¡°Tengo que volver para recuperar el prestigio de Brasil y que el pueblo coma tres veces al d¨ªa¡±
El expresidente brasile?o Luiz In¨¢cio Lula da Silva, de gira por Europa, reivindica que su pa¨ªs puede estar de vuelta en la escena internacional a partir de las elecciones del pr¨®ximo a?o
Entra como un cicl¨®n en la sala donde hacemos la entrevista. A lo largo de la conversaci¨®n, el expresidente brasile?o Luiz In¨¢cio Lula da Silva repite varias veces su edad, 76 a?os, ¡ªuna edad a la que un hombre no puede odiar, nos dir¨¢¡ª, pero asegura encontrarse con la energ¨ªa de alguien mucho m¨¢s joven. Y de hecho, viene de una jornada agotadora en Madrid y de una agotadora gira por Europa que le ha llevado a Bruselas y a Par¨ªs. Pese a todo ese ajetreo, responde desde la primera pregunta con la pasi¨®n de quien quiere proclamar al mundo que Brasil puede estar de vuelta en la escena internacional a partir de las elecciones que se celebran el a?o pr¨®ximo. Ese es el mensaje que quiere transmitir en su visita europea: Brasil no es Bolsonaro.
Pregunta. Le hemos visto en su gira europea muy en¨¦rgico, con muchas ganas de pol¨ªtica.
Respuesta. Eso es lo que siento. Cuando yo dej¨¦ la presidencia en 2010, Brasil estaba en una situaci¨®n de crecimiento econ¨®mico y de respetabilidad. Hoy est¨¢ en quiebra. Tenemos m¨¢s desempleo e inflaci¨®n. Y el hambre que hab¨ªa acabado en Brasil en 2014 volvi¨® con mucha fuerza. Brasil era un protagonista internacional. Y todo se desmantel¨®. ?En nombre de qu¨¦? En nombre de apagar la imagen de Lula, de apagar la imagen del Partido de los Trabajadores (PT). Por lo tanto, yo tengo mucha disposici¨®n para hacer pol¨ªtica. Mi causa es la lucha contra la inequidad en Brasil y en el mundo. No puedo admitir que el mundo produzca m¨¢s alimentos de los que la humanidad puede comer y que tengamos 800 millones de personas con hambre en el mundo. Ni que en Brasil, que es el tercer productor de alimentos del mundo, la gente est¨¦ pasando hambre. Quiero aprovechar, mientras Dios me d¨¦ vida, mientras tenga energ¨ªa, fuerza en mi garganta y en mis piernas, para luchar por un mundo m¨¢s humano en el que todos tengan lo elemental. Eso me da ganas de pelear, me hace ser joven. Parece que tengo 76 a?os, pero tengo la energ¨ªa de los 30 a?os. El mundo no puede seguir as¨ª. Por eso tengo ganas de hacer pol¨ªtica.
P. ?Y por qu¨¦ se resiste a confirmar que va a ser candidato en las elecciones de Brasil?
R. Yo puedo ser candidato. Trabajo para ser candidato. Pero no depende de una voluntad personal, no depende de m¨ª. Yo tengo que construir con otra gente y con otros partidos un programa para Brasil. Tengo que hacer una alianza, porque lo importante no es solamente ganar las elecciones, es poder gobernar. Tengo una responsabilidad doble. Porque todas las encuestas demuestran que mi Gobierno est¨¢ considerado el mejor que hubo en Brasil. Ha sido el mejor momento de inclusi¨®n social, de universidades, de aumentos de empleo y sueldo. Los pobres y m¨¢s humildes tambi¨¦n conquistaron la ciudadan¨ªa. Si yo vuelvo a la presidencia, no puedo hacer menos de lo que hice. Por eso tengo miedo. No puedo volver para hacer cualquier cosa, sino para que Brasil pueda recuperarse. No puedo fracasar. Tengo que volver para recuperar el prestigio internacional de Brasil y que el pueblo pueda comer tres veces al d¨ªa.
