Bajos salarios y poco valor a?adido: la econom¨ªa que Portugal quiere olvidar
Tras el colapso pand¨¦mico, el pa¨ªs trata de superar sus contradicciones y acelerar la transformaci¨®n de su modelo empresarial
Portugal es el pa¨ªs donde surgi¨® la tienda online de moda de lujo que cotiza en la Bolsa de Nueva York y que se convirti¨® en 2015 en el primer unicornio portugu¨¦s. Aquel a?o el salario m¨ªnimo estaba en 589 euros, por debajo de lo que cada cliente se gastaba de media en una compra en Farfetch, la plataforma de ropa y accesorios de autor para cuentas corrientes sin complejos creada en Matosinhos por Jose Neves, hoy una de las mayores fortunas lusas. Desde entonces los unicornios han dejado de ser una extravagancia. Hay siete empresas portuguesas del mundo digital valoradas ahora en m¨¢s de mil millones de d¨®lares (12 en Espa?a y 321 en Europa, seg¨²n el informe State of European Tech de At¨®mico de 2021).
Pero Portugal, que ha sumado una inesperada crisis pol¨ªtica a la pand¨¦mica y que trata de resolverla con unas elecciones anticipadas el pr¨®ximo 30 de enero, es tambi¨¦n el pa¨ªs donde la pobreza amenaza a m¨¢s de la quinta parte de la poblaci¨®n y donde la econom¨ªa est¨¢ entre las rezagadas de Europa. El pa¨ªs de moda entre jubilados europeos e inversores extranjeros que entran por la puerta grande del visto gold es tambi¨¦n el lugar de la vivienda inaccesible para la clase media portuguesa (1.209 euros de salario medio mensual en 2019, 1.982 euros en Espa?a). Entre estas paradojas del capitalismo se mueve el pa¨ªs ib¨¦rico, peque?o, perif¨¦rico y con las fronteras m¨¢s estables de Europa. Saber cu¨¢l es el territorio desde hace siglos ayuda a disponer de una larga experiencia para buscar fuera lo que no se encuentra dentro, ya sean mares y continentes en la Edad Moderna o negocios y empleos en el siglo XXI.
En cuanto a los unicornios, tienen la vida fascinante e incierta de los antiguos navegantes. Entre los ¨²ltimos incorporados a la lista lusa son Feedzai y Remote, cuyas historias se cuentan en en el libro Unicornios portugueses, de Ana Pimentel, periodista especializada en tecnolog¨ªa y start-ups. El primero se fund¨® en Coimbra y cuenta con cerca de un millar de clientes en todo el mundo, incluidos el Santander o el Citibank. Produce tecnolog¨ªa para hacer m¨¢s seguras las transferencias digitales en la banca y el comercio online a partir de la inteligencia artificial. Remote es una plataforma de gesti¨®n de recursos humanos en teletrabajo que se cre¨® en 2019. Dif¨ªcil encontrar una empresa con un timing m¨¢s oportuno para salir al mercado, a quince minutos de que el mundo estrenase la era del teletrabajo masivo. Uno de esos negocios que se benefici¨® con el virus, que enriqueci¨® a unos cuantos y empobreci¨® a muchos. En 2020 los millonarios portugueses aumentaron en 19.430 hasta alcanzar la cifra de 136.430 (el 1,31% de la poblaci¨®n). ¡°El pa¨ªs era m¨¢s pobre, pero no cab¨ªa duda de que ten¨ªa m¨¢s ricos¡±, escribe Pimentel.
La desigualdad, que ven¨ªa recort¨¢ndose lentamente en los ¨²ltimos tres a?os, creci¨® de nuevo en 2021 hasta el 22,4% en un pa¨ªs de 10,34 millones de habitantes. Vuelve cierto pesimismo de los d¨ªas del rescate europeo, aunque las f¨®rmulas para afrontar la pandemia est¨¢n en las ant¨ªpodas de la filosof¨ªa de la Gran Recesi¨®n. ¡°La manera en que las econom¨ªas han manejado esta crisis ha sido muy distinta a lo que pas¨® en el pasado. Se comprendi¨® que era una circunstancia externa al funcionamiento de gobiernos y econom¨ªas, con lo que se pudo organizar un paquete de ayudas a empresas y familias que permiti¨® que no se destruyera la capacidad productiva del pa¨ªs¡±, sostiene el ministro de Econom¨ªa y Transici¨®n Digital, Pedro Siza Vieira, durante una entrevista en su despacho de Lisboa.
