El agujero negro de las detenciones secretas de China
El abogado de derechos humanos Chang Weiping, detenido bajo investigaci¨®n, sufre secuelas f¨ªsicas y mentales tras m¨¢s de cinco meses en el sistema de desaparici¨®n forzosa conocido como RSDL
Incomunicado. Sin acceso a un abogado. Sin que su familia supiera su paradero, m¨¢s all¨¢ de que agentes de seguridad se lo hab¨ªan llevado. Sometido, denuncian los suyos, a ¡°torturas para extraerle una confesi¨®n¡±. El abogado chino de derechos humanos Chang Weiping, especializado en casos de discriminaci¨®n y defensa de la libertad de expresi¨®n, pas¨® as¨ª cinco meses y 16 d¨ªas, entre octubre de 2020 y abril de este a?o, en lo que la legislaci¨®n china describe y autoriza desde 2013 como ...
Incomunicado. Sin acceso a un abogado. Sin que su familia supiera su paradero, m¨¢s all¨¢ de que agentes de seguridad se lo hab¨ªan llevado. Sometido, denuncian los suyos, a ¡°torturas para extraerle una confesi¨®n¡±. El abogado chino de derechos humanos Chang Weiping, especializado en casos de discriminaci¨®n y defensa de la libertad de expresi¨®n, pas¨® as¨ª cinco meses y 16 d¨ªas, entre octubre de 2020 y abril de este a?o, en lo que la legislaci¨®n china describe y autoriza desde 2013 como Vigilancia Residencial en un Lugar Designado (RSDL, por sus siglas en ingl¨¦s). Era su segunda vez dentro de este proceso de detenci¨®n de nombre tan anodino como temido entre los disidentes chinos: quienes han pasado por ¨¦l denuncian vejaciones, maltratos y torturas f¨ªsicas y psicol¨®gicas.
La RSDL se ha aplicado en China a numerosos detenidos considerados especialmente problem¨¢ticos, por su notoriedad o por ser cr¨ªticos ¡ªo percibidos como cr¨ªticos¡ª del sistema. Por ¨¦l han pasado empresarios y estrellas de cine como Fan Bingbing, investigada en su caso por fraude fiscal; disidentes como Ai Weiwei, Liu Xiaobo o Xu Zhiyong; numerosos abogados de derechos humanos como el propio Chang. El temor a que la tenista de ¨¦lite Peng Shuai pudiera encontrarse en esta situaci¨®n tras denunciar abusos sexuales de un alto cargo chino desat¨® los llamamientos de la Asociaci¨®n de Tenis Femenino y deportistas internacionales para aclarar su paradero. Tras tres semanas desaparecida, Peng apareci¨® esta semana en una videoconferencia para decir que estaba ¡°sana y salva¡±.
La organizaci¨®n defensora de los derechos humanos Safeguard Defenders, autora de un reciente informe sobre esta herramienta, denuncia que su uso se ha multiplicado desde que qued¨® codificado en 2013 como resultado de una enmienda a la ley de Procedimiento Penal en China. ¡°Nuestra revisi¨®n muestra uno de los sistemas de mayor alcance, si no el que m¨¢s, de desapariciones forzosas en todo el mundo¡±, ha indicado la organizaci¨®n en una carta a Naciones Unidas. ¡°El uso de RSDL es, sin ninguna duda, extenso y sistem¨¢tico¡± agrega la ONG, cuyo fundador, el sueco Peter Dahlin, fue ¨¦l mismo sometido a ese procedimiento en 2015.
Este instrumento legaliza la detenci¨®n en un lugar secreto durante un m¨¢ximo te¨®rico de seis meses, aunque en ocasiones se ha sobrepasado el plazo. Precede al arresto formal y no es necesario que ning¨²n tribunal d¨¦ su visto bueno. Seg¨²n el Gobierno chino, es imprescindible para defender la seguridad nacional, y el pa¨ªs garantiza el respeto de los derechos de los detenidos. Para los defensores de los derechos humanos es una herramienta contra los activistas que viola los est¨¢ndares internacionales y que, lejos del escrutinio p¨²blico, abre la puerta a todo tipo de abusos f¨ªsicos y psicol¨®gicos.