P. ?Cu¨¢l ser¨ªa la versi¨®n 2021 del programa Hambre Cero con el que sac¨® de la pobreza a millones de brasile?os?
R. Me parece que hoy tendr¨ªamos que perfeccionar ese programa. Nosotros hicimos un conjunto de pol¨ªticas p¨²blicas y en 2018, Brasil lleg¨® a ser la sexta econom¨ªa mundial. Hoy es la decimotercera. Caminamos hacia atr¨¢s. Se destruy¨® la empresa de ingenier¨ªa, las empresas de agua y gas, la industria naval. Dejamos de ser un sue?o para los inversores extranjeros y empezamos a ser una pesadilla. Los empresarios espa?oles saben de qu¨¦ hablo porque Espa?a es el segundo inversor de Brasil. Y son siempre bienvenidos. Brasil puede ser mejor, no es el Gobierno actual. El Gobierno actual, de hecho, no representa el alma del pueblo brasile?o.
P. Usted hace un retrato demoledor del Brasil que deja Bolsonaro. Pero los brasile?os lo votaron. ?Por qu¨¦ cree que lo hicieron?
R. Vivimos un momento de anomal¨ªa en la pol¨ªtica mundial. El votante brasile?o vot¨® a Bolsonaro por las mismas razones que el votante americano vot¨® a Trump. Ha sido un momento de desajuste emocional de una parte de la humanidad. Como con Vox aqu¨ª. Ha ocurrido en todo el mundo. La mentira prevalece sobre la verdad. Bolsonaro es mentiroso, no comprende la econom¨ªa, no entiende los problemas sociales. Si yo no estuviera vinculado al movimiento sindical, a la sociedad m¨¢s pobre de Brasil, si el PT no hubiese sido un partido organizado, me hubiesen destruido. He sido arrestado. Pero estoy aqu¨ª, con la cabeza erguida, con la misma disposici¨®n, porque, como soy cat¨®lico, como creo en Dios, me parece que lo que pas¨® conmigo fue un test que Dios estaba haciendo, y tuve que probarle que yo estaba listo para enfrentar la adversidad.
P. ?No tiene entonces sensaci¨®n de venganza ni resquemor despu¨¦s de las experiencias que ha vivido?
R. Nadie puede querer gobernar para vengarse. Mi obligaci¨®n es intentar resolver los problemas del pueblo brasile?o. Quiero contarles una cosa. Yo com¨ª pan por primera vez cuando ten¨ªa siete a?os. Mi madre sali¨® de Pernambuco, caminamos, fuimos en cami¨®n durante 13 d¨ªas, cruzamos 2.000 kil¨®metros hasta S?o Paulo para intentar vencer el hambre y logr¨¦ vencer el hambre. La ¨²nica raz¨®n por la cual puedo ser candidato y agradezco a Dios estar vivo y con salud es porque tengo la conciencia de que yo puedo ayudar al pueblo pobre de Brasil. Puedo ayudar a que trabaje, coma y vaya a la universidad. Ya lo hicimos.
He aprendido que un poco de dinero en la mano de muchos hace milagros. Cuando le das 10 euros a un pobre y le das 1.000 a un rico, los 1.000 ir¨¢n a una cuenta bancaria, a especular. El pobre va a comer, va a comprar zapatos, ropa, un cuaderno, y la econom¨ªa empieza a funcionar. Ese ha sido el milagro brasile?o.
P. ?Cree que la derrota de Trump marca una fase descendente de los fen¨®menos populistas en el mundo o a¨²n tienen recorrido?
R. El populismo y el radicalismo de derechas o fascismo no est¨¢n en fase descendente. Est¨¢n cada vez m¨¢s agresivos y crecen en varios sitios.
P. Esta semana el Bar¨®metro de las Am¨¦ricas ofrec¨ªa un dato preocupante: uno de cada cuatro ciudadanos americanos considera que la democracia no es el mejor sistema de gobierno posible. ?En qu¨¦ est¨¢ fallando la democracia a esos ciudadanos que dudan del sistema y que optan por este tipo de formaciones trumpistas?
