El fiscal pide no dejar impune la muerte del afroamericano Ahmaud Arbery, tiroteado por un blanco
Un jurado de Georgia juzga a tres hombres que persiguieron y mataron a un joven negro que hab¨ªa salido a correr por su vecindario
El sobrecogedor v¨ªdeo, 36 temblorosos segundos que dejan poco espacio a la imaginaci¨®n, muestra c¨®mo Travis McMichael dispara tres tiros a quemarropa a Ahmaud Arbery, un hombre negro desarmado, de 25 a?os, que hab¨ªa salido ese domingo de febrero de 2020 a correr por un suburbio residencial de Brunswick, en el Estado de Georgia. Gregory McMichael, antiguo polic¨ªa de 65 a?os y padre de aquel, contempla la escena, pistola en m...
El sobrecogedor v¨ªdeo, 36 temblorosos segundos que dejan poco espacio a la imaginaci¨®n, muestra c¨®mo Travis McMichael dispara tres tiros a quemarropa a Ahmaud Arbery, un hombre negro desarmado, de 25 a?os, que hab¨ªa salido ese domingo de febrero de 2020 a correr por un suburbio residencial de Brunswick, en el Estado de Georgia. Gregory McMichael, antiguo polic¨ªa de 65 a?os y padre de aquel, contempla la escena, pistola en mano, subido a la parte trasera de una camioneta descubierta, con la que ambos hab¨ªan acorralado a la v¨ªctima tras perseguirla durante cinco minutos. Un tercer hombre, William Roddie Bryan, de 52 a?os, graba con el m¨®vil desde el interior de su veh¨ªculo, a bordo de otra furgoneta que se hab¨ªa sumado a la persecuci¨®n al verlos pasar por delante de su casa. En el v¨ªdeo, filtrado en las redes sociales en mayo del a?o pasado por el padre, se oye c¨®mo Bryan tambi¨¦n carga, fuera de plano, su rev¨®lver.
Tras 10 jornadas de testimonios en un tribunal de Brunswick, este lunes ha comenzado la exposici¨®n final de motivos de uno de los juicios que m¨¢s expectaci¨®n ha despertado en los ¨²ltimos tiempos en Estados Unidos. Los tres acusados se enfrentan a nueve cargos, entre ellos, los de asesinato y asalto con agravante. El jurado, abrumadoramente blanco (solo uno de los 12 miembros es afroamericano en un Estado con un 30% de poblaci¨®n negra) tendr¨¢ que resolver dos asuntos fundamentales. El primero: ?ten¨ªan derecho los McMichael y Bryan a perseguir a Arbery por su vecindario? La defensa, que se escuda en la figura del ¡°arresto ciudadano¡±, alega que lo hicieron ante una creciente ola de criminalidad y que solo estaban defendiendo a los suyos; la fiscal¨ªa, que pide que no quede impune esa muerte, lo ha negado de nuevo y defini¨® el suceso la semana pasada como ¡°un linchamiento puesto al d¨ªa¡±. ¡°Los tres acusados persiguieron a Arbery solo por ser un hombre negro que corr¨ªa por la calle. Lo mataron no porque supusiera una amenaza, sino porque no se quiso detener a hablar con ellos¡±, ha argumentado este lunes la fiscal Linda Dunikoski, seg¨²n recoge AP. Los McMichael dijeron a la polic¨ªa aquel d¨ªa que hab¨ªan visto a la v¨ªctima en im¨¢genes tomadas por las c¨¢maras de seguridad entrar varias veces en una casa en construcci¨®n en la misma calle en la que ellos viv¨ªan. Seg¨²n sus familiares, el chico era un amante de los deportes, estrella del f¨²tbol americano en el instituto y un hombre ¡°bueno y generoso¡±.
La segunda pregunta es: cuando Travis McMichael, de 35 a?os, dispar¨®... ?actu¨® en defensa propia, como sostienen los abogados?
