La crisis ucrania emerge como s¨ªmbolo del nuevo orden mundial que abanderan Xi y Putin
Los l¨ªderes de China y Rusia publicaron una ambiciosa declaraci¨®n conjunta tras su reuni¨®n en Pek¨ªn. EL PA?S ofrece una interpretaci¨®n detallada del documento
Con ocasi¨®n de la inauguraci¨®n de los Juegos Ol¨ªmpicos de Invierno de Pek¨ªn, los presidentes Xi Jinping y Vlad¨ªmir Putin celebraron el pasado d¨ªa 4 en la capital china su reuni¨®n bilateral n¨²mero 38. Pero no fue una m¨¢s.
El encuentro se produjo en el contexto de una escalada de confrontaci¨®n con Occidente. La crisis de Ucrania es el epicentro de un pulso para reformular los equilibrios de poder globales sin parang¨®n en d¨¦cadas por intensidad y amplitud. El resultado de la cumbre fue un documento bilateral con una ambici¨®n sin precedentes, que intenta perfilar una visi¨®n com¨²n chino-rusa para un nuevo orden mundial y en el que se afirma que la cooperaci¨®n entre las dos potencias no tiene l¨ªmites.
La declaraci¨®n conjunta ofrece muchos motivos de reflexi¨®n. Desde las advertencias a Occidente hasta lo que se omite; desde las concesiones mutuas hasta una redacci¨®n que deja entrever la preeminencia china en la relaci¨®n bilateral. China y Rusia tienen sin duda muchos intereses convergentes y margen para incrementar su cooperaci¨®n. Pero tambi¨¦n hay, en esa perspectiva, claros l¨ªmites y dificultades. A continuaci¨®n, EL PA?S intenta ofrecer claves interpretativas de este singular documento suscrito por Xi Jinping y Vlad¨ªmir Putin en una ¨¦poca de cambios vertiginosos.
Declaraci¨®n conjunta de la Federaci¨®n Rusa y de la Rep¨²blica Popular China sobre la entrada de las relaciones internacionales en una nueva era y el desarrollo global sostenible
El 4 de febrero de 2022, el presidente de la Federaci¨®n Rusa, Vlad¨ªmir Putin, visit¨® China invitado por el presidente de la Rep¨²blica Popular, Xi Jinping. Ambos jefes de Estado mantuvieron conversaciones en Pek¨ªn y asistieron a la ceremonia de inauguraci¨®n de los XXIV Juegos Ol¨ªmpicos de Invierno.
La Federaci¨®n Rusa y la Rep¨²blica Popular China ?a partir de ahora, ¡°las partes¡±? declaran:
Actualmente, el mundo est¨¢ experimentando cambios trascendentales, y la humanidad est¨¢ entrando en una nueva era de r¨¢pido desarrollo y profunda transformaci¨®n. Asistimos a la aparici¨®n de procesos y fen¨®menos como la multipolaridad, la globalizaci¨®n econ¨®mica, el advenimiento de la sociedad de la informaci¨®n, la diversidad cultural o la transformaci¨®n de la arquitectura de la gobernanza global y el orden mundial; la interrelaci¨®n y la interdependencia entre Estados son cada vez mayores; ha surgido una tendencia a la redistribuci¨®n del poder en el mundo; y la comunidad internacional manifiesta cada vez m¨¢s la demanda de un liderazgo encaminado al desarrollo pac¨ªfico y gradual.
El íncipit deja claro que el documento pretende esbozar una visión común para un nuevo orden mundial. El pasaje clave es probablemente la mención a la redistribución del poder en el mundo con respecto a la situación de hegemonía occidental tras el fin de la Guerra Fría. China y Rusia subrayan que es un proceso que ya está en acto. La declaración conjunta trata de forjar una doctrina compartida acerca de cómo debería proseguir.
Por otra parte, mientras contin¨²a la pandemia de la nueva enfermedad por coronavirus, la situaci¨®n de la seguridad internacional y regional se complica, y el n¨²mero de retos y amenazas mundiales aumenta cada d¨ªa. Algunos actores que no representan m¨¢s que a una minor¨ªa a escala internacional siguen defendiendo estrategias unilaterales para resolver los asuntos internacionales y recurren a la fuerza; se inmiscuyen en los asuntos internos de otros pa¨ªses, vulnerando sus derechos y sus intereses leg¨ªtimos, y alimentan las contradicciones, las diferencias y los enfrentamientos, obstaculizando as¨ª el desarrollo y el progreso de la humanidad, frente a la oposici¨®n de la comunidad internacional.
Aunque no se explicite, este pasaje se refiere claramente a EEUU y a sus socios más estrechos, a quienes Pekín y Moscú consideran responsables de interferencias malignas, fomentando dinámicas que puedan desestabilizar sus regímenes o regímenes afines.