Apoyos a la empresa
La liquidaci¨®n de empresas se mitig¨® en parte con esos apoyos. ¡°Constituyeron una red de seguridad, por lo que es importante que se mantengan mientras perduran los impactos negativos de la pandemia para evitar insolvencias y la destrucci¨®n de la capacidad productiva, que limitar¨ªa la r¨¢pida recuperaci¨®n¡±, indica en un correo electr¨®nico Lu¨ªs Miguel Ribeiro, presidente de la Asociaci¨®n Empresarial de Portugal (AEP), que engloba a 1.500 empresas.
La estrategia gubernamental no convence por igual a Susana Peralta, profesora de la Nova School of Businnes and Economics y autora del libro Portugal y la crisis del siglo. ¡°El Gobierno fue t¨ªmido¡±, escribe. La economista cita el estudio del Fondo Monetario Internacional que, sin contar las partidas de refuerzo sanitario, muestra que Portugal gast¨® el equivalente al 2,4% del PIB en artiller¨ªa contra los efectos econ¨®micos de la pandemia. Solo Eslovaquia y Grecia estuvieron por detr¨¢s. Un apoyo insuficiente influye en las dificultades para que las familias devuelvan sus cr¨¦ditos. ¡°Una bomba que puede estallar¡±, advierte Peralta, que destaca que el pa¨ªs es el tercero con m¨¢s moratorias bancarias concedidas a empresas y familias con el apoyo del Estado.
El peso p¨²blico se identifica a menudo como un lastre. ¡°La econom¨ªa portuguesa est¨¢ estancada desde hace demasiados a?os, no se trata solo del efecto de las crisis, sino tambi¨¦n del efecto de una econom¨ªa extremadamente dependiente del Estado y, en muchos casos, peor a¨²n, dependiente del poder¡±, observa por correo electr¨®nico el profesor de Ciencia Pol¨ªtica de la Universidad de Aveiro, Filipe Teles. Una de las razones del estancamiento reside, a su juicio, en la excesiva centralizaci¨®n pol¨ªtica. ¡°Casi dos tercios del valor de las compras totales de las administraciones p¨²blicas se concentran en el ¨¢rea metropolitana de Lisboa, lo que genera una econom¨ªa en la capital muy dependiente de lo p¨²blico, mientras que en el resto del pa¨ªs es m¨¢s industrial y exportadora¡±, indica Teles, que defiende la regionalizaci¨®n del pa¨ªs para revitalizar la econom¨ªa, ganar en democracia y atender problemas estructurales como el declive demogr¨¢fico. El debate sobre la reforma territorial, retomado hace unos meses, podr¨ªa culminar en un referendo en 2024.
La crisis sanitaria castig¨® especialmente a una econom¨ªa con gran protagonismo del turismo y la restauraci¨®n, la cuarta actividad no financiera con m¨¢s vida empresarial despu¨¦s del comercio, la construcci¨®n y la actividad inmobiliaria y la agricultura. En especial gracias a las llegadas de espa?oles, franceses, brit¨¢nicos, alemanes y brasile?os, la cifra de turistas desde 2009 creci¨® a un ritmo galopante y se cuatriplic¨® en una d¨¦cada hasta superar los 24 millones en 2019. El frenazo en seco del Gran Confinamiento provoc¨® un desplome del 73,7% en 2020. Ese a?o el PIB portugu¨¦s cay¨® un 8,4%, dos puntos m¨¢s que la zona euro, pero las previsiones del Banco de Portugal para este a?o son de alegr¨ªa econ¨®mica: un crecimiento del 5,8% (4,2% en la zona euro), favorecido por la reactivaci¨®n del turismo, la hosteler¨ªa y la restauraci¨®n, y la continuidad del descenso del desempleo, que cerr¨® 2021 con una tasa del 6,1%. Espa?a sigue siendo el primer cliente de las exportaciones portuguesas, que comenzaron a recobrarse en el pasado ejercicio.
¡°Portugal se est¨¢ recuperando de la pandemia m¨¢s deprisa que Espa?a¡±, se?ala Ricardo Reis, profesor de Econom¨ªa en la London School of Economics. ¡°Si miramos la renta disponible de las familias en relaci¨®n a lo que ten¨ªan en 2019, est¨¢ en uno de los ¨²ltimos lugares de Europa (Espa?a figura en el ¨²ltimo). En cierta forma, esto era inevitable en un pa¨ªs que depende mucho del turismo y que no ten¨ªa margen presupuestario para responder de forma agresiva a la crisis debido al enorme fardo de la deuda p¨²blica. Las pol¨ªticas adoptadas no fueron muy diferentes a las seguidas en otros pa¨ªses de Europa, pero fueron m¨¢s reducidas¡±.
