Las mil caras del primer ministro polaco

Puede que esta haya sido la semana europea m¨¢s intensa del primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki. Una monta?a rusa de emociones en la que se ha enfrentado, primero, a la bronca de la presidenta de la Comisi¨®n, Ursula von der Leyen; luego, al vapuleo de los europarlamentarios durante el debate celebrado el martes en la Euroc¨¢mara en Estrasburgo, y, finalmente, al deshielo con sus hom¨®logos europeos en la cumbre de los Veintisiete en Bruselas. A petici¨®n propia y a puerta cerrada les explic¨® su visi¨®n sobre la sentencia del Tribunal Constitucional de su pa¨ªs, que ha colocado a Polonia al borde de la ruptura legal con la UE y agravado la crisis a cuenta del Estado de derecho. Un encuentro calificado de ¡°sereno¡± y ¡°constructivo¡±.

El protagonista ha mantenido en todos los foros el mismo semblante serio e impenetrable. En ocasiones fiero, como cuando se revolvi¨® contra el presidente de la mesa del Parlamento Europeo, que le ped¨ªa que fuera terminando. ¡°No me moleste, por favor¡±, le replic¨®. Habl¨® al final 33 minutos, mucho m¨¢s de lo estipulado, con el tono de un profesor de Derecho y la ret¨®rica del populismo. ¡°No permitir¨¦ que los pol¨ªticos de la UE chantajeen a Polonia¡±, dijo. ¡°?Quieren que haya anarqu¨ªa?¡±. Y a la vez: ¡°Hemos dictaminado que existe la primac¨ªa del derecho de la UE sobre los actos jur¨ªdicos polacos, pero sin incluir la Constituci¨®n polaca¡±.

Morawiecki, de 53 a?os, tiene muchos rostros y todos confluyen de alg¨²n modo en el que ha mostrado esta semana a su paso por las instituciones europeas: puede ser miembro de una combativa organizaci¨®n disidente, autor de un manual sobre Derecho comunitario, consejero delegado de una gran entidad bancaria y uno de los dirigentes clave de la ultraderecha en Polonia. Cuando tom¨® las riendas del Ejecutivo en 2017, proyectaba hacia Europa el cl¨¢sico perfil de tecn¨®crata estable para los inversores y Bruselas, una versi¨®n desgrasada de Jaroslaw Kaczynski, el l¨ªder que maneja los hilos entre bambalinas, ex primer ministro y alma mater de Ley y Justicia (PiS). Pero en realidad, Morawiecki tiene un car¨¢cter propio con una larga historia detr¨¢s.

Nacido en Breslavia, en la regi¨®n de Silesia, en 1968, desde la adolescencia form¨® parte de Solidaridad en Lucha, una organizaci¨®n clandestina que luch¨® contra el poder sovi¨¦tico. Considerada una de las escisiones m¨¢s radicales del sindicato Solidaridad, el grupo fue fundado a principios de los ochenta por su padre, Kornel Morawiecki, un f¨ªsico te¨®rico a quien se puede considerar su primer mentor pol¨ªtico.

De joven el hijo dirigi¨® prensa disidente y se curti¨® arrancando banderas comunistas y pintando lemas antisistema en las paredes. Fue golpeado, detenido, interrogado sobre el paradero de su padre y otros activistas que andaban ocultos, seg¨²n recuerda el periodista Wojciech Szacki, jefe del departamento pol¨ªtico de Polityka Insight, un centro de an¨¢lisis vinculado a la revista Polityka.

En los noventa, cambia su pa¨ªs y ¨¦l se adapta y se abre a Europa: se grad¨²a en Historia y cursa un MBA en la universidad de su ciudad; luego hace pr¨¢cticas en el Bundesbank, investiga en el Instituto Goethe de Fr¨¢ncfort, estudia Derecho Europeo y Econom¨ªa de la Integraci¨®n Europea en la Universidad de Hamburgo, obtiene un m¨¢ster sobre estudios europeos avanzados en la Universidad de Basilea y perfecciona su alem¨¢n e ingl¨¦s, que habla con fluidez.

