Un 15% m¨¢s de poblaci¨®n, la ¡®nueva normalidad¡¯ de Varsovia
La concentraci¨®n de 300.000 refugiados ucranios pone a prueba las capacidades de la capital polaca
En el punto de atenci¨®n a refugiados de la estaci¨®n central de tren de Varsovia acaban de instalar un cartel. Es un gran mapa de Polonia con distintas ciudades resaltadas y dos ausencias llamativas: la capital y Cracovia. La explicaci¨®n est¨¢ en el mensaje en ucranio e ingl¨¦s que lo acompa?a: ¡°Las ciudades m¨¢s peque?as de Polonia suponen mayores posibilidades de alojamiento, menor coste de vida y m¨¢s posibilidades de conseguir trabajo. Las grandes ciudades de Polonia ya est¨¢n saturadas. No temas ir a ciudades m¨¢s peque?as. Son tranquilas, tienen buenas infraestructuras y est¨¢n bien adaptadas¡±....
En el punto de atenci¨®n a refugiados de la estaci¨®n central de tren de Varsovia acaban de instalar un cartel. Es un gran mapa de Polonia con distintas ciudades resaltadas y dos ausencias llamativas: la capital y Cracovia. La explicaci¨®n est¨¢ en el mensaje en ucranio e ingl¨¦s que lo acompa?a: ¡°Las ciudades m¨¢s peque?as de Polonia suponen mayores posibilidades de alojamiento, menor coste de vida y m¨¢s posibilidades de conseguir trabajo. Las grandes ciudades de Polonia ya est¨¢n saturadas. No temas ir a ciudades m¨¢s peque?as. Son tranquilas, tienen buenas infraestructuras y est¨¢n bien adaptadas¡±.
La guerra en la vecina Ucrania ha transformado la faz de Varsovia en apenas seis semanas. Polonia ha sido la v¨ªa de escape para casi el 60% (2,4 millones) de los 4,2 millones de refugiados ucranios y, al principio, la r¨¢pida respuesta de voluntarios, ONG y administraciones locales evit¨® que se formaran campamentos de refugiados. Salvado el primer arre¨®n, la idea era que la pol¨ªtica de puertas abiertas de la UE derivara el flujo de forma natural hacia pa¨ªses europeos m¨¢s ricos. Sin embargo, el estancamiento del conflicto, la incertidumbre y la tendencia natural de los refugiados a quedarse cerca de su pa¨ªs est¨¢n haciendo que muchos se queden en Polonia y, pasada la fase de simplemente huir, se concentren en los lugares asociados desde hace siglos a las palabras trabajo y futuro: las grandes ciudades. El resultado es que 300.000 ucranios han elevado un 15% la poblaci¨®n de Varsovia y otros 150.000, casi un 20% la de Cracovia. Las dos grandes urbes polacas piden ayuda y advierten de que la situaci¨®n es insostenible.
¡°Estamos al l¨ªmite, ya no podemos improvisar¡±, protesta el alcalde de Varsovia, Rafal Trzaskowski. ¡°Todo mi personal administrativo est¨¢ dedicado a hacer tr¨¢mites del Pesel [el equivalente polaco al n¨²mero de la seguridad social, que reciben estos d¨ªas los refugiados]. Todos mis psic¨®logos trabajan con refugiados. Tambi¨¦n todos los que sol¨ªan trabajar con ni?os y todos los servicios sociales¡±, enumera en una entrevista en el Ayuntamiento.
Trzaskowski recuerda un dato para ilustrar la dimensi¨®n del reto que supone el mayor y m¨¢s r¨¢pido ¨¦xodo en Europa desde la II Guerra Mundial. En el mes m¨¢s intenso de la crisis de refugiados y migrantes de 2015-2016, entraron en toda Europa 200.000 personas, 100.000 menos que los refugiados ucranios que hoy se encuentran solo en Varsovia y 400.000 menos de los que han pasado por la capital.