R. Los dem¨®cratas necesitan aprender que la democracia es una cosa seria. El pueblo no quiere una democracia para gritar que est¨¢ desempleado, quiere trabajo. No quiere democracia para gritar que est¨¢ con hambre, quiere comer. Al pueblo no le gusta la democracia para decir que no hay posibilidades de estudiar, lo que necesita es estudiar. Y la democracia necesita garantizar esos derechos. En realidad, la democracia ha fallado en muchos lugares. En Estados Unidos, desde 1980, cuando se decidi¨® aplicar el Consenso de Washington, los trabajadores empezaron a perder derechos. Luego Trump gan¨® las elecciones porque muchos electores ya no cre¨ªan en el discurso de los dem¨®cratas. Necesitamos cumplir aquello a lo que nos comprometimos con el pueblo.
P. Con un Brasil en crecimiento an¨¦mico, la inflaci¨®n al alza, una deuda p¨²blica del 80%, ?c¨®mo se puede redistribuir riqueza ahora, en el mundo pospandemia?
R. Cuando la Uni¨®n Europea crea, de manera muy valiente, un fondo de 750.000 millones de euros, cuando en EE UU el presidente Biden aprueba planes de billones de d¨®lares significa que nosotros tenemos una oportunidad para resolver los problemas del pa¨ªs. Si es necesario, el Estado tiene que ser el inductor de ese movimiento, tiene que poner el dinero para que la econom¨ªa crezca. En la crisis de 2008 lo hicimos. El problema es que a los pobres no se les toma en serio en la gran mayor¨ªa de los pa¨ªses. Se los trata como si no valieran nada.
P. ?Y para poder hacerlo se aliar¨ªa con el centro derecha?
R. Vemos alianzas entre partidos en Espa?a, en Alemania¡ Lo ideal ser¨ªa que mi partido ganara las elecciones y tuviera mayor¨ªa. Pero si no es posible hay que negociar y conseguir gobernar. La pol¨ªtica es as¨ª. Negociamos con la gente que ha sido elegida.
P. ?C¨®mo cree que puede interferir la desinformaci¨®n en la campa?a electoral?
R. Estamos preocupados porque existe una industria, a veces financiada desde fuera de Brasil, contando mentiras al pueblo brasile?o. Pero no es f¨¢cil mentir contra m¨ª. Si yo decido ser candidato, intentar¨¦ hacer una campa?a para que el pueblo brasile?o no acepte mentiras, que sepa qui¨¦n dice la verdad.
P. Todas las encuestas lo sit¨²an en cabeza y sin embargo eso no le ha librado del odio, ni a usted ni a su partido. ?Teme por su seguridad?
R. Soy un hombre cat¨®lico. Soy un hombre que cree que solo ha llegado donde ha llegado porque estaba la mano de Dios encima. Confieso que no quiero morir. Quiero vivir bien, estar siempre feliz, despertarme todos los d¨ªas riendo. Obviamente s¨¦ que tengo que cuidarme. Hace 30 a?os que no como en un restaurante, no he ido nunca a un centro comercial, no entro en bares. Mi vida es mi casa y mi trabajo. Siempre voy con mucho cuidado para protegerme.
P. ?Qu¨¦ ha aprendido el ser humano Lula de la experiencia dram¨¢tica que ha vivido, de los procesos judiciales y la c¨¢rcel?
R. Tom¨¦ la decisi¨®n de ir a prisi¨®n cuando muchos me dec¨ªan que deb¨ªa salir de Brasil. Yo no quise. Ten¨ªa tanta conciencia de mi inocencia, tanta seguridad de que el juez Moro y los procuradores hab¨ªan formado una cuadrilla pol¨ªtico-econ¨®mica para destruirme, que decid¨ª ir a la polic¨ªa para probar mi inocencia. Y creo que lo consegu¨ª. Fui a la c¨¢rcel, le¨ª mucho, reflexion¨¦ y pens¨¦: ¡°No puedo salir de aqu¨ª con rabia. Tengo que salir m¨¢s maduro, m¨¢s consciente, m¨¢s preparado¡±. Yo dec¨ªa la verdad y ellos estaban mintiendo.
P. El juez S¨¦rgio Moro, que lo encarcel¨® y de quien despu¨¦s el Tribunal Supremo dijo que no hab¨ªa sido imparcial con usted, concurrir¨¢ tambi¨¦n a las elecciones de 2022. ?Qu¨¦ impresi¨®n le provoca competir con ¨¦l?