Travis dijo al jurado el mi¨¦rcoles que solo estaba intentando detener a Arbery hasta que llegara la polic¨ªa. Y que cuando sac¨® su arma confiaba en que este se rindiera. Dispar¨®, a?adi¨®, al sentir que Arbery pod¨ªa arrebat¨¢rsela. McMichael no dijo que, seg¨²n consta en el sumario, uno de los tres profiri¨® un insulto racista momentos despu¨¦s de la muerte de Arbery. Tampoco que su camioneta luc¨ªa una bandera confederada en la matr¨ªcula, s¨ªmbolo asociado a la nostalgia por el esclavismo.
Los tres acusados no fueron detenidos hasta unos meses despu¨¦s de aquel domingo. Seg¨²n la ley de Georgia, que arrastra normas heredadas de los tiempos de la Guerra de Secesi¨®n, aparentemente hab¨ªan hecho lo correcto ampar¨¢ndose en la figura del arresto ciudadano, que estuvo en vigor entre 1863 y el a?o pasado y que en tiempos de esclavitud y linchamientos serv¨ªa para exonerar a quienes que se tomaban la justicia por su mano. La filtraci¨®n en las redes sociales del v¨ªdeo de Bryan fue lo que motiv¨® que la polic¨ªa estatal tomara las riendas del caso, hasta entonces en manos de agentes locales, y que presentaran cargos.
El juicio ha tenido un amplio seguimiento nacional instigado por el asesinato por asfixia en Minneapolis de George Floyd, que caus¨® una gran ola de indignaci¨®n por todo el pa¨ªs e incendi¨® el movimiento Black Lives Matter. Pese a su innegable componente racial, la defensa ha tratado de mantener el tema fuera de la sala del tribunal, a cuyas puertas se han concentrado este lunes decenas de activistas de la causa negra, entre ellos, l¨ªderes de la comunidad tan conocidos como Jesse Jackson o Al Sharpton. Uno de los abogados se quej¨® la semana pasada de la presencia de ¡°sacerdotes negros¡± entre el p¨²blico, alegando que esta presionaba a los jurados. Tuvo que disculparse por el comentario.
La absoluci¨®n el viernes pasado de Kyle Rittenouse, que estaba acusado de matar a dos hombres (blancos) y de herir a un tercero durante una manifestaci¨®n convocada durante aquellas protestas, ha intensificado en los ¨²ltimos d¨ªas el foco sobre el veredicto del caso que ahora se juzga en Georgia, con el que comparte la alegaci¨®n de defensa propia y una interpretaci¨®n de la segunda enmienda, que garantiza el uso de armas a los ciudadanos estadounidenses, dif¨ªcil de comprender desde una ¨®ptica europea. No es ya que en algunos estados sea legal poseer armas, tambi¨¦n est¨¢ permitido portarlas a la vista de todo el mundo, incluso si eres un muchacho de 17 a?os, como Rittenhouse cuando se produjeron los hechos. Ambos casos se parecen (tambi¨¦n al de Geroge Floyd) en que un v¨ªdeo amateur ha permitido a la opini¨®n p¨²blica juzgar lo que pas¨® aquel d¨ªa por s¨ª misma.
¡°Los tres acusados persiguieron a Arbery solo por ser un hombre negro que corr¨ªa por la calle. Lo mataron no porque supusiera una amenaza, sino porque no se quiso detener a hablar con ellos¡±, ha argumentado este lunes la fiscal Linda Dunikoski, seg¨²n recoge AP. Los McMichael dijeron a la polic¨ªa aquel d¨ªa que hab¨ªan visto a la v¨ªctima en im¨¢genes tomadas por las c¨¢maras de seguridad entrar varias veces en una casa en construcci¨®n en la misma calle en la que ellos viv¨ªan. Seg¨²n sus familiares, el chico era un amante de los deportes, estrella del f¨²tbol americano en el instituto y un hombre ¡°bueno y generoso¡±.
A¨²n les queda otro proceso pendiente. Un tribunal federal ha acusado a los McMichael de cr¨ªmenes de odio y de intento de secuestro. Padre e hijo se han declarado inocentes.
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