Las ministras de Bolsonaro, pocas pero poderosas
Las titulares de Agricultura y de Mujer y Familia reh¨²yen el conflicto y son clave para atraer el apoyo del sector agropecuario y los evang¨¦licos para una reelecci¨®n del presidente de Brasil
El ruido que acompa?a al Gobierno Bolsonaro en Brasil es a menudo tan ensordecedor que resulta f¨¢cil que las dos mujeres pasen desapercibidas aunque ambas han sobrevivido a los frecuentes y tormentosos relevos ministeriales. Las dos ¨²nicas ministras que Jair Bolsonaro nombr¨® hace tres a?os siguen ah¨ª, firmes en sus puestos, centradas en la misi¨®n encomendada a cada una. La ministra de Mujer, Familia y Derechos Humanos, la evang¨¦lica Damares Alves, y la d...
El ruido que acompa?a al Gobierno Bolsonaro en Brasil es a menudo tan ensordecedor que resulta f¨¢cil que las dos mujeres pasen desapercibidas aunque ambas han sobrevivido a los frecuentes y tormentosos relevos ministeriales. Las dos ¨²nicas ministras que Jair Bolsonaro nombr¨® hace tres a?os siguen ah¨ª, firmes en sus puestos, centradas en la misi¨®n encomendada a cada una. La ministra de Mujer, Familia y Derechos Humanos, la evang¨¦lica Damares Alves, y la de Agricultura, Tereza Cristina Dias, son dos pilares clave del Gobierno porque representan los intereses de sendos colectivos importantes en el Brasil actual y cruciales para Bolsonaro en su intento de ser reelegido.
Alves, de 57 a?os, fue pastora de la Iglesia del Evangelio Cuadrangular y se estren¨® en el cargo con pol¨¦mica, diciendo que las ni?as deb¨ªan vestirse de rosa y los ni?os de azul. Abogada de formaci¨®n, ha adaptado la gesti¨®n ministerial a los patrones m¨¢s ultraconservadores. Una de las mayores controversias de su mandato fueron las dificultades para acceder al aborto de una ni?a de 10 a?os violada por su t¨ªo.
Dias es una ingeniera agr¨®noma de 67 a?os con fama de t¨¦cnica y much¨ªsimos kil¨®metros de pol¨ªtica y gesti¨®n a su espalda. Hasta su entrada en el gabinete del presidente ultraderechista era la jefa del grupo parlamentario que defiende los intereses del muy pujante sector agropecuario. Ella ha sido una de las encargadas de trabajar en la trastienda para que los exabruptos sin¨®fobos y anticomunistas del clan Bolsonaro no arruinaran la vital relaci¨®n con China, principal socio comercial de Brasil. La soja y el sector agropecuario en general han contribuido a frenar la ca¨ªda de la econom¨ªa brasile?a, fue el ¨²nico sector que cerr¨® 2020 con crecimiento. Hace unos d¨ªas, recibi¨® la buena noticia de que China levantaba el veto a la carne bovina por motivos sanitarios, que ha durado tres meses.
Como una hormiguita, ha ido cerrando acuerdos por aqu¨ª y por all¨¢ para abrir nuevos mercados a nuevos productos y expandir las exportaciones. En lo peor de la pandemia, se asegur¨® de mantener el mercado interno abastecido de insumos y de no quitarse la mascarilla en p¨²blico pese al discurso de su jefe.
Y aunque su defensa de los intereses agr¨ªcolas y ganaderos est¨¢ por encima de cualquier otra consideraci¨®n, Dias es consciente del peso pol¨ªtico del medioambiente en la relaci¨®n comercial con la Uni¨®n Europea. En sus discursos suele recalcar la importancia de la sostenibilidad y de que el sector d¨¦ pasos hacia una transici¨®n para mantener su cuota del mercado internacional. El plan de la Comisi¨®n Europea de vetar de sus mercados las materias primas de ¨¢reas deforestadas es muy problem¨¢tico para Brasil, donde la tala ilegal alcanza el r¨¦cord en 15 a?os.
El ultraderechista y antifeminista Bolsonaro ech¨® mano del estilo que le caracteriza en su primer 8 de marzo al frente de un Gobierno repleto de corbatas: ¡°Por primera vez en la vida, el n¨²mero de ministros y ministras est¨¢ equilibrado en nuestro Gobierno. Tenemos 22 ministerios, 20 hombres y dos mujeres. Solo un peque?o detalle: cada una de estas mujeres que est¨¢n aqu¨ª equivale a diez hombres. La garra de ambas transmite energ¨ªa para los dem¨¢s¡±.
Sus gobiernos han sido todos supermasculinos. Y supermilitarizados, tanto que los miembros de origen castrense han superado y por mucho a las mujeres en los consejos de ministros brasile?os. Ahora mismo suman ocho hombres salidos de las Fuerzas Armadas (sin contar al presidente) frente a las dos ministras. La secretaria de Estado encargada de las relaciones con el Congreso, Fl¨¢via Arruda, carece del protagonismo que tienen la pastora y la ingeniera agr¨®noma.
El Gobierno refleja con mayor intensidad la escasez de mujeres en la pol¨ªtica brasile?a pese a las cuotas, que los partidos burlan, y al precedente de Dilma Rousseff, presidenta entre 2011 y 2016. Rondan el 15% en todos los niveles, desde parlamentarias federales hasta las alcaldesas y concejalas.
Los evang¨¦licos, un colectivo que en Brasil no deja de ganar fieles, considera a la ministra Alves una buena sierva de Dios preocupada por la familia tradicional y la mayor¨ªa conservadora. Combatir la violencia dom¨¦stica, los abusos infantiles, defender la abstinencia sexual para prevenir embarazos juveniles y enfermedades de transmisi¨®n sexual o las personas discapacitadas son los principales ejes de su desempe?o como ministra.
Con la gesti¨®n de Alves como escaparate, cumplida la promesa de nombrar ¡°un juez terriblemente evang¨¦lico¡± y el apoyo de los jefes de las principales Iglesias protestantes, Bolsonaro pretende retener el voto de un colectivo que suele movilizarse en bloque. No obstante, el desastre de la gesti¨®n gubernamental de la pandemia y el carpetazo a investigaciones de corrupci¨®n ¡ªasunto importante para los m¨¢s religiosos¡ª y la crisis econ¨®mica han mermado su apoyo entre este colectivo. Entre los evang¨¦licos abundan personas que ascendieron a la clase media y que ahora sufren un fuerte retroceso.
Por eso son un caladero de votos de lo m¨¢s jugoso, motivo por el que el resto de los aspirantes a la Presidencia como Lula da Silva o S¨¦rgio Moro se muestran exquisitos en su trato a los m¨¢s creyentes y no pierden ocasi¨®n de lanzarles gui?os.
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