Las protecciones previstas en la ley ¡ªacceso a un abogado, supervisi¨®n por parte de la Fiscal¨ªa¡ª quedan en la pr¨¢ctica descartadas. La polic¨ªa puede invocar una ¡°excepci¨®n¡± si considera que el detenido representa un riesgo para la seguridad nacional, explica el informe de Safeguard Defenders, Locked Up: Inside China¡¯s Secret RSDL Jails (Encerrado: Dentro de las c¨¢rceles secretas de RSDL en China), que recoge testimonios de detenidos y sus familiares y examina las bases de datos de los tribunales chinos.
Los investigadores de esta organizaci¨®n encontraron que en 2013 se recurri¨® a este procedimiento contra al menos 325 personas. En 2020, contra m¨¢s de 5.800. En total y hasta julio de 2021, han localizado 22.845 casos en los que los veredictos judiciales aluden al uso de RSDL antes del juicio. Pero las cifras reales pueden ser m¨¢s altas ¡ªentre 38.000 y 57.000 personas pueden haber pasado por este sistema, calcula la ONG¡ª, dado que las bases de datos no incluyen los casos que se considera que afectan a la seguridad nacional.
Este instrumento, denuncia la ONG, ¡°se usa frecuentemente fuera de su prop¨®sito declarado, la fase de investigaci¨®n de un caso delictivo, puesto que una proporci¨®n significativa no llega a ser nunca arrestada formalmente¡±. Seg¨²n sus c¨¢lculos, un tercio de las v¨ªctimas que ha identificado y entrevistado quedaron en libertad bajo fianza o sin cargos. ¡°En su lugar, la RSDL puede usarse como herramienta de intimidaci¨®n y para obtener testimonios contra otros [sospechosos]¡±, apunta.
Tortura en la ¡®silla del tigre¡¯
El caso de Chang es t¨ªpico. Este joven abogado fue detenido por primera vez el 12 de enero de 2020, tras haber participado dos semanas antes en una reuni¨®n con un grupo de activistas y abogados de derechos humanos en la ciudad de Xiamen. Tras 10 d¨ªas en RSDL en un hotel de las afueras de su ciudad natal (Baoji, en la provincia central de Shaanxi) fue puesto en libertad. En octubre de ese a?o difundi¨® un v¨ªdeo en YouTube en el que denunciaba haber sufrido tortura durante su retenci¨®n: obligado a sentarse todo el tiempo en la silla del tigre ¡ªun artefacto met¨¢lico que inmoviliza al detenido y acaba caus¨¢ndole hinchaz¨®n y fuertes dolores en nalgas y piernas¡ª, como secuela hab¨ªa perdido la sensaci¨®n en dos dedos de la mano. Cinco d¨ªas despu¨¦s de la publicaci¨®n del v¨ªdeo lleg¨® su segunda detenci¨®n y entrada en RSDL. En abril quedaba acusado de ¡°subversi¨®n contra el Estado¡±, un delito que le puede valer la cadena perpetua.
En septiembre, ya en arresto ordinario, pudo ver por primera vez a su abogado, 11 meses despu¨¦s de que se lo llevaran los funcionarios de seguridad. Seg¨²n cont¨® a su defensor y explica a EL PA?S su esposa, la doctora en microbiolog¨ªa Chen Zijuan, en sus dos detenciones le llevaron al mismo hotel de Baoji. All¨ª le esperaba una habitaci¨®n ¡ªdistinta cada vez¡ª con las superficies acolchadas y las ventanas selladas, para evitar que pudiera autolesionarse. En el segundo arresto, el cuarto era de dimensiones m¨ªnimas: unos 3x3 metros, de los que la mitad la ocupaban los funcionarios de seguridad que le interrogaban.
