Iv¨¢n Duque: ¡°Guste o no, mi Gobierno deja la mayor inversi¨®n social en la historia de Colombia¡±
El presidente colombiano recibe a EL PA?S en la recta final de su mandato. Defiende su legado, habla de Uribe y analiza la fragmentaci¨®n pol¨ªtica. Ante un posible atentado que interfiera la campa?a electoral, sentencia: ¡°Si el terrorismo pretende manchar la elecci¨®n, ser¨¢ primero golpeado contundentemente¡±
El mandato de Iv¨¢n Duque ha entrado en la recta final. El pr¨®ximo 7 de agosto, a las tres de la tarde, el jefe de Estado m¨¢s joven de la historia reciente de Colombia abandonar¨¢ con 46 a?os la Casa de Nari?o y empezar¨¢ la extra?a vida de los expresidentes. En esa etapa, Duque planea estar m¨¢s cerca de su familia y dedicar tiempo a escribir sobre su personaje favorito: Sim¨®n Bol¨ªvar. ¡°Quiero hacer una biograf¨ªa retadora, profundamente pol¨ªtica, que evite los lugares ya explorados¡±, dice el mandatario sentado sobre una ...
El mandato de Iv¨¢n Duque ha entrado en la recta final. El pr¨®ximo 7 de agosto, a las tres de la tarde, el jefe de Estado m¨¢s joven de la historia reciente de Colombia abandonar¨¢ con 46 a?os la Casa de Nari?o y empezar¨¢ la extra?a vida de los expresidentes. En esa etapa, Duque planea estar m¨¢s cerca de su familia y dedicar tiempo a escribir sobre su personaje favorito: Sim¨®n Bol¨ªvar. ¡°Quiero hacer una biograf¨ªa retadora, profundamente pol¨ªtica, que evite los lugares ya explorados¡±, dice el mandatario sentado sobre una tarima recubierta de terciopelo rojo en la Plaza de Armas de Bogot¨¢. Ah¨ª, al aire libre, concede la entrevista a EL PA?S.
Es un d¨ªa genuinamente bogotano. Gris y soleado al mismo tiempo. A Duque se le ve m¨¢s sosegado que en mayo pasado, cuando una ola de protestas incendi¨® el pa¨ªs. Alejada aquella tensi¨®n, su presidencia recorre los meandros finales con unas cotas de popularidad bajas (¨¦l lo discute) y eclipsado por la efervescencia preelectoral que sacude a Colombia. Duque parece consciente de ello y a lo largo de la entrevista se afana en destacar lo que considera los logros de su mandato.
Pregunta. Durante su mandato, Colombia ha sufrido el embate de la pandemia, un hurac¨¢n de fuerza 5, las mayores revueltas en 70 a?os, una crisis migratoria sin precedentes... ?Qu¨¦ le ha costado m¨¢s gestionar?
Respuesta. El momento m¨¢s dif¨ªcil fue el intento el a?o pasado de ciertos sectores de bloquear todo el aparato productivo del pa¨ªs. Yo respeto la protesta social pac¨ªfica, pero ah¨ª se vio el deseo de los grupos armados y de la criminalidad organizada de empujar a Colombia al colapso. Pese a ello, logramos el mayor crecimiento econ¨®mico en casi 115 a?os.
P. ?Puede repetirse el fen¨®meno?
R. Esto es algo que puede ocurrir no solo en Colombia, sino en el mundo entero. En Espa?a, vivieron un fen¨®meno doloroso en Catalu?a. En Francia, con los chalecos amarillos... lo hemos visto en muchos lugares. Uno de los retos de la democracia moderna es saber responder a las reclamaciones pac¨ªficas y justas de los ciudadanos, pero tambi¨¦n operar con el Estado de derecho y con la respuesta proporcional y ajustada a los derechos humanos de la fuerza p¨²blica, porque nadie puede pisotear los derechos de otros. Esos retos se vuelven a¨²n m¨¢s complejos cuando hay personajes que quieren capitalizar pol¨ªticamente el malestar, generar odio y desestabilizaci¨®n.
P. Y volviendo la vista atr¨¢s, ?qu¨¦ cambiar¨ªa de lo que hizo?
R. Siempre hay cosas que uno piensa que las hubiera podido hacer mejor o antes. Por ejemplo, con la reforma fiscal nos falt¨® m¨¢s pedagog¨ªa y hacer entender al pa¨ªs que se trataba de un cambio estructural para los pr¨®ximos 50 a?os. No importa; aprendimos la lecci¨®n, la retiramos y luego conseguimos sacarla adelante.
