La victoria de la izquierda en Chile y el reflejo espa?ol
El soci¨®logo chileno Eugenio Tironi e ??igo Errej¨®n conversan sobre la victoria de Boric y los paralelismos entre ambos pa¨ªses
Eugenio Tironi es un soci¨®logo, ensayista y consultor chileno. En 1988, fue director de contenidos de la campa?a por el NO a Augusto Pinochet en el plebiscito que puso fin a la dictadura. En un conversatorio con el diputado espa?ol ??igo Errej¨®n, realizado este jueves por videoconferencia desde Madrid y Santiago de Chile, analiz¨® el derrotero que en solo diez a?os convirti¨® a un l¨ªder estudiantil volcado a la calle en un presidente electo que, seg¨²n las expectativas de Tironi, ha logrado crear ¡°una coalici¨®n moral¡± que arras¨® en las elecciones del pasado domingo. Errej¨®n, de relaci¨®n personal con Boric y la joven dirigencia del Frente Amplio vencedor, puso su propia experiencia en Podemos ante el espejo de la nueva izquierda chilena: ¡°Ellos son lo que pudo haber sido nuestra historia de haber tomado las decisiones correctas¡±.
El triunfo de Boric entusiasma al pol¨ªtico espa?ol. ¡°Lo que ha pasado en Chile ha vivificado nuestras discusiones¡±, dijo Errej¨®n durante la charla con Tironi. ?Pero qu¨¦ ha pasado en Chile? El 19 de diciembre pasado, Gabriel Boric, un candidato de 35 a?os surgido de las protestas estudiantiles de 2006 y 2011, venci¨® a la derecha al frente de una coalici¨®n de peque?as agrupaciones progresistas de nuevo cu?o en alianza con el Partido Comunista. El derrotado, Jos¨¦ Antonio Kast, ¡°fue a Boric lo que Pinochet fue al NO¡± en el referendo de 1988, dijo Tironi. ¡°Era el villano perfecto, el pol¨ªtico en vigencia m¨¢s similar a Pinochet. Boric gana entre las mujeres, algo que no pudieron hacer ni [los expresidentes Ricardo] Lagos ni [Michelle] ni Bachelet. Las mujeres menores de 30 a?os, donde gan¨® por m¨¢s de 30 puntos, le temieron m¨¢s al retorno de un estado patriarcal que al comunismo¡±.
La derecha bas¨® su campa?a contra Boric en el agite del miedo al Partido Comunista de Chile. ¡°Fundado hace 110 a?os, incluso antes que la Revoluci¨®n Rusa, el PC chileno ha sido an¨®malo respecto a los comunistas tradicionales¡±, dice Tironi. Muchos consideraron una p¨¦sima idea la decisi¨®n del Frente Amplio de Boric de aliarse con ellos, en detrimento del Partido Socialista, mucho m¨¢s moderado. ¡°Pensamos que era un acto suicida, porque Daniel Jadue [el candidato del PC] iba a arrasar con ¨¦l en la interna partidaria [de Apruebo Dignidad, la coalici¨®n que fundaron en conjunto], que Boric ser¨ªa solo un telonero¡±, explica Tironi. Pero en junio pasado, Boric venci¨® a Jadue con m¨¢s del 60% de los votos. ¡°Ese triunfo fue fundamental¡±, dice Tironi, ¡°porque Boric mantiene a raya el fantasma del PC, puede decir que lo ha derrotado. Y el PC ha sido muy disciplinado. Durante la campa?a reprimieron cualquier juicio cr¨ªtico y ahora que se discuten los equipos se ha mostrado muy subordinado a un presidente que sac¨® un resultado extraordinario, volc¨¢ndose hacia el centro¡±.
La relaci¨®n de Boric con el Partido Comunista se col¨® en buena parte de la charla entre Tironi y Errej¨®n. ¡°Hay muchas similitudes con ustedes¡±, le dijo el chileno al diputado espa?ol, ¡°pero ellos han manejado mejor la relaci¨®n con el PC que ustedes¡±. Errej¨®n estuvo de acuerdo. ¡°No soy objetivo¡±, aclar¨®, ¡°pero en Chile consiguieron imponer un ritmo distinto, y aqu¨ª [en Espa?a] al final se acab¨® volviendo a las posiciones tradicionales del Partido Comunista. Por eso en un sitio se ha ganado y en otro no¡±. ¡°Es que Boric siempre tuvo en su ADN el reencuentro con la gran familia de la centro izquierda hist¨®rica en Chile¡±, agreg¨® Tironi, ¡°y aqu¨ª fue duro, porque hubo que reconciliarse con Ricardo Lagos, que es Felipe [Gonz¨¢lez], no es con Pedro S¨¢nchez. Es hablar con Lagos, con Michelle Bachelet, pedirle a ellos su consejo. Y ellos respondieron con una generosidad extraordinaria, de acoger al hijo que, en cierto modo, los hab¨ªa insultado, criticado. Boric se subi¨® a estos ¡®hombros de gigantes¡¯, como ¨¦l mismo dijo, para asumir la herencia del pasado; eso fue extraordinario¡±.
Para Tironi, Boric se parece, de hecho, m¨¢s a la izquierda socialista chilena que al PC. ¡°Tiene algo de [el expresidente] Salvador Allende, sabe pactar, sabe relacionarse con el PC, tiene experiencia parlamentaria y no le teme al Congreso. Por eso dice que es una buena noticia que haya un empate en el Parlamento¡±, agreg¨® Tironi. En la primera vuelta electoral del 21 de noviembre, la derecha empat¨® con la izquierda en el Senado y qued¨® muy cerca en Diputados, una paridad que obligar¨¢ a Boric a negociar cada proyecto de ley que presente.
El triunfo de una nueva izquierda en Chile ha ¡°vivificado¡± las discusiones de Errej¨®n, tambi¨¦n sobre los desaf¨ªos que, seg¨²n su lectura, no pudo resolver Podemos. ¡°Hay una diferencia institucional entre un sistema presidencial [como el chileno] y uno parlamentario [como el espa?ol]. En un sistema parlamentario, en alg¨²n momento tienes que elegir a alguno de los partidos del establishment. Es mas f¨¢cil entrar, pero mas dif¨ªcil llevarte el premio gordo. Y los votos cuentan de manera diferente. Ganando entre los j¨®venes y las ciudades en 2015 no fue suficiente. El sistema est¨¢ hecho para evitar el empuje de las ciudades, se hace para que las provincias atemperen el ¨ªmpetu progresista de las ciudades¡±, dice.
El triunfo de Boric en Santiago de Chile, donde super¨® con el 60% a Kast, fue determinante en su triunfo global. En los distritos m¨¢s pobres de la capital, el izquierdista obtuvo siete de cada diez votos. ¡°Y en lo que tiene que ver con nosotros¡±, agreg¨® Errej¨®n, ¡°debimos haber apoyado un Gobierno del Partido Socialista con nosotros dentro, o con nosotros fuera. El segundo error fue una fusi¨®n con el Partido Comunista y la Izquierda Unida que nos fue asemejando cada vez m¨¢s a la izquierda convencional, en lugar de seguir nuestro camino. En nuestro caso, una parte de la direcci¨®n s¨ª venia del Partido Comunista [a diferencia de Boric en Chile], y en un momento de duda volvi¨® a sus posiciones tradicionales. Y eso, en mi opini¨®n, fue un error. Es como si las primarias de Apruebo Dignidad las hubiese ganado Jadue¡°.
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