¡°La impunidad es la regla en las muertes por cirug¨ªas est¨¦ticas en Colombia¡±

¡°Muere mujer por someterse a cirug¨ªa pl¨¢stica¡±. Esa frase, un titular usual en los medios de comunicaci¨®n de Colombia, hace ruido durante unos d¨ªas y luego, en un pa¨ªs donde una muerte se traga a otra, suele olvidarse. Los detalles casi siempre son los mismos. Las mujeres ven un anuncio de los m¨¦dicos en redes sociales, se operan en quir¨®fanos alquilados y sin las medidas necesarias para atender complicaciones, las autoridades de salud los cierran, ellos se trasladan o cambian de nombre sus empresas y comienzan el ciclo de nuevo. Los m¨¦dicos- cuyos nombres suelen repetirse- contin¨²an operando.

En Colombia, seg¨²n la Sociedad Internacional de Cirug¨ªa Pl¨¢stica Est¨¦tica (Isaps, por sus siglas en ingl¨¦s) se hicieron 366.312 procedimientos est¨¦ticos en 2020. Las liposucciones y los aumentos de senos fueron los m¨¢s buscados. El pa¨ªs es tambi¨¦n destino tur¨ªstico para este tipo de cirug¨ªas. Sin embargo, no est¨¢ claro cu¨¢ntas mujeres mueren ni cu¨¢ntas resultan heridas.

El ¨²ltimo informe del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forense de 2017 indicaba que las muertes en cirug¨ªas est¨¦ticas hab¨ªan aumentado en 130% tomando como base 2015. Se hab¨ªa pasado de 13 muertes ese a?o a 30 en 2016. ¡°Lo que estamos hallando es que los procedimientos en la gran mayor¨ªa de los casos son realizados por personas con un gran desconocimiento de la medicina y de la fisiolog¨ªa del cuerpo humano, utilizando sustancias oleosas y aceitosas para enga?ar a estas personas bajo la falsa promesa de que se trata de sustancias con reconocida autorizaci¨®n para que el organismo las acepte¡±, alert¨® en ese momento su director Carlos Vald¨¦s.

La ¨²ltima de esas muertes fue la de Arelis Cabeza, una ingeniera de 38 a?os, que falleci¨® en Bogot¨¢ a finales de enero tras someterse a una cirug¨ªa est¨¦tica. Sus familiares denunciaron que el m¨¦dico Yesid Mart¨ªnez no ten¨ªa enfermeras en el quir¨®fano y que fue un amigo de la mujer, que la hab¨ªa acompa?ado, quien intent¨® hacerle reanimaci¨®n. La Secretar¨ªa de Salud cerr¨® el lugar.

¡°?Por qu¨¦ la Secretar¨ªa de Salud no cerr¨® antes la cl¨ªnica? Meses antes de la muerte de Arelis, otra mujer dice que les hab¨ªa alertado sobre este m¨¦dico y sobre las instalaciones en una queja¡±, escribi¨® Lorena Beltr¨¢n, una periodista que tambi¨¦n fue v¨ªctima de un procedimiento que le destroz¨® los senos. Beltr¨¢n se ha convertido en una defensora de las v¨ªctimas de cirug¨ªas est¨¦ticas y habla acerca de por qu¨¦ contin¨²a la impunidad en este tipo de casos. En 2016 impuls¨® un proyecto de Ley para reglamentar este tipo de procedimientos que termin¨® hundido en el Congreso.

Pregunta: ?Por qu¨¦ siguen ocurriendo este tipo de muertes?