Las partes hacen un llamamiento a todos los Estados para que persigan el bienestar de todos y, con este fin, fomenten el di¨¢logo y la confianza rec¨ªproca; refuercen el entendimiento mutuo; defiendan valores humanos universales como la paz, el desarrollo, la igualdad, la justicia, la democracia y la libertad; respeten el derecho de los pueblos a determinar con independencia las v¨ªas de desarrollo de su pa¨ªs, as¨ª como la soberan¨ªa y los intereses de seguridad y desarrollo de los Estados; protejan la arquitectura internacional impulsada por Naciones Unidas y el orden mundial basado en el derecho internacional; persigan una aut¨¦ntica multipolaridad en la que Naciones Unidas y su Consejo de Seguridad desempe?en un papel central y de coordinaci¨®n; promuevan unas relaciones internacionales m¨¢s democr¨¢ticas; y garanticen la paz, la estabilidad y el desarrollo sostenible en todo el mundo.
El Consejo de Seguridad es una estructura de poder con la que obviamente los dos están cómodos, ya que disponen de un derecho de veto. Como se verá de forma más explícita más adelante, en su proyecto para un nuevo orden mundial, Pekín y Moscú ven favorablemente algunos aspectos de la lógica que surgió en 1945, muy en especial el que concierne a las áreas de influencia, pero no la fase posterior en la que Occidente incrementó su influencia, incluido en esas áreas. La cooperación entre ambos, ya tangible en otros ámbitos de las Naciones Unidas, donde intentan rentabilizar con votaciones favorables a sus intereses redes de relaciones tendidas en la escena internacional en los últimos años.
I
Las partes comparten la idea de que la democracia es un valor humano universal, m¨¢s que un privilegio de un n¨²mero limitado de Estados, y que su fomento y protecci¨®n son responsabilidad com¨²n de toda la comunidad mundial.
Este es un argumento en el que China ha insistido especialmente desde la celebración de la Cumbre sobre la Democracia en Washington en diciembre. Pekín sostiene que el modelo occidental no es el único democrático: democracia es cualquier sistema que "refleje los intereses de todos, su voluntad, garantice sus derechos, cubra sus necesidades y proteja sus intereses". Pese a sus reclamaciones, debe notarse que en China no hay elecciones libres por sufragio universal, no hay alternancia en el gobierno, independencia judicial, ni separación de poderes o prensa independiente, elementos que Naciones Unidas considera imprescindibles en una democracia. En cuanto a Rusia, aunque formalmente se celebran elecciones y hay una teórica separación de poderes, dista de poderse considerar una democracia. El Gobierno controla la justicia, trata de controlar los medios de comunicación y las autoridades rusas están aplicando la oleada de represión más dura contra la oposición y la sociedad civil de la historia moderna. Solo quedan con representación parlamentaria grupos de la denominada oposición sistémica (como el Partido Comunista) que hacen oposición solo en las cosas pequeñas y locales pero que en los proyectos importantes o estratégicos apoyan al Kremlin.
Las partes creen que la democracia es un medio de participaci¨®n de la ciudadan¨ªa en el gobierno de su pa¨ªs con vistas a mejorar el bienestar de la poblaci¨®n y aplicar el principio del gobierno popular. La democracia se ejerce en todas las esferas de la vida p¨²blica como parte de un proceso de alcance nacional, y refleja los intereses y la voluntad de todo el pueblo, garantiza sus derechos, satisface sus necesidades y protege sus intereses. No existe un modelo ¨²nico para guiar a los pa¨ªses en el establecimiento de la democracia.
Con esta idea no solo Pekín y Moscú buscan rechazar de plano las críticas de autoritarismo procedentes de Occidente y afirmar la validez de sus modelos, sino de alguna manera situarse como inspiración para otros países. Tras una fase expansiva después de la caída del Muro, organizaciones como Freedom House o The Economist Intelligence Unit detectan desde hace años un deterioro de los índices de libertad y calidad democrática en el mundo.
Un pa¨ªs puede elegir las formas y los m¨¦todos de poner en pr¨¢ctica la democracia que mejor se adapten a su situaci¨®n particular, bas¨¢ndose en su sistema social y pol¨ªtico, sus antecedentes hist¨®ricos, sus tradiciones y sus caracter¨ªsticas culturales ¨²nicas. Corresponde exclusivamente al pueblo del pa¨ªs decidir si su Estado es democr¨¢tico.
Las partes manifiestan que Rusia y China, como potencias mundiales con un rico patrimonio cultural e hist¨®rico, tienen una larga tradici¨®n democr¨¢tica basada en una experiencia milenaria de desarrollo, un amplio apoyo popular y la consideraci¨®n de las necesidades y los intereses de los ciudadanos. Rusia y China garantizan a su pueblo el derecho a participar por diversos medios y de diversas formas en la administraci¨®n del Estado y en la vida p¨²blica de acuerdo con la ley. Los pueblos de ambos pa¨ªses est¨¢n seguros del camino que han elegido y respetan los sistemas y tradiciones democr¨¢ticos de otros Estados.
