El uribismo encara la campa?a presidencial en Colombia en sus horas m¨¢s bajas
La coalici¨®n de derecha sigue sin acoger al candidato del partido de Gobierno mientras el expresidente Uribe, el mentor de Iv¨¢n Duque, registra su peor imagen en 25 a?os
En el arranque del 2022, un crucial a?o electoral en Colombia, el di¨¢logo imaginario con un par de estatuas sentadas en una banca que el infatigable expresidente ?lvaro Uribe divulg¨® en sus redes sociales tuvo un tinte nost¨¢lgico. ¡°La se?ora y el se?or parecen decirme que antes de la seguridad democr¨¢tica no ven¨ªan turistas, que gracias a la seguridad democr¨¢tica llegaron muchos, se reactiv¨® la econom¨ªa, mejor¨® sustancialmente el ingreso, que todav¨ªa llegan¡±, narra en el video de 43 segundos, por fuera de c¨¢mara, el tambi¨¦n fundador del Centro Democr¨¢tico, el actual partido de Gobierno, en alusi¨®n a la pol¨ªtica bandera de sus dos mandatos, entre 2002 y 2010. ¡°Quisiera decirles que nos ayuden, para que, adem¨¢s de sus votos, muchos m¨¢s colombianos nos ayuden con sus votos para fortalecer al Centro Democr¨¢tico¡±, concluye en su enigm¨¢tico mensaje.
El uribismo, la corriente creada en torno al exmandatario, el pol¨ªtico m¨¢s influyente en lo que va de este siglo en Colombia, protagonista de todas las grandes citas electorales y mentor del presidente Iv¨¢n Duque, afronta en sus horas m¨¢s bajas un calendario marcado por los comicios legislativos del 13 marzo y la primera vuelta de las presidenciales, el 29 de mayo. Cuando se encontraba en el poder, los colombianos sol¨ªan referirse al ¡°efecto tefl¨®n¡± para explicar que la popularidad de Uribe era a prueba de esc¨¢ndalos y controversias. Ya no. Su imagen se ha erosionado hasta despertar recelos en la mayor parte de la sociedad. En el m¨¢s reciente estudio de la firma Invamer, que se hace cada dos meses desde 1996, su aceptaci¨®n toca m¨ªnimos. El 67 % de los encuestados tiene una imagen desfavorable del tambi¨¦n exsenador, mientras la favorable cay¨® al 19 %, su nivel m¨¢s bajo en 25 a?os de mediciones.
Uribe, el m¨¢s f¨¦rreo opositor al Gobierno de Juan Manuel Santos y al acuerdo de paz que sell¨® con las FARC, ha saboreado muchos triunfos en las urnas. Ha sido el ¨²nico presidente colombiano elegido en primera vuelta, con m¨¢s de la mitad de los votos. Y lo consigui¨® en dos ocasiones, despu¨¦s de haber reformado la Constituci¨®n para presentarse a la reelecci¨®n ¨Ca la que no puede optar Duque, pues ya no es una opci¨®n en Colombia¨C. Lider¨® el inesperado triunfo del ¡®no¡¯ en el plebiscito sobre los acuerdos de paz, que polariz¨® a la sociedad, y tambi¨¦n obtuvo en 2018 la mayor votaci¨®n para un senador con m¨¢s de 800.000 votos. Sin embargo, en agosto de 2020 renunci¨® a su esca?o para salir de la ¨®rbita de la Corte Suprema de Justicia, que lo lleg¨® a mantener en detenci¨®n domiciliaria por un caso de presunta manipulaci¨®n de testigos para que declararan a su favor y lo desvincularan de las denuncias que lo relacionan con un grupo paramilitar. El proceso contin¨²a desde entonces en la justicia ordinaria.
Los nubarrones se acumulan. Con una desaprobaci¨®n que, seg¨²n Invamer, se ubica en el 71%, el presidente Duque atraviesa una larga crisis de popularidad desde los primeros meses de su gesti¨®n, y el uribismo languidece como nunca antes. ¡°Ha pasado de ser la locomotora de la derecha durante las dos ¨²ltimas d¨¦cadas a convertirse en su vag¨®n de cola para el 2022¡å, apunta el portal pol¨ªtico La Silla Vac¨ªa.
La incipiente campa?a presidencial, con una veintena de precandidatos, se encamina a un pulso entre tres coaliciones: Pacto Hist¨®rico, Centro Esperanza y Equipo por Colombia, la m¨¢s escorada a la derecha. La bandera del cambio cotiza al alza, y los dos aspirantes hasta ahora mejor posicionados coinciden en marcar distancia frente al uribismo. El izquierdista Gustavo Petro, perdedor de la segunda vuelta ante Duque en 2018, encabeza un Pacto Hist¨®rico hecho a su medida, lidera las encuestas y ha sido un tenaz opositor del expresidente. Y en el centro, Sergio Fajardo busca representar una opci¨®n de cambio menos abrupto y alejada de los extremos. ¡°Aqu¨ª se cierra un cap¨ªtulo, los 20 a?os en que la pol¨ªtica ha girado alrededor de la figura del expresidente ?lvaro Uribe¡±, le dec¨ªa Fajardo a EL PA?S el pasado octubre. Con ese panorama, al Centro Democr¨¢tico, de ideas m¨¢s extremas, solo le queda la opci¨®n del Equipo por Colombia si quiere formar parte de alguno de los grandes bloques.