Respuesta: Hay varios factores. El primero es una falta de legislaci¨®n del Congreso. Hoy solo est¨¢n reglamentadas dos especialidades m¨¦dicas (anestesiolog¨ªa y radiolog¨ªa). Entonces, si eres un m¨¦dico general y le pones anestesia a un paciente te sancionan, pero si un m¨¦dico general le da por operar tetas, y en sitios que ni siquiera son los indicados, no pasa nada. Hay tambi¨¦n una falta de prevenci¨®n de los pacientes, pero sobre todo hay una falta de control del Estado. Las autoridades se tiran la pelota. La Superintendencia Nacional de Salud a las secretar¨ªas (de cada ciudad), que pueden sellar los sitios, pero no tienen dientes suficientes para hacer seguimiento cuando estos cambian de raz¨®n social y vuelven a abrir.

P. ?Esa es la estrategia principal de estos m¨¦dicos?

R. Son consultorios que aparecen y desaparecen. Varias pacientes han denunciado adem¨¢s presuntas irregularidades entre las secretarias de salud y esos mismos consultorios. Los m¨¦dicos tambi¨¦n se cambian de nombre en redes sociales y borran los comentarios negativos que les han hecho pacientes.

P. ?Por qu¨¦ el Congreso no reglamenta?

R. Solo le meten impulso a proyectos de Ley cuando son medi¨¢ticos. En 2009 cuando a la modelo Jessica Cediel le inyectaron biopol¨ªmeros en los gl¨²teos hubo inter¨¦s de senadores. Luego, la siguiente persona que puso el tema en la mira fui yo. Lastimosamente en Colombia si no tenemos casos ic¨®nicos como el de Natalia Ponce, agredida con ¨¢cido, o Rosa Elvira Cely (brutalmente asesinada) no se producen leyes. En temas de cirug¨ªa est¨¦tica no hemos llegado al punto que motive la voluntad pol¨ªtica del Congreso. Fui testigo del desconocimiento de los senadores y tambi¨¦n del lobby.

P. ?De d¨®nde viene ese lobby?

R. Reglamentar los procedimientos est¨¦ticos en Colombia es una decisi¨®n que sin duda impactar¨ªa los bolsillos de la gente que vive en la industria de la belleza. El pa¨ªs es un destino mundial de procedimientos est¨¦ticos. No es que tengamos en Colombia malos profesionales, sino que la demanda es tan grande que la oferta termina siendo la menos cualificada. La raz¨®n es que hay enormes dificultades para acceder a cupos de especializaci¨®n. Ante la baja posibilidad de acceder a esos cupos, hay m¨¦dicos que se van a estudiar fuera del pa¨ªs, algunos lo hacen en lugares adecuados, pero otros, lamentablemente, escogen una educaci¨®n que no es formal y que no tienen est¨¢ndares necesarios.

P. Ese fue su caso.

R. S¨ª, mi caso llev¨® a destapar una lista de 42 m¨¦dicos cuyo t¨ªtulo es de una universidad de Brasil que no tiene ni facultad de medicina. Fuimos 16 v¨ªctimas, una representada por su familia porque ella muri¨®, y todas pusimos quejas en el Tribunal de ?tica M¨¦dica, que puede intervenir con sanciones disciplinarias, pero hasta ahora no hicieron nada. Hay seis m¨¦dicos imputados desde 2016 y la juez les impuso que no pueden operar hasta que no se sepa el resultado final del juicio, pero lo siguen haciendo.

P. Dice que falta prevenci¨®n de los pacientes. ?A qu¨¦ se refiere?

R. No creo que haya que echarles la culpa a las mujeres cuando hay incidentes, pero creo que no estamos teniendo el autocuidado suficiente. Cuando pregunto a mujeres c¨®mo eligieron al m¨¦dico, lo primero que me dicen es que ten¨ªan muchos seguidores en redes sociales o hab¨ªan operado a tal o cual modelo. Nadie verifica si son de las universidades que dicen ser, por ejemplo. Ahora, no deber¨ªa ser una responsabilidad m¨ªa como paciente hacer una investigaci¨®n de si un t¨ªtulo es legal o no.

