El Gobierno de Israel pierde la mayor¨ªa tras la fuga de una diputada conservadora
Netanyahu maniobra para regresar al poder en medio de la crisis pol¨ªtica desatada por la ¨²ltima ola de atentados
Despu¨¦s de 10 meses de relativa calma al t¨¦rmino de dos a?os de crisis con cuatro elecciones legislativas, Israel retorna a la proverbial inestabilidad pol¨ªtica intr¨ªnseca a su fragmentado Parlamento. La fuga de una diputada ultraconservadora ha dejado este mi¨¦rcoles al Gobierno del primer ministro Naftali Bennett sin la mayor¨ªa raspada de 61 en una Kneset (C¨¢mara legislativa) de 120 esca?os. La salida de la ortodoxa jud¨ªa Idit Silman golpea por partida doble a Bennett, que se enter¨® por la prensa de la defecci¨®n. Esta parlamentaria pertenec¨ªa al mismo partido del primer ministro ¡ªYamina, de orientaci¨®n ultanacionalista¡ª, y ejerc¨ªa como coordinadora de las complejas votaciones en la heterog¨¦nea coalici¨®n de ocho partidos.
La alianza formada por tres fuerzas derechistas, dos centristas, dos de la izquierda y, por primera vez Israel, una formaci¨®n ¨¢rabe islamista, ape¨® en junio del a?o pasado al conservador Benjam¨ªn Netanyahu, despu¨¦s de haber permanecido 12 a?os en el cargo. Su situaci¨®n es a¨²n m¨¢s precaria en la Kneset tas la salida de la diputada Silman, que aleg¨® en un comunicado ¡°actuar en defensa de la identidad jud¨ªa de Israel¡±. Pero la coalici¨®n del llamado Gobierno del cambio no corre peligro de ser derribada a corto plazo en un Parlamento en tablas.
En primer lugar, Netanyahu necesitar¨¢ sumar al menos un diputado m¨¢s en las filas de la oposici¨®n para poder presentar una moci¨®n de censura con el respaldo de 61 esca?os. Pero, sobre todo, tendr¨ªa que convencer a los seis parlamentarios nacionalistas ¨¢rabes de la alianza Lista Conjunta de que le ofrecieran su improbable apoyo. Por ahora, la tensi¨®n pol¨ªtica parece verse contenida hasta el inicio del pr¨®ximo periodo de sesiones en la Kneset, a mediados de mayo, tras la celebraci¨®n de festividades religiosas encadenadas ¡ªRamad¨¢n, Pascua jud¨ªa y Semana Santa¡ª que este a?o coinciden excepcionalmente en abril.
Netanyahu languidec¨ªa en la oposici¨®n mientras un tribunal del Jerusal¨¦n le juzga por cohecho, fraude y abuso de poder en tres casos distintos. Amparado en el malestar de los sectores jud¨ªos m¨¢s conservadores por la ola de atentados con armas de fuego que se cobr¨® a finales de marzo la vida de 11 personas en tres ciudades de Israel, el ex primer ministro ha presionado a varios diputados derechistas para que rompan la disciplina de una coalici¨®n gubernamental con presencia de islamistas. Los tres ataques fueron perpetrados por tres ¨¢rabes israel¨ªes y un palestino
La fuga de Silman ha sido la primera pieza que se ha cobrado la estrategia de Netanyahu. Para celebrarlo, encabez¨® en la noche del mi¨¦rcoles una multitudinaria concentraci¨®n en Jerusal¨¦n en la que exigi¨® la dimisi¨®n del Ejecutivo. ¡°Israel est¨¢ desangr¨¢ndose. Este Gobierno d¨¦bil frente al terrorismo tiene que marcharse porque est¨¢ causando da?o a la identidad jud¨ªa de Israel¡±, tron¨® el ex primer ministro desde la tribuna de oradores, en la que fue seguido por los l¨ªderes ultraortodoxos y de la extrema derecha con los que comparte el gran bloque parlamentario de oposici¨®n.
¡°He intentado trabajar en pro de la unidad, pero no puedo ir en contra de la identidad jud¨ªa de Israel. Me marcho de la coalici¨®n y voy a intentar persuadir a otros colegas (diputados) de que regresen a la casa com¨²n de la derecha para formar un Gobierno conservador. S¨¦ que no soy la ¨²nica persona que piensa as¨ª¡±, apostill¨® Sliman en su comunicado de despedida, del que no previno a Bennett, su jefe de filas pol¨ªtico.
La religiosa ortodoxa Silman ha recurrido al pretexto del pan ¨¢cimo (sin levadura), el ¨²nico permitido por la ley judaica durante la larga semana de Pascua, para justificar su escapada hacia el campo nacionalista y conservador de Netanyahu. Como presidenta de la Comisi¨®n de Sanidad de la Kneset, hab¨ªa pedido al ministro de Sanidad, el izquierdista Nitzan Horowitz, que mantuviera la prohibici¨®n del consumo de pan con levadura en los hospitales.
El Tribunal Supremo resolvi¨® el a?o pasado que la libertad religiosa de los jud¨ªos laicos, los cristianos y los musulmanes que viven en Israel debe ser respetada tambi¨¦n en sus h¨¢bitos alimenticios y levant¨® el tradicional veto hospitalario. El ministro vino a replicar que deb¨ªa acatar las decisiones judiciales antes que el dictado de los rabinos. Para los jud¨ªos ortodoxos, la presencia de pan con levadura durante la Pascua es vista como un sacrilegio. Por eso se afanan en limpiar sus casas a fondo para retirar hasta la ¨²ltima miga antes de que empiece, la semana que viene, la festividad que recuerda la huida del pueblo elegido de Egipto.
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