Bruselas reclama competencias para cerrar la frontera exterior de la UE en futuras crisis sanitarias
La Comisi¨®n Europea aprueba un proyecto de reforma de la zona Schengen que permitir¨¢ blindar el club tan pronto como se detecte la presencia de una amenaza para la salud p¨²blica
La Comisi¨®n Europea ha aprobado este martes un proyecto de reforma de la zona Schengen destinado, entre otras cosas, a centralizar en Bruselas el cierre de las fronteras exteriores en caso de crisis sanitaria. El Consejo de la UE asumir¨ªa esa potestad para decretar, a propuesta de la Comisi¨®n, el cierre generalizado y ...
La Comisi¨®n Europea ha aprobado este martes un proyecto de reforma de la zona Schengen destinado, entre otras cosas, a centralizar en Bruselas el cierre de las fronteras exteriores en caso de crisis sanitaria. El Consejo de la UE asumir¨ªa esa potestad para decretar, a propuesta de la Comisi¨®n, el cierre generalizado y evitar que cada pa¨ªs adopte sus propias normas sobre la entrada de viajeros procedentes de pa¨ªses terceros como ha ocurrido durante la actual pandemia. Si la centralizaci¨®n recibe el visto bueno de los Estados miembros en el Consejo, la reforma supondr¨¢ un paso muy significativo en la gesti¨®n conjunta de un per¨ªmetro exterior que todav¨ªa permanece en gran medida bajo la responsabilidad exclusiva de cada pa¨ªs.
¡°La heterogeneidad en las decisiones sobre las fronteras exteriores no es buena para la zona Schengen¡±, ha se?alado el vicepresidente de la Comisi¨®n, Margaritis Schinas, en la presentaci¨®n del proyecto. Schinas tambi¨¦n ha subrayado que Schengen es una de las tres conquistas que definen a la UE, junto al mercado interior y la moneda ¨²nica, por lo que Bruselas considera imprescindible preservar su integridad.
La nueva norma (a?adida al art¨ªculo 21 del C¨®digo Schengen) permitir¨¢ a la Comisi¨®n proponer el cierre de fronteras exteriores de la Uni¨®n tan pronto como el Centro Europeo para la Prevenci¨®n y el Control de las Enfermedades detecte la presencia de una dolencia infecciosa con potencial epid¨¦mico. Una vez aprobado, el cierre ser¨¢ obligatorio para todos los Estados miembros.
El cambio pretende acabar con la diversidad de normas aplicadas durante la actual epidemia. Los 27 pa¨ªses de la Uni¨®n acordaron el primer cierre de fronteras en la historia del club el 17 de marzo de 2020, solo seis d¨ªas despu¨¦s de que la Organizaci¨®n Mundial de la Salud calificase como pandemia la propagaci¨®n del coronavirus. Pero se trat¨® de un acuerdo basado en una mera recomendaci¨®n de la Comisi¨®n Europea, que cada pa¨ªs era libre de aplicar con un amplio margen de interpretaci¨®n.
Bruselas se?ala que algunos socios de la UE decidieron impedir la entrada a todos los viajeros extracomunitarios salvo a los procedentes de pa¨ªses considerados seguros. Sin embargo, otros abrieron sus fronteras a pa¨ªses considerados inseguros o las mantuvieron cerradas para los seguros, ¡°lo que socav¨® el planteamiento uniforme deseado¡±, seg¨²n la Comisi¨®n.
Aun as¨ª, la medida tuvo bastante ¨¦xito y en cuesti¨®n de dos semanas todos los socios comunitarios, salvo Irlanda, decidieron impedir la entrada de viajeros, a excepci¨®n de casos justificados. El 31 de marzo de 2020, el tr¨¢fico a¨¦reo procedente del exterior de la UE ya se hab¨ªa reducido un 86,1%, lo que supon¨ªa 25.948 vuelos menos que el mismo d¨ªa del a?o anterior, seg¨²n Eurocontrol, la agencia intergubernamental de control a¨¦reo. La misma ca¨ªda de tr¨¢fico se registr¨® en el transporte ferroviario, por carretera y mar¨ªtimo, con los cruceros llegando a un par¨®n del 100%.
Pero la Comisi¨®n Europea quiere disponer de una base legal m¨¢s s¨®lida para futuras crisis sanitarias. Y por ello, ha aprobado un proyecto de reforma del c¨®digo de fronteras de la zona Schengen en el que se incluye la potestad de decretar de manera centralizada el blindaje fronterizo en caso de amenaza grave para la salud p¨²blica.
La reforma tambi¨¦n modifica ligeramente las normas sobre controles internos dentro de la zona Schengen, pero los cambios no van tan lejos como tem¨ªan los pa¨ªses de la periferia, como Espa?a. Los gobiernos en primera l¨ªnea de los flujos migratorios tem¨ªan que la Comisi¨®n facilitase el cierre de fronteras internas para impedir los llamados movimientos secundarios de los migrantes irregulares, es decir, cuando se desplazan del Estado de llegada hacia otro pa¨ªs de la UE.