P. Usted lleg¨® al Gobierno de la mano de Uribe, pero las relaciones se agriaron. ?Qu¨¦ ha pasado?
R. Yo llegu¨¦ de la mano de m¨¢s de 10 millones de votos. Llegu¨¦ despu¨¦s de haber pasado por un proceso abierto a todo tipo de escrutinios y debates. Gan¨¦ primero en mi partido 16 encuestas, no se perdi¨® ni una sola. Fui luego a una consulta abierta y obtuve cuatro millones de votos. En la primera vuelta de las elecciones logr¨¦ siete millones de votos, y en la segunda, 10 millones. Con el expresidente Uribe no tengo sino amistad, lo he admirado siempre y le reconozco su aporte a la historia de Colombia. Podemos tener diferencias, pero en el disenso se logran muchas cosas. Hoy tengo con ¨¦l una relaci¨®n personal y profesional inmejorable, y espero mantenerla as¨ª siempre.
P. ?Y no le han dolido las cr¨ªticas que le ha hecho?
R. En pol¨ªtica uno tiene que saber diferenciar los tipos de cr¨ªtica. Cuando son constructivas, hay que asumirlas con humildad, y cuando son destructivas, pues sencillamente no atenderlas. Yo siempre he notado en Uribe un inter¨¦s constructivo; podemos tener diferencias, las hemos tenido y las seguiremos teniendo; eso forma parte de las relaciones personales y pol¨ªticas. Pero tengo la tranquilidad de que hemos gobernado con el plan de gobierno con el que fuimos elegidos. Todos los d¨ªas trabajamos para cumplir esas 203 propuestas.
P. Entra en la recta final de su mandato con un ¨ªndice de popularidad muy bajo, ?a qu¨¦ lo atribuye?
R. Depende, depende... la semana pasada sali¨® una encuesta que me daba el 40%. En general, me estoy manteniendo en n¨²meros muy similares a la votaci¨®n que tuve en la primera vuelta. Trabajo todos los d¨ªas para mejorar, pero no amarrado ni intimidado ni coaccionado por las encuestas. M¨¢s importante que una encuesta es cumplir el plan de Gobierno.
P. Durante las revueltas de la primavera pasada expres¨® su deseo de lograr un gran pacto con todos los partidos. Y esto no ha sido posible.
R. Pero hay cosas que se logran. En diciembre pasado obtuvimos el respaldo un¨¢nime del Congreso a la ley de acci¨®n clim¨¢tica. Esto demuestra que se pueden hacer pactos sobre temas que nos unen. Tambi¨¦n conseguimos un gran apoyo del Congreso a la agenda social y aprobamos la reforma fiscal, la m¨¢s grande de este siglo, con m¨¢s del 70% del voto. Siempre hay causas comunes que est¨¢n por encima de las rencillas cotidianas.
P. Habla de unanimidad pero en el panorama pol¨ªtico colombiano lo que se observa es atomizaci¨®n y mucho enfrentamiento.
R. No es un fen¨®meno solamente colombiano. En Espa?a, por ejemplo, nunca antes hab¨ªa estado la pol¨ªtica tan polarizada como ahora, con una coalici¨®n de Gobierno que tiene incluso que aliarse con separatistas. Tambi¨¦n ocurre en Estados Unidos, Francia, Italia, el Reino Unido... La pol¨ªtica es cada vez m¨¢s compleja; las noticias falsas se mueven con facilidad, las redes sociales son instrumentos para ventilar odios y fragmentar las sociedades. Esos fen¨®menos, exacerbados por una pandemia y por el deseo de muchos de lograr el liderazgo a base de promover el caos, hacen que la pol¨ªtica est¨¦ m¨¢s polarizada. Es un fen¨®meno de nuestro tiempo que pone a prueba las democracias. No tenemos que tenerle miedo, pero tenemos que aprender c¨®mo resolverlo.
P. Hablando de la polarizaci¨®n, hay muchos que consideran que el uribismo, y desde luego ?lvaro Uribe, han polarizado este pa¨ªs.
