al exgeneral Dominique Delawarde, uno de los signatarios de la controvertida tribuna de militares retirados que en la primavera pasada alertaron del supuesto ¡°desmoronamiento¡± de Francia por culpa de los ¡°antirracistas¡±, los ¡°islamistas y las hordas de las periferias¡±. En la conversaci¨®n, el antiguo militar le dice al periodista: ¡°Usted sabe bien qui¨¦n controla la jaur¨ªa medi¨¢tica (¡), qui¨¦n controla el Washington Post, el The New York Times o, aqu¨ª, BFM-TV [la principal cadena de informaci¨®n continua de Francia] y todos los diarios (¡). ?Qui¨¦n es esa gente?¡±, pregunt¨®, ret¨®ricamente, Delawarde. ¡°?Qui¨¦n?¡±, quiso saber varias veces el periodista. ¡°La comunidad que usted conoce bien¡±, acab¨® respondiendo el exgeneral, antes de que el periodista decidiera interrumpir la entrevista.
Desde entonces, ese aparentemente sencillo ¡°qui¨¦n¡± se ha convertido en un ¡°c¨®digo¡±, como explicaba esta semana Le Monde, muy utilizado entre los que creen en Francia que la imposici¨®n de un certificado de la covid revela una ¡°dictadura sanitaria¡± ordenada por oscuros poderes ¡ªl¨¦ase, los jud¨ªos¡ª, pero que eluden decir la palabra ¡°jud¨ªo¡± aunque la piensen. ¡°El antisemitismo aqu¨ª es transparente¡±, dijo al rotativo el director del observatorio Conspiracy Watch, Rudy Reichstad. ¡°Basta con estar ligeramente familiarizado con este tipo de discurso para darse cuenta de que se trata de se?alar a los jud¨ªos esquivando, torpemente, el reproche de antisemita¡±.
En el caso de Metz no ha funcionado. Despu¨¦s de que la fotograf¨ªa del cartel se hiciera viral, el ministro del Interior, G¨¦rald Darmanin, pidi¨® denunciar a la portadora de la pancarta ¡°abyecta¡±, identificada como Cassandre Fristot, una profesora y antigua candidata de extrema derecha. El martes pasado, la Fiscal¨ªa anunci¨® que Fristot ser¨¢ juzgada el 8 de septiembre por ¡°provocaci¨®n p¨²blica al odio racial¡±. Adem¨¢s, la docente ser¨¢ sometida a un consejo de disciplina de la educaci¨®n nacional.
El problema, destaca Knobel, es que no se trata, ni mucho menos, de un caso aislado. Y que gracias a las redes sociales ¡ª ¡°una olla a presi¨®n a punto de estallar¡±, advierte el especialista¡ª este antisemitismo ha multiplicado su capacidad de expansi¨®n. El s¨¢bado 14, una semana despu¨¦s de la pol¨¦mica de Metz, el prefecto de polic¨ªa de Par¨ªs, Didier Lallement, anunci¨® que se ha denunciado ante la justicia dos casos m¨¢s de una pancarta ¡°Qui¡± (qui¨¦n en franc¨¦s) en las manifestaciones de la capital.
¡°Desde el comienzo de la crisis de la pandemia, en enero-febrero de 2020, he constatado que han aumentado [en Internet] las acusaciones, especialmente desde la ultraderecha, contra algunas personalidades jud¨ªas que tuvieron un puesto importante en la gesti¨®n del coronavirus¡±, se?ala Knobel.
Algo que confirma el informe anual del Servicio de Protecci¨®n de la Comunidad Jud¨ªa (SPCJ), publicado en enero, y que advierte de que 2020 fue ¡°el a?o de la liberaci¨®n del discurso antisemita en internet¡±, especialmente con la ¡°proliferaci¨®n de tesis conspirativas que se?alan a los jud¨ªos como los instigadores de la crisis mundial de la covid-19¡±.
¡°Francia no es un pa¨ªs antisemita, pero aqu¨ª viven antisemitas que quieren instrumentalizar las crisis para convertirlas en armas pol¨ªticas¡±, puntualiza Knobel, que recuerda que los conspiracionistas del coronavirus ¡°no han inventado nada¡±: ya se acus¨® ¡ªy castig¨®¡ª a los jud¨ªos por la peste negra del siglo XIV, m¨¢s all¨¢ de los discursos antisemitas de terribles consecuencias de comienzos del siglo pasado. ¡°Cuando Jean-Marie Le Pen era presidente del Frente Nacional, lanzaba sin parar declaraciones antisemitas. Y no lo hac¨ªa al azar, sab¨ªa que pod¨ªa instrumentalizar el antisemitismo y que funcionar¨ªa¡±, a?ade.
A menos de un a?o de las elecciones presidenciales francesas, ¡°la gente que lo hace hoy sabe que tambi¨¦n puede funcionar y que van a tener quien les escuche. Y eso es un riesgo, un peligro acentuado por las redes sociales donde la gente se lanza protegida encima por el anonimato¡±, advierte el historiador.