La propuesta incluye la posibilidad de introducir controles fronterizos en caso de movimientos secundarios, algo que en la pr¨¢ctica ya ocurre. No obstante, a?ade que deben ser movimientos ¡°de gran escala¡±. Y se limita a autorizar la devoluci¨®n en caliente dentro de la zona Schengen si el migrante irregular ha sido detenido durante una operaci¨®n conjunta de las polic¨ªas de los pa¨ªses de los dos lados de la frontera.
La modificaci¨®n del c¨®digo Schengen tambi¨¦n facilitar¨¢ el endurecimiento de las normas de asilo en caso de que un pa¨ªs tercero ¡°instrumentalice¡± la migraci¨®n para desestabilizar a un socio de la Uni¨®n, como, seg¨²n Bruselas, est¨¢ haciendo Bielorrusia con Polonia, Lituania o Letonia. La Comisi¨®n ya ha propuesto un cambio temporal de las normas de asilo para esos tres pa¨ªses, pero lo hizo bas¨¢ndose en el Tratado de la UE. La Comisi¨®n quiere disponer para el futuro de una base legal m¨¢s ¨¢gil y adaptada al caso espec¨ªfico de la migraci¨®n como arma para ataques h¨ªbridos desde el exterior.
Bruselas tambi¨¦n propone modificar los art¨ªculos 25 y 28, que rigen la reintroducci¨®n temporal de los controles fronterizos internos. En el caso de amenazas sobrevenidas y repentinas (art¨ªculo 28), el plazo de los controles pasar¨ªa de 10 d¨ªas (prorrogables hasta dos meses como m¨¢ximo) a 30 d¨ªas que se pueden extender hasta tres meses.
En caso de restablecer los controles ante acontecimientos previsibles (art¨ªculo 25), como una manifestaci¨®n o un gran evento deportivo, la norma actual prev¨¦ controles durante 30 d¨ªas prorrogables en periodos de seis meses. La nueva los establece durante periodos de un semestre hasta llegar a dos a?os. Pero tras el primer semestre, la renovaci¨®n de los controles estar¨¢ supeditada a la elaboraci¨®n de un estudio de riesgo que demuestre la veracidad y magnitud de la amenaza. Y a partir de los 18 meses, la pr¨®rroga requerir¨¢ un dictamen de la Comisi¨®n constatando la proporcionalidad y necesidad de la medida.
La comisaria europea de Interior, Ylva Johansson, ha asegurado: ¡°Con nuestras propuestas de hoy garantizaremos que los controles fronterizos solo se introducen como ¨²ltimo recurso, a partir de una evaluaci¨®n com¨²n y solo por el tiempo que sea necesario¡±. Bruselas recuerda que el impacto de los controles fronterizos qued¨® claro durante las primeras fases de la pandemia, cuando hasta 16 pa¨ªses limitaron el paso de personas o mercanc¨ªas. El da?o fue especialmente grave, seg¨²n Bruselas, para los 150 millones de personas (un tercio de la poblaci¨®n de la UE) que vive en regiones transfronterizas y para los 3,5 millones de personas que cruzaban cada d¨ªa las fronteras internas de Schengen antes de la pandemia.
La gesti¨®n com¨²n de las fronteras exteriores comenz¨® a ser una necesidad, precisamente, tras la puesta en marcha de la zona Schengen, que suprimi¨® los controles fronterizos internos entre los socios. Pero cada pa¨ªs mantiene un control f¨¦rreo sobre sus propios l¨ªmites territoriales. La UE tiene 14.647 kil¨®metros de frontera exterior compartida con 23 pa¨ªses, seg¨²n el recuento de la Fundaci¨®n Schuman. A ello se a?aden unos 67.500 kil¨®metros de l¨ªnea costera. Pero Bruselas apenas tiene potestad sobre la vigilancia y gesti¨®n de ese cintur¨®n terrestre y mar¨ªtimo a pesar de que es vital para garantizar el buen funcionamiento de la zona Schengen y del mercado interior. La propuesta de este martes permitir¨ªa por primera vez cerrar las fronteras exteriores de manera coordinada y obligatoria para todos los Estados.
Las crisis migratorias de los ¨²ltimos a?os (en particular, la de 2015) y la pandemia de covid-19 han puesto en peligro tanto la libre circulaci¨®n de personas como la de mercanc¨ªas. Ante el riesgo de flujos migratorios descontrolados o de amenazas a la salud p¨²blica, los socios han respondido con el reflejo proteccionista de cerrar sus fronteras interiores aunque, seg¨²n Bruselas, esas medidas casi siempre solo consiguen empeorar el problema. En todos los casos, la Comisi¨®n Europea ha abogado por la respuesta coordinada, pero en los primeros compases de cada crisis suele cundir el p¨¢nico y el s¨¢lvese quien pueda.
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