R. No estoy preocupado. ?l es el que tiene que estar preocupado. Sin la protecci¨®n de la toga de juez y sin la protecci¨®n del C¨®digo Penal, ser¨¢ candidato como yo, como ciudadano. Y en ese caso, es mucho m¨¢s f¨¢cil.
P. Hablemos de Latinoam¨¦rica y, en concreto, de pa¨ªses que experimentan deterioros democr¨¢ticos. En el caso de Nicaragua, que ha tenido unas elecciones recientes no reconocidas por la comunidad internacional, ?cu¨¢l es su diagn¨®stico?
R. Cuando gobern¨¦ intentaron convencerme de que fuera a un tercer mandato y yo dije que no porque soy favorable a la alternancia en el poder. Dije en una entrevista que todo pol¨ªtico que empieza a creer que es imprescindible o insustituible empieza a transformarse en un peque?o dictador. Yo he estado en contra de Daniel Ortega. El Frente Sandinista tiene mucha gente para ser candidato. Tambi¨¦n estuve en contra de Evo Morales, que ya hab¨ªa hecho dos mandatos extraordinarios. Y lo mismo con Ch¨¢vez. Puedo estar en contra, pero no interferir en las decisiones de un pueblo. ?Por qu¨¦ Angela Merkel puede estar 16 a?os en el poder y Ortega no? ?Por qu¨¦ Margaret Thatcher puede estar 12 a?os en el poder y Ch¨¢vez no? ?Por qu¨¦ Felipe Gonz¨¢lez puede quedarse 14 a?os en el poder?
P. Pero ni Merkel ni Gonz¨¢lez encarcelaban a sus opositores.
R. No puedo juzgar lo que ha pasado en Nicaragua. Si Ortega detiene a los l¨ªderes de la oposici¨®n para que no se presenten en las elecciones, igual que hicieron contra m¨ª, est¨¢ completamente equivocado. En Venezuela espero que si gana Maduro [en las elecciones regionales y locales que se celebran este domingo] acepte el resultado, y si pierde tambi¨¦n.
P. Otro caso de limitaci¨®n de derechos en Am¨¦rica Latina ha sido la prohibici¨®n de manifestaciones esta misma semana en Cuba.
R. Estas cosas no pasan solo en Cuba, sino en el mundo entero. La polic¨ªa pega a mucha gente, es violenta. Es curioso porque nos quejamos de que una decisi¨®n evit¨® las protestas en Cuba, pero no nos quejamos de que los cubanos ten¨ªan la vacuna y no ten¨ªan jeringas, y los americanos no permit¨ªan la entrada de jeringas. Yo creo que los dem¨¢s tienen el derecho de protestar, igual que en Brasil. Pero necesitamos dejar de condenar a Cuba y condenar un poco m¨¢s el bloqueo de Estados Unidos.
P. Pero, presidente Lula, se pueden hacer las dos cosas: condenar el bloqueo y pedir libertad en la calle para los opositores.
R. ?Qui¨¦n decide la libertad de Cuba sino el pueblo cubano? No se va a resolver el problema de la democracia en Cuba instigando a los opositores a crear problemas para el Gobierno. Se conquistar¨¢ cuando termine el bloqueo.
P. Vemos en todo el mundo, particularmente en Am¨¦rica Latina, la vitalidad del movimiento feminista. ?Qu¨¦ prioridad le dar¨ªa usted, si volviera a gobernar Brasil, a la igualdad de g¨¦nero?
R. El PT tiene igualdad de g¨¦nero en la direcci¨®n del partido y en los candidatos parlamentarios. Las mujeres ocupan un espacio extraordinario en el trabajo, en la pol¨ªtica, pero esa conquista no se vio acompa?ada de la participaci¨®n de los hombres en el trabajo dom¨¦stico. Y van a conquistar cada vez m¨¢s espacio porque son mayor¨ªa. Quiz¨¢s el mundo ser¨¢ m¨¢s justo si las mujeres ejercen el poder. Pero a¨²n prevalece el machismo en muchos lugares. Es cuesti¨®n de tiempo.
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