Una l¨¢pida sin nombre traslada el drama migratorio a un pueblo t¨¢rtaro de Polonia

Dos iniciales ocupan el lugar del nombre en la l¨¢pida: ¡°NN¡±. Con esta f¨®rmula, empleada en Polonia para aquellos cad¨¢veres cuya identidad se desconoce, ha sido enterrado este jueves en el peque?o cementerio musulm¨¢n del pueblo de Bohoniki uno de los miles de migrantes que han cruzado estos ¨²ltimos meses desde Bielorrusia.

No llevaba documentos, una pr¨¢ctica habitual entre los migrantes, ni se ha podido determinar su nombre u origen concreto. ¡°Estamos casi seguros de que es un hermano musulm¨¢n porque casi todos los migrantes que vienen de ?frica lo son, y entendemos, por el color de su piel y el contexto, que lo es. Si en el futuro se determinase que es cristiano o jud¨ªo, exhumar¨ªamos el cad¨¢ver y lo llevar¨ªamos al cementerio de su religi¨®n¡±, ha se?alado a este peri¨®dico tras la ceremonia Ali Bazarewicz, el imam que la ofici¨®.

Se ha establecido el 22 de octubre como fecha de fallecimiento y as¨ª figura en la l¨¢pida junto a la f¨®rmula ¡°Descanse en paz¡±. El entierro solo se ha podido efectuar con casi un mes de retraso porque el cuerpo sin vida ¡°fue encontrado por un polic¨ªa hace poco, muy deteriorado y muy dentro del bosque¡± de Bialoweza, ruta habitual de los migrantes hacia el interior de la Uni¨®n Europea, ha precisado.

Maciej Szczesnowicz, l¨ªder de la comunidad musulmana local, ha se?alado, adem¨¢s, a un grupo de periodistas que la autopsia ha determinado que el hombre ten¨ªa en torno a 30 a?os y probablemente muri¨® de hipotermia. Este viernes, ha adelantado, tambi¨¦n ser¨¢ d¨ªa de entierro, quiz¨¢s de dos personas.

Al tratarse de un cad¨¢ver sin identificar, solo estaban presentes las personas vinculadas al entierro y la prensa. En torno al mediod¨ªa, el ata¨²d fue trasladado ¨Dprimero en un veh¨ªculo y luego cargado por cuatro hombres¨D hasta el patio de la mezquita de madera marr¨®n de la localidad. All¨ª, mientras el imam recitaba la oraci¨®n f¨²nebre Salat al yanaza, fue cubierto con un sudario verde (color del islam) con bordados.

Un furg¨®n f¨²nebre lo traslad¨® luego al cementerio. Avanz¨® lentamente por un camino en paralelo a decenas de l¨¢pidas hasta llegar a un rinc¨®n alejado, donde estaba preparada la fosa en la que se deposit¨® el ata¨²d. El imam arroj¨® con la mano tres pu?ados de tierra y cuatro hombres lo cubrieron r¨¢pidamente del todo con palas. Qued¨® un t¨²mulo de tierra decorado con piedras y ramas de las con¨ªferas cercanas.

A su lado, yace Ahmad al Hasan. Este sirio de 19 a?os, cuyo nombre s¨ª figura en la l¨¢pida, se ahog¨® tratando de cruzar a nado desde Bielorrusia el fronterizo r¨ªo Bug, tambi¨¦n el mes pasado. Su familia solo pudo presenciar el entierro, el primero en Polonia de la presente crisis migratoria, por videoconferencia, organizada por el m¨¦dico sirio que encontr¨® el cad¨¢ver.

Ese mismo d¨ªa fue enterrado en Erbil, la capital del Kurdist¨¢n iraqu¨ª, Gaylan Delir Ismael, un hombre de 25 a?os que muri¨® en brazos de su hermano. Se calcula que m¨¢s de diez personas han fallecido en la actual crisis fronteriza, aunque los activistas polacos en contacto con los migrantes dan casi por sentado que se encontrar¨¢n m¨¢s cad¨¢veres en el bosque de Bialowieza cuando se permita el acceso libre. Una parte del bosque se encuentra en la zona vetada a los civiles no residentes, entre ellos periodistas, cooperantes y observadores independientes.

Situada en el noreste del pa¨ªs, a apenas diez kil¨®metros de la frontera con Bielorrusia que el hombre enterrado este jueves atraves¨® en un momento indeterminado de la actual crisis, Bohoniki es un islote isl¨¢mico en un pa¨ªs abrumadoramente cat¨®lico. Sus habitantes son unos 100 t¨¢rtaros, una de las comunidades musulmanas m¨¢s antiguas en Europa. Los integrantes de este pueblo t¨²rquico con presencia en la zona desde al menos el siglo XIV ten¨ªan fama de buenos guerreros, as¨ª que tres siglos m¨¢s tarde el rey polaco Jan Sobieski ¨Dfalto de dinero para pagar a sus soldados¨D les regal¨® tierras a cambio de proteger la frontera oriental. Hoy suponen solo 5.000 de los 38 millones de habitantes del pa¨ªs. La comunidad de Bohoniki se ha distinguido durante esta crisis por ayudar tanto a los migrantes (no solo con la oferta de su cementerio, sino tambi¨¦n con colectas de dinero, ropa y alimentos) como a las fuerzas de seguridad desplegadas en la zona, para las que preparan una sopa diaria.

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