Deuda p¨²blica
La deuda p¨²blica portuguesa se dispar¨® entre 2009 y 2014 hasta alcanzar el 132,90% del PIB, su pico hasta que lleg¨® el coronavirus (135,2% en 2020). Las cuentas p¨²blicas arrastraban los pies desde la crisis anterior, cuando quebr¨® parte del sistema financiero portugu¨¦s. La banca, sin embargo, ha dejado de preocupar. ¡°Est¨¢ m¨¢s s¨®lida y es menos probable que est¨¦ en el centro de una crisis¡±, indica Reis. ¡°El saneamiento de aquella ¨¦poca fue lo bastante bueno para que el sector financiero est¨¦ gestionando bien esta crisis y d¨¦ confianza al sistema¡±, opina Carlos Mart¨ªnez Mongay, que fue jefe de la misi¨®n de la Comisi¨®n Europea en Portugal entre 2014 y 2019. Una parte importante del sistema financiero est¨¢ ahora en manos de grupos extranjeros como los espa?oles Santander, Caixabank y BBVA o el fondo estadounidense Lone Star, que en 2017 se hizo con el Novo Banco, creado para gestionar los activos buenos del Banco Esp¨ªritu Santo, en una operaci¨®n opaca que ha sido censurada en una comisi¨®n de investigaci¨®n parlamentaria.
M¨¢s significativa es la inversi¨®n china, que se despleg¨® por Portugal cuando el pa¨ªs se saldaba en tiempos de la troika. Los asi¨¢ticos se hicieron con buena parte de los activos del Programa de Ajuste Econ¨®mico entre 2011 y 2014 y desembarcaron en empresas estrat¨¦gicas como Energ¨ªas de Portugal (EDP), Redes Energ¨¦ticas Nacionais (REN), y la aseguradora de la Caixa Geral de Dep¨®sitos, el banco p¨²blico. Durante la visita a Lisboa en 2018 del presidente Xi Jinping se cerraron acuerdos en infraestructuras, agua, tecnolog¨ªa 5G, investigaci¨®n espacial y agricultura, entre otros. Al a?o siguiente Portugal se convirti¨® en el primer pa¨ªs de la zona euro en emitir deuda en yuanes.
Si 2021 no fue tan bueno como se esperaba pero tampoco tan malo como parece, para 2022 se prev¨¦ que la econom¨ªa portuguesa d¨¦ el salto con la consolidaci¨®n de la reactivaci¨®n econ¨®mica y la llegada de fondos del Plan de Recuperaci¨®n y Resiliencia, que aportar¨¢n 16.600 millones de euros al pa¨ªs hasta 2026. ¡°No ser¨¢n suficientes por s¨ª mismos pero pueden acelerar tendencias positivas¡±, considera el ministro Pedro Siza Vieira, que destaca el crecimiento de las exportaciones y la atracci¨®n de inversiones en tecnolog¨ªa y start-ups.
Fiebre tecnol¨®gica
La fiebre del emprendimiento tecnol¨®gico se agudiz¨® en el pa¨ªs con la captaci¨®n de la Web Summit, desplazada de Dubl¨ªn a Lisboa en 2016 gracias a 3,9 millones de euros de dinero p¨²blico, que se incrementaron a 11 millones anuales a partir de 2018. Las aportaciones se iniciaron con un Gobierno conservador y prosiguieron con otro socialista. Una se?al de que todos coinciden en que el pa¨ªs necesita otro modelo distinto al de los bajos costes que hace 20 a?os produc¨ªa bienes poco sofisticados con trabajadores poco formados. Demasiada rivalidad en este segmento en Asia y Europa del Este. ¡°Por un lado, tenemos una competencia internacional, con costes m¨¢s bajos que los nuestros, y por otro, tenemos ahora una poblaci¨®n mucho m¨¢s formada que antes gracias a la inversi¨®n que hemos hecho en los ¨²ltimos 40 a?os en el sistema educativo. Tenemos que crear las condiciones para que nuestras empresas puedan retener este talento m¨¢s cualificado que tenemos. Necesitamos cambiar nuestro modelo econ¨®mico en exportaciones, innovaci¨®n, conocimiento¡ eso necesita mejores salarios. No es pagar m¨¢s para hacer lo mismo, es pagar m¨¢s para tener otras personas que nos permitan hacer algo distinto¡±, sostiene el ministro de Econom¨ªa y Transici¨®n Digital.
Los portugueses han hecho la revoluci¨®n educativa, pero los salarios no la han acompa?ado. Un problema reconocido incluso por los empresarios. ¡°La econom¨ªa portuguesa tiene que crecer mucho m¨¢s, no solo para permitir reducir el nivel de endeudamiento del pa¨ªs, agravado con la pandemia, si no para proporcionar niveles de remuneraci¨®n m¨¢s elevados, atrayendo y reteniendo talento en un cuadro demogr¨¢fico adverso¡±, plantea el presidente de la Asociaci¨®n Empresarial de Portugal, Lu¨ªs Miguel Ribeiro. ¡°El salario medio cada vez est¨¢ m¨¢s pr¨®ximo del salario m¨ªnimo, es algo completamente inaceptable¡±, critica Isabel Camarinha, la secretaria general de la Confederaci¨®n General de los Trabajadores Portugueses (CGTP), el mayor sindicato luso, en la sede de la organizaci¨®n.
