Los nativos digitales de Portugal instruyen a sus abuelos
Un programa del Gobierno luso moviliza una red de j¨®venes voluntarios para ense?ar operaciones b¨¢sicas de internet a un mill¨®n de personas ¡°infoexcluidas¡±
Mar¨ªa Emilia Cardoso ha estado mucho en ?frica pero apenas en internet. Se sienta al lado de Pedro Barbosa, que le est¨¢ ense?ando en una tableta c¨®mo puede buscar recetas de reposter¨ªa. Ella tiene 81 a?os y ¨¦l, 22. Ambos participan en una de las sesiones de Eu sou digital (Yo soy digital), el programa de capacitaci¨®n digital de adultos dise?ado por el Ministerio de Econom¨ªa y Transici¨®n Digital de Portugal, que pretende acercar al mundo virtual a un mill¨®n de portugueses considerados ¡°infoexcluidos¡±. Mar¨ªa Emilia Cardoso, que vive sola en Lisboa y no tiene ordenador ni tel¨¦fono inteligente, resume el objetivo a su manera: ¡°Para que la gente no muera tonta¡±. Hay efectos secundarios igual de importantes en sentido inverso. ¡°Nosotros vamos a ense?ar lo b¨¢sico en internet, pero tambi¨¦n estamos aqu¨ª aprendiendo experiencias de vida como la de Mar¨ªa Emilia¡±, subraya Pedro Barbosa, licenciado en Gesti¨®n del Deporte, que se sinti¨® plenamente identificado con la iniciativa oficial despu¨¦s de haber introducido por su cuenta a su propio abuelo en el nuevo mundo.
Una de las aulas de Lisboa de la Santa Casa de Misericordia, una organizaci¨®n ben¨¦fica que gestiona la loter¨ªa y las apuestas, acogi¨® este mi¨¦rcoles a 14 voluntarios como Barbosa, que se dedicaron a ense?ar operaciones b¨¢sicas (escribir un correo, crear un perfil en una red social, hacer b¨²squedas, leer prensa¡) a otras 14 personas como Mar¨ªa Emilia Cardoso. Casi todos los alumnos eran jubilados que viven solos o con otros mayores. En Lisboa, seg¨²n un estudio de la organizaci¨®n, hay unos 35.000 residentes de m¨¢s de 65 a?os en estas circunstancias. En pandemia pocos pudieron burlar el forzoso aislamiento f¨ªsico con escapadas hacia lo digital porque carec¨ªan de conocimiento para ello. ¡°Si no est¨¢n capacitados, todav¨ªa se alejan m¨¢s del mundo¡±, se?ala Edmundo Martinho, presidente de la Santa Casa de Misericordia en Lisboa.
Antes de la Gran Reclusi¨®n, en Portugal viv¨ªan unos 2,3 millones de personas (el 23% de la poblaci¨®n) que jam¨¢s hab¨ªan navegado en la red. ¡°Est¨¢bamos en el puesto 19 de la Uni¨®n Europea¡±, explica Andr¨¦ de Arag?o Azevedo, secretario de Estado para la Transici¨®n Digital. La pandemia aceler¨® la migraci¨®n de personas y empresas hacia lo virtual: hoy ya solo vive ajena a internet el 16% de la poblaci¨®n, pero todav¨ªa est¨¢ lejos de los objetivos que se ha marcado el programa, que pretende capacitar a un mill¨®n de personas antes de finales de 2023. Para hacerlo necesitan contar con 30.000 voluntarios, que se encargar¨¢n de ejercitar a los beneficiarios en sesiones individuales. ¡°Es muy importante customizar la formaci¨®n y adaptarla a cada una de las personas que se va a formar, por eso se hace uno a uno. Y tambi¨¦n tiene un componente de solidaridad intergeneracional muy interesante, con los mayores de alumnos y los j¨®venes de profesores¡±, sostiene Arag?o.
El 48% de los alumnos tienen m¨¢s de 65 a?os, mientras que el 43% de los voluntarios est¨¢n por debajo de los 35. Dos ejemplos son Mariana Almeida, de 22, y Mariana Sosa, de 25 a?os. La primera estudia Educaci¨®n Social y la segunda trabaja como asistente social con mayores. Conoce de primera mano las puertas que puede abrirles la formaci¨®n, desde consultar el horario del autob¨²s a realizar una videollamada. ¡°Les prepara para esta vida digital y evita que queden desfasados¡±, comenta al lado de Manoel Veloso, un carpintero jubilado de 77 a?os que se ha apuntado al curso junto a su esposa y que esta tarde ha aprendido a escribir un correo electr¨®nico y a usar WhatsApp para comunicarse con un hijo que reside en B¨¦lgica.
Esta iniciativa del Gobierno portugu¨¦s, que ha sido distinguida por la Comisi¨®n Europea como ¡°buena pr¨¢ctica¡±, pertenece al Plan de Acci¨®n para la Transici¨®n Digital, que aspira a dar un salto tecnol¨®gico que no deje atr¨¢s a nadie. ¡°En nuestra l¨®gica pensamos que ese cambio tiene que empezar por las personas. Comenzamos en los colegios con la inversi¨®n en ordenadores, plataformas y capacitaci¨®n de los profesores¡±, expone el secretario de Estado. En 2019 hab¨ªa cinco alumnos por ordenador. El objetivo para finales de este a?o es que cada estudiante y cada docente dispongan de su propio equipo y un kit de conexi¨®n, que garantiza el acceso a internet en aquellos lugares con dificultades. La tecnolog¨ªa puede tener doble filo: lo mismo agranda que acorta la brecha entre territorios y generaciones. ¡°Queremos que nuestro plan sea un instrumento muy fuerte de cohesi¨®n territorial¡±, indica Arag?o.
El segundo gran bloque va dirigido a la poblaci¨®n activa. ¡°Es la generaci¨®n de los nativos digitales, pero una cosa es poder manosear un smartphone y otra tener las competencias digitales que demandan las empresas¡±, observa Arag?o. De acuerdo con organizaciones empresariales, se dise?a una formaci¨®n espec¨ªfica para unas 200.000 personas hasta 2024. Y hay tambi¨¦n un programa minoritario de formaci¨®n tecnol¨®gica intensiva y de alta especializaci¨®n, concebido como un puente directo entre la universidad y la empresa, que integr¨® a 500 personas el a?o pasado en el mercado laboral y que este ejercicio pretende doblar la cifra. La filosof¨ªa final de toda la estrategia portuguesa es cambiar el modelo econ¨®mico del pa¨ªs: abandonar la vieja econom¨ªa de salarios bajos y trabajadores poco cualificados por otra de producciones con valor a?adido y mejores sueldos.
Sigue toda la informaci¨®n internacional en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.