Violencia sexual y explotaci¨®n: el drama de las migrantes que esperan que reabra el puente entre Colombia y Ecuador
Desde marzo de 2020 el puente de Rumichaca permanece cerrado. De ambos lados de la frontera las migrantes est¨¢n desprotegidas y expuestas a grupos criminales, seg¨²n la organizaci¨®n internacional CARE
La frontera se cerr¨®, pero los migrantes siguieron llegando. Quienes han salido de Venezuela y ya han pasado por Colombia no han detenido su marcha hacia el sur, a pesar de la pandemia y de las restricciones de movilidad. Desde marzo de 2020, miles de venezolanos se han quedado varados en el puente Rumichaca, que une a Colombia con Ecuador, y aunque los presidentes de ambos pa¨ªses, Iv¨¢n Duque y Guillermo Lasso, han anunciado la reapertura, el cruce sigue cerrado y cada d¨ªa que pasa es un d¨ªa m¨¢s de riesgo para las mujeres, v¨ªctimas de abuso y violencia sexual, seg¨²n la organizaci¨®n internacional CARE.
¡°Venimos cargadas de tanto dolor, ansiedad y necesidad, que lo ¨²nico que queremos es llegar a un lugar para sentirnos seguras, pero cuando llegamos enfrentamos otros problemas¡±, se lee en un devastador informe presentado este jueves sobre las condiciones de los migrantes en esta frontera. ¡°El 100% de las mujeres transfronterizas entrevistadas manifiestan que han sido v¨ªctimas de acosos en la calle o de violencia sexual¡±, se?ala el documento.
Catalina Vargas, directora de CARE Colombia, explica que muchas migrantes al quedar atrapadas en una zona fronteriza han ca¨ªdo en redes de trata de personas que se camuflan bajo ofertas de trabajo en ventas de comida, en cafeter¨ªas. ¡°Los pa¨ªses [Colombia y Ecuador] no son conscientes de lo que est¨¢ pasando. El sexo transaccional est¨¢ siendo la ¨²nica salida que tienen las mujeres para acceder a los m¨ªnimos. Est¨¢n coartadas en su libertad y est¨¢n sufriendo un riesgo enorme¡±, dice Vargas, que este jueves ha presentado en el puente de Rumichaca, acompa?ada de migrantes, una agenda con las urgencias que se deben atender para que ambos pa¨ªses garanticen los derechos de las mujeres venezolanas.
El estudio, que identific¨® los principales problemas a los que se enfrentan los migrantes, se realiz¨® a los dos lados de la frontera. Ipiales y Pasto, en Colombia, e Ibarra y Tulc¨¢n, en Ecuador. En ninguno de los dos lados parecen estar seguros. Al menos la mitad de las personas consultadas asegura haber sido v¨ªctima de discriminaci¨®n y la explotaci¨®n laboral es un ejemplo de ello: los migrantes venezolanos reciben un 50% menos de salario que personas nacionales en Ecuador (200 d¨®lares mensuales con jornadas diarias de hasta 14 horas). En el caso de Colombia, es un 55% menos (ocho d¨®lares por diez horas de trabajo).
El acceso a servicios de salud, que de por s¨ª es dif¨ªcil para los nacionales de cada pa¨ªs, es peor para los migrantes. Casi el 90% de las personas venezolanas est¨¢n en condiciones de irregularidad, lo que obstaculiza alcanzar condiciones laborales dignas como subsidios para servicios p¨²blicos, educaci¨®n y salud.
Hasta marzo de este a?o, de acuerdo a la Organizaci¨®n Internacional para las Migraciones (OIM), apenas el 38% de las mujeres y el 26% de los hombres venezolanos encuestados hab¨ªan tenido acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva durante el ¨²ltimo a?o. El pa¨ªs latinoamericano alberga a m¨¢s de 400.000 migrantes de Venezuela.
Seg¨²n el informe de CARE, el 48% de las mujeres migrantes venezolanas en Colombia est¨¢ en riesgo de ser v¨ªctima de violencia basada en g¨¦nero: ¡°Se ha identificado a trav¨¦s de sus relatos, que la violencia ginecobst¨¦trica se presenta con frecuencia a partir de pr¨¢cticas discriminatorias y humillantes por parte del personal de salud¡±.
Vargas dice que es dif¨ªcil dar un perfil ¨²nico de las mujeres que est¨¢n en la frontera esperando a que abran el paso para entrar a Ecuador o poder continuar en su ruta hacia Per¨² o Chile. ¡°Hay j¨®venes, muchas de ellas en embarazo o con hijos peque?os. La mayor¨ªa madres cabeza de familia, de 17 o de 40 a?os¡±, se?ala. Lo que tienen todas en com¨²n es su deseo de conseguir un empleo y poder ayudar a quienes dejaron en Venezuela. ¡°Su prioridad es trabajar, enviar dinero¡±, apunta Vargas.
La agenda presentada este jueves por CARE, una organizaci¨®n internacional de larga trayectoria dedicada a proteger los derechos de ni?as y mujeres, reconoce que la migraci¨®n no va a detenerse por el cierre de fronteras o la exigencia de requerimientos cada vez m¨¢s complejos. Propone en cambio que se mejoren las condiciones b¨¢sicas para hacer su ruta migratoria segura: m¨¢s albergues y protecci¨®n especial frente a la presencia de grupos armados y bandas criminales que tienen el control de la zona fronteriza. Es imposible decir cu¨¢ntos migrantes necesitan ayuda y siguen en un limbo frente un puente cerrado. Desde hace m¨¢s de un a?o de ambos lados de las frontera las autoridades decidieron darse la vuelta y dejarlos solos.
Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S Am¨¦rica y reciba todas las claves informativas de la actualidad de la regi¨®n
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.