En 1999, colof¨®n de esta trayectoria acad¨¦mica, publica junto a Frank Emmert (hoy docente de Derecho de la Universidad de Indiana) un libro de texto titulado Derecho comunitario, uno de los primeros manuales sobre la materia editados en su pa¨ªs. La portada y las p¨¢ginas del libro, cuenta el periodista y escritor Tomasz Piatek, autor de una biograf¨ªa sobre el pol¨ªtico titulada Morawiecki y sus secretos, se ha convertido en una especie de meme que aparece en redes sociales a menudo cuando el primer ministro discute la primac¨ªa del Derecho comunitario.

¡°Est¨¢ muy bien educado¡±, a?ade el tambi¨¦n periodista Szacki, de Polityka. Y su s¨®lida formaci¨®n, agrega, lo convierte en uno de los pocos interlocutores que Kaczynski considera a su altura; una ¡°pareja intelectual¡± con quien puede enfrascarse durante horas en debates sesudos de historia o econom¨ªa.

Tras su formaci¨®n regresa a Polonia y en 1998 es nombrado jefe adjunto del Departamento de Negociaciones de la Oficina del Comit¨¦ de Integraci¨®n Europea, donde discute las condiciones de acceso a la Uni¨®n y participa en el proceso de supervisi¨®n bancaria. Tambi¨¦n entra en el Banco Zachodni como asesor del presidente en materia de comercio exterior. Han llegado a Polonia los tiempos de la apertura econ¨®mica y tras varias fusiones y adquisiciones la entidad financiera acaba en manos del Banco Santander en 2011. Para entonces, Morawiecki ha trepado hasta ser nombrado consejero delegado, puesto que ocupar¨¢ tambi¨¦n en la filial polaca del Banco Santander.

El cargo le proporciona una plataforma para dar el salto como independiente al Gobierno que forma el PiS en 2015. Su primer destino es el de ministro de Desarrollo, unos meses despu¨¦s se une al partido y enseguida se convierte en ministro de Finanzas. Pero tampoco llega como un novato en la pol¨ªtica: a finales de los a?os noventa fue concejal regional de Acci¨®n Electoral Solidaridad, entonces el principal partido del pa¨ªs. Y en 2010 ejerci¨® de asesor econ¨®mico del gobierno de Donald Tusk, hoy su principal rival pol¨ªtico (una ¨¦poca en la que en realidad hace de ¡°esp¨ªa¡± para Kaczynski, seg¨²n Piatek).

Esta trayectoria ajena al PiS le ha tra¨ªdo tambi¨¦n enemigos, quiz¨¢ su mayor tal¨®n de Aquiles en clave nacional: el n¨²cleo duro del partido le considera como un extra?o y recela de ¨¦l. ¡°A la mayor¨ªa de l¨ªderes que estuvieron con Kaczynski no les gusta¡±, explica sobre su ascenso a primer ministro Wojciech Szacki, de Polityka Insight. El periodista niega que estemos ante un mero tecn¨®crata. Cuando lleg¨® ¡°ten¨ªa su propio pasado pol¨ªtico e ideol¨®gico vinculado a la derecha¡±.

M¨¢s que un pasado, casi varias vidas. Morawiezcki el disidente, el jurista, el banquero: todos los rostros confluyeron en los debates de esta semana sobre constituci¨®n y Estado de derecho en los que ha tratado de destilar europe¨ªsmo y a la vez censurar la ¡°peligrosa¡± deriva centralista de la UE que reduce los Estados a meras ¡°provincias¡±. La voz de una vida poli¨¦drica que lleg¨® a Bruselas entre tambores de guerra y regres¨® a Varsovia con fotos distendidas junto a la canciller saliente de Alemania, Angela Merkel, el presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, y el jefe del Ejecutivo espa?ol, Pedro S¨¢nchez.

¡°?Viva Polonia! ?Viva Europa! El mejor lugar bajo el sol¡±, cerr¨® su largo discurso en la Euroc¨¢mara. Y, al sentarse, el presidente de la mesa le record¨® que atenerse al tiempo de palabra es otra forma de mostrar respeto hacia la casa de la democracia europea.

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