R. Cuando la pol¨ªtica se mira con la perspectiva de las barras bravas, siempre se va a tratar de buscar culpables. Aunque muchos tratan de ubicarlo en los extremos, Centro Democr¨¢tico es un partido donde las l¨ªneas extremas son minor¨ªa. La gran mayor¨ªa de las personas que est¨¢n en el partido han estado abiertas a construir consensos en el Congreso y otros sectores. Lo que pasa es que en la pol¨ªtica actual vivimos m¨¢s la apariencia que la realidad, pueden m¨¢s las percepciones que los hechos.
P. ?Y c¨®mo analiza lo que est¨¢ ocurriendo con la coalici¨®n de centro?
R. Yo siempre me he considerado de extremo centro. ?Y qu¨¦ quiere eso? Pues nunca salir del centro. Pero yo veo que hay sectores que son de centro-izquierda y que quieren acreditarse como de centro y se pelean y se insultan y se se?alan... De todos modos, el escenario pol¨ªtico colombiano se decantar¨¢ con las consultas del pr¨®ximo 13 de marzo. Entonces tendremos un panorama electoral mucho m¨¢s claro.
P. ?Y cu¨¢l es su candidato preferido?
R. No tengo candidatos preferidos.
P. ?Qu¨¦ piensa de Rodolfo Hern¨¢ndez?
R. Es un candidato que en este momento est¨¢ presentando sus ideas. ?l estuvo en la gesti¨®n local y ha iniciado un recorrido nacional, y me parece bien que est¨¦ en la actividad pol¨ªtica, planteando temas y tesis. La pol¨ªtica es de plantear tesis. Es importante que en este debate que se viene, los colombianos pueden diferenciar entre los que quieren construir y los que quieren destruir, entre los que son demagogos y los pedagogos, entre los que quieren una sociedad que conviva exitosamente con el sector privado y los que llegan con un discurso de expropiador y de ruptura frente a la iniciativa privada.
P. ?Y no teme alguna interferencia violenta en el proceso electoral? ?Alg¨²n atentado o magnicidio?
R. Desafortunadamente, este tipo de asuntos han estado presentes en Colombia en m¨²ltiples ocasiones. El terrorismo trata de buscar espacios para generar zozobra, pero el Estado es ahora m¨¢s fuerte y tiene m¨¢s capacidad para prevenir actos criminales. Si el terrorismo pretende manchar la elecci¨®n, ser¨¢ primero golpeado contundentemente. Y desde luego, que el ELN no busque a trav¨¦s del terror concesiones de negociaci¨®n porque nadie va a ceder.
P. ?No se ha planteado una negociaci¨®n?
R. ?Qu¨¦ tipo de negociaci¨®n se puede plantear? Cuando llegu¨¦ a la presidencia, analic¨¦ los 17 meses de conversaciones del Gobierno anterior: hubo 400 actos de terrorismo, 100 asesinatos y m¨¢s de 10 secuestros. Ante eso dijimos que cualquier espacio de construcci¨®n de paz part¨ªa de la base de liberar a los secuestrados y poner fin a los actos criminales. ?C¨®mo respondieron ellos? Con barbarie, asesinando 22 j¨®venes que estaban form¨¢ndose para servirle a Colombia. Y ahora persisten en la violencia; es terrorismo demencial. Solo puede haber una oportunidad cre¨ªble de conversaci¨®n si ponen fin a los actos criminales, lo dem¨¢s ser¨ªa avalar el crimen como un veh¨ªculo de negociar con el Estado. En una democracia, ese tipo de pr¨¢cticas deben ser rechazadas claramente; este pa¨ªs da garant¨ªas para que las personas puedan elegir libremente sin que tenga que existir un arma de por medio.
P. Los ¨²ltimos datos del Fondo Monetario Internacional destacan el crecimiento de Colombia. En 2021, el PIB subi¨® en torno al 10% y para 2022 se prev¨¦ un aumento superior al 4%, muy por encima en ambos casos de la media latinoamericana. ?Pero hasta qu¨¦ punto ese crecimiento ha sido percibido por los m¨¢s desfavorecidos?