Las partes se?alan que los principios democr¨¢ticos se aplican tanto a escala mundial como en la administraci¨®n del Estado. Los intentos de algunos Estados de imponer sus propias ¡°normas democr¨¢ticas¡± a otros pa¨ªses, de monopolizar el derecho a evaluar el nivel de cumplimiento de los criterios democr¨¢ticos, de trazar l¨ªneas divisorias basadas en la ideolog¨ªa, estableciendo incluso bloques exclusivos y alianzas de conveniencia, no son m¨¢s que una burla a la democracia y van contra su esp¨ªritu y sus verdaderos valores. Semejantes intentos de hegemon¨ªa suponen graves amenazas para la paz y la estabilidad mundial y regional, y socavan la estabilidad del orden mundial.
Nueva crítica a Estados Unidos, al que ambos países acusan de imponer su idea de democracia a otras naciones, lo que representa "una seria amenaza a la paz y estabilidad global y regional"
Las partes creen que la defensa de la democracia y de los derechos humanos no debe utilizase para presionar a otros pa¨ªses, y se oponen al abuso de los valores democr¨¢ticos y a la injerencia en los asuntos internos de Estados soberanos con el pretexto de proteger la democracia y los derechos humanos, as¨ª como a cualquier intento de incitar a las divisiones y a los enfrentamientos en el mundo. Las partes hacen un llamamiento a la comunidad internacional para que respete la diversidad cultural y de civilizaciones y el derecho de los pueblos de los distintos pa¨ªses a la autodeterminaci¨®n. Las partes est¨¢n dispuestas a colaborar con todos los socios interesados para fomentar una aut¨¦ntica democracia.
Aquí se explicita la proyección global de sus ideas con un mensaje al resto de países: no hace falta plegarse al sistema democrático occidental. Quienes busquen apoyos para modelos heterodoxos, lo tendrán. Es este un nicho especialmente fértil, como demuestra el reciente respaldo de seguridad que Moscú ofrece a actores autoritarios en África y la ya consolidada trayectoria de apoyo financiero de China a muchos países sin ninguna atención a cuestiones democráticas o de derechos humanos.
Las partes se?alan que la Carta de Naciones Unidas y la Declaraci¨®n Universal de los Derechos Humanos establecen nobles objetivos en el ¨¢mbito de los derechos humanos universales e instauran principios fundamentales que todos los Estados deben cumplir y observar en los hechos. Al mismo tiempo, dado que cada pa¨ªs tiene sus propias caracter¨ªsticas nacionales, su historia, su cultura, su sistema social y su nivel de desarrollo social y econ¨®mico, el car¨¢cter universal de los derechos humanos debe contemplarse a trav¨¦s del prisma de la situaci¨®n real de cada pa¨ªs en concreto, y los derechos humanos deben protegerse de acuerdo con la situaci¨®n espec¨ªfica de cada pa¨ªs y las necesidades de su poblaci¨®n.
Argumento similar al de la democracia, y otro que China viene defendiendo desde hace años. Los derechos humanos deben verse y protegerse según la "situación específica de cada país y las necesidades de su población".
El fomento y la protecci¨®n de los derechos humanos son una responsabilidad compartida de la comunidad internacional. Los Estados deben dar la misma prioridad a todas las categor¨ªas de derechos humanos e impulsarlas de manera sist¨¦mica. La cooperaci¨®n internacional en materia de derechos humanos debe llevarse a cabo como un di¨¢logo en el que participen todos los pa¨ªses en pie de igualdad. Todos los Estados deben tener el mismo acceso al derecho al desarrollo. La interacci¨®n y la cooperaci¨®n en materia de derechos humanos deben basarse en el principio de igualdad de todos los pa¨ªses y en el respeto mutuo en aras del fortalecimiento de la arquitectura internacional de dichos derechos.
II
Las partes creen que la paz, el desarrollo y la cooperaci¨®n constituyen el n¨²cleo del sistema internacional moderno. El desarrollo es un motor clave para garantizar la prosperidad de las naciones. La actual pandemia de la nueva infecci¨®n por coronavirus supone un serio desaf¨ªo para el cumplimiento de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible de la ONU. Es de vital importancia mejorar las relaciones de asociaci¨®n en aras del desarrollo mundial y garantizar que la nueva etapa de desarrollo mundial se defina por el equilibrio, la armon¨ªa y la inclusi¨®n.
Las partes aspiran a avanzar en su trabajo para vincular los planes de desarrollo de la Uni¨®n Econ¨®mica Euroasi¨¢tica y la Iniciativa de la Franja y la Ruta con vistas a intensificar la cooperaci¨®n pr¨¢ctica entre la UEEA y China en diferentes ¨¢reas, adem¨¢s de fomentar una mayor interconexi¨®n entre las regiones de Asia-Pac¨ªfico y Eurasia.
Este es uno de los ejemplos en los que ambas economías y esferas de intereses son complementarias: la Unión Económica Euroasiática (que reúne a Rusia, Bielorrusia, Kazajistán y otras exrepúblicas soviéticas) y la Iniciativa de la Nueva Ruta de la Seda, la red china de infraestructuras por todo el mundo. Hay otras áreas de posible complementariedad económica, siendo la más evidente la posibilidad de incrementar el suministro de gas ruso a China. En general, se trata de una relación en desarrollo pero desequilibrada entre una economía titánica como la de China, y otra, la de Rusia, con un PIB inferior al de Italia y una situación de casi monocultivo vinculado a energía y minería. El margen de interacción es amplio, pero también hay dudas de hasta qué punto puedan desarrollarse cooperaciones que afecten áreas estratégicas, que tengan a que ver con la autonomía y las grandes capacidades nacionales, e incluso posibles puntos de competición en la proyección internacional.
