Petro y los mil nombres para presidir Colombia
A falta de cuatro meses para la primera vuelta de las elecciones, el l¨ªder izquierdista, favorito en todos los sondeos, es el ¨²nico candidato que se da por seguro que estar¨¢ en la boleta
Quedan cuatro meses para la primera vuelta de las elecciones presidenciales de Colombia y los electores a¨²n no saben qu¨¦ nombres habr¨¢ en las papeletas. La ¨²nica certeza a estas alturas es que ning¨²n candidato puede ganar en solitario en un escenario tan fracturado. Las coaliciones se imponen a cualquier nombre y partido, lo que obliga a entenderse a pol¨ªticos con enormes diferencias para medirse en una consulta que se celebrar¨¢ en marzo. Solo entonces se definir¨¢n los aspirantes que llegar¨¢n a las urnas.
El uribismo llega a la contienda en su ...
Quedan cuatro meses para la primera vuelta de las elecciones presidenciales de Colombia y los electores a¨²n no saben qu¨¦ nombres habr¨¢ en las papeletas. La ¨²nica certeza a estas alturas es que ning¨²n candidato puede ganar en solitario en un escenario tan fracturado. Las coaliciones se imponen a cualquier nombre y partido, lo que obliga a entenderse a pol¨ªticos con enormes diferencias para medirse en una consulta que se celebrar¨¢ en marzo. Solo entonces se definir¨¢n los aspirantes que llegar¨¢n a las urnas.
El uribismo llega a la contienda en su peor momento en dos d¨¦cadas y la idea de un cambio se impone entre los electores, acostumbrados a llevar hasta la Casa de Nari?o a pol¨ªticos de derecha. Qu¨¦ es el cambio, y si ¨¦ste finalmente se produce, es la gran inc¨®gnita de esta cita electoral. El candidato de izquierdas, Gustavo Petro, se erige como el verdadero punto de quiebre que necesita el pa¨ªs, pero desde el centro rebaten esa idea. L¨ªderes como Sergio Fajardo, Ingrid Betancourt o Juan Manuel Gal¨¢n, todos ellos precandidatos de la Coalici¨®n Centro Esperanza, se presentan como los ¨²nicos capaces de cambiar el rumbo de Colombia frente a lo que consideran dos extremos aupados por maquinarias electorales, a derecha e izquierda.
Incluso desde la derecha buscan ese cambio de cara. El candidato del uribismo, ?scar Iv¨¢n Zuluaga, languidece frente a la coalici¨®n de los alcaldes, en la que est¨¢ Federico Guti¨¦rrez, primero en los sondeos para vencer en esa consulta en la que Zuluaga no encuentra encaje. A Guti¨¦rrez, que se proclama independiente, muchos lo consideran el candidato en la sombra de ?lvaro Uribe, consciente ya de que su tir¨®n no llena las urnas.
El primer gran debate presidencial entre los principales candidatos que lideran las encuestas se celebrar¨¢ este jueves a las 7.30 en Bogot¨¢, organizado por Prisa Media. EL PA?S lo retransmitir¨¢ en directo. Los ciudadanos asistir¨¢n a la discusi¨®n entre tres modelos, el de izquierdas, centro y derecha. El l¨ªder de izquierdas Gustavo Petro va a la cabeza de todos los sondeos y parece el rival a batir. Su victoria en su coalici¨®n se da por hecha. En las otras dos no sobresale ning¨²n nombre de forma clara, todo est¨¢ por decidirse. Este cara a cara ayudar¨¢ a despejar el camino.
Petro, una coalici¨®n a la medida
Petro lleva meses jugando solo a las encuestas. La consulta del Pacto Hist¨®rico, que ¨¦l lidera, no tiene nada que ver con las dem¨¢s. Est¨¢ hecha a la medida de Petro y no se espera ninguna sorpresa que pueda apartarlo de la candidatura a la presidencia. Eso le da una ventaja que algunas analistas consideran inflada. En medio de un mar de nombres que a¨²n deben ganarse el liderazgo de sus opciones pol¨ªticas, Petro mira desde arriba en los sondeos con una enorme diferencia.
En la ¨²ltima encuesta de Invamer de noviembre en la que se pregunt¨® por la intenci¨®n de voto, Petro obten¨ªa el 42%, seguido de Sergio Fajardo con un 19%. Sin embargo, una vez se definan el resto de coaliciones, el porcentaje que hoy se dispersa entre los distintos precandidatos afines se sumar¨¢, lo que previsiblemente igualar¨¢ la contienda. En cualquier caso, y tal y como ha comprobado este diario en numerosas entrevistas electorales, el l¨ªder de izquierdas tiene su pase a una segunda vuelta casi asegurado y es el rival a batir por todos.
Petro ya lleg¨® a la segunda vuelta en 2018, donde se enfrent¨® al actual presidente, designado por el uribismo, Iv¨¢n Duque. Entonces el que fue alcalde de Bogot¨¢ obtuvo ocho millones de votos, un aval que ha recordado en numerosas ocasiones en esta precampa?a, sin tener en cuenta que en una segunda vuelta muchos votantes escogen lo que consideran menos malo, no necesariamente su primera preferencia.