R. Se lo voy a devolver de esta manera: cuando empez¨® mi Gobierno, alrededor de tres millones de hogares recib¨ªan transferencias econ¨®micas, ahora son casi 10 millones. Es decir, esta reactivaci¨®n ha tenido presente el apoyo a los m¨¢s vulnerables. Tambi¨¦n hemos tomado medidas para mantener el poder adquisitivo de los trabajadores: a lo largo de mi presidencia el aumento real acumulado del salario m¨ªnimo ha sido del 11,6% frente al 11,3% de los ocho a?os del Gobierno anterior y del 9,7% de 2002 al 2010. Eso muestra que el crecimiento ha tenido equidad.
P. Pero la inflaci¨®n (5,6%, el a?o pasado) sigue en alza y eso afecta a quienes menos tienen, ?por qu¨¦ no consiguen atajarla?
R. Lo mismo est¨¢ pasando en Espa?a, Alemania, Italia, Francia, el Reino Unido, Estados Unidos... Hay un fen¨®meno inflacionario mundial detonado por factores externos, como la disponibilidad de contenedores, el aumento en los costos de flete o las dificultades en la cadena log¨ªstica mundial. Es un reto complejo. Si crece la inflaci¨®n, normalmente hay que subir tasas para contenerla, pero hacerlo ante un fen¨®meno que es abiertamente externo no necesariamente lo conjura. Por eso hay que aplicar finura: controlar la inflaci¨®n para que no se convierta en algo que termine afectando a los m¨¢s vulnerables y, por otro lado, mantener pol¨ªticas de control a trav¨¦s de tasas sin restar dinamismo econ¨®mico. La inflaci¨®n ciertamente es el impuesto m¨¢s costoso para los vulnerables.
P. ?No cree que las altas cifras de pobreza de Colombia indican un fracaso hist¨®rico en la redistribuci¨®n de la riqueza?
R. Primero tenemos que celebrar los logros. ?Por qu¨¦? Hace 40 a?os no exist¨ªan las transferencias econ¨®micas para los m¨¢s vulnerables. Hoy estamos garantiz¨¢ndolas a casi cuatro millones de hogares a trav¨¦s del ingreso solidario y, si sumamos todo, hablamos de casi 10 millones. Adem¨¢s, est¨¢n mejorando la expectativa de vida, las muertes por desnutrici¨®n, la mortalidad maternal posparto... Respecto a la pobreza, claro, vino la pandemia y nos llev¨® a que pasara del 37% al 42% de la poblaci¨®n. Pero si no hubi¨¦ramos tomado medidas, habr¨ªamos superado el 50%. Hoy el reto es recuperar los niveles prepand¨¦micos y seguir a la baja. Espero que este a?o podamos dejar a Colombia casi en niveles prepand¨¦micos en materia de pobreza y con un dinamismo econ¨®mico que permita al pr¨®ximo Gobierno seguir esa senda.
P. Hablando del pr¨®ximo Gobierno, a la izquierda se le atribuye mayor capacidad de redistribuci¨®n. En Colombia, no ha habido gobiernos de izquierda. ?No cree que esto es una anomal¨ªa?
R. Me fascina que me diga usted que los gobiernos de izquierda siempre son...
P. Yo digo que se les atribuye.
R. Bueno, pues se les atribuye, pero le voy a decir algo. Muchos desde la izquierda han tratado de catalogarme como de extrema derecha. Y un Gobierno como el nuestro, ?qu¨¦ le deja a Colombia? Primero, la mayor inversi¨®n social en educaci¨®n p¨²blica superior. Segundo, haber duplicado los beneficiarios de los programas sociales. Tercero, haber realizado el 50% de todas las transferencias econ¨®micas hechas en 20 a?os, as¨ª como la mayor asignaci¨®n de subsidios de vivienda de inter¨¦s social y la mayor entrega de t¨ªtulos de propiedad en el campo. Eso son hechos incontrovertibles. A muchos partidos de izquierda en Am¨¦rica Latina les gusta hablar en contra de la pobreza, pero la multiplican porque entorpecen la inversi¨®n y la iniciativa privada, y fracturan las sociedades. Muchos de esos fen¨®menos de izquierda radical convierten las democracias en dictocracias y luego en dictaduras. Les guste o no les guste a muchos, este Gobierno deja la mayor inversi¨®n social en la historia de nuestro pa¨ªs.
P. En Colombia no dejan de morir asesinados firmantes de los acuerdos de paz, activistas de los derechos humanos. Es una sangr¨ªa masiva, ?qu¨¦ est¨¢ pasando?