Las partes reafirman su inter¨¦s en construir la Gran Asociaci¨®n Euroasi¨¢tica en paralelo y en coordinaci¨®n con la construcci¨®n de la Franja y la Ruta para fomentar el desarrollo de las asociaciones regionales, as¨ª como los procesos de integraci¨®n bilateral y multilateral en beneficio de los pueblos del continente euroasi¨¢tico.
Las partes han acordado seguir intensificando constantemente la cooperaci¨®n pr¨¢ctica en favor del desarrollo sostenible del ?rtico.
Acuerdan cooperar en el desarrollo del Ártico -zona de gran importancia estratégica a la vista de las posibilidades de navegación y extractivas que abre el deshielo- pese a que son rivales allí también. Hacen frente común en un ámbito que será previsiblemente objeto de fricciones en el futuro.
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Las partes est¨¢n tomando medidas serias y haciendo una importante contribuci¨®n a la lucha contra el cambio clim¨¢tico. Con la celebraci¨®n conjunta del 30? aniversario de la adopci¨®n de la Convenci¨®n Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Clim¨¢tico, reafirman su compromiso con esta Convenci¨®n, as¨ª como con los objetivos, principios y disposiciones del Acuerdo de Par¨ªs, incluido el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas. Las partes trabajan conjuntamente para garantizar la aplicaci¨®n plena y efectiva del Acuerdo de Par¨ªs, siguen comprometidas con el cumplimiento de las obligaciones que asumieron y esperan que los pa¨ªses desarrollados garanticen realmente la provisi¨®n anual de 100.000 millones de d¨®lares de financiaci¨®n a los Estados en desarrollo para la acci¨®n clim¨¢tica. Las partes se oponen a establecer nuevas barreras en el comercio internacional bajo el pretexto de la lucha contra el cambio clim¨¢tico.
Un reproche a los países más avanzados y un guiño a los países en desarrollo que esperan el desembolso prometido en el marco del proceso de París y que sufre retrasos.
Las partes apoyan firmemente el desarrollo de la cooperaci¨®n y los intercambios internacionales en el ¨¢mbito de la diversidad biol¨®gica, tomando parte activa en el proceso de gobernanza mundial pertinente, y tienen la intenci¨®n de promover conjuntamente el desarrollo armonioso de la humanidad y la naturaleza, as¨ª como la transformaci¨®n verde para garantizar un desarrollo mundial sostenible.
Los Jefes de Estado hacen una valoraci¨®n positiva de la interacci¨®n efectiva entre Rusia y China en los formatos bilateral y multilateral centrados en la lucha contra la pandemia de covid-19, y la protecci¨®n de la vida y la salud de la poblaci¨®n de los dos pa¨ªses y de los pueblos del mundo. Seguir¨¢n aumentando la cooperaci¨®n en el desarrollo y la fabricaci¨®n de vacunas contra la nueva infecci¨®n por coronavirus, as¨ª como de f¨¢rmacos para su tratamiento, y reforzar¨¢n la colaboraci¨®n en materia de salud p¨²blica y medicina moderna. Las partes tienen previsto reforzar la coordinaci¨®n de las medidas epidemiol¨®gicas para garantizar la s¨®lida protecci¨®n de la salud, la seguridad y el orden en los contactos entre los ciudadanos de ambos pa¨ªses.
Ambos países comparten 4.000 kilómetros de frontera, muchos de los brotes que ha detectado China de coronavirus se han encontrado en algún punto fronterizo. Por otra parte, ambos se han centrado en vender sus vacunas a países en vías en desarrollo o que no podían competir en fondos o influencia con los grandes cuando los suministros eran limitados. La llamada diplomacia de las vacunas ha sembrado el globo con las inmunizaciones chinas y con la rusa Sputnik.
Las partes han elogiado la labor de las autoridades competentes y de las regiones de los dos pa¨ªses a la hora de implantar medidas de cuarentena en las zonas fronterizas y garantizar un funcionamiento estable de los puestos fronterizos, y pretenden estudiar la posibilidad de establecer un mecanismo conjunto de control y prevenci¨®n de epidemias en las zonas fronterizas para planificar conjuntamente las medidas contra las epidemias que deben adoptarse en los puestos de control fronterizos, compartir informaci¨®n, construir infraestructuras y mejorar la eficacia del despacho de mercanc¨ªas en las aduanas.
Las partes recalcan que determinar el origen de la nueva infecci¨®n por coronavirus es una cuesti¨®n cient¨ªfica. La investigaci¨®n sobre este tema debe basarse en el conocimiento global, lo cual requiere la cooperaci¨®n entre cient¨ªficos de todo el mundo. Las partes se oponen a la politizaci¨®n de esta cuesti¨®n.
