El primer ministro de Irak sobrevive a un atentado con dron
El aparato logra bombardear la residencia de Al Kadhimi en la Zona Verde de Bagdad, sin que nadie se responsabilice del intento de asesinato
El primer ministro de Irak, Mustafa al Kadhimi, ha sobrevivido a un intento de asesinato en la madrugada de este domingo, seg¨²n ha relatado ¨¦l mismo en un mensaje a la naci¨®n. Un dron ha bombardeado la residencia de Al Kadhimi, en la Zona Verde, el barrio m¨¢s protegido de Bagdad. Varios de sus guardaespaldas han resultado heridos en el ataque, del que nadie se ha responsabilizado. La tensi¨®n pol¨ªtica est¨¢ disparada en el pa¨ªs desde que ...
El primer ministro de Irak, Mustafa al Kadhimi, ha sobrevivido a un intento de asesinato en la madrugada de este domingo, seg¨²n ha relatado ¨¦l mismo en un mensaje a la naci¨®n. Un dron ha bombardeado la residencia de Al Kadhimi, en la Zona Verde, el barrio m¨¢s protegido de Bagdad. Varios de sus guardaespaldas han resultado heridos en el ataque, del que nadie se ha responsabilizado. La tensi¨®n pol¨ªtica est¨¢ disparada en el pa¨ªs desde que varios grupos proiran¨ªes rechazaran los resultados de las elecciones del pasado 10 de octubre.
¡°Mi casa ha sido blanco de una agresi¨®n cobarde, pero gracias a Dios, quienes trabajan conmigo y yo mismo estamos bien¡±, declaraba el primer ministro en un breve mensaje televisado, que tambi¨¦n colg¨® en su cuenta de Twitter. Tras manifestar que ¡°los misiles y los drones no construyen patrias ni futuro¡±, Al Kadhimi hac¨ªa un llamamiento a los iraqu¨ªes ¡°al di¨¢logo constructivo y en calma¡±.
El Ministerio del Interior ha revelado que tres drones penetraron en la Zona Verde, sede de varios ministerios, residencias de altos cargos del Gobierno y embajadas, hacia las dos y media de la madrugada. Las fuerzas de seguridad derribaron dos de ellos, mientras que el tercero logr¨® bombardear el domicilio de Al Kadhimi antes de proseguir en direcci¨®n noroeste, hacia el barrio de Al Hurriyah.
El responsable de prensa de Interior, Saad Maan, ha confirmado que el primer ministro hab¨ªa salido ileso, pero que varios miembros de su equipo de protecci¨®n estaban heridos. No obstante, Al Kadhimi ha aparecido con la mu?eca izquierda vendada durante una reuni¨®n con el presidente, Barham Salih. Los medios iraqu¨ªes tambi¨¦n han mostrado im¨¢genes de los da?os causados por la explosi¨®n en la vivienda; en su azotea se encontr¨® m¨¢s tarde un cohete sin detonar.
El ataque ha sido ampliamente condenado tanto dentro como fuera de Irak. El cl¨¦rigo chi¨ª M¨²qtada al Sadr, l¨ªder del partido que obtuvo el mayor n¨²mero de esca?os en las legislativas de octubre, aunque insuficientes para formar Gobierno, lo ha calificado de ¡°terrorista¡±. Estados Unidos, cuya Embajada en la Zona Verde es habitual objetivo de las milicias, ha ofrecido su ayuda para la investigaci¨®n.
Ir¨¢n, no obstante, ha mantenido su usual ambig¨¹edad. Su ministro de Exteriores, Hossein Amir-Abdollahian, ha declarado que el intento de asesinato era un golpe ¡°contra la estabilidad y la seguridad¡± de Irak. Al mismo tiempo, hac¨ªa un llamamiento a ¡°la vigilancia para frustrar los complots¡±, en un intento de desviar la atenci¨®n hacia Estados Unidos.
Ese lenguaje ampara en buena medida la actitud de las milicias proiran¨ªes que han puesto en duda el intento de asesinato. Abu Ali al Askary, responsable de seguridad de Kataeb Hezbol¨¢, ha acusado a Al Kadhimi de ¡°hacerse la v¨ªctima¡±. Qais al Khazali, el l¨ªder de Asaib Ahl al Haq, ha tuiteado que la explosi¨®n debe investigarse y que su grupo la condenar¨¢ ¡°si ha sido de verdad un ataque¡±.
Sin embargo, sus recelos resultan sospechosos cuando pocas horas antes del atentado hab¨ªa amenazado al jefe del Gobierno, a quien responsabiliz¨® de la muerte de dos manifestantes durante las protestas del viernes. ¡°La sangre de los m¨¢rtires le juzgar¨¢¡±, dijo, seg¨²n un v¨ªdeo ampliamente difundido en las redes sociales.
Al Khazali record¨® adem¨¢s que su grupo hab¨ªa atacado varias bases militares estadounidenses en represalia por el asesinato del general iran¨ª Qasem Soleimani y de Abu Mahdi al Mohandes (que lideraba las Fuerzas de Movilizaci¨®n Popular, bajo las que se amparan las milicias proiran¨ªes) y que tambi¨¦n se vengar¨ªa del primer ministro.
Los grupos proiran¨ªes, que han resultado castigados en los ¨²ltimos comicios, llevan semanas manifest¨¢ndose a la entrada de la Zona Verde para denunciar irregularidades. La Comisi¨®n Electoral, que a¨²n est¨¢ revisando las quejas presentadas, no ha encontrado pruebas al respecto. Las protestas subieron de tono el viernes, cuando los manifestantes acusaron a las fuerzas de seguridad de ¡°traidores¡± y les ped¨ªan que depusieran las armas y se unieran a ellos. No obstante, 98 de los 125 heridos ese d¨ªa fueron polic¨ªas.
Al Kadhimi, un antiguo jefe de los servicios secretos, accedi¨® a la jefatura de Gobierno en mayo del a?o pasado fruto de un consenso t¨¢cito entre Ir¨¢n y Estados Unidos. Pero su empe?o en meter en cintura a las milicias le ha enemistado con ellas. Adem¨¢s, Teher¨¢n est¨¢ crecientemente descontento con el intento del primer ministro de equilibrar su influencia reforzando las relaciones con las monarqu¨ªas del Golfo.
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