P. ?Qu¨¦ responsabilidad cabe a las redes sociales?

R. Instagram es super r¨¢pida para identificar fotos con pezones y censurarlas, pero lenta en intervenir en publicaciones m¨¦dicas de ese tipo de servicios. As¨ª como banean en ciertos contenidos cuando hay informaci¨®n falsa podr¨ªan adoptar medidas similares para esta clase de informaci¨®n m¨¦dica, m¨¢s a¨²n cuando hemos visto la responsabilidad de Instagram en la autopercepci¨®n de los adolescentes. Claramente no pueden censurar la informaci¨®n de un m¨¦dico, especialmente si este no ha sido condenado, pero s¨ª tienen la responsabilidad evidenciar que tiene comentarios negativos.

P. ?Qu¨¦ se podr¨ªa hacer a corto plazo para evitar m¨¢s muertes como la de Arelis?

R. Tener una mayor inspecci¨®n y vigilancia ayudar¨ªa a poner un cerco, al menos. Creo en la educaci¨®n y la pedagog¨ªa, pero tiene un impacto m¨¢s a largo plazo. En cambio, si tengo secretar¨ªas de salud con m¨¢s dientes, con m¨¢s capacidad de intervenci¨®n y seguimiento a quir¨®fanos clandestinos, si tengo al sistema de salud verificando que las medidas que se han aplicado contra m¨¦dicos se cumplan, se podr¨ªa ayudar. Los procesos en la fiscal¨ªa tambi¨¦n favorecen la impunidad.

P. ?Por qu¨¦ no avanzan estos casos en la justicia?

R. Las mujeres que tienen la posibilidad de pagar un abogado no son muchas. Tienen que escoger entre costearse una reconstrucci¨®n o recuperar la plata que invirtieron. Hay muchas que vendieron la moto o sus puestos de comida, que eran el sustento de sus casas, para hacerse las cirug¨ªas y quedaron con el cuerpo deforme y enormes afecciones emocionales. Entonces tienen que decidir si buscar justicia o tranquilidad entre comillas. En otros casos las estrategias de los m¨¦dicos son silenciarlas y ofrecerles conciliaciones fuera del sistema legal. Muchas aceptan porque sienten que al menos recuperar¨¢n el dinero. Nadie las puede criticar por eso, porque llevar estos casos al sistema judicial es dur¨ªsimo. Te dicen y ¡°?por qu¨¦ se oper¨®?¡± Esa decisi¨®n no deber¨ªa importar en los casos judiciales.

P. ?Qu¨¦ ha pasado con su caso?

R. Mi proceso jur¨ªdico fue por lo civil y gan¨¦ en primera instancia. Han pasado seis a?os y a¨²n esperamos conocer el sentido del fallo en segunda instancia. Para empezarlo tuve que aportar las pruebas, pagu¨¦ el peritaje que en ese momento cost¨® siete millones. Por eso no le puedes pedir a una mujer que no tiene los recursos que pague un abogado, espere todo ese tiempo, que aguante. Yo tuve la fortuna de hacerme una reconstrucci¨®n pero todo esto me afect¨® emocionalmente. Esto me llev¨® a un intento de suicidio. He contado con ayuda psiqui¨¢trica, porque las lesiones no son las f¨ªsicas. Del otro lado, este proceso me llev¨® a reconciliarme con mi cuerpo en mis veinte, y ese af¨¢n por buscar cierta apariencia se calm¨®. Esto me volvi¨® activista y me acerc¨® al feminismo.

P. Pero tambi¨¦n la puso en riesgo.

R. En 2016 recib¨ª amenazas concretas y ahora he vuelto a sentirme insegura. Estamos en un pa¨ªs donde matan con tanta facilidad que temo por mi seguridad. Estas denuncias tocan intereses que afectan a personas muy poderosas que han demostrado que pueden silenciar a la justica, dilatar procesos, que pueden comprar pacientes y abrir y cerrar sus cl¨ªnicas clandestinas cuando quieren.

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