Otra crítica a Estados Unidos desde el lado chino. Pekín rechaza una nueva misión de la OMS en su territorio para investigar el origen del coronavirus.
La parte rusa celebra el trabajo realizado conjuntamente por China y la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) para identificar el origen de la nueva infecci¨®n por coronavirus y apoya el informe conjunto de China y la OMS sobre este asunto. Las partes hacen un llamamiento a la comunidad mundial para que promueva conjuntamente un enfoque cient¨ªfico serio del estudio del origen del coronavirus.
La parte rusa apoya que la parte china organice con ¨¦xito los Juegos Ol¨ªmpicos y Paral¨ªmpicos de Invierno en Pek¨ªn en 2022.
Las partes aprecian en gran medida el nivel de cooperaci¨®n bilateral en el ¨¢mbito del deporte y el movimiento ol¨ªmpico y expresan su disposici¨®n a contribuir a su desarrollo progresivo ulterior.
III
A las partes les preocupan seriamente los graves problemas de seguridad internacional y creen que los destinos de todas las naciones est¨¢n interconectados. Ning¨²n Estado puede o debe procurar su propia seguridad al margen de la seguridad del resto del mundo o a expensas de la seguridad de otros Estados. La comunidad internacional debe implicarse activamente en la gobernanza mundial para garantizar una seguridad universal, global, indivisible y duradera.
Este es uno de los mantras de Moscú en toda la crisis de Ucrania. El concepto, que respalda que la seguridad de un actor no debe reforzarse a expensas de otro, está incluido en el Acta Final de Helsinki de 1975, importante documento que marcó normas de interacción entre los bloques de la Guerra Fría. El Kremlin, sin embargo, omite referirse a otros conceptos afirmados en ese y otros pactos o la inviolabilidad de las fronteras, el respeto de la independencia de la política exterior de otros países.
Las partes reafirman su firme apoyo mutuo en la protecci¨®n de sus intereses fundamentales, la soberan¨ªa estatal y la integridad territorial, y se oponen a la injerencia de fuerzas externas en sus asuntos internos.
Los dos países van a apoyarse mutuamente en lo que consideran sus intereses primordiales. Esto es clave para Rusia. El Kremlin sostiene que toda amenaza para el estado, aunque tenga forma de oposición y sea interna, viene en realidad de fuera y es injerencia extranjera (Estados Unidos y la OTAN). De ahí sus leyes para estigmatizar a personas y entidades con la etiqueta de agente extranjero para tratar de escudarse en que son en realidad herramientas o agentes de Occidente tratando de interferir, dañar y sembrar el caos en la política interna de Rusia.
La parte rusa reafirma su apoyo al principio de una sola China, confirma que Taiw¨¢n es una parte inalienable de China y se opone a toda forma de independencia de Taiw¨¢n.
El gran interés primordial de China: Taiwán, la isla autogobernada que considera parte de su territorio. Por primera vez, Rusia se alinea por completo y por escrito con las tesis de Pekín en este asunto.
Rusia y China se oponen a los intentos de fuerzas externas de socavar la seguridad y la estabilidad en las regiones adyacentes comunes, pretenden contrarrestar la injerencia de fuerzas externas en los asuntos internos de pa¨ªses soberanos bajo cualquier pretexto, se oponen a las revoluciones de colores y aumentar¨¢n la cooperaci¨®n en los ¨¢mbitos antes citados.
Un párrafo muy relevante dirigido, de nuevo sin mencionarlo explícitamente, contra Estados Unidos y sus aliados, a los que Pekín y Moscú consideran responsables de interferir en asuntos internos de otros países para favorecer sus intereses globales. La referencia a las ‘revoluciones de colores’ apunta a las protestas populares que han estallado en los últimos años en varias exrepúblicas soviéticas –como Ucrania o Georgia. La referencia a las regiones adyacentes y a los asuntos internos abarca en sustancia todo el arco de la exURSS, el área del mar de Sur de China y por supuesto las cuestiones de Taiwán, Hong Kong, Xinjiang...
Las partes condenan el terrorismo en todas sus manifestaciones, promueven la idea de crear un ¨²nico frente mundial de lucha contra el terrorismo, en el que Naciones Unidas desempe?e un papel central, y abogan por una mayor coordinaci¨®n pol¨ªtica y un compromiso constructivo en los esfuerzos multilaterales de lucha contra el terrorismo. Las partes se oponen a la politizaci¨®n de las cuestiones relativas a la lucha contra el terrorismo y a su utilizaci¨®n como instrumentos de la pol¨ªtica de doble rasero, condenan la pr¨¢ctica de la injerencia en los asuntos internos de otros Estados con fines geopol¨ªticos mediante la utilizaci¨®n de grupos terroristas y extremistas, as¨ª como bajo el pretexto de la lucha contra el terrorismo y el extremismo internacionales.
Una referencia que, de nuevo, busca desactivar las críticas occidentales ante las praxis de China y Rusia frente a potenciales amenazas terroristas. Las represiones de Pekín en Xinjiang y de Moscú en zonas caucásicas sobrevuelan la frase. Moscú utiliza las leyes contra el extremismo y el terrorismo también para reprimir a la oposición en todo el país.