A lo largo de los cinco meses y 16 d¨ªas de su segunda estancia en RSDL, denuncia la esposa, el letrado fue sometido a diversas torturas, maltratos y vejaciones, incluida de nuevo la silla del tigre. Su mano izquierda tambi¨¦n fue inmovilizada durante dos meses seguidos. Se le imped¨ªa dormir, y solo se le proporcionaba el m¨ªnimo imprescindible de alimentaci¨®n y agua.
¡°Solo cuando ¨¦l hac¨ªa lo que los funcionarios de la seguridad del Estado quer¨ªan, mejoraba la situaci¨®n en cuanto a comida, sue?o y temperatura de la habitaci¨®n. Estaban provocando una reacci¨®n pavloviana, haci¨¦ndole obediente como un perro¡±, narra la microbi¨®loga.
La situaci¨®n afect¨® a su estado mental. ¡°En el tercer mes de su RSDL se volvi¨® paranoico, cre¨ªa que toda la gente en su vida estaba puesta por las autoridades para perjudicarle, incluidas su madre y yo. En esos momentos estaba convencido de que esas sospechas eran razonables. Cuenta que la tortura psicol¨®gica en esa habitaci¨®n fue lo m¨¢s terrible para ¨¦l¡±.
Otras v¨ªctimas de este procedimiento relatan experiencias similares. Todos denuncian, cuando menos, maltrato psicol¨®gico ¡ªincluidas amenazas contra sus familias¡ª en sesiones interminables de interrogatorio. Muchos, privaci¨®n del sue?o o alimentaci¨®n insuficiente, obligaci¨®n de tomar f¨¢rmacos sospechosos o de permanecer durante horas en posturas dolorosas.
¡°Durante las sesiones de interrogatorio, si no dec¨ªa lo que quer¨ªan o¨ªr, me castigaban. Por ejemplo, no me dejaban pesta?ear. Me obligaban a sentarme largo rato en la silla del tigre, o estar de pie todo el d¨ªa en mi celda, incluso cuando ya estaba demasiado d¨¦bil para estar de pie y me ca¨ªa todo el rato¡±, cuenta Yang Zhisun, activista pro derechos humanos detenido en Pek¨ªn a finales de 2015, un testimonio recogido en el informe de Safeguard Defenders.
A Chang los maltratos le han dejado numerosas secuelas, denuncia Chen. Su marido, completamente sano antes de su detenci¨®n, padece ahora de sangre en las heces, dificultad de movimientos de la espina dorsal y una hernia discal. ¡°Antes, ¨¦l pod¨ªa conducir 1.300 kil¨®metros, la distancia entre Baoji y Shenzhen, mi lugar de trabajo, de una sentada. Y ahora, despu¨¦s de estar en manos de la seguridad, tiene muchos problemas. Todos son consecuencia de la larga inmovilizaci¨®n¡±.
Ahora Chang se encuentra detenido formalmente en Baoji a la espera de que la polic¨ªa concluya una investigaci¨®n sobre ¨¦l que se prorroga, en busca de pruebas suficientes para llevarle a juicio. ¡°En general, cuando los fiscales ordenan prorrogar la investigaci¨®n es porque las pruebas son insuficientes para llevar a una persona a juicio. Pero en casos tan pol¨ªticos [como el de Chang] las pr¨®rrogas adicionales son una manera de prolongar su detenci¨®n subrepticiamente¡±, agrega su esposa.
El joven abogado no ha podido ver a su mujer o a su hijo desde que se lo llevaron hace m¨¢s de un a?o. ¡°Las cartas que le escrib¨ª se las ley¨® su defensor, no le permitieron que se las dieran. ?l tambi¨¦n me ha escrito cartas a m¨ª, pero el centro de detenci¨®n no autoriz¨® que me las enviara¡±, cuenta ella.
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