Salario m¨ªnimo
El salario m¨ªnimo es de 741 euros al mes (Eurostat). ¡°Es un salario para ser pobre, no garantiza la dignidad del trabajador. En Portugal m¨¢s de la mitad de los trabajadores ganan menos de mil euros al mes. Los j¨®venes vuelven a salir al exterior porque aqu¨ª no pueden iniciar su vida con un coste de la vivienda brutal¡±, asegura Camarinha, la primera mujer al frente del sindicato.
Vivir en el centro de sus principales ciudades est¨¢ fuera del alcance de cualquier portugu¨¦s con una n¨®mina media. La voracidad de los pisos tur¨ªsticos antes del virus y las promociones de lujo, que adquieren sobre todo extranjeros, han disparado los precios del sector inmobiliario, recalentado por la pol¨ªtica de las ventajas fiscales y los visados de oro (¡±vistos gold¡±), aprobados en 2012, que permiten acceder a la residencia con la adquisici¨®n de viviendas, entre otras opciones.
Unos 7.655 extranjeros no comunitarios lo hab¨ªan conseguido hasta 2019, seg¨²n Transparencia Internacional, que teme que se abra as¨ª la puerta a la criminalidad financiera en Europa. M¨¢s de la mitad fueron ciudadanos chinos, seguidos de brasile?os, turcos, sudafricanos y rusos. Desde el 1 de enero el Gobierno ha limitado la concesi¨®n de los visados de oro a las compras inmobiliarias en el interior del pa¨ªs y las regiones de Azores y Madeira, zonas con mayor retroceso demogr¨¢fico.
Al margen de estas pol¨¦micas residencias, el economista Jo?o Farias, que entre 2014 y 2021 fue responsable del ¨¢rea pol¨ªtica de la Representaci¨®n de la Comisi¨®n Europea en Portugal, considera que el crecimiento del pa¨ªs depende de dos factores: la atracci¨®n de inversi¨®n industrial extranjera y la apertura hacia nuevos negocios. ¡°El problema¡±, reflexiona en Lisboa, ¡°es si nosotros seremos capaces de encontrar unas actividades diferenciadas entre los emergentes y Europa del Este y de que lleguen a tener peso macroecon¨®mico¡±. Si habr¨¢ m¨¢s unicornios y menos textiles baratos.
TAP: nacionalizaci¨®n de ida y vuelta
A pocos días de la pasada Navidad, la aerolínea TAP recibió como un regalo la decisión de la Comisión Europea de aprobar el plan de reestructuración presentado por el Gobierno portugués en diciembre de 2020. A cambio de algunas contrapartidas en recortes salariales, renuncias a actividades subsidiarias y cesiones de slots en el aeropuerto de Lisboa, Bruselas dio luz verde a una inyección pública de 3.200 millones de euros del Ejecutivo, que asumió el control del 100% de la empresa. Durante un tiempo será de nuevo la compañía de bandera lusa.
Esa nacionalización será transitoria, ya que la intención del actual Gobierno socialista es vender la mitad de la aerolínea. Será una nueva fase accionarial en la vida de la TAP, que todo el confort que vivió en el siglo XX como empresa pública se convirtió en inestabilidad a partir de 2005, cuando el Gobierno en funciones del conservador Pedro Passos Coelho decidió privatizarla y dejarla en manos del consorcio Atlantic Getaway, liderado por el empresario brasileño David Neeleman y el portugués Humberto Pedrosa. La llegada al poder del Partido Socialista poco después frustró la privatización total y dejó en manos del Estado el 50% (otro 45% para el consorcio y el 5% restante para la plantilla). Con la irrupción de la covid y el hundimiento de las aerolíneas, el Gobierno decidió aumentar su participación en la TAP hasta el 72,5% en julio de 2020 para evitar su insolvencia. Tras la aprobación del plan de reestructuración, la presencia pública será total al absorber las acciones que aún tenían Pedrosa y los empleados.
El rescate de la TAP es una de las decisiones en política económica que genera más discrepancia entre el primer ministro socialista, António Costa, y el líder del Partido Social Demócrata (PSD, centro derecha) que aspira a sucederlo, Rui Rio, como se observó en el debate televisado que mantuvieron ambos el jueves. Rio desea privatizarla cuanto antes, mientras que Costa defiende una presencia mixta y equilibrada en el accionariado entre el Estado y alguna aerolínea privada.
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