Colombia es un pa¨ªs donde nunca ha gobernado la izquierda. Petro genera un enorme miedo a un amplio sector que va m¨¢s all¨¢ de la derecha, sobre todo en el terreno econ¨®mico. Tampoco siempre cae bien entre los sectores m¨¢s progresistas y suma sonoros encontronazos con el movimiento feminista, que en los ¨²ltimos meses se ha ido apartando de ¨¦l. Para muchos, sin embargo, su llegada a la Casa de Nari?o significar¨ªa el verdadero cambio despu¨¦s de d¨¦cadas de conservadurismo.
La inc¨®gnita del centro
La irrupci¨®n esta semana de Ingrid Betancourt como precandidata, 20 a?os despu¨¦s de que fuera secuestrada cuando aspiraba a presidir por primera vez el pa¨ªs, ha tenido enorme repercusi¨®n en el extranjero, pero en Colombia su llegada no ha sido tan sonada. Los principales canales de televisi¨®n del mundo retransmitieron la rueda de prensa en la que hac¨ªa el anuncio. Ning¨²n contendiente se acerca ni de lejos al impacto de la Betancourt fuera de Colombia, donde es un s¨ªmbolo de la violencia que sufri¨® el pa¨ªs durante medio siglo. El caso es que es mucho m¨¢s popular fuera que dentro, lo que genera recelo en algunos sectores del pa¨ªs.
A su alrededor, la gente que no la quiere bien ha construido acerca de ella la imagen de una intrusa, una for¨¢nea que quiere gobernar en un pa¨ªs extra?o, como aquellos reyes extranjeros que sentaban en tronos de tierras desconocidas. Quiz¨¢ ese sea su principal handicap como candidata. De todos modos y aunque ella no quiere mencionar el asunto, muchos creen que su propuesta tiene que ver m¨¢s con buscar una alianza con uno de los candidatos fuertes para ir como ticket a la primera vuelta. Es decir, de n¨²mero dos de Sergio Fajardo, al frente de las encuestas del Centro. Betancourt todav¨ªa no aparece, no ha habido tiempo de medir su entrada.
Seg¨²n Invamer, Fajardo lidera con un 43% de apoyo, once puntos m¨¢s que Juan Manuel Gal¨¢n, el hijo del candidato asesinado en 1989 que acaba de recuperar el nombre de su partido. Lejos, con un 9%, queda un intelectual que gener¨® mucha expectaci¨®n en c¨ªrculos acad¨¦micos y burgueses de Bogot¨¢: Alejandro Gaviria. El antiguo rector de la Universidad de los Andes proyecta una imagen de hombre ¨ªntegro alejado de las cuitas pol¨ªticas. Su lanzamiento tuvo una gran repercusi¨®n local. Su fortaleza tambi¨¦n es su mayor problema, ser alguien alejado de la batalla pol¨ªtica, all¨¢ donde se dan a conocer los servidores p¨²blicos. Gaviria resulta poco conocido en el resto de Colombia, fuera de la burbuja bogotana.
A falta de comprobar la valoraci¨®n de los ciudadanos sobre Betancourt, Fajardo enfila la recta final de la consulta con una ventaja considerable. Una de sus obsesiones es dibujar diagramas. Hace poco, durante un vuelo Bogot¨¢-Medell¨ªn, delineaba uno en una libreta con una palabra en may¨²sculas en el centro: LIDERAZGO. Por ahora, la t¨¢ctica le funciona.
La derecha busca sobrevivir
Nunca antes el conservadurismo hab¨ªa estado tan cerca de perder el poder. La derecha colombiana, en sus m¨²ltiples formas, siempre ha mandado en Colombia. El presidente ?lvaro Uribe gobern¨® en el 2002 y, desde ese momento, todos los presidentes siguientes fueron gente de su confianza. Sin embargo, su influencia se encuentra en su momento m¨¢s bajo. La escasa popularidad del actual presidente, Iv¨¢n Duque, dificulta que el uribismo pueda seguir poniendo candidatos que venzan en las urnas. Es m¨¢s, el perfil de algunos de los pol¨ªticos que aspiraban a ocupar ese padrinazgo de Uribe se ha moderado.
Dentro de la derecha lideran las encuestas la coalici¨®n de los alcaldes, una uni¨®n de distintos l¨ªderes regionales. Ah¨ª se encuentra Fico Guti¨¦rrez, exregidor de Medell¨ªn. Muchos le consideran un uribista encubierto, aunque ¨¦l se declara independiente. En la encuesta de Invamer es la primera opci¨®n, con un 26,4%, empatado pr¨¢cticamente con Alejandro Char (26,1). Les sigue, cerca, Enrique Pe?alosa (22,7).
Char es un cacique de Barranquilla, una inc¨®gnita porque no participa en debates ni habla con los medios de comunicaci¨®n. Toda su campa?a la hace por redes sociales. La pol¨¦mica le ha acompa?ado por las m¨²ltiples investigaciones que ha habido alrededor de ¨¦l por casos de corrupci¨®n. El siguiente en cuesti¨®n es Enrique Pe?alosa, exalcalde de Bogot¨¢, reconocido por echar a andar Transmilenio, el sistema masivo de buses articulados de la capital colombiana, una especie de metro al aire libre.
Uno de los tres, por baja que sea su popularidad ahora mismo, podr¨ªa ser presidente de Colombia, sobre todo si en una segunda vuelta se enfrentara a Petro, el favorito ahora mismo, pero a la vez quien puede movilizar m¨¢s en su contra al centro y a los conservadores del pa¨ªs. Cualquiera puede ganar en este momento, aunque no en solitario. Llegar al poder, ahora m¨¢s que nunca, ser¨¢ una cuesti¨®n de alianzas.
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