R. Empecemos por llamar a las cosas por su nombre. ?Qui¨¦n ha matado a la gran mayor¨ªa de personas en proceso de reincorporaci¨®n? Las disidencias de las FARC, el ELN, el clan del Golfo, Los Pelusos y Los Caparros, organizaciones que exist¨ªan antes de la firma. Yo pregunto: ?Iv¨¢n M¨¢rquez, Jes¨²s Santrich, El Paisa, Roma?a... [l¨ªderes de las disidencias de las FARC] no fueron firmantes de la paz? Todos esos delincuentes volvieron al terrorismo y han atentado contra quienes est¨¢n aport¨¢ndole a la reincorporaci¨®n. Hay que enfrentarse a ese crimen organizando y eliminar esos s¨ªmbolos del mal, sacarlos de circulaci¨®n. Pero tambi¨¦n hay que encarar la causa de todos esos fen¨®menos, que es el narcotr¨¢fico. Y aqu¨ª, a pesar de los obst¨¢culos judiciales que hemos tenido que sortear, le hemos mostrado al mundo que contuvimos el crecimiento exponencial de los cultivos il¨ªcitos y que hemos golpeado las estructuras m¨¢s temidas del narcotr¨¢fico, y eso incluye la captura de Otoniel, el m¨¢s peligroso narcotraficante en este pa¨ªs desde Pablo Escobar.
P. A usted le acusan desde algunos sectores de no haber apoyado lo suficiente el desarrollo de los acuerdos de paz.
R. Cuando el secretario general de Naciones Unidas, Ant¨®nio Guterres, vino hace unos meses puso a Colombia como un referente para el mundo. No le pongamos a esto mezquindad, no le pongamos politiquer¨ªa, miremos los hechos: este Gobierno ha demostrado su compromiso con la paz con legalidad y lo mantendr¨¢ hasta el ¨²ltimo d¨ªa, el 7 de agosto a las 3.00 de la tarde.
P. ?Y no ha cambiado su visi¨®n a lo largo del mandato respecto a cuando usted era candidato y criticaba el acuerdo?
R. S¨ª, y la verdad, yo creo que hay algo que a m¨ª me toc¨® el alma. Me he dedicado a escuchar y he ido a hablar con muchas de las familias en proceso de reincorporaci¨®n. Y tengo la firme convicci¨®n de que quienes est¨¢n apostando genuinamente por ello deben contar con el respaldo nuestro. Yo termino el 7 de agosto, pero despu¨¦s, mi voz, mi trabajo estar¨¢n orientados a seguir ayudando a esas personas para que su proceso sea exitoso. Seguir¨¦ siendo un defensor de la paz con legalidad, seguir¨¦ siendo una voz exigente de verdad, justicia, reparaci¨®n y no repetici¨®n. Yo no estoy haciendo esto porque me toque o porque alguien me haya obligado, yo hago esto por convicci¨®n. No busco premios, lo que busco es que esas personas que apostaron por la reincorporaci¨®n tengan un ciclo de vida exitoso y que puedan darse cuenta que su camino con las armas siempre estuvo equivocado y que es mucho m¨¢s grande la Colombia que construye en paz, armon¨ªa y consonancia con el Estado de derecho.
P. ?De qu¨¦ ha servido su cerco diplom¨¢tico a Venezuela?
R. No es solo m¨ªo. Mi pol¨ªtica con Venezuela no ha sido unilateral, ha sido multilateral. La prueba de ello es que hay m¨¢s de 55 pa¨ªses que no reconocen a Nicol¨¢s Maduro como autoridad leg¨ªtima en Venezuela. Eso es un logro.
P. Pero Maduro sigue, y su objetivo era que se fuera.
R. S¨ª, tristemente, pero que 55 pa¨ªses del mundo se hayan dado cuenta de que es un oprobio reconocer ese r¨¦gimen es un logro. Tambi¨¦n lo es que haya una voz leg¨ªtima y democr¨¢tica para que la resistencia al r¨¦gimen sea reconocida, respaldada y aplaudida internacionalmente. Al mismo tiempo le hemos demostrado al mundo que podemos ser fraternos con los hermanos venezolanos que huyen de esa dictadura, d¨¢ndoles estatus de protecci¨®n temporal, sin dejar de denunciar a quien es el Slobodan Milosevic de Am¨¦rica Latina.
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