Una derivada particularmente problem¨¢tica es la ense?anza. En Varsovia hab¨ªa 280.000 ni?os escolarizados antes de la guerra. Se les han sumado 13.000 refugiados, pero queda a¨²n la gran mayor¨ªa -otros 87.000. ¡°No puedo meterlos a todos en las escuelas en una semana¡±, justifica Trzaskowski, quien aboga por que aprendan a distancia y reciban clases presenciales de polaco. El Ministerio de Educaci¨®n ha emitido un decreto especial para que el tope de 25 alumnos por aula pase a 28 en infantil y a 29 en los tres primeros a?os de primaria.
Otra es la erosi¨®n del impulso solidario inicial. El n¨²mero de voluntarios ha ca¨ªdo con el paso de las semanas. ¡°Cada vez hay menos gente dispuesta a ayudar. Los que lo llevan haciendo desde el principio est¨¢n exhaustos¡±, admite Pola Gorska, voluntaria polaca de 28 a?os en el colectivo de base Grupa Centrum, en la Estaci¨®n del Oeste, en la que varios de sus compa?eros juegan en una estancia con ni?os ucranios. Es uno de los principales ejes de conexi¨®n porque est¨¢ junto a una importante estaci¨®n de autob¨²s.
M¨¢s ayuda
Aunque casi 25.000 personas (cinco veces menos que hace casi un mes) entran a diario a Polonia desde Ucrania, la cifra de 300.000 refugiados en Varsovia lleva estable m¨¢s de una semana, por las salidas a otras partes del pa¨ªs o a terceros pa¨ªses. Pero quienes llegan ahora necesitan m¨¢s ayuda, lo que a?ade presi¨®n a las arcas, los servicios p¨²blicos y la solidaridad de los polacos. ¡°Hace un mes, un 97% de la gente que ven¨ªa era cuidada por su familia o amigos. Ahora, entre un 30% y un 40% necesita ayuda y alojamiento¡±, explica el alcalde.
Ese 97% tiraba de v¨ªnculos con los numerosos ucranios que resid¨ªan antes de la guerra en Polonia, sexta econom¨ªa de la UE, sedienta de mano de obra y todo lo generosa (280.000 permisos de trabajo en 2020) con los pa¨ªses culturalmente cercanos que no fue en 2015-2016 con unos pocos miles de migrantes musulmanes.
Los reencuentros forman parte ya del d¨ªa a d¨ªa de Varsovia. En la zona m¨¢s tur¨ªstica ¨Del centro hist¨®rico arrasado por los nazis, reconstruido y declarado en 1980 Patrimonio Mundial de la Humanidad¨D es f¨¢cil escuchar a los m¨¢s veteranos guiar a los reci¨¦n llegados en ucranio o en ruso. En el barrio de Praga, en la orilla del r¨ªo V¨ªstula que sali¨® mejor parada de la II Guerra Mundial, la catedral de Santa Mar¨ªa Magdalena ha ganado fieles y no cabe un alma en misa. Es la principal iglesia ortodoxa, religi¨®n mayoritaria entre los ucranios, de la ciudad.
Los refugiados reciben alojamiento, comida, bebida, ayuda m¨¦dica y apoyo psicol¨®gico gratuito. Para los que necesitan alojamiento m¨¢s all¨¢ de un pu?ado de noches antes de proseguir su camino, hay propiedades municipales y una base de datos de personas que ofrecen sus casas, adem¨¢s de empresas, ONG u organizaciones religiosas. En las avenidas m¨¢s concurridas y en las cafeter¨ªas se escucha a los refugiados conversar con los polacos que los acogen, en una mezcla de sus respectivas lenguas o en ingl¨¦s.