En este di¨¢logo imaginario me contaron el antes y el despu¨¦s de la Seguridad Democr¨¢tica, y les pedir¨ªa toda la ayuda pic.twitter.com/evCtqDWjkh
— ?lvaro Uribe V¨¦lez (@AlvaroUribeVel) January 4, 2022
¡°Hay un cansancio evidente producto del Gobierno de Iv¨¢n Duque. La expectativa de la poblaci¨®n era tener un discurso mucho m¨¢s contundente y acciones m¨¢s palpables en las pol¨ªticas p¨²blicas en las cuales Uribe fue reconocido¡±, se?ala la analista M¨®nica Pach¨®n, doctora en Ciencia Pol¨ªtica y profesora asociada de la Universidad de los Andes. El mensaje del uribismo se ha desdibujado en medio del deterioro de la seguridad, que era una de sus mayores banderas. Sin embargo, Pach¨®n advierte que el Centro Democr¨¢tico sigue siendo una fuerza unificada que suma al menos dos millones de votos en un escenario donde a¨²n no emergen candidatos fuertes o de perfil popular, y los temores que despierta la izquierda que representa Petro puede ser un factor que cohesione al otro lado del espectro.
Hace cuatro a?os, en la precampa?a, las encuestadoras med¨ªan como una s¨®lida opci¨®n presidencial ¡°el que diga Uribe¡±, una expresi¨®n que se populariz¨®. El presidente Duque fue el que dijo Uribe, y lleg¨® a la Casa de Nari?o con una cifra in¨¦dita de m¨¢s de diez millones de votos. Esos d¨ªas se antojan lejanos. El Centro Democr¨¢tico escogi¨® en noviembre a su candidato, el exministro de Hacienda ?scar Iv¨¢n Zuluaga, pero el respaldo del expresidente no le ha bastado para despegar en las preferencias. Por el contrario, el 78% de los consultados asegur¨® en octubre que no votar¨¢ por el que diga Uribe en un sondeo del Centro Nacional de Consultor¨ªa (CNC). En un escenario fragmentado, Zuluaga era tambi¨¦n una carta para buscar alianzas que hasta ahora no han cuajado. El Equipo por Colombia ha discutido si le conviene abrirle la puerta, y ha pospuesto cualquier definici¨®n a pesar de haber tenido entradas y salidas esta semana. ¡°Mi campa?a sigue, inquebrantable, y de la mano de mi partido¡±, ha reaccionado Zuluaga. Este s¨¢bado incluso descart¨® de momento integrarse a la coalici¨®n, aunque reafirm¨® su prop¨®sito de ¡°trabajar en la b¨²squeda de un amplio consenso que defienda a Colombia del populismo de izquierda¡±.
Al tener en sus filas a los exalcaldes Federico Guti¨¦rrez (Medell¨ªn), Alejandro Char (Barranquilla) y Enrique Pe?alosa (Bogot¨¢), Equipo por Colombia cuenta con un considerable despliegue territorial. Los tres mantienen buenas relaciones con Uribe y han exhibido afinidades. Algunos observadores incluso consideran a Fico Guti¨¦rrez el verdadero favorito del expresidente. Los acompa?an Dilian Francisca Toro, en cabeza del Partido de la U, y el senador David Barguil, precandidato del Partido Conservador, que ha presionado p¨²blicamente por incluir al uribismo. Sin embargo, esa posibilidad a¨²n provoca resistencias. Alex Char, que ha esquivado debates y entrevistas, sorprendi¨® al decirle al peri¨®dico El Tiempo que no estaba de acuerdo con la llegada del Centro Democr¨¢tico. ¡°Nacimos como un grupo unido alrededor de un tema de gesti¨®n, de gobernanza, que solo quiere tener gente que haga cosas, pero que no polarice m¨¢s¡±, desliz¨®.
Otro exministro de Hacienda ¨Cpero del Gobierno Santos¨C, Juan Carlos Echeverry, quien forma parte del Equipo por Colombia pero renunci¨® el jueves a su aspiraci¨®n presidencial, utiliz¨® argumentos similares al explicar las razones por las que se hab¨ªa manifestado en contra. ¡°Tenemos una propuesta fresca, experimentada, regional, que creo que vale la pena present¨¢rsela a los colombianos independiente del Centro Democr¨¢tico¡±, razon¨® Echeverry, que ha abogado por posiciones menos ideologizadas. ¡°Yo sigo creyendo que el pa¨ªs quiere algo que se aleje de los extremos¡±, subray¨®. La indefinici¨®n frente a Zuluaga se hizo m¨¢s evidente todav¨ªa con el anuncio de la llegada a la coalici¨®n de Ayde¨¦ Lizarazo, la candidata del MIRA, un partido de origen cristiano. El uribismo, por ahora, ha quedado atascado en la lista de espera.
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