Las partes consideran que determinados Estados, alianzas y coaliciones militares y pol¨ªticas pretenden obtener, directa o indirectamente, ventajas militares unilaterales en detrimento de la seguridad de otros, incluso empleando pr¨¢cticas de competencia desleal, intensifican la rivalidad geopol¨ªtica, alimentan el antagonismo y el enfrentamiento, y socavan gravemente el orden de seguridad internacional y la estabilidad estrat¨¦gica mundial. Las partes se oponen a una nueva ampliaci¨®n de la OTAN y hacen un llamamiento a la Alianza del Atl¨¢ntico Norte para que abandone sus planteamientos ideologizados de la Guerra Fr¨ªa, respete la soberan¨ªa, la seguridad y los intereses de otros pa¨ªses, la diversidad de sus antecedentes de civilizaci¨®n, culturales e hist¨®ricos, y ejerza una actitud justa y objetiva hacia el desarrollo pac¨ªfico de otros Estados.
La frase que más ha llamado la atención en Occidente de todo el comunicado. Por primera vez, China se suma a Rusia en su oposición explícita a una expansión de la OTAN. Este pasaje tiene un tono claramente ruso, son argumentos que repite el Kremlin constantemente. Por ejemplo el concepto de la diversidad de sus antecedentes de civilización, culturales e históricos se puede referir claramente al imperio ruso y el espacio post soviético, donde trata de mantener su esfera de influencia.
Las partes rechazan la formaci¨®n de estructuras de bloques cerrados y campos opuestos en la regi¨®n de Asia-Pac¨ªfico y se mantienen muy vigilantes respecto al impacto negativo de la estrategia Indo-Pac¨ªfica de Estados Unidos en la paz y la estabilidad de la regi¨®n. Rusia y China se han esforzado constantemente por construir un sistema de seguridad equitativo, abierto e inclusivo en la regi¨®n de Asia-Pac¨ªfico (RAP) que no se dirija contra terceros pa¨ªses y que fomente la paz, la estabilidad y la prosperidad.
Intercambio: si China se suma a Rusia en su posición sobre la OTAN; Moscú se adhiere a las tesis de Pekín sobre las alianzas lideradas por Washington en Asia Pacífico, incluida la trilateral Aukus (EE.UU, R. Unido, Australia). ¿Por qué el interés de CHina en condenar posibles expansiones de la Alianza Atlántica? Entre otros motivos, por el temor a enfrentarse a la organizacion en Asia Pacífico. La Alianza ya tiene a Pekín en su punto de mira.
Las partes aplauden la Declaraci¨®n Conjunta de los L¨ªderes de los Cinco Estados Poseedores de Armas Nucleares sobre la Prevenci¨®n de la Guerra Nuclear y la Evitaci¨®n de la Carrera Armamentista y creen que todos los Estados poseedores de armas nucleares deben abandonar la mentalidad de guerra fr¨ªa y los juegos de suma cero, reducir el papel de las armas nucleares en sus pol¨ªticas de seguridad nacional, retirar las armas nucleares desplegadas en el extranjero, eliminar el desarrollo sin restricciones del sistema global de defensa contra misiles antibal¨ªsticos (ABM por sus siglas en ingl¨¦s) y tomar medidas eficaces para reducir los riesgos de guerras nucleares y todo conflicto armado entre pa¨ªses con capacidad nuclear militar.
Las declaraciones en materia de armas atómicas chocan con el fuerte desarrollo del programa nuclear chino y con los vistosos programas de nuevos misiles y armas rusas. En cuanto a las defensas antimisiles balísticos, se trata de una cuestión muy espinosa. EEUU y la URSS sellaron un pacto en 1972 que establecía límites en este sector. EEUU se retiró del mismo en 2002. Uno de los problemas de fondo en la arquitectura de control de armas es que los pactos principales vinculaban solo a EEUU y URSS/Rusia, pero no a China. El mantenimiento y progreso de esta arquitectura depende de la inclusión, en alguna medida, de China. Pekín es, por lo general, reacia, alegando que sus arsenales son muy inferiores a los de las dos potencias militares históricas. Está por ver si esta frase indica una disponibilidad de China a entrar en algún tipo de arquitectura de control de armas.
Las partes reafirman que el Tratado de No Proliferaci¨®n de Armas Nucleares es la piedra angular del sistema internacional de desarme y no proliferaci¨®n nuclear, es una parte importante del sistema de seguridad internacional de la posguerra, y desempe?a un papel indispensable en la paz y el desarrollo mundiales. La comunidad internacional debe promover la implantaci¨®n equilibrada de los tres pilares del Tratado y colaborar para proteger la credibilidad, la eficacia y el car¨¢cter universal de este instrumento.