La ciudad est¨¢ llena de mensajes de apoyo a Ucrania, hasta en la sede del Banco Central y las marquesinas. La famosa Ruta Real est¨¢ decorada con las banderas de Varsovia y de Ucrania, y el Castillo Real (en el que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, pronunci¨® un discurso el mes pasado) se ilumina de noche con los colores de las ense?as polaca y ucrania.
A las afueras de la capital, en la localidad de Nadarzyn, est¨¢ el mayor centro de recepci¨®n de refugiados del pa¨ªs, el recinto ferial Ptak, de 150.000 metros cuadrados y con capacidad para 20.000 refugiados. No lo coordina el Ayuntamiento, sino los gobiernos regional y central. El contrato se acaba de renegociar a la baja, despu¨¦s de que el c¨¢lculo inicial por refugiado causase pol¨¦mica. En el momento ¨¢lgido, alberg¨® hasta a 11.000 personas, pero normalmente son entre 6.000 y 7.000. Suelen quedarse entre tres y cuatro d¨ªas. ¡°Si son m¨¢s es generalmente porque son familias m¨¢s grandes, a las que es m¨¢s dif¨ªcil encontrar alojamiento¡±, explica su responsable de relaciones p¨²blicas, Anna Choroszczac.
Unas pantallas digitales muestran los nombres y las banderas de B¨¦lgica, Alemania, Estonia, el Reino Unido y Espa?a. En un expositor justo debajo de cada pantalla, varios voluntarios (de Bomberos Sin Fronteras, en el caso espa?ol) reciben las peticiones de los refugiados. Basta con inscribirse para obtener transporte gratuito a ese pa¨ªs, incluso en avi¨®n. Un autob¨²s espera en el acceso con el motor al ralent¨ª.
A la entrada sorprende ver un fotomat¨®n. Es para el tr¨¢mite del Pesel. Los refugiados tambi¨¦n se pueden inscribir all¨ª en la b¨²squeda de empleo. Junto a cientos de camas plegables de emergencia, hay tres pal¨¦s con ropa donada, una estancia para ni?os ¨Dcon colchonetas, rayuelas y cochecitos¨D y un espacio religioso con un cura ortodoxo.
El sistema funciona, pero no da m¨¢s de s¨ª y ¡°algunos refugiados son derivados a otras ciudades¡±, admite el alcalde. ¡°En el pico en el que entre 30.000 y 40.000 ucranios llegaban a la ciudad cada d¨ªa, ten¨ªamos que ir llamando a otras ciudades de Polonia a decir: ¡®M¨¢ndame dos autobuses, porque estamos llenos¡±. Una fuente municipal citada por el diario Rzeczpospolita desvel¨® el mes pasado que un grupo fue trasladado en autob¨²s de Varsovia a Bialystok, en el noreste de Polonia, y al llegar se neg¨® a bajar. Acab¨® de vuelta en la capital.
Trzaskowski insiste en la necesidad de dos acciones. Una es ¡°empezar a distribuir a la gente¡± en el marco de un programa de ¡°reubicaci¨®n voluntaria¡± basado en alentar los desplazamientos. ¡°No son cuotas obligatorias. No hacen falta. Hay suficientes compromisos [de acogida de otros pa¨ªses]¡±, matiza.
La otra es que el Gobierno polaco ¡°solicite a la UE y la ONU que establezcan un sistema¡±, porque ahora se dan ¡°duplicidades¡±. Trzaskowski ¨Dque en 2020 perdi¨® por muy poco las elecciones presidenciales ante Andrzej Duda, del partido ultraconservador Ley y Justicia (PiS)¨D propone, adem¨¢s, que los fondos no vayan solo al Gobierno central, que lidera el PiS, sino tambi¨¦n directamente a las administraciones locales, las ONG y los propios refugiados. ¡°Hace falta una estrategia, porque la guerra no va a acabar en una semana. E incluso si lo hiciese, ojal¨¢, la gente no va a poder volver a Mariupol, porque hay que reconstruirla primero¡±, resume.
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