Zemmour, juzgado de nuevo por incitar al odio racial, ¡®modera¡¯ a Marine Le Pen
El ascenso del polemista ultra desborda a la l¨ªder de la extrema derecha, quien sin embargo asegura: ¡°No estoy nada inquieta¡±
Primero fue el desconcierto en las filas de Marine Le Pen, l¨ªder de la extrema derecha francesa. Despu¨¦s, la alarma. Hoy, dos meses despu¨¦s de la irrupci¨®n del polemista ultra ?ric Zemmour en la carrera presidencial francesa, Le Pen intenta analizar el fen¨®meno con frialdad y, pese a ser ella la principal damnificada, busca el lado positivo.
¡°No estoy nada inquieta¡±, asegur¨® el lunes durante el c¨®ctel de inauguraci¨®n de su sede de campa?a en el distrito 16 de Par¨ªs. Y a?adi¨®: ¡°Incluso puede alegrarme, bien pensado¡±.
Le Pen (Neuilly-sur-Seine, 53 a?os) hablaba de Zemmour (Montreuil, 63 a?os). El periodista y estrella hasta hace unos meses de la cadena televisiva CNews (propiedad del grupo Vivendi) ha puesto patas arriba la pol¨ªtica de su pa¨ªs con un mensaje que desborda por la derecha al Reagrupamiento Nacional (RN, antiguo Frente Nacional) de Le Pen.
Es un candidato at¨ªpico. Por el desparpajo con el que manipula la historia de Francia. Y por sus declaraciones contra los extranjeros ¨¢rabes o africanos (entre otros colectivos), que le han valido varias condenas en los tribunales y que el mi¨¦rcoles le llevaron de nuevo al banquillo.
Zemmour no asisti¨® al juicio. Se le acusa de complicidad en la provocaci¨®n al odio racial y en la injuria racial. En septiembre de 2020, en un programa de CNews, declar¨® sobre los migrantes menores: ¡°Son ladrones. Son asesinos. Son violadores¡±. El Consejo Superior Audiovisual ya sancion¨® a CNews con una multa de 200.000 euros.
A principios de septiembre, Zemmour rondaba el 5% de expectativa de voto para las elecciones presidenciales de abril. Ahora, y aunque no se ha declarado oficialmente candidato, se mueve entre el 13 y el 19% de votos, dependiendo el sondeo, y en la mayor¨ªa iguala o supera a Le Pen. Por tanto, tiene opciones para la segunda vuelta, en la que se clasifican los dos candidatos m¨¢s votados. El presidente Emmanuel Macron es el favorito.
¡°La elecci¨®n no se ha celebrado a¨²n. ?Esperen un poco!¡±, dijo Le Pen, rodeada de periodistas, en la angosta sala de prensa de su nueva sede. ¡°Yo pienso que no pasar¨¢ del 10%¡±.
El ambiente era distendido. Casi una hora de charla entre canap¨¦s y champ¨¢n y vino rosado en copas de pl¨¢stico.
Le Pen intenta convencerse, y convencer a los periodistas de que Zemmour puede acabar por beneficiarla. El argumento es que ha fabricado una ¡°reserva de votos¡± para su candidatura. En otras palabras, ha ampliado el n¨²mero de votantes potenciales de la extrema derecha. En las presidenciales de 2017, Le Pen y otras peque?as candidaturas sumaron en torno al 26% en la primera vuelta; en 2022 podr¨ªan superar con comodidad el 30%. En 2017, Macron derrot¨® en la segunda vuelta a Le Pen con un 66% de votos frente a un 34%.
Le Pen tambi¨¦n cree que Zemmour puede resultar beneficioso para ella porque la ¡°recentra¡±. Es decir, al lado de Zemmour, puede acabar pareciendo moderada.
¡°Zemmour¡±, dijo Le Pen, ¡°es tan excesivo y caricaturesco en su manera de presentar las cosas que es evidente que lo que nosotros proponemos aparece como algo serio, trabajado y razonable¡±. Le Pen no aludi¨® a sus palabras contra los inmigrantes. S¨ª a las acusaciones de sexismo.
En el ensayo El primer sexo, publicado en 2006, y en intervenciones p¨²blicas, Zemmour teorizaba sobre el ocaso del hombre viril y patriarcal en Francia y fijaba dos momentos decisivos en el siglo XX. Uno es la Primera Guerra Mundial. Seg¨²n Zemmour, mientras los hombres mor¨ªan sin hero¨ªsmo en las trincheras, las mujeres hac¨ªan ¡°la fiesta [en castellano en el original]¡±. El otro momento es la Segunda Guerra Mundial. La ocupaci¨®n nazi, escribe Zemmour, ¡°desviriliza¡± al hombre franc¨¦s. A este, a?adi¨® en un coloquio en 2009, le sustituye el soldado alem¨¢n, y apostill¨®: ¡±La mujer francesa, en masa, se ir¨¢ con los vencedores, con los soldados alemanes, y as¨ª se emancipar¨¢ del franc¨¦s¡±.
Le Pen lament¨®: ¡°Nadie escapa: ni nosotras, ni nuestras madres, ni nuestras abuelas. Es un juicio brutal, injusto e infundado¡±.
La idea de Le Pen es que, tarde o temprano, los excesos de Zemmour acabar¨¢n pas¨¢ndole factura. Por ahora, resiste. Le Pen lo sabe y sabe que hoy lo tiene mucho m¨¢s dif¨ªcil que hace unos meses para alcanzar la presidencia de la Rep¨²blica en su tercer intento, y quiz¨¢ ¨²ltimo.
¡°Mi adversario sigue siendo Emmanuel Macron¡±, asegur¨® a los periodistas, ¡°pero ustedes me preguntan por Zemmour ma?ana, tarde y noche. No es grave, es un momento de la campa?a, tambi¨¦n ustedes se cansar¨¢n¡±.
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