Las partes est¨¢n seriamente preocupadas por la asociaci¨®n trilateral de seguridad entre Australia, Reino Unido y Estados Unidos (AUKUS por sus siglas en ingl¨¦s), que contempla una mayor cooperaci¨®n entre sus miembros en ¨¢reas que afectan a la estabilidad estrat¨¦gica, en particular su decisi¨®n de iniciar la cooperaci¨®n en el ¨¢mbito de los submarinos de propulsi¨®n nuclear. Rusia y China consideran que acciones como estas son contrarias a los objetivos de seguridad y desarrollo sostenible de la regi¨®n de Asia-Pac¨ªfico, aumentan el peligro de una carrera armament¨ªstica en la regi¨®n y plantean graves riesgos de proliferaci¨®n nuclear. Las partes condenan en¨¦rgicamente estas maniobras y piden a los participantes en AUKUS que cumplan de buena fe sus compromisos de no proliferaci¨®n nuclear y de misiles y colaboren para salvaguardar la paz, la estabilidad y el desarrollo de la regi¨®n.
Los planes de Jap¨®n de verter en el oc¨¦ano el agua contaminada por la central nuclear de Fukushima que qued¨® destruida, as¨ª como el posible impacto medioambiental de estas acciones, preocupan profundamente a las partes. Las partes hacen hincapi¨¦ en que la eliminaci¨®n del agua contaminada por la energ¨ªa nuclear debe ser tratada con responsabilidad y llevarse a cabo de forma adecuada, sobre la base de acuerdos entre la parte japonesa y los Estados vecinos, otras partes interesadas y los organismos internacionales pertinentes, al tiempo que garantizan la transparencia, el razonamiento cient¨ªfico y la conformidad con el derecho internacional.
Las partes consideran que la retirada de Estados Unidos del Tratado sobre la Eliminaci¨®n de Misiles de Alcance Intermedio y de Menor Alcance, la aceleraci¨®n de la investigaci¨®n y el desarrollo de misiles terrestres de alcance intermedio y de menor alcance y el deseo de desplegarlos en las regiones de Asia-Pac¨ªfico y Europa, as¨ª como la transferencia de los mismos a sus aliados, conllevan un aumento de la tensi¨®n y la desconfianza, incrementan los riesgos para la seguridad internacional y regional, conducen al debilitamiento del sistema internacional de no proliferaci¨®n y de control de armas, y socavan la estabilidad estrat¨¦gica mundial. Las partes piden a Estados Unidos que responda positivamente a la iniciativa rusa y abandone sus planes de desplegar misiles terrestres de alcance intermedio y de menor alcance en la regi¨®n de Asia-Pac¨ªfico y en Europa. Las partes seguir¨¢n manteniendo contactos y reforzando la coordinaci¨®n sobre esta cuesti¨®n.
Las partes señalan la responsabilidad de EEUU en haberse retirado de este acuerdo. Washington justificó su decisión acusando a Moscú de haberlo incumplido. Pekín no era parte del acuerdo.
La parte china aprecia y respalda las propuestas presentadas por la Federaci¨®n Rusa para establecer garant¨ªas de seguridad jur¨ªdicamente vinculantes a largo plazo en Europa.
Las partes observan que la denuncia por parte de Estados Unidos de una serie de importantes acuerdos internacionales de control de armas tiene un impacto extremadamente negativo para la seguridad y la estabilidad internacionales y regionales. Las partes expresan su preocupaci¨®n por el avance de los planes de Estados Unidos para desarrollar una defensa global contra misiles y desplegar sus elementos en diversas regiones del mundo, junto con el aumento de la capacidad de armas no nucleares de alta precisi¨®n para ataques de desarme y otros objetivos estrat¨¦gicos. Las partes subrayan la importancia de los usos pac¨ªficos del espacio exterior, y apoyan firmemente el papel esencial de la Comisi¨®n de Naciones Unidas sobre la Utilizaci¨®n del Espacio Exterior con Fines Pac¨ªficos a la hora de promover la cooperaci¨®n internacional, y mantener y desarrollar las leyes espaciales internacionales y la regulaci¨®n en el ¨¢mbito de las actividades espaciales.
El espacio es otro sector de gran competición entre potencias. Se halla regulado por un tratado de la ONU de 1967 que ya está en muchos sentidos anticuado. Las perspectivas para nuevas regulaciones pactadas es mínima. Rusia ha causado una gran polémica ensayando el pasado mes de noviembre un arma para destruir satélites. La prueba ha causado la difusión en el espacio de más de mil fragmentos que amenazan a otros aparatos o a astronautas en órbita.
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IV
Las partes subrayan que Rusia y China, en su condici¨®n de potencias mundiales y miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, tienen la intenci¨®n de acatar firmemente los principios morales y aceptar su responsabilidad; interceder en¨¦rgicamente por el sistema internacional en el que Naciones Unidas desempe?a una funci¨®n esencial de coordinaci¨®n en los asuntos internacionales; proteger el orden mundial basado en el derecho internacional, incluidos los prop¨®sitos y principios de la Carta de Naciones Unidas; fomentar la multipolaridad y promover la democratizaci¨®n de las relaciones internacionales; crear juntos un mundo a¨²n m¨¢s pr¨®spero, estable y justo; y construir conjuntamente un nuevo tipo de relaciones internacionales.
La parte rusa se?ala la importancia del concepto de construcci¨®n de una ¡°comunidad de destino compartido para la humanidad¡± propuesto por la parte china para garantizar una mayor solidaridad de la comunidad internacional y la consolidaci¨®n de los esfuerzos para responder a los desaf¨ªos comunes. La parte china se?ala la importancia de los esfuerzos realizados por la parte rusa en aras de establecer un sistema multipolar justo de relaciones internacionales.
Las partes tienen la intenci¨®n de defender firmemente los resultados de la Segunda Guerra Mundial y el actual orden mundial de la posguerra, defender la autoridad de Naciones Unidas y la justicia en las relaciones internacionales, y oponerse a los intentos de negar, distorsionar y falsificar la historia de la Segunda Guerra Mundial.
Un asunto de especial interés y relevancia para Rusia, que trata de reafirmar su esfera de influencia a través de vínculos históricos y que también intenta reescribir la historia u ocultar las partes incómodas para Rusia para ello. La historia es un campo estratégico para Putin, que basa en su visión de la historia gran parte de su retórica.
A fin de evitar que se repita la tragedia de la guerra mundial, las partes condenar¨¢n en¨¦rgicamente las acciones destinadas a negar la responsabilidad de las atrocidades cometidas por los agresores nazis y los invasores militaristas y sus c¨®mplices, y a manchar y empa?ar el honor de los pa¨ªses victoriosos.
Las partes solicitan el establecimiento de un nuevo tipo de relaciones entre las potencias mundiales sobre la base del respeto mutuo, la coexistencia pac¨ªfica y la cooperaci¨®n mutuamente beneficiosa. Reafirman que las nuevas relaciones interestatales entre Rusia y China son superiores a las alianzas pol¨ªticas y militares de la ¨¦poca de la Guerra Fr¨ªa. La amistad entre los dos Estados no tiene l¨ªmites, no hay ¨¢mbitos de cooperaci¨®n ¡°prohibidos¡±, y el fortalecimiento de la cooperaci¨®n estrat¨¦gica bilateral no est¨¢ dirigido contra terceros pa¨ªses ni se ve afectado por el entorno internacional cambiante y los cambios circunstanciales en terceros pa¨ªses.
Los dos países subrayan aquí la calidad de su alianza, que va más allá de las forjadas en el pasado y que puede abarcar todas las áreas. Pero entre la grandilocuencia retórica y la realidad se interponen dificultades. Una prueba es que no se menciona expresamente a Ucrania, por ejemplo, ni al mar del Sur de China donde China reclama la soberanía de la mayor parte de esas aguas. Pekín mantiene buenas relaciones con Ucrania, y Rusia, con Vietnam, con quien China disputa la soberanía de parte de esas aguas. Pero los problemas afectan muchas otras áreas, como por ejemplo el espacio, en donde hay expertos que creen que, al margen de las declaraciones, el margen de cooperación real es reducido.
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Las partes tienen la intenci¨®n de desarrollar la cooperaci¨®n dentro del formato ¡°Rusia-India-China¡±, as¨ª como reforzar la interacci¨®n en espacios como la Cumbre de Asia Oriental, el Foro Regional de Seguridad de la Asociaci¨®n de Naciones del Sudeste Asi¨¢tico (ASEAN por sus siglas en ingl¨¦s), la Reuni¨®n de Ministros de Defensa de los Estados Miembros de la ASEAN y los Socios de Di¨¢logo. Rusia y China apoyan el papel fundamental de la ASEAN en el desarrollo de la cooperaci¨®n en el este de Asia, contin¨²an aumentando la coordinaci¨®n sobre la profundizaci¨®n de la cooperaci¨®n con la ASEAN y promueven conjuntamente la cooperaci¨®n en los ¨¢mbitos de la salud p¨²blica, el desarrollo sostenible, la lucha contra el terrorismo y la lucha contra la delincuencia transnacional. Las partes tienen la intenci¨®n de seguir trabajando en aras de fortalecer el papel de la ASEAN como elemento clave de la estructura regional.
Interesante mención de India al final del documento. Las relaciones entre Pekín y Nueva Delhi no pasan por su mejor momento precisamente (escuece aún el enfrentamiento fronterizo en Galwan en 2020, y en el Gobierno indio escoció mucho que se seleccionara como portador de la antorcha olímpica a un excombatiente chino en ese enfrentamiento). Pero Rusia está reforzando y ampliando sus acuerdos de colaboración y comerciales con la India en otra vuelta de tuerca más de su giro hacia Oriente y como forma de no fiarle todo a Pekín. En octubre de 2021, Putin viajó a la India. Fue su primer viaje al extranjero desde el inicio de la pandemia. El jefe del Kremlin había rechazado asistir antes a otras citas y cumbres importantes, pero sí fue a Delhi (donde se firmaron una amplia gama de acuerdos y memorandos). Y eso es una forma de demostrar que puede manejar también su agenda de manera independiente a la de Pekín.
Traducci¨®n de la declaraci¨®n conjunta chino-rusa de Paloma Cebri¨¢n / News Clips, desde la versi¨®n en ingl¨¦